Yitian celebró su cumpleaños 16 de la peor manera posible.

Había logrado hacer amigos en la preparatoria, era excelente en sus calificaciones y estaba llevando una vida bastante plena.

Cuando abrió los ojos ese día, notó que faltaba mucho para las 7 de la mañana, trató de dormir de nuevo, pero entonces escuchó que la puerta había comenzado a abrirse muy suavemente y que alguien estaba acercándose de una manera un tanto sigilosa.

Pasito.

Pasito.

—... HERMANO. —La voz era la de Taemin.

—¿Ya te vas a levantar?

...

—Oye, hermano. ¿Estás despierto?

—No estoy despierto.

—Mentira, ¡Estás despierto! ¿Quieres que juguemos?

—No inventes, es muy temprano. Todavía tengo sueño.

—Un poco y ya. ¡Un poco y ya!

Taemin comenzó a sacudirlo de atrás para adelante. Había decidido ignorarlo por un rato, pero era tan ruidoso que al final se levantó.

—¡Ah, eres tan ruidoso!

Lo presionó para abajo y comenzó a hacerle un montón de cosquillitas en las axilas. El niño era muy sensible en esa parte así que incluso si lo tocaba por un momento, torcería su cuerpo y se pondría a gritar una y otra vez.

—¡Ríndete, hermano, ríndete!

—¡Ya! Jajajajaja ¡Ya, lo siento! ¡Lo siento! ¡Espera! Jajajaja.

Después de eso, lo soltó como si ya lo hubiera perdonado y volvió a cerrar los ojos, dejó a su hermano contra el colchón y volvió entonces a ponerse la manta hasta cubrirse la cabeza. Pero el niño travieso, que se recuperó en un abrir y cerrar de ojos, lo miró a la cara otra vez.

—Oye, hermano. —Esta vez, su voz era muchísimo más tranquila.

—Hmm, ¿Quieres que te haga cosquillas otra vez?

—No, ya no. ¡Comamos juntos y juguemos fútbol en el jardín!

—Más tarde.

—¿Cuánto tiempo debo esperar?

—Una hora.

—Es muchísimo.

Giró su brazo alrededor del cuello del niño y tiró de él en su dirección para sujetarlo firmemente con ambas manos y pies, enterrándolo en el edredón. Entonces Taemin, se rio de nuevo.

—¡Jajaja! Espera.

—Eres tan ruidoso. Quiero dormir ¡Tú también deberías hacerlo!

Cuando puso su peso sobre él, que se quedó atascado y comenzó a luchar otro poquito más, se quejó por un momento y se movió, pero, después de un rato y tras cerrar los ojos, la resistencia desapareció completamente.

—Bueno, pero... Jugaremos más tarde. —Su voz que apenas era audible, fue medio ahogada por el edredón. Después de eso Yitian, que había tenido malas noches últimamente, pudo dormir un poco con su hermanito.

—Yitian, ¿Por qué sigues dormido?

Cuando se despertó por segunda vez fue gracias a la voz de Mina, descubrió que el exterior ya estaba completamente iluminado y que Taemin se había ido de su cama. Cuando le preguntó a Mina dónde estaba, ella dijo que salió al jardín con una pelota después de desayunar con mamá y papá.

—Ya todos comimos en realidad. ¿Por qué tú sigues durmiendo?

—¿Qué tiene de malo? son vacaciones y es mi cumpleaños.

—Si te descuidas, tus calificaciones volverán a bajar.

No quería poner excusas, pero no fue por ser flojo que estaba teniendo un mal rendimiento escolar. En realidad, se estaba sintiendo horriblemente mal a últimas fechas, su temperatura corporal no estaba siendo estable y en ocasiones tenía una fiebre leve. En este momento, por ejemplo, su cuerpo estaba lento y tenía muchísimo sueño, no importaba cuanto durmiera, al parecer, era posible que estuviera experimentando su primer celo.

