Entre más avanzaban el paisaje comenzaba a tornarse de tonos fríos. Taehyung amaba los colores cálidos y que se sintieran como la brisa de verano. Pero en cambio de eso, se dirigían a un pueblo como lo era Busan. El peor de todos, según Taehyung.

De igual forma no podía quejarse. No tenía otra opción después de todo.

Un suspiro salió de sus labios y se encogió en su asiento llamando la atención de su padre, quien iba conduciendo. Seokjin apretó los labios y le miró de reojo, sabía que a su hijo no le gustaba lo que veía y era entendible. Taehyung siempre fue criado con sonrisas, lo llevaba al cine, de compras y a tomar helado. Pero al lugar en donde se mudaban, por solo la apariencia se podía ver que era apagado y eso podía consumir el estado de ánimo de Taehyung.

— Sé que no es como lo esperabas, pero al menos intenta darle una oportunidad. Busan es un lugar hermoso, la naturaleza es hermosa y el bosque es la atracción de Busan, con sus cerros.

— ¿apartado de todo el mundo? Suena un lugar en donde la abuela viviría — le respondió a su padre cruzado de brazos.

La mirada que le brindó Seokjin fue suficiente para que a Taehyung se le encogiera el corazón. Sabía que su padre hacia lo que podía por ambos y que cada día se esforzaba para darle lo mejor a su hijo.

— Lo siento — dijo arrepentido de sus propias palabras.

— Esta bien. Cuando yo tenía diecisiete tampoco me gustaba venir con la abuela. Pero luego de un tiempo, le agarras cariño — sonrió de medio lado recordando su adolescencia — Además, siempre hacen eventos en el condado. La escuela no esta tan lejos y todos los del pueblo asisten allí. Estoy seguro que harás amigos enseguida — Ánimo su Padre. Taehyung solo le sonrío y volvió su vista hacia la ventana.

La verdad de aquella situación era que, su madre Kim Jisoo había dejado a su padre por irse con otro hombre. Nisiquiera quiso ver a Taehyung o hacerse cargo de él. Las cosas duraron un pequeño tiempo hasta que su madre llegó a su casa para echar a su padre y a él de ella. Debido a que la casa estaba con el nombre de Jisoo, un grave error de Seokjin, ella podía echarlos de allí, dejando los papeles del divorcio.

Fue así que la vida de ambos dió un giro inesperado. No tenían en donde vivir y no tuvieron más opción que mudarse donde la abuela.

Dirvorciado, sin futuro y con hijo a quien apoyar y mantener. Así se sentía Seokjin. Pero a pesar de toda la frustración que sentía, él juro por su vida que no abandonaría jamás a su hijo como lo hizo Jisoo. Taehyung no merecía nada de lo que hizo.

"Estoy cansada de todo esto. De esta pobreza en la que vivimos ¿Por qué no te vuelves rico? En ese trabajo de porquería nunca lograrás nada"

Fueron las últimas palabras que le gritó antes de encontrarla en su cama matrimonial fornicando con otro hombre. Sin ninguna culpabilidad o remordimiento, cuando se dió cuenta de la presencia del adverso, simplemente le tiró los papeles del divorcio a la cara. Nunca se había sentido tan humillado como aquella vez y lo peor de todo fue que Taehyung presenció todo.

Un adolescente, que llevaba sus estudios, una vida tranquila y feliz, se vió completamente afectada a las decisiones de sus padres y aquello le resonaba a Seokjin, ya que no quería que su hijo sufriera por aquello y no encontró mejor idea que irse a quedar con la abuela, apartados de la cuidad donde sabía que en cualquier momento podría llegar su madre a molestarle.

Tras el viaje largo de la cuidad hasta el condado, finalmente los Kim habían llegado a casa de la abuela Suzy. La señora bastante viejita, salió a recibirlos a gusto.

— ¡Mi nieto! — chilló ella corriendo hasta Taehyung para abrazarlo, sorprendiendo al castaño.

— Abuela — dijo finalmente abrazándola de vuelta sonriendo.

