El vehículo iba a toda velocidad hasta que llegó hacia su destino.

Taehyung bajó rápidamente, pero ni siquiera alcanzó abrir la puerta cuando la madera de la casa de los Jeon se rompió, viendo como un cuerpo había sido lanzado hacia afuera. Los que estaban en el vehículo quedaron totalmente sorprendidos.

— Que..qué fue eso — murmuró Seokjin abriendo la puerta del auto, pero inmediatamente la volvió a cerrar cuando un lobo con forma humana salió de la casa.

— Yoonie —susurró Suzy a sus espaldas sorprendiendo a todos.

En el suelo, Jungkook se levantó nuevamente en su forma lobuna y se lanzó al gran lobo a morder su lobo.

"Hyung! ¡Reacciona Hyung!" gritaba Jungkook para que el lobo de Yoongi reaccionara a los daños que estaba haciendo. Pero una vez más el gran lobo lo tiró lejos con su fuerza, esta vez el cuerpo de Jungkook chocando con un árbol.

— ¡Jungkook! — grito Taehyung al ver aquello, pero el lobo pudo ver a Taehyung, el causante de que su hermano hubiera roto el lazo de hermanos que habían formado.

Lo quería muerto.

El lobo gritó de forma ronca hacia Taehyung dando escalofríos a su cuerpo, pero a pesar de eso Taehyung ni siquiera se inmuto, tomó uno de los vidrios rotos y ambos se miraron a los ojos.

— No te tengo miedo

— ¡Taehyung! —grito Seokjin — Entra al auto ahora —ordenó. Pero fue en vano, porque Taehyung corrió en dirección hacia el lobo para que este no fuera hasta donde estaban su padre y su abuela.

Suzy gritó angustiada bajando del vehículo, viendo como el lobo tiró sus garras hacia Taehyung buscando hacerle daño, pero Taehyung fue bastante astuto al correr y dejar deslizarse por debajo de las piernas del gran lobo cortándole parte de su pierna izquierda. El lobo de Yoongi grito y activo al de Jungkook quien había estado inconsciente.

— ¡Busca a Hwasa! — grito Seokjin empujando a su madre para que pudiera entrar por la parte de la cocina, en donde se encontraba el ventanal.

Suzy sollozaba ¿En qué momento tuvieron que llegar a aquello? ¿En qué momento Yoongi se había descontrolado tanto? Para Suzy todos eran una familia. Suzy los conoció desde que eran niños, Yoongi y Jungkook eran sus nietos, porque si, ellos eran su familia y nadie la iba a contradecir de eso.

Pero había algo que Suzy no sabía. Yoongi no se sentía parte de ella.

— Hwasa.. —hablo fuerte al ver a su hija tirada sobre el piso de su casa. Estaba dándole la espalda y parecía inconsciente sobre el piso, el vestido que traía puesto de su pijama color blanco, tenía marcas de garras surcando su cuerpo, Suzy se asustó dirigiéndose a ella con el corazón destruido, se arrodilló a su lado.

El mundo alrededor se desvaneció. Las lágrimas brotaron de sus ojos, cayendo sobre el cuerpo de Hwasa. ¿Cómo habían llegado a esto? ¿Cómo pudo su familia desmoronarse de esta manera? No entendía.

Recordó los días felices en que Jungkook y Yoongi jugaban en ese mismo bosque mientras Hwasa y ella preparaban la comida o simplemente los veían jugar, riendo y corriendo entre los árboles. Las risas de Hwasa, Yoongi y Jungkook resonaban como ecos en su memoria, llenando el aire de alegría. Ahora, su nieto había sido consumido por algo oscuro y salvaje, y esa oscuridad había herido a su propia hija.

El sonido de la pelea resonaba a lo lejos entre Jungkook, Taehyung y Yoongi, gritos y aullidos que desgarraban la noche. Yoongi estaba atrapado entre su lobo que lo dominaba y el pequeño niño que ella había amado, luchaba contra su propia familia. Cada grito, cada impacto, era un recordatorio cruel de que la vida que habían construido juntos se desmoronaba tan solo en un simple parpadeo.

Hwasa entreabrió los ojos, su mirada estaba llena de dolor y confusión. — Mamá...— murmuró en un hilo de voz. Suzy negó, acariciando el largo y oscuro cabello de Hwasa.

