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Soy tu hada madrina... O ¿Cupcake madrina?

Si que fue raro todo esto para Chica, pues ahora tenía a Carl en la boca, y ¡Podía hablar!, un juguete no debería poder hablar, eso no era normal.

Cuando por fin se quitó al cupcake de la boca, se quedó mirándolo fijamente, sin decir palabra alguna.

- ¿Chica? Bueno, ¡Soy tu hada madrina! Te cumpliré tu deseo.-

- ¿En serio? ¿Un hada madrina? - los ojos de la pequeña de iluminaron.

- Hahaha, claro que no. Pero puedes confiar en mi, cuéntame todos tus secretos.- El cupcake si que actuaba raro.

Chica se llegó a desilusionar, vamos, un hada madrina si que le gustaría mucho.
- Pero si ya los sabes, yo te los he dicho antes de que cobraras vida.-

- Bueno, pero cada día una persona tiene secretos nuevos, además, ¿Qué clase de sentimientos me estás ocultando? - Preguntó el cupcake, acercándose a la rubia con pequeños saltos.

- ¡Ninguno! Deja de preguntar, no te importa para nada, solo estoy algo confundida.-

- Eso crees tu.-

Se escucharon unos pasos de alguien corriendo a la cocina, era el zorro de cabellos rojos, y detrás le seguían los otros muchachos.

El pirata jadeaba y entraba sin permiso a la cocina, observando bien a la pequeña rubia.
- Te escuchamos gritar y vinimos lo más rápido que pudimos ¿Estas bien? -

- Pero miren, si son los colegas de Chica ¡Colegas de Chica también son mis colegas! - Exclamó el cupcake.

Los chicos se miraron entre ellos confundidos, ¿El cupcake acaba de hablar?, luego miraron a Chica, esperando alguna explicación sobre esto, aunque esta solo se encogió de hombros desviando la mirada.

- No sé por qué el cupcake esta hablando, repentinamente empezó a hacerlo. -

Carl reía de manera juguetona.
- Tus sentimientos son sinceros Chica, los sentimientos sinceros y de buena intención me han dado vida, esa perl...- Chica con sus manos tapaba la boca del cupcake, sonrojándose levemente.

Los compañeros de Chica solo atinaron a observarla, eso si que había sido raro, además, un silencio incomodo se apoderaba del ambiente.

- Deberíamos desayunar, aprovechando que hoy tenemos libre.- Dijo el oso jefe para romper el silencio.

Carl dio un salto, soltándose del agarre de Chica.
- ¡Panqueques! ¡Yo amo los panqueques! -

- ¿Panqueques? Pero si solo comemos pizza...- dijo Bonnie.

- ¿Ehhhh? ¿¡No saben que son los panqueques?! ¡Es masa plana, plana como el pecho de Chica!-

Los tres mayores comenzaron a reír a carcajadas, mientras que la pequeña solo se cruzó de brazos ruborizada, ¿Por qué Carl la humillaba así?

- Tranquila Chica, aún estas en proceso de crecimiento.- Bonnie intentaba animarla.

Foxy meneaba su cola de zorro estaba algo ansioso por lo que el cupcake había dicho sobre los sentimientos de Chica, ¿Además que tenía que ver la perla que le había regalado?, como todo pirata, quería descubrir lo oculto.
Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no escuchaba cuando todos estaban hablando, sonaban como voces lejanas, que hacian eco en su subconsciente.

Pero una cachetada lo hizo reaccionar de forma brusca.

- ¡Hey! Yarrr maldito oso de agua dulce.-

- No reaccionabas, además tu no sueles divagar sin sentido ¿En que pensabas? -

- Bueno, yo pensaba en....-

Había sido interrumpido por la dulce voz de la niña.

- ¡Los panqueques estan listos! Yo y Bonnie los preparamos.-

- Y Carl, osea yo, yo hice todo el trabajo.-  El cupcake hablaba con aires de superioridad.

Chica solo resopló, su mejor amigo comenzaba a ser molesto, demasiado molesto para ella.

- Bueno, basta de charla y vayamos a comer, un rockero como yo necesita un buen desayuno.-

Foxy quedó incomodo, puesto que fue interrumpido, no pudo decirle nada al jefe. Pero con su sonrisa amable de siempre, fue hacia el comedor para poder tener un agradable desayuno.

Estaban todos sentados en la mesa, ¡Incluso estaba el oso de cabellos rubios!, se podía sentir un ambiente muy alegre, era agradable aquella sensación de paz interna, tanto que querían que aquello durara para siempre, aunque de manera interna, cada uno sabía que la paz no era para siempre y menos la felicidad, pues el destino siempre tiene planes que van contra lo que uno desea con ansias. 

