La madriguera estaba en silencio, solo se podían apreciar las respiraciones de los tres canidos, acurrucados unos con otros, como si de una verdadera familia se trataba. Ese era el sueño de Dust, tener una familia a la cual amar y proteger como nunca pudo con sus padres y hermano. Ahora parecía cumplirlo aunque el zorro no estuviera consciente de ello, aunque en su mente, todo era una pesadilla, estaba imaginando cosas que nada tenían que ver con la realidad.

-Despierta- se escucho una voz en la madriguera.

-Mmmm- se quejo el zorro, no tenia ganas de despertar ni hacer nada, solo dormir y quedarse ahí.

-Vamos Dust despierta- escucho esa voz nuevamente, además de una suave patita que lo golpeaba en la cara.

En respuesta Dust se hacía volita, cubriendo su cara para que lo dejaran dormir, pero de pronto sintió un pequeño empujón a un costado, luego otro y otro. Cuando pensó que finalmente se había librado de esos "golpes" sintió una molestia en la cola como si lo picaran reiteradamente. No pensaba hacerle caso, pero un fuerte dolor en ese lugar lo hizo brincar de su lugar y quedar de pie con una cara de espanto impresionante.

-Por fin despiertas- le hablo la misma voz y fue entonces que Dust vio que se trataba de Blue, él era quien le había estado hablando. Luego, cuando volteo a ver lo que le lastimo cola, vio a Muffin con algunos pelos de su cola. Había sido ese pequeño quien lo estuvo mordiendo y posiblemente fue también el responsable de los empujones y golpecitos.

-Estaba preocupado por ti, pensé que te habías enfermado o algo así- le dijo Blue acercándose al zorro, quien lo vio con tal sorpresa que levanto su pata para tocar el rostro del lobo mayor.

Por su parte Blue solo se dejo acariciar, incluso se movió un poco para poder sentir el calor de su compañero el mayor tiempo posible.

-Sigues aquí- dijo Dust más para sí mismo que para el lobo.

-Claro que si ¿Por qué me iría?- dijo Blue un poco extrañado por las palabras de su anfitrión.

-Pensé que...no querrías saber nada de mi después de que supieras quien soy- dijo el zorro agachando la orejas.

Al escuchar eso, Blue solo sonrió enternecido y le dio una pequeña lamida en la mejilla de Dust, cosa que sorprendió y avergonzó un poco al zorro.

-Yo no juzgo por los peores defectos de alguien- le conto el lobo al momento de darle una sonrisa sincera.

-Pues deberías- susurro Dust sin pensar.

-Pero tú no lo hiciste- le dijo el lobo seguro de sus palabras- tú me escuchaste sin juzgarme y no permitiste que mi pasado fuera algo importante en nuestra relación, por eso yo tampoco lo hare contigo- le explico acortando la distancia entre ambos.

-¿En verdad no te molesta o te asusta las cosas horribles que hice?- pregunto el zorro agachando la cabeza.

-Lo de tus padres no fue tu culpa, solo fue un horrible accidente y por lo demás, eso está en el pasado y no tengo miedo porque cuando te veo, veo una mirada bondadosa y llena de determinación, que a pesar de haber sufrido mucho no ha perdido su fuerza de vivir y seguir adelante- le dijo buscando su mirada, a la vez que Muffin se acurrucaba en las patas de Dust.

Esas acciones hicieron sonreír levemente al zorro quien solo pudo menear la cabeza enternecido- ahora que tú estás aquí, siento más que nunca deseos de vivir- le susurro cuando quedo a unos milímetros del can mayor y froto sus nariz con la de Blue de forma tierna, cosa que hizo sonrojar a su invitado.

Justo cuando Blue iba a decir algo, el pequeño Muffin saltaba entre ambos tratando de llamar su atención.