— Shh, mi pequeña niña, estoy aquí—respondió Suzy, acariciando ahora su rostro. La angustia en su pecho se intensificó. ¿Podría salvarla? ¿Podría salvar a su familia de esta locura? — Te prometo que todo estará bien ¿Si? —quiso apaciguar el dolor de su hija en sus brazos y el de su propio corazón.

Hwasa cerró los ojos y las lágrimas de dolor, angustia y tristeza caían por su rostro sucio. — Hay... Hay que ayudarlo —la voz de dificultad en Hwasa le dolió en el alma.

Su corazón sabía que el camino por delante estaba lleno de incertidumbres. Pero lo único que podía hacer ahora era aferrarse a la esperanza, aunque estuviera desvaneciéndose, como la luz de la luna a su alrededor y una familia que alguna vez fue feliz. 

El aire estaba frío por el sonido de los aullidos y los gritos. Fuera de la casa de los Jeon, en el borde del bosque y jardín principal, el enfrentamiento era feroz. Los tres hombres se enfrentaron a lo que podría denominarse una bestia, pero para Jungkook siempre sería su hermano. El lobo de Yoongi se movía con una agilidad, sus ojos rojizos sentenciaban a sus agresores con una furia indescriptible. En su mente, la imagen de Taehyung era un objetivo, el culpable de todo o eso es lo que el lobo de Yoongi creía, el que había alejado a su hermano menor de él.

Jungkook, en su forma de lobo, luchaba contra la tormenta interna que lo consumía. "¡Yoongi, escúchame! ¡Despierta!", gritó, intentando romper la barrera que el lobo de Yoongi había ejercido entre ellos. Su corazón latía desbocado, el instinto de proteger a su hermano chocando con el deseo de no perderlo.

" No tienes idea de lo que has hecho! " El lobo rugió tratando de meterse en la mente de su hermano menor, sus garras hundiéndose en el suelo. Taehyung y Seokjin, posicionados al lado de Jungkook, sabían que el tiempo se acababa. Seokjin, con una mirada decidida, se preparó para intervenir, tenía que hacer algo ahora ya.

El lobo de Jungkook comenzó a llorar y Taehyung se asustó, mirando al gran lobo en frente suyo sabiendo que algo estaba pasando entre las profundas mentes de ambos hermanos.

— ¡No dejes que te domine, Jungkook! —grito Taehyung con su voz firme para que el lobo de Jungkook lo escuchara. Jungkook cerró los ojos, recordando los momentos de conexión con su lobo y la calma que Taehyung siempre le había transmitido y sólo aquello bastó para que la barrera en sus mente no se rompiera.

Pero la rabia del lobo de Yoongi no daba tregua al conflicto que se había formado. Se abalanzó sobre Taehyung, quien rápidamente se movió para esquivarlo, el viento aullando a su alrededor. "¡Yoongi, no!" Jungkook suplicó, intentando llegar a él, pero cada vez que intentaba acercarse, el lobo lo veía como una amenaza a Taehyung.

De repente, en un momento de desesperación, Seokjin tomó una decisión. Él tenía que hacer algo o esto no iba a terminar nunca.

—¡Jungkook, cúbreme! —gritó, y sin esperar respuesta, corrió hacia su camioneta. Los motores rugieron y las luces se encendieron, reflejando la determinación en su mirada.

Taehyung se sorprendió, pero supo lo que su padre iba hacer en cuanto vio la determinación en su mirada y sus manos aferradas al volante de la camioneta. Supo entonces que tenía que alejarse del objetivo de Seokjin.

Con el corazón en la garganta, Jungkook se lanzó hacia su hermano, tratando de distraerlo de los motores rugientes, mientras Seokjin aceleraba a toda velocidad. El lobo se giró, y en ese instante, el impacto fue inminente. La camioneta se estrelló contra él, el sonido del metal chocando contra sus huesos resonaron en la noche oscura alrededor del bosque. Yoongi fue arrojado contra una roca y su cuerpo se detuvo de golpe.

El mundo se sumió en un silencio mortal. Jungkook, horrorizado y asustado por lo que acababa de pasar, corrió hacia donde su hermano había caído sin poder moverse. Las luces de la camioneta parpadeaban, y el aire estaba cargado de una tensión inquietante. Con un último suspiro, el lobo comenzó a transformarse de nuevo, la forma feroz cediendo ante el cuerpo humano de Jeon Yoongi.

