15 - El Verdadero Alexander Black
La noche caía sobre la ciudad, y las luces del restaurante brillaban con intensidad. La mirada de este tal Alexander era cada vez más codiciosa.
No había tenido tiempo de mirarlo con exactitud anteriormente, por lo que ahora estaba perfectamente decidida que él no era Xander, la razón era evidente este tal Alexander no tenía una cicatriz en su frente y ni tenía el lunar grande por su boca.
Pero una cosa estaba perfectamente decidida, era de hacerle creer que puede besarme, la cosa es simple.
—Ok, entonces si no me dices. Podemos coger un taxi, ahí podemos asegurar al menos una cosa. Yo con que me vas a decir tu apellido y tú con que puedas recibir mi beso.
—Me parece buena idea, pero tengo mi propio transporte. ¿Te gusta las motos? — me dio una mirada cómplice.
—Pues no lo sé, nunca me he subido a una.
—Ya verás que te gustará. —camino y lo seguí.
—¡Este estacionamiento es muy empinado! Menos mal que no me caí — vocifere caminando de bajada, porque casi me caigo de boca.
Obtuve una risa de parte de Alexander.
—Tiene sus peculiaridades. Pero no preocupes, ya casi llegamos.
—Ya — seguimos caminando en silencio.
Hasta que llegamos, él fue el primero en volver a hablar.
—Ella es Furia, Furia ella es Leticia. — nos presentó como si ella fuera una simple humana.
—Guao, es muy... grande. — es lo primero que se me vino, pero que el termino grande no era el adecuado, porque no era grande en sí, más bien es como tosca — Pero ese no es el detalle, ¿Le acabas de poner un nombre a eso? — señalo la moto confundida.
Yo le había puesto nombre a mi peluche, porque era obviamente normal, de paso era una niña. Pero alguien mayor, poniéndole nombre a un objeto, me parece totalmente loco.
—Oye, que eso tiene nombre, se llama Furia.
—No digo nada — cerré mi boca con mis dedos, como me enseñaron en el orfanatorio una profesora.
—Hubiese cerrado esa linda boca con la mía, me parecía una buena idea.
—No te preocupes, ya llegará el momento.
Se acerca a la imponente motocicleta negra con una sonrisa en su rostro, como si eso fuera sexy. Con un impulso poderoso, se eleva sobre el asiento de cuero y se acomoda. Y me voltea a ver.
—Me seguirás viendo con saliva en tu boca... o te subes... o te dejo sola aquí. — expresó con una sonrisa atrevida.
Sin hacerle caso a lo que dijo, caminé a la moto y puse mi mano en su hombro para subir con facilidad sentándome de golpe.
—Agárrate duro, puedes agarrarte de mí — sugirió para que rodeara su torso con mis delgados brazos, bueno eso hice, no quería caerme de la moto por terca.
El hizo una maniobra con la moto, yo tuve que cerrar los ojos con fuerzas y los abrí cuando sentí que se había detenido. Ya nos encontrábamos en la parte principal del restaurante, esperando a que los autos pasen y el poder entrar a la calle.
En el trayecto iba que me dormía, mi cabeza se iba de lado. Tuve apoyarla en su espalda, me entretuve viendo las tiendas que se encontraba en la ciudad. Todo estaba iluminado, al pesar que era tarde.
—Llegamos, dormilona.
Por lo visto, a la final si me quedé dormida. Me bajo con cuidado, para no caer.
—Muchas gracias por el viaje — digo y camino para entrar al hotel.
—No se te olvida algo — me hago la sorda e intento caminar más rápido, pero el llego a mi lado y me detiene del brazo — ¿Qué paso? — pregunto haciéndome la tonta.
—Pasa que al parecer te has olvidado un trato ¿O no quieres darme el beso?
—Uy cierto, me había olvidado. Es que por el sueño — culpo a mi indefenso sueño.
—De eso nada, por eso estoy aquí para poder recordarte. Y bueno empecemos — se comienza a acercar a mi rosto, pero yo retrocedo.
—Bueno, no tan rápido. Tienes que decirme tu apellido, porque quiero saber a quién voy a besar.
—Me llamo Alexander Black. Ahora dame ese beso, que estoy que me vuelvo loco. — se vuelve a acercar a mí, pero yo me paralizo.
Volver a escuchar ese nombre y justo ese apellido también, tiene que ser una tremenda coincidencia. Por otra parte, el logro con su objetivo, aunque los dos logramos nuestro objetivo, en cambio para mí me hizo volver a dudar de él. Y es como si todo haya sido en vano, vine salva y sana aquí, pero el beso no iba a ocurrir, no tenía que suceder.
—¿Estuviste en un orfanatorio cuando eras pequeño? — me alejé de él unos pocos centímetros y es lo único que mi boca pudo formular.
—No — mueve su cabeza. — ¿Por qué?
—Conocía a alguien con tu mismo nombre y apellido.
—No... No me digas que tú también estuviste en el mismo orfanatorio que Emilio, que pequeño es el mundo.
Quedo confundida por lo que acaba de decir.
—Eh... no conocí a ningún Emilio. Bueno no conocí a la mayoría, porque no era muy amiguera.
—No, no. El ingresó a ese orfanatorio con mi nombre, Alexander Black. Ahora el imbécil se ha vuelto un verdadero imbécil, su padre fue un tremendo estricto.
—Me estás diciendo que ese niño que conocí, no se llama Alexander.
—Exacto, se llama Emilio Blanco. Fuimos muy amigos de pequeño, éramos muy insoportable, no hasta que el hizo un desastre que enfureció a su padre. Los castigos de él eran muy duros, digo para un niño de su edad, a mi parecer estuvo muy mal.
—¿Qué lo llevó hacer que el padre lo mandara a un orfanatorio? — quería saber la verdad, un niño me estuvo mintiendo. Mintiendo sobre su nombre, sobre la muerte de sus padres, quien puede hacer eso.
—Nunca estuve al tanto de eso, no estuve con él ese día. Y su padre amenazó a los chicos con los que estaba ese día que ninguna palabra a nadie.
—¿Y su madre?, porque supongo que tenía una.
—Claro, como tú lo has dicho, tenia. Tiene fallecida tres años, desde ese entonces Emilio se volvió como su padre.
—¿Entonces ya no siguen siendo amigos?
—No, él nos dejó de hablar, nos dijo que todo era una farsa. Que debíamos madurar, que debíamos aprender de él. — se ríe sarcásticamente.
Entonces no solo me mintió a mí, sino a todos sus amigos más cercanos. Me quedo sin palabras, por todo lo que ha hecho, es todo un farsante.
Pero sin duda le llegará el karma, y ahí va a necesitar a sus amigos a los que realmente lo quisimos como un verdadero amigo.
Recuerden que la historia es FICCIÓN, separen de la REALIDAD. La historia en algunos capitulos contiene temas delicados. A lo que se viene...
¿Qué le está pareciendo la historia?
Teorias de que posiblemente suceda en el siguiente capítulo...
Que piensan acerca de:
La adolescente, Leticia
La amable, Cielo
El coqueto, Alexander
El mentiroso, Emilio
Este capítulo no solo se basa en quien es el verdadero Alexander Black, sino lo que puede ocasionar la mentira. ¿Mintieron a personas que quieren? o ¿Les mintieron personas cercanas?
Como decía mi abuela: la mentira tiene patas cortas... tarde o temprano la verdad saldrá a la luz.
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