-Claro, tú también era muy importante para mí, enano- le dijo Dust al cachorro agachando la cabeza a nivel del suelo para ver mejor al cachorro. En respuesta el pequeño lobo se coloco sobre su hocico a modo de un abrazo a lo que Dust se levanto y vio divertido como el cachorro subía por su cara hasta quedar sobre su cabeza.

-Ustedes dos hacen una buena combinación- comento Blue enternecido por como su bebe jugaba con las orejas de su anfitrión.

-Por supuesto que sí, ¿verdad pequeño?- le dijo el zorro orgulloso por las palabras de su compañero.

Muffin por su parte solo ladro entusiasmado mientras movía su colita, aunque no pudiera hablar todavía, era feliz con su nuevo amigo.

-Tengo hambre, vamos a comer- dijo Dust al sentir un poco de dolor en su estomago.

-Es cierto, ya es tarde- dijo el lobo mayor recordando que ya llevaba rato cuidando el sueño de su anfitrión, sin separarse de él ni un momento mientras estaba inconsciente. Solo se decidió por despertarlo cuando su pequeño mostro molestia por no haber comido todavía. De no ser por el cachorro, hubiera podido mirar a Dust durmiendo todo el día y no aburrirse.

-Pues vamos- le dijo en dirección a la salida aun con todo y bebe en la cabeza y siendo seguido por Blue.

Fue en el camino hacia el rio que Blue sintió una enorme curiosidad por algunas cosas en el relato de Dust, pero estaba un poco preocupado por cómo podría reaccionar el zorro. Después de todo, eran asuntos delicados y que podrían afectar a su querido anfitrión.

-Anda, pregunta- le dijo el zorro girando su cabeza hacia atrás para poder mirar al lobo mayor.

-Bueno...yo, solo quiero saber ¿Cómo lograste superarlo solo?- pregunto el lobo, cosa que hizo agachar la cabeza al zorro- no me mal interpretes, me alegro que ya estés mejor y que tengas estabilidad en tu corazón, por eso quisiera saber cómo lo hiciste- se explico al ver la reacción tan seria de su compañero.

-No te preocupes, imagine que eso preguntarías- le sonrió de forma tenue para probar que no estaba molesto o triste.

-En realidad, no logre superar esto solo- le dijo siguiendo su camino y siendo seguido por Blue- tuve ayuda-

-¿Ayuda?- repitió el lobo de forma inmediata.

-De lobos- completo el zorro recordando con nostalgia a la manada de lobos que le salvaron la vida.

En can mayor quiso preguntar mas, pero no estaba seguro de como hacerlo.

-Primero comamos y luego te cuento ¿esta bien?- le dijo Dust mientras reanudaba su camino, por lo que el otro decidió seguirlo y esperar.

Ya en el claro los tres comían juntos y en silencio, aunque mas que nada porque estaban hambrientos, eso, y porque Dust había cazado otro animal y le daba trozos de carne a Muffin mientras que él comía frutos secos.

Blue, aunque se sentía un poco incomodo por cómo estaban los restos de una pobre ave cerca de ellos, no dijo nada ya que estaba de acuerdo con Dust sobre permitir que Muffin conociera otras posibilidades y que fuera decisión del pequeño, lo que quería o no.

-Que ricos- comento Blue mientras comía unas bayas, aunque en realidad no dejaba de ver de vez en vez al zorro.

-Tranquilo, si te voy a contar- le dijo Dust tras darle otro bocado a Muffin.

-No es eso- trato de defenderse el lobo muy avergonzado.

-Esta bien que sientas curiosidad, yo la tuve contigo- le dijo el otro muy tranquilo.

-Lo siento, no es bueno que te presione, sé que es difícil para ti-

-En realidad, a partir de aquí todo va para mejor- le aseguro Dust.

-Te creo-

-Bueno, si te soy sincero, esta parte de mi historia no empieza bien- comenzó a contar Dust con un tono mucho más tranquilo a comparación del día anterior.

Después de matar a es cazador, no...no deje de sentirme culpable y seguí con el deseo de morir.