— ¡Yoongi!— gritó Jungkook, corrió arrodillándose a su lado mientras la forma de lobo se desvanecía y volvía a su cuerpo humano. En su lugar, había un Yoongi herido, pero vivo. La angustia y el alivio se mezclaron en su pecho y en su noble corazón, y el tiempo pareció detenerse mientras trataba de asimilar lo que acababa de suceder.

—¿Qué... qué pasó?— murmuró Yoongi, sus ojos avellanas ahora llenos de confusión y dolor. Porque a pesar de no ser consciente, sabía que cuando perdía el control pasaban cosas malas.

Jungkook lo abrazó, sintiendo que, a pesar de la batalla que habían tenido, siempre había una luz al final del túnel.

— Estamos juntos hyung.. estaremos bien, te lo prometo —sollozo Jungkook.

Taehyung a lo lejos al ver a Jungkook y Yoongi, se puso de pie sintiendo el crujido de las hojas cuando se ponía de pie. Con susto, corrió hacia la camioneta viendo a su padre, Seokjin, con una herida en su cabeza.

Tal y como todos aquella noche, Taehyung lloró y se acercó a abrazar a su padre. Ambos se abrazaron, Seokjin aún no asimilando lo que acaba de pasar entre todos.

— Estamos bien —y aquello fue lo único que salió de sus labios cuando se aferró a los brazos de su hijo.

Pero el gran dilema de la Familia Jeon y Kim, era el que ocurriría ahora que ya no había secretos entre ambas familias. 

Tal como el fin de una batalla, como el fin de una guerra, el sol había salido brindando calor a la casa de los Jeon que se hallaba vacía. Después de aquella noche, Seokjin no pudo ignorar el hecho de que Hwasa estaba herida y a pesar de las advertencias de su hijo, Jungkook y Suzy, Seokjin la llevó al hospital de Busan.

Yoongi se sentía devastado, tenía culpa dentro de su interior y por más que quiso arrancarse el pecho y salir huyendo, Suzy lo retuvo.

— Se que no has querido esto, pero tienes que hacerte cargo de lo que has provocado muchacho —Las palabras de Suzy nunca se habían oído tan frías y profundas ante Yoongi.

Yoongi sentía que tenía las palabras atoradas en su garganta y no querían salir de allí, y para su mala suerte, la policía tuvo que intervenir nuevamente abriendo el caso una vez más angustiándolo por completo.

— ¿No te das cuenta de algo? —preguntó el oficial Park viendo a su compañero sacar una cajetilla de cigarros.

— ¿Qué? —pregunto sin importancia.

— La mayoría de ataques han sido con los Jeon —respondió JinYoung. Como si aquella respuesta hubiera sido una luz en el cielo para Seoho, su vista se dirigió hasta la anciana que acariciaba la espalda de Yoongi y a los dos muchachos que estaban del otro lado del pasillos abrazados y aferrándose el uno al otro.

Fue entonces que Seoho sintió como la luz de la ampolleta se prendió sobre su cabeza.

— Tengo que irme, entrevista tu a todos —ordenó a su compañero dejándolo con las palabras en la boca.

El policía apresuró sus pisadas y se dirigió lo más pronto posible hasta su hogar, sorprendiendo a su familia que yacía en su hogar, pero Seoho los ignoro entrando con rapidez en su oficina y buscando los archivos que tenia guardados, pero recordó que el estúpido amigo de su hijo había robado los archivos que tenían la información que, no dudando que estaba en lo correcto, pero eran la única evidencia que tenía para dar por hecho que la familia Jeon era lo que estuvieron buscando todos estos años.

Seoho no perdió el tiempo y tomó su teléfono para enviar un mensaje de texto, tomó sus cosas y se dirigió a la casa de los Park.

Busan estaba apunto de convertirse en una caja de pandora abierta y una vez que eso pasara, no había marcha atrás. 

¡Feliz miércoles!

Oigan estoy muy contenta, ULB ganó el segundo lugar en los premios Halloween de LatinAsia Awards y recibió un premio honorífico por mejor desarrollo de historia. De a poco mi bebé está siendo reconocido y no puedo estar más que orgullosa y Feliz 🎉

Espero de todo corazón que la historia les esté gustando. Nos leemos el próximo miércoles! 🫂

⸻Gris