-- ¡No puedo esperar para comer panqueques! -- El grito de Carl rompió aquél silencio.

Todos se echaron a reír.
-- Pero si los tienes en tu plato Carl, deberías poder comerlos ¿No? -- 

-- ¡No puedo Chica!, no tengo manos... Pero... ¡Tú sí tienes! ¡A sí que tu debes alimentarme!-- 

--Entonces... ¡Di "Ahhh"! ~. --

La pequeña de cabellos rubios, con su mano derecha, sostuvo el tenedor y luego comenzó a partir en trozos pequeños los panqueques del plato del cupcake, y luego, los pinchaba y los acercaba al pastelillo el cuál se abría justo en la parte de color rosa y marrón, dejando ver una extraña boca de dientes puntiagudos, y acto seguido, Chica introducía el tenedor con el trocito de panqueque.

Foxy se quedó mirando atentamente aquello, con una pizca de ternura y celos, incluso de imaginaba a Chica dándole de comer de esa manera... ¿Eh? ¡¿En que demonios pensaba!?, él ya estaba muy viejo para ese tipo de cosas, cualquiera de los varones de la pizzería sabría que comer así era algo muy ridícu..... ¿¡Pero que hacía Freddy!?

--Aaah~ -- El de cabellos castaños abrió la boca acercándose a Chica, y ella no pudo evitar reír, y darle un trozo de panqueque de la misma forma que a Carl.

-- ¡Hey yo también quiero! Ahh~ -- Y con el mismo tenedor, alimentó a Bonnie.

Foxy iba a acercarse a hacer lo mismo, pero una fría e intensa mirada lo detuvo, Golden Freddy negó con la cabeza, mirándole fijamente a los ojos, lo que hizo que Foxy soltara un gruñido y agachara sus orejas y cola.


Ya habían pasado bastantes horas, el día si fue agotador, los infantes solían ser bastantes desordenados, por lo cual ya estaba nuestro grupo de animatronics limpiando en todas partes, estaban todos esparcidos por la pizzería, Freddy limpiaba el baño de chicas, Bonnie el comedor, Golden Freddy el baño de chicos, Chica la cocina, y Foxy los extraños y aterradores pasillos.

El manto de la noche empezaba a apoderarse del cielo, y lo único que podía iluminarlo era la luz de la luna llena y las estrellas, era una noche espléndida, una noche para compartir con alguien que tu aprecias. Y el pirata lo sabía, quería compartir con Chica aquella bella noche, juntos contar historias, reírse de sus propios chistes y jugar a juegos infantiles que siempre jugaban, así que el zorro empezó a caminar hacia la cocina para poder aprovechar su tiempo con ella, pero para su sorpresa, Chica estaba tendida en el piso, con los ojos cerrados, inmóvil con el cupcake entre sus brazos.

-- ¿Chica?--- Preguntó el pirata con el corazón acelerado.

-- Hey, más bajo, se ha quedado dormida, así que no te pongas a hacer un numérito de novela. --- 

-- Oh... Lo siento... -- Foxy se sentó a un lado de la niña, y la cubrió con su gran abrigo negro de pirata, que llegaba a taparla por completo como una manta.

-- ¿Quieres pasar el rato con ella? -- Preguntó el cupcake como si leyera los pensamientos del presente.

-- Sí... Quería, pero esta dormida... -- Sus orejas quedaron agachadas.

--Sí, lo está.... Pero tu no. -- La voz el cupcake sonó incluso tranquilizadora para los oídos del pelirrojo, y un rayo de luz iluminó los ojos de este mismo, y tomó entre sus brazos a la pequeña rubia, parecía un ángel entre sus brazos, un ángel que quería proteger por siempre.

Se sentó en el piso de la cocina, sentando en sus piernas a la pequeña niña, abrazándola para brindarle el calor y protección, y claro, su cariño en ese abrazo. Estaban juntos, compartiendo su noche, con la luz de luna atravesando el cristal de la ventana, las resplandecientes estrellas brillaban con fulgor, y podía casi escucharlas tintinear de alegría, ¿Acaso cuando ellos están juntos todo esta bien?, es relajante, agradable, pero, cada vez que estaba con ella una pizca de angustia crecía en su metálico pecho.

Con su única mano, sostuvo una de las mucho más pequeñas que la suya, y entrelazó sus dedos con esta, y empezó a estar somnoliento, sus ojos se entrecerraban por si solos, hasta que se terminaron por cerrar por completo, durmiéndose con ese ángel que dormía en sus brazos.

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