— La última vez que te vi tenías apenas diez años. Fue la primera y última vez, porque después no vinieron a visitarme más — se quejó para mirar a su hijo quien bajaba las maletas del auto. Seokjin solo se encogió de hombros y se acercó a su madre, pero en vez de recibir un abrazo como su hijo, recibió un golpe en la cabeza — ¡Yo te dije que no te casaras con esa chusma! Mira como has terminado — lo regañó — Yo sabía que iba a traerte muchos problemas, lo único bueno que trajo fue a Taehyung —  el mencionado solo se río.

— Madre.. Es un gusto también verte — dijo suspirando y sobandose la frente en donde Suzy le había golpeado.

— Si, más te vale ahora que no regreses con Jisoo o yo misma me aseguraré de hacerles la vida imposible por ver a mi nieto

— Madre

— ¡Nada! Por su culpa no conocí a mi nieto desde bebé — ella lloriqueo y abrazó a Taehyung quien se avergonzó por el trato de su abuela.

— Abue no respiro..

— Oh! Lo siento lo siento — y finalmente lo soltó —Venga, a desempacar porque ya les tengo lista la comida y tienen que estar bien comiditos para iniciar su estadía aquí en Busan — Seokjin y Taehyung, ambos se miraron y se sonrieron.

Al parecer la abuela era más divertida de lo que creyó Taehyung.

Al día siguiente, Seokjin junto a su hijo se encontraban en la escuela central de Busan para matricular a Taehyung. Luego de aquello pasarían a la tienda de la abuela, ya que su nieto había prometido ayudarle el resto de la tarde. Además la anciana quería pasar tiempo con su nieto, quería conocerlo.

— Kim Taehyung — Seokjin y el mencionado alzaron su vista en dirección a la mujer que llamaba al contrario.

— Aquí — Seokjin alzó su mano y la mujer les hizo un gesto para que pasarán a la oficina de la directora.

Taehyung estaba bastante nervioso, una nueva escuela implicaba hacer nuevos amigos, entender el como explicaban los profesores la materia, acostumbrarse a sus nuevos horarios..y básicamente implicaba mucho. El castaño tenía toda su vida allá en Seúl. Tenía amigos, se llevaba bien con los profesores e incluso estaba inscrito en el club de teatro en donde protagonizaria al personaje principal. Pero todo aquello se vió interrumpido por la decisión de su madre por pedirle el divorcio a su padre. Para luego echarlos de casa. Tuvo que decirle adiós a sus amigos desde el jardín, adiós a sus profesores y adiós a su sueño.

Él no odiaba a su madre, pero si tenia un sentimiento de molestia con ella. Un poco también con su padre por haber decidido venir a un pueblo apartado de todo. Pero era lo que le había tocado y él no era un hijo malagradecido, todo lo bueno que tenía se lo enseñó su padre y agradecía el hecho de que este no lo dejase solo como lo hizo su madre.

— Bien, entonces solo quedaría que llenarán este formulario y Taehyung podría comenzar la escuela mañana mismo — Habló la directo entregándole un formulario de cinco hojas enteras.

— Muchas gracias

— No se preocupe, eso sí. Les pediré los papeles de informe de exámenes de la anterior escuela. El certificado de nacimiento se queda aquí, junto con la copia de su cédula de identidad — mencionó ella tomando aquello y dejando en una carpeta.

Seokjin y su hijo asintieron comenzando a llenar el formulario. Luego de un tiempo de quince minutos, pudieron salir de la oficina de la directora entregando el formulario en la mesa de atención y se retiraron de la escuela en camino a la tienda de la abuela.

Cuando llegaron, Seokjin dejó a Taehyung en la vereda verificando que el castaño supiera cual era la tienda de su madre.

— Dile a la abuela que pasaré a recogerlos, tengo una entrevista con el alcalde — mencionó Seokjin aún dentro del auto. Taehyung asintio y entró a la tienda.

Apenas entró el sonidito de la campana se hizo presente. Para su sorpresa la abuela no estaba en la caja de la recepción y eso se le hizo extraño, cualquiera podría entrar y robarle a la abuela.