Pase varios días sin comer, intentando acabar con mi vida, pero fue cuando los encontré. Una manada de lobos, solo que no eran como tú, no tenían un pelaje brillante y colorido, por el contrario, eran de pelaje oscuro y opaco.

Al principio pensé que ellos me matarían e incluso lo deseaba. Todavía tenía fuerzas, pero no quería defenderme, así que solo espere cuando vi que se acercaban en mi dirección, no hui, no me escondí, no me puse a la defensiva.

Para mi sorpresa, ellos solo pasaron de largo y no porque no me vieran, era obvio que lo hicieron porque hasta se detuvieron a verme y no hicieron nada por lastimarme. Admito que eso me decepciono y si eso hubiera sido todo, creo que solo hubiera sido un evento extraño en mi vida y ya, pero no fue solo eso.

Unos días pasaron y seguía sin comer, estaba dispuesto a morir de hambre, pero entonces me tope con un lobo joven que me llevo un trozo de comida, eso me sorprendió mucho ¿Por qué haría eso? ¿se burlaba de mí? Creo que estaba ya tan falto de energías que cualquier cosa me hacia enojar, así que me levante dispuesto a atacarlo. Creo que él noto mis intenciones porque se mostro asustado y huyo, obviamente lo perseguí, pero cuando llego con los suyos, supe que no podría hacer nada contra ellos.

Todos me miraron, pero no me atacaron, solo se llevaron a sus cachorros y se fueron. No les importaba mi presencia, pero tampoco dejaban que molestara a sus miembros. Eso causo algo en mí, no estoy seguro de que era, pero toda esa camaradería me intrigo, creo que porque me recordaba a mi familia, así que los seguí. Guarde mi distancia, pero nunca los perdí de vista. En cierto modo eso me ayudo a conocer cada rincón del bosque como a las huellas de mi pata, ya que ellos se movían por todo el bosque sin salir de él, eso me llamo más atención.

Fue esa curiosidad por lo que hacían, por saber que buscaban o que hacían en mi bosque y porque no se iban lo que me obligo a comer. Necesitaba saberlo, mi curiosidad me obligaba. Especialmente porque ellos me dejaban comida, ellos me facilitaron alimentarme y jamás se veían molestos por esos gestos, hasta me daba la impresión de que lo hacían con gusto. Eso comprobé cuando, mientras los veía comer, mi estomago hizo ruido, trate de ocultarlo para que no escucharan, aunque en realidad era algo tonto porque ellos ya sabían que estaba ahí. De pronto, uno de sus cachorros, se me acerco con un hueso grande con carne y con señas me dijo que podía comer. Al principio no quise aceptar, pero luego llegaron más lobos adultos y me dijeron lo mismo, incluso me invitaron a sentarme con ellos para comer juntos. Eso me desconcertó, trate de negarme pero al final acepte. Ahí es donde conocí al lobo Alpha, un lobo con bastante edad, que me dio la bienvenida y me pidió que los acompañara por un tiempo.

Por varios meses los seguí y me sentí cómodo, fue como tener otra familia, sin ser una familia...al menos al principio, con el paso del tiempo, me sentí fuera de lugar, incluso cuando fui tan bien recibido por todos. A nadie le importo que no fuera un lobo: los adultos me hablaban con cordialidad, los cachorros me buscaban para jugar, incluso tuve...bueno, el punto es que todo iba bien, sin embargo...no se sentía correcto, como si no mereciera esa buena vida.

Para mi suerte, el Alpha lo noto y me hizo contarle mis problemas, al igual tú, él no me juzgo y me escucho con toda la paciencia del mundo. Luego me conto de sus razones por la que estaban en mi bosque, de que buscaban un nuevo hogar porque habían perdido al suyo. Fue ahí, tras tiempo de conocerlos, aprender de ellos, entenderlos y aceptarlos, que me ofrecieron unirme a su manada. Muchos lobos pensaban que ya me tardaba en aceptar, pues ya estaba muy unido a ellos.