Se levantó y se sentó en la cama.

—Entonces Taemin es un Alfa Delta, un Alfa cómo tú y yo.

—Sí. Pero todavía es muy pequeño como para desarrollarse.

—Maldito afortunado.

—¿Por qué dices eso tan de repente?

Tampoco él sabía lo que estaba tratando de decir, sin embargo, a veces comenzaba a sentir mucha envidia de su hermano. Después de todo podía controlar su propio celo y el de los demás a su antojo y no iba a tener que sufrir de esta maldita ansiedad por el resto de su vida, por supuesto, aunque lo envidiara, lo amaba lo suficiente como para estar feliz de verlo ser tan fuerte.

—Oye, ¿Estás bien? ¿Tú estás...?

—Estoy bien. No le digas a nadie sobre esto ¿De acuerdo? Vas a hacer que todos se preocupen.

Era afortunado de que Mina fuera una Alfa que ya había experimentado su propio celo. Sus padres siempre le dijeron que el período de celo no era algo para estar avergonzado, pero igual estaba completamente deprimido porque había visto en ella lo que era ser un Alfa en celo, fue testigo de cómo sus hermanos se perturbaban y como... Dejaban de ser ellos mismos ante el miedo que les producía ser atacados por un Alfa, aunque fuera su propia hermana.

Todo empezó en el momento en que fue a casa de su mejor amigo, hace como un año, por la noche, comenzaron a meterse a un sitio extraño de videos en Internet y mientras curioseaban por aquí y por allá, hubo una página que tenía escenas de sexo entre Alfa y Omega. No fue mucho, pero lo que alcanzó a ver fue completamente impactante para él. No fue emocionante, sino más bien enfermizo, múltiples Alfas comenzaron a sentirse cautivados por el celo de una Omega hasta tal punto que se convirtió en una orgía.

Sus amigos estaban atentos, pero para Yitian, todo esto era solo un recordatorio de que en su interior aguardaba un ser que lo haría parecer un completo animal en el futuro.

La aparición de una jovencita que lloraba mientras decía que no le gustaba, se superpuso con la cara de Yuna en su imaginación, hasta hacerle sentir un montón de ira que no podía ni describir con palabras. Cuando pensó que la sangre que fluía en él, era Alfa, quiso drenarla de todo su cuerpo, antes de que pudiera dañar a algún Omega de esa manera, sin que alguien pudiera evitarlo.

—¿Por qué nacimos perteneciendo a una casta de lobos? Es que no es justo.

—Yitian...

El segundo sexo o la casta a la que pertenecía alguien, nunca se hacía público al nacer. En la escuela, los Alfa, Omega y Beta recibían el mismo trato, sin embargo, todos pensaban que los estudiantes con notas excelentes eran, de alguna manera, Alfas y si su condición física se hacía delgada y delicada, entonces se darían cuenta de que eran Omegas, todo era mucho peor cuando llegaba el período de celo y podía ser que sus amigos ya lo sospecharan al ver su reciente pérdida de concentración y los notorios cambios en su cuerpo.

—Qué pasa si... ¿Me está llegando el celo?

—Está bien. Se puede controlar con medicamentos.

Como le dijo Mina, lo mejor era obtener una receta para el inhibidor que más conviniera a su tipo de cuerpo, aunque lo sabía, no podía consultarlo con alguien porque quería creer que lo que le estaba pasando no era el celo. No todavía.

Cuando lo tuviera ¿Realmente follaria a cualquier Omega aún sin su permiso? ¿Tendría ese extraño instinto brotando de su cuerpo? ¿Desearía violar a alguien? Sus ojos se pusieron calientes y húmedos de solo contemplar la idea de hacer algo tan malo.

—Mina, tú tuviste el celo antes ¿No? ¿Estás...? ¿Estás bien? ¿Es muy horrible?