— ¿Abuela suzy? — llamó en voz alta. Pero no recibió respuesta. Él se dirigió hasta la recepción y dejó su mochila y se sentó en la silla viendo la computadora — ¿Sera qué la abuela estará en la bodega? — se preguntó así mismo. Pero entonces, escuchó un ruido por unos de los pasillos que lo alarmó — ¿Hay alguien ahí? — volvió a preguntar poniéndose de pie y caminó por los pasillos hasta que llegó al pasillo de los bebestibles.

Sus ojos se toparon con unos iris oscuros intensos. Taehyung sentía que se le iba a salir el corazón al visualizar con aquel chico pelinegro de cabellos alborotados y largos hasta sus hombros.

— Lo siento, se me ha caído la leche — explicó el pelinegro en voz baja recogiendo la leche y dándole la espalda al castaño.

Taehyung abrió sus labios para formular alguna palabra para llamar la atención del pelinegro, pero nisiquiera pudo hacerlo. Mordió su labio y desvío la mirada hacia la entrada viendo a su abuela entrar con algunas bolsas.

— Abuela

— ¡Oh! — se sorprendió la anciana — Taehyunie, no pensé que estarías tan pronto aquí. Ven ayúdame — el castaño enseguida se acercó con las bolsas dejándolas en el espacio de la recepción.

— Abuela, dejaste la tienda sola. Cualquier persona pudo haber venido y robado la tienda ¿Y si te quitaban todo el dinero? — dijo casi regañandola y bastante preocupado, la verdad Taehyung sentía que su abuela era bastante despreocupada.

La anciana se río — Tranquilo, además esta Jungkookie aquí

— ¿Jungkookie? — preguntó. Entonces la abuela señaló detrás de él. Cuando se volteó, el chico de cabellos negros había llegado con dos cajas de leche y un cereal.

Taehyung se sorprendió al verlo. El chico vestía el uniforme de la escuela de busan y llevaba una chaqueta de mezclilla junto con unos bototos negros. Solo había mirado de reojo al castaño, al parecer no hablaba mucho.

— Gracias mi niño, te regalaré esta vez el cereal. Mandale saludos a tu madre ¿Sí? —  la abuela Suzy le entregó el vuelto a Jungkook quien había pagado.

— Esta bien, gracias Suzy — respondió haciendo una reverencia de agradecimiento, pero la anciana se quejó.

— Cuantas veces te tengo que decir que me llames abuela. Los crié a ti y a tu hermano cuando eran unos niños. Vete antes de que me moleste contigo —  el chico solo sonrío y bajo la mirada algo avergonzado.

— Gracias abuela Suzy — dijo finalmente tomando las cosas y saliendo de la tienda.

La anciana solo se río y luego miró a su nieto qué aún veía la entrada de la tienda.

— ¿Te gustan los chicos? — preguntó curiosa por la forma en la que Taehyung miró a Jungkook. Ella no era para nada distraída.

Taehyung la miró aclarandose la garganta y algo nervioso quiso explicarle a su abuela, pero en ese intento solo balbuceo haciendo que Suzy se burlara.

— Venga, qué soy de mente abierta. Y Jungkookie es un buen muchacho — Taehyung se sonrojó como tomate al oír aquello. Enseguida desvío la mirada y comenzó a mirar su teléfono.

— No es mi tipo — respondió finalmente haciendo reír nuevamente a Suzy.

Jungkook por su lado, había llegado a su hogar junto con las cosas que había comprado en la tienda. Le gustaba aquella caminata que daba desde centro del pueblo hasta el bosque. Le gustaba ir mirando los árboles y ver sus pies hundirse en la tierra. Porqué si, el pelinegro apenas llegaba a la entrada del bosque acostumbraba a quitarse los zapatos y comenzaba a caminar descalzo.

— Hyung! — Llamó desde la puerta dejando sus zapatos en la entrada y luego dirigiéndose hacia la cocina para dejar las leches y el cereal. Una sonrisa se formó sobre sus labios y dejó su mochila tirada para sacarse su chaqueta, camisa y todo el uniforme de la escuela. Debajo siempre traía un short y una playera.

