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Atrapada en el manicomnio

Esa noche había sido muy tranquila comparada con las anteriores, era más relajante el tener la seguridad de uno en su lado ¿Verdad?, Mangle no parecía tan mal chico, había ayudado al viejo zorro rojo, pero al líder Freddy le daba mala espina. Freddy no era tonto. Freddy sabe muy bien que los Toys no son amigos, los Toys son enemigos, unos claros enemigos que deben desaparecer de la faz de la Tierra. Pero sabía muy bien que por la situación de su grupo no podría hacer mucho.

¿La opinión de Bonnie?, hace semanas que no lo escuchan hablar, ¿Si quiera es posible que lo haga?, le falta el rostro y la mandíbula superior. Además de que apesta a sangre y a aceite de máquina.

En esa fría habitación solo había dolor, intentaban dormir lo más que podían para no aceptar esa realidad tan cruel. Aunque Chica ahora era mucho más independiente, aunque no tenía manos y ni mover sus brazos podía, estaba empezando a usar la boca y piernas para lograr hacer cosas básicas, aunque aún era muy torpe en ello, Freddy no podía estar más orgulloso de eso... Orgulloso y con un sentimiento de culpa asfixiante. Bonnie hacía sus cosas con su único brazo, incluso tocó la guitarra una vez, aunque el regaño y castigo de los Toys por haber tocado el instrumento fueron extremos. Aún así, ese día fue uno de los mejores hasta ahora...

-- Woah... ¡Bonnie aún puede tocar la guitarra! -- Exclamó la pequeña rubia, aplaudiendo con sus pies mientras esa luz que tenía el de cabellos violetas por ojo, parpadeaba, estaba feliz, y aunque no tuviera un sonriente rostro, todos lo notaban.

 -- No podría estar más orgulloso de él.-- Esa sonrisa del líder era muy notoria, y eso motivaba al conejo a seguir con aquella melodía, usando los restos del brazo faltante para ayudarse. Foxy aplaudía, golpeando el garfio contra su mano, se sentían todos felices, era un lindo momento, más dichosos no podían estar.
Si bien, el estar en libertad era lo ansiado, el estar encerrados divirtiéndose era lo mejor que podían por ahora.

Bonnie seguía tocando, cada vez con más pasión, Freddy comenzó a tararear una melodía, mientras que Chica y Foxy observaban con entusiasmo ese dúo tan importante en su pequeña banda, al cerrar los ojos sentían que estaban en el escenario nuevamente, todo era colorido, todo eran risas y diversión, todo era tan alegre, incluso juraban que escuchaban las risas y aplausos de los niños.
Se veían a sí mismos con sus ropas limpias, peinados, sin heridas, sin dolor.

-- Tochi... ¿Debemos ser así de malos con ellos?, quiero aprender, ellos son los primeros ¿No? --
-- Vamos Bon, no te pongas de lloroncete solo por el que estén encerrados, ellos no me agradan, y no deberían agradarte a ti, ¿Sí?, ahora... ¿No escuchas algo extraño? -- La rubia más alta estaba bordando la chaqueta del conejo azul, siempre solía ayudarle con sus ropas y a arreglarse en esas cosas. Pero el sonido proveniente del pasillo le distrajo por completo. El de cabellos celestes se percató del ruido, y estando solo con su camisa sin corbatín, pensó en acercarse, ¿Por qué sonaba como si hubiera una fiesta o algo por el estilo?, todos los Toys estaban separados como para estar haciendo algo, eso desconcertó mucho al conejo, puesto que el sonido no parecía provenir del lugar de los más fiesteros como Balloon Boy y Mangle.

-- ¿Deberíamos ir Tochi? -- Alzó ambas orejas en posición de alerta, cuando Toy Freddy no estaba, Toy Chica era la que mandaba, oh, su querida hermana mayor Toy Chica, a la que adoraba con el alma. 
Se quedó mirando el hilo y la aguja salir y volver a meterse entre la tela del uniforme del mesero, una y otra vez, en un inquietante silencio algo desesperante, ¿Por qué no le respondía de una vez?, la ansiedad del ojíesmeralda le hacía dar pequeñas patadas al suelo, a lo que chasqueó la lengua, mejor buscar su guitarra para distraerse de esos sonidos extraños que escuchaba al final del largo pasillo.