—No llores, tranquilo, me controlo bien con los medicamentos y también tengo siempre ese bloqueador que inventó papá para no sentir las feromonas de ningún Omega. Además, desde que papá se convirtió en jefe de laboratorio, el desarrollo del medicamento ha ido avanzando cada vez más. Es mucho mejor ahora, casi podemos suprimir el instinto de atacar Omegas por completo.

—Pero si es un lugar pequeño, el efecto disminuye ¿Verdad? No sirve si voy en la calle o...

No era en el efecto del bloqueador en lo que creía Mina, era en sí misma, en las enseñanzas de sus padres, no importaba que fuera una Alfa, en su familia le habían enseñado sobre la importancia del consentimiento, jamás atacaría a un Omega en celo, el mejor bloqueador seguía siendo su propia voluntad, pero Yitian no estaba seguro de tener esa fuerte voluntad para resistir a los instintos de la casta con la que nació.

—¿Tienes miedo?

Estaba aterrado.

Tenía miedo de pensar que podía haber una bestia dentro de él que quisiera comportarse de manera tan nefasta.

—Mina... Es que tú eres muy fuerte.

—¿Sí? ¿Yitian te sientes débil? —Sonrió un momento —¿Hablamos con mamá? Él es un Omega así que todo lo que se puede sentir en el celo, se multiplica en él, ahora está con papá, pero antes de eso, debió haber tenido mucho miedo de los Alfas, pero también sabe que no todos son bestias salvajes ¿No crees? Papá es un ejemplo de cómo ser un buen Alfa, jamás lo ha lastimado.

Ya fueran Alfas u Omegas, sus padres siempre tuvieron un vínculo increíblemente fuerte, su padre era un militar, solía estar ausente por días y a veces no regresaba hasta después de algunos meses, pero jamás se sintieron solos porque nunca fue el caso en realidad, fueron muy felices desde que eran niños, criados con mucho amor y muchas atenciones, sin embargo, no siempre fue algo pacífico.

Incluso se encontró recordando, que habían tenido crisis familiares varias veces en cada año que pasaba, había momentos en que tenía miedo y momentos en los que pensó que podría morir, sin embargo, sus papás siempre los protegieron por encima de todo.

—No estoy solo.

—¿Finalmente te diste cuenta? Yitian es algo estúpido pensar que ser un Alfa es sinónimo de ser malvado. No te tardes. —Mina le regaló una última sonrisa y salió de la habitación sin decir otra palabra.

Cuando miro la hora en el reloj de su mesita de noche, suspiró con fuerza y entonces calzó sus pies en sus pantuflas. Al bajar al primer piso, encontró que había un olor bastante agradable viniendo de todas partes así que pensó que probablemente habían preparado tortitas de huevo con arroz que eran sus favoritas. Creyó que era algo infantil, pero todavía llenaban su corazón y estómago con recuerdos bastante dulces.

—Buenos días, mamá.

—Buenos días. Es tarde. ¿Todo está bien?

Tal vez lo notó. Después de todo, Jungkook era su madre y las mamás lo saben todo.

—Ven, siéntate aquí.

Min todavía tenía como cinco tortitas de huevo en su plato, seguía siendo el hermano que más comía entre los siete.

—Sí, gracias. —Ya sentado, juntó las manos delante de su cara y se disculpó por llegar tarde al desayuno.

Tomó una cuchara y agarró un bocado del arroz, la comida estaba deliciosa. El huevo era esponjoso y tenía que decir que le gustaba que le pusieran kétchup, pollo y cebolla, los pimientos, que no le gustaban para nada cuando era niño, le encantaban tanto ahora que le puso dos.

—¿Está rico?

—Sí, mucho. Me alegro de que Min no se haya terminado todo.

Apoyó los codos sobre la mesa y lo miró atentamente, aunque era su madre, sintió que igual le estaba atravesando el corazón con una mirada bastante aguda. Además, la sonrisa en sus labios decía que sabía más o menos lo que le estaba pasando.