Sus pies se dirigieron hasta la parte trasera de la gran casa qué daba vista al bosque.

— ¡Hyung! — Volvió a llamar corriendo hasta el interior del bosque aumentando su velocidad.

Su corazón latía con fuerza, hasta que la adrenalina le bombeo el corazón. Fue entonces cuando la transformación ocurrió. Su cuerpo pasó de ser humano a ser un enorme lobo de pelaje gris con tonos blanquecinos.

El aullido que lanzó desde su corazón llamando a su hermano mayor mientras corría hacia dentro del bosque y en cuanto lo hizo, un gran lobo de pelaje negro oscuro se abalanzó sobre él. Ambos animales cayeron siendo impulsados a caer en círculos, rasguñandose y golpeándose, pero ¿Qué importaba? Ambos se sentían vivos y felices de aquella forma.

Cuando el lobo pelinegro se detuvo sacando su lengua por el cansancio, se recostó sobre el césped y lamio sus patas, pero el lobo de Jungkook saltaba en frente de él y corría a su alrededor queriendo seguir jugando. Pero Yoongi, su hermano le gruñó casi dándole una mordía en su oreja.

Pronto ya se habían transformado a su parte humana, ambos vistiéndose para ir de vuelta hasta su casa.

— Te dije que no me siguieras — Habló por primera vez su hermano mayor.

— Quería acompañarte, Hyung — Explicó Jungkook detrás suyo.

— Sabes que puede ser peligroso

— Pero Mamá dice que si estamos juntos somos más fuertes — Se defendió el menor de ambos.

— No importa lo que diga mamá, Kook. Apenas tienes quince, no sabes domina rpor completo tu lobo — Reprochó Yoongi. El pelinegro frunció su ceño.

— Claro que puedo

— Claro que no. Nisiquiera yo puedo, tu menos puedes Jungkook. No puedes simplemente llegar y transformarte desobedeciendo a Mamá

— Entonces tu si puedes? — Dijo con el ceño fruncido. Yoongi se molestó deteniendo su paso para encararlo.

¿Su hermano lo estaba enfrentando?

— Yo si puedo porque no lo hago simplemente par jugar, Jungkook — Apretó sus labios y llevó una de sus manos hasta el puente de su nariz — Papá murió debido a que no sabia controlar a su lobo. Alguien debe averiguar como hacerlo y no me quedaré escondiéndome como Mamá quiere ¿Sí? Pero no puedes seguirme y exponerte así ¿Lo entiendes? — Finalizó colocando sus palmas en los hombros de su hermano menor.

— Sí, lo entiendo. Y por eso quiero ayudarte Hyung. He visto tu cuarto y también he vi-

— ¿Entraste a mi cuarto, Jungkook? — Y Yoongi se apartó.

— Sí, porque no puedes hacer esto solo Hyung! Yo quiero ayudarte y-

— Mierda Jungkook — Yoongi lo miró molesto — Te dije que no te metieras a mi cuarto! Quieres que te golpee para que entiendas que no debes hacerlo?— Jungkook negó — Si lo vuelves hacer te golpeare. Volvamos a casa — Dijo firmé dando la media vuelta y comenzando a caminar hasta su hogar.

Jungkook estaba bastante molesto. En primer lugar porque su hermano mayor lo trataba como un niño pequeño y él no lo era. Ya era un adulto, él entendía muchas cosas que cuando niño no entendía. Por eso no le fue difícil entender que Yoongi entraba investigando casos de personas como ellos qué lograban controlar a su lobo, porqué sabía que su padre no había podido hacerlo y se había dejado llevar por la naturaleza de su lobo. Sabía que en cualquier momento, podría pasar con cualquiera de los dos y no iban a medir las consecuencias de sus actos hasta tomar conciencia humana de ello.

Y el lo entendía. Era Yoongi quien no quería aceptar que su hermano menor ya no era un niño de diez años queriendo salir a correr con su madre, él solo quería ayudarlo.

Primer capítulo.

Cualquier error, pido disculpas 🤧
nos leemos en el siguiente cap

⸻Gris