Por varios años viví feliz con ellos, sin embargo, un día el Alpha dijo que debían irse porque el bosque no podría brindarles alimento a largo plazo. No te lo niego, estaba de acuerdo, este bosque, por mucho que le tenga aprecio, no es precisamente el lugar ideal para que un grupo tan grande se estableciera, especialmente cuando tuvieran mas cachorros. Es por eso que entendí que debían irse a buscar otro.

-¿Y no fuiste con ellos?- pregunto Blue sorprendido, por la forma en que el zorro hablaba de esos lobos, podía percibir mucho aprecios por ellos, entonces no tenia sentido que no los acompañara.

-No, no porque no me lo ofrecieran- contesto Dust un poco decaído, toda esa buena energía que tenia se fue como en un soplo, aunque seguía sin ser tan pesado como lo de su familia.

Me lo mencionaron un par de veces y yo realmente lo considere, realmente estuve dispuesto a irme, de acompañarlos, pero...pero no pude. Senti miedo, mucho miedo.

Miedo por como seria el mundo allá afuera, de lo que encontraría allá, de cómo eso afectaría mi relación con la manada. Durante su estancia en mi bosque, no sentí miedo porque era un lugar conocido para mí, pero que pasaría si algo malo pasaba allá afuera y yo me volvía a quedar solo. Allá no tendría a donde refugiarme, quedaría totalmente a la deriva, sin posibilidad de poder defenderme. Al menos eso es lo que creí, por eso les dije que no.

Ellos se vieron un poco decepcionados, pero no dijeron nada y un día se simplemente se fueron.

Claro que si me sentí triste, muy triste por perderlos, porque no fui con ellos. El arrepentimiento me atosigo por bastante tiempo y con tal fuerza que no dejaba de ver a las afueras del bosque con la esperanza de que regresarían, y ahí si aceptaría ir con ellos, pero no volvieron. Todo porque no me arriesgue porque no pelee por ir con ellos.

Ya estaba por recaer en mis planes de dejarme morir, cuando recordé todas las palabras del Alpha, de todos sus consejos y de todas sus palabras de apoyo.

Ahí entendí, tal vez ellos se habían ido, pero sus recuerdos y todo lo que me enseñaron al convivir con ellos, se quedarían conmigo siempre que yo lo los tuviera en mi memoria y en mi vida.

Fue entonces que decidí tratar de vivir, de que todo lo que hicieron por mí no se perdiera. Así, con el tiempo, me fui conociendo, entendiendo mis defectos mas serios y mis cualidades mas redimibles, lo que de echo me ayudo a entender mucho de esto mismo, del porque no fui, porque no les dije mis razones de mi negativa.

-¿No les dijiste?- pregunto Blue muy sorprendido por eso ultimo.

-No- confirmo Dust bastante triste por ello- en ese entonces ni yo sabía porque no fui, el Alpha me pidió explicarme porque muchos no reaccionaron bien a mi negativa, pero no pude, simplemente no pude, las palabras no me salían, quede mudo y sin poder detener mis lagrimas. Es entonces cuando pienso lo buenos que fueron conmigo, porque ellos fueron los que se disculparon, me desearon lo mejor y se fueron con una sonrisa sincera hacia mí, por eso luego me sentí mal de no haber ido con ellos-

-Pero algo bueno nació de eso ¿no?- pregunto Blue secándose una mejilla por unas cuantas lagrimas que irremediablemente salieron de sus ojos.

-Eso creo- respondió el zorro con una pequeña sonrisa- fue en ese tiempo que encontré mi madriguera, que explore a fondo este bosque y aprendí muchas cosas. Para cuando llegaban mas animales de fuera, en su mayoría lobos, los podía recibir correctamente, sin ser muy arisco pero tampoco demasiado invasivo, especialmente cuando deje de obsesionarme con que la manada que conocí regresaría-

-¿Nunca volviste a verlos?-

-No, pero así esta bien- Dust levanto la mirada y sonrió al cielo, mientras respiraba profundamente.