-- Bon, trae el  destornillador. -- 


Fue muy repentino el momento en que la puerta crujió y se abrió, dando a ver esos ojos completamente negros, con una sonrisa tan abierta que llegaba a erizar los cabellos, destornillador en mano, la Toy se acercó, y esa felicidad que parecía eterna, se desvaneció nuevamente, pero esta vez ninguno estaría dispuesto a ese castigo.
Si bien, dejaron de tocar y divertirse, cuando Toy Chica se les acercó, la niña que tan indefensa parecía, le hizo una zancadilla para que terminase en el suelo. El destornillador rodó por el suelo, y el pie del zorro lo pisó con fuerza para detenerlo. "Te atrapamos" fue lo único que dijo el líder de esa pandilla que se revelaba, la muchacha no dudó en insultar y preguntar que demonios sucedía, pero un pie en su espalda le estaba empezando a aplastar, Bonnie se unía a ese improvisado ataque.
Toy Chica no dudó en amenazar, amenazas que se tomaron casi como una broma, ¿Cómo iban a tomarla en serio en esa posición tan humillante en la que ella se encontraba?, la herramienta de metal fue acercada lentamente al rostro de la nueva animatronic, y sin pensarlo si quiera dos veces, con todas sus fuerzas, lo clavaron en la mejilla de esta, sonando un desgarrador grito mientras la piel era desgarrada poco a poco, empezando a sangrar con la mejilla cortada, obviamente, no se detuvieron ahí, siguieron ese corte de manera horizontal hasta la comisura de su labio, y dejar ese lindo rostro de muñeca en una completa aberración deforme, un corte que cuando se abría, daba a mostrar los dientes y esa carne con metal dentro. Era asqueroso, la sangre fresca era bastante más fuerte en color que la sangre seca, eso se notaba en el suelo al comparar la sangre de los viejos con la de los nuevos. El corte fue tan profundo que al largo de unos cuantos minutos de desangramiento y gritos, cayó inconsciente. 

Ahora el plan era simple.
Bloquearon la puerta con una mesa vieja, con la guitarra. Con todo, incluso con trozos de pared. ¿Quién osaba a sacarles de esa enferma fantasía donde todos cantaban y bailaban?, ellos estaban felices, ellos lo estaban, ¿Por qué venían a arruinarle su felicidad?, debían vengarse... Ellos debían vengarse.

Como unos completos maniáticos, Bonnie tocaba la guitarra, Freddy cantaba, Foxy emborrachado por los recuerdos del ayer canturreaba de igual forma, ¿Qué tanto duraron cuerdos?, el recordar esos momentos en el escenario y el haber intentado ser arrancados de esa excitante fantasía de libertad les dio una especie de corto circuito en las neuronas.
¿Chica?, ella si reaccionó, horrorizada estaba, pero no podía escapar, su Toy inconsciente en el suelo, siendo dañada mientras todos actuaban como unos completos dementes, ¿Ella estaba igual de loca?, no, no podía aceptarlo, se escondió bajo esa mesa que obstruía la puerta, al agacharse, algo cayó del destrozado bolsillo, un pedazo de tela rosa con cabellos del mismo color. ¿Carl?...
Debía encontrarle sin dudar qué.
Necesitaba ayuda, debía convencer a sus amigos de todo lo que pasaba, debía calmarles, debía alejar a la Toy de esos locos sedientos de venganza. Sangre, sangre, ¿Por qué todo olía a esa cosa?, ella, ellos, Toy Chica también, todo olía a tan pesado hedor, sentía arcadas.
Estaba atrapada en ese lugar, y si no escapaba, terminaría como ellos.

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