—¿De verdad todo está bien, Yitian?

—Uh, pues... En realidad, me siento un poco... Últimamente... Me siento un poco..."

—¿Tienes fiebre?

—Sí...

—¿Estás preocupado?

Asintió.

—Está bien. No va a pasar nada malo, no tienes que avergonzarte de ti mismo o de lo que eres.

—Mami...

Después de todo, él de verdad lo sabía y fue descubierto.

—Solo quiero que mis hijos sean muy, muy felices, haré todo lo posible por eso. ¿Entendiste? No dejaré que les pase nada malo y definitivamente tu padre tampoco.

Le preguntó sobre sus preocupaciones así que habló de todo, fue vergonzoso confesar que vio un video para adultos con un amigo, pero gracias a eso, mamá fue todavía más comprensivo que al inicio sobre sus temores.

—Todo va a estar bien, bebé ¿Bueno? —Le acarició la cabeza ligeramente y entonces le sonrió. —Mira, termina de comer y le hablaré a tu papá para que nos traiga un poco de medicina para ti ¿Cuándo empezó tu fiebre?

—Una semana.

—Entonces estamos a tiempo para que uses un inhibidor, déjamelo a mí.

Después de eso, salió al jardín.

Aunque aparentemente había pasado mucho tiempo, Taemin todavía estaba allí jugando fútbol él solito. Entonces, cuando notó a Yitian, de repente cambió su expresión y corrió en su dirección como si hubieran encendido una luz dentro de él.

—¡Hermano! ¡Llegas tarde!

—Lo siento, estaba comiendo.

—Oye, ¿Viste lo que hice? Soy bueno en el futbol ¿Verdad? Digo, soy más rápido con la pelota que la última vez.

Taemin le mostró que ciertamente había practicado mucho y que de verdad era mucho mejor que antes.

—Sí lo vi, eres increíble.

—¿En serio?

—En serio, estoy muriendo por ver tu partido el fin de semana.

—¡Sí, haré lo mejor que pueda!

—Entonces ponte a practicar ¡Anda!

Se fueron corriendo por el jardín mientras pasaban por delante de los ojos atentos de Jungkook, Taemin levantó la pelota alto y disparó directo a la pared.

—¡Sí, es un gol! ¿Lo viste?

—Lo vi. Fue genial.

—Me encanta jugar al fútbol con mi hermano mayor.

La sonrisa feliz de Taemin le hizo olvidar un poco toda esa ansiedad que tenía debido a eso del celo, el niño era increíblemente talentoso y estaba muy orgulloso de él, incluso si no sabía cuánto tiempo iban a poder estar juntos ahora. ¿Cuánto tiempo podían vivir juntos? Se decía que un Delta podía promover el celo de un Omega y dominar cualquier Alfa con solo estar allí sin hacer nada así que, la verdad era que estaba un poco preocupado al respecto.

Sin embargo, todavía faltaba mucho para que el celo de Taemin llegará y estaba seguro de que, como siempre, la familia encontraría una solución para esto por lo que, mientras tanto, solo quería disfrutar de su hermanito.

Posiblemente sería de otra manera algún día, pero ahora tenían que aprovechar que estaban todos juntos como una familia.

Y ya que mamá y papá, eran Alfa y Omega Gamma, habían protegido a sus niños muchas veces antes, ahora también podían ayudarlos con esto.

—Hermano. ¡Oye, hermano! ¡Esta vez soy yo quien va a hacer un gol!

Cuando dijo eso, la voz feliz de su pequeño hermanito se escuchó por todos lados. Yitian miró al cielo con una sensación refrescante en su corazón, fue entonces que sintió el beso que dejó su mamá en su cabello.

—Ya he hablado con tu padre, ese beso te lo manda él y quiere que te diga que no importa si eres Alfa u Omega, todos nuestros hijos son perfectos como son y tú también eres un lobo perfecto. 

FIN