-Me alegro mucho- le comento Blue al momento empujarlo ligeramente, cosa que Dust responde con otro empujón a modo de juego, lo que provoco que ambos empezaran a jugar y que Muffin se les uniera, ya que en todo el relato estuvo jugando con un hueso que Dust le limpio y no dejo de mordisquearlo en todo ese rato.

Los tres jugaron por horas y antes de que anocheciera, se dieron un baño en el lago, para luego regresar a su hogar.

-¿Y conociste a muchos lobos?- pregunto Blue mientras caminaban de regreso.

-Unos cuantos, eran manadas pequeñas, pero ninguna se quedaba mas que unos días porque estaban de paso- contesto tratando de no dejar caer a Muffin, quien se balanceaba de un lado a otro en la cabeza del zorro por diversión.

-Por eso sabias tanto de nosotros- comento Blue divertido por el juego de los otros dos.

-Admito que también es por eso que me parecieron muy interesantes cuando los conocí, tú y Muffin son tan diferentes a los demás lobos, y no lo digo solo por el pelaje- comento antes de que Muffin le aplastara los ojos con sus patitas.

-Muffin, deja de molestar s Dust- le regaño el lobo a su cachorro a lo que este negó con su cabeza y paso de largo a las palabras de su madre.

-En serio creo que deberías motivarlo a hablar, ya esta muy grande como para que no emita ni una sola palabra- comento al ver divertido como a pesar de que no hablaba, Muffin mostraba una gran personalidad.

-Tal vez deberías ser su maestro señor Dust- dijo Blue con una risita.

-¿Eso es un reto?- se le acerco Dust con una postura algo soberbia.

-Tal vez- le respondió el lobo mayor con una sonrisa traviesa.

-Entonces acepto, le enseñare a Muffin a ser un verdadero lobo- le respondió una pose de orgullo.

-Oye- se quejo el lobo.

-No te ofendas Blue, pero tú no podrías enseñarle a cazar a Muffin aunque quisieras- le respondió el zorro juntando su mejilla con la de Blue.

-¿Qué quieres decir?- pregunto Blue sin separarse del otro.

-Pues ya que le ha gustado la carne, sería una irresponsabilidad de mi parte no enseñarle como obtener su comida ¿no crees?- le respondió bastante seguro de su afirmación- además, no siempre tendrá a su mama o a mi para cuidarlo, debe aprender a valerse por sí mismo-

-Bueno, admito que tienes razón, pero...-

-No te preocupes, seré un buen maestro.- interrumpió Dust.

-No, no es eso- respondió Blue muy nervioso y avergonzado. Parecía que Dust le leía la mente y eso lo ponía muy nervioso.

-Vamos a casa, mañana empezare mi trabajo como maestro- le dijo riendo por las caras que el lobo mayor hacia cuando le esa clase de juegos. Blue era tan fácil de leer, era demasiado transparente y eso le gustaba mucho del lobo mayor.

Ojala Muffin tardara mucho en aprender a hablar y a cazar, para que así pudieran quedarse mas tiempo con él. Todavía no estaba listo para decirles adiós.

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Hola lectores, aquí la lectora con una muy atrasada actualización. Lamento mucho la tardanza, pero como deben saber las cosas han estado muy raras y poco desfavorables.

Es por eso, que para distraerme y poder mantenerlos un poco entretenidos. Voy a subir mas seguido, claro que como tengo tres historias a la vez, voy a tomar un poco de tiempo y actualizare según sienta mas inspiración de cada una. No se imaginan como tarde con esta, por mas que escribía, sentía que no quedaba nada bien. Aun con este siento que quedaron algunas cosas, pero estoy conforme.

En este caso no hay referencias ni aclaraciones porque no los veo necesario, pero si tienen dudas no olviden comentar.

Por favor voten, comenten y esperen con ansias el próximo capitulo

Hasta la próxima.