Capítulo XXXVII
Los días de llevar las pertenencias personales de Taehyung a la cama y devolverlas unas semanas más tarde continuaron por un tiempo. Lo único que podía ser suprimido por la medicina era el celo físico, así que no era posible controlar la mente, por eso, la vida diaria de Jungkook continuó de esta manera hasta que finalmente regresó su esposo.
Taehyung llegó a casa al mediodía de un martes, cuando el cielo azul estaba empezando a ponerse más brillante. Lamentablemente, era el momento en que los niños habían comenzado a tomar una siesta.
—Bienvenido a casa.
—Sí, ya estoy en casa, toma esto.
—¿Qué es?
—Es un pastel.
Pareció ser un regalo para los niños, pero no sabía si podía abrirlo de inmediato porque se lo dio con una cara extraña. Sin embargo, sonrió sin querer al imaginar la apariencia juguetona de todos sus hijos al ver lo que tenían para cenar, era gracioso que solo pensar en la apariencia feliz de todos ellos lo hiciera sentir animado también.
—¿Qué pasa?
—Nada. Es un regalo bastante bonito.
—¿Comemos juntos cuando se despierten?
—Claro que sí.
Sin embargo, la puerta sonó de nuevo antes de que pudieran hablar o planear algo sobre su día.
—Encantado de conocerlos. Mi nombre es Park Jimin.
El hombre, con una voz suave, era un sujeto que parecía antropomorfizar la imagen de la belleza, tenía gafas de montura plateada y un corte de cabello bastante prolijo, algo que le hacía pensar que iba a una peluquería cara. Tenía un traje de color claro, limpio y con todos los botones en su lugar, y según lo que le contó su esposo, era parte de una agencia externa que supervisaba a los recién establecidos y que justo ahora se estaba embarcando en una investigación para resolver un problema causado por el poder abrumador de los militares. Les mostró una identificación con una foto, su orden de registro, un documento sellado por los altos mandos y luego se inclinó ligeramente ante ellos.
—Lo que queremos lograr, son operaciones militares cada vez más discretas, pero con resultados, estoy a cargo de entrevistar a los Omega para ver si hubo alguna violación de sus derechos humanos.
—En otras palabras, eres un Alfa, ¿Verdad?
—No, soy Omega. Pero ya que estoy enlazado con un Alfa me pusieron a cargo de las entrevistas, además, como eres un Omega Gamma, parece que pensaron que era el más adecuado para esto.
Jungkook había escuchado sobre personas en la empresa que trabajaban con Alfas a pesar de que eran Omega, por supuesto, a él le pareció lo mismo que estar en la jaula de una bestia hambrienta. Aunque el celo se controlara con medicamentos y fuera menor al tener una pareja, la carga mental de trabajar con Alfas todo el tiempo parecía impresionante, sin embargo, para decirlo en pocas palabras, era posible que Jimin estuviera muy confiado en sí mismo como para no tener miedo.
—¿Está bien si hablamos en la sala de estar?
—Sí, lo haremos todos juntos primero, luego realizaremos una entrevista individual, también me gustaría indagar un poco alrededor de la mansión para buscar algo que pueda parecer una violación.
—¿Cómo por ejemplo?
—No lo sé. Eso voy a juzgarlo por mi cuenta.
Ambos esposos parecían un tanto preocupados por esto, se podía decir que no había nada en casa que estuviera afectando los derechos humanos de Jungkook o de sus pequeños niños, pero ya dependía de lo que pensara este hombre.
—¿Existen estándares o indicadores?
—¿Estándares o indicadores? No hay ningún estándar en realidad, es solo que... —Antes de que pudiera seguir hablando, los tres vieron una pequeña sombra asomándose por la brecha en la puerta.
—Mami...
—¿Qué pasa, Yuna?
Una pequeña niña tímida, miró a Jungkook como si hubiera empezado a tener mucho miedo, una persona desconocida había llegado a la mansión mientras estaba durmiendo, había dicho que era del gobierno y comenzó a hacerles un montón de preguntas.
Todavía era hora de tomar una siesta, pero no estaba tranquila, tal vez estaba siendo muy consciente del aire perturbador que había estado fluyendo por la casa últimamente, corrió hacia ellos y fue sostenida por Taehyung de inmediato, de hecho, tuvo que abrazarla y golpear su espaldita hasta que se calmara un poco, todo ese tiempo la niña estuvo mirando a Jimin con una expresión de pavor pintada en sus pequeñas facciones.
—Hola. Me llamo Jimin ¿Cómo estás?
—Bien.
—Yo también estoy bien ¿Cómo te llamas? —Jimin era bueno tratando con los niños, utilizaba una voz suave y acomodaba su línea de visión para que estuviera al mismo nivel que la suya. Es decir, conocía el tratamiento básico, pero la niña no era tan abierta como los demás así que evidentemente estaba muy alerta.
—Papá, mamá... Tengo miedo.
—No pasa nada. Todo va a estar bien porque vamos a cuidarte todo el tiempo ¿De acuerdo?
Los dos respondieron a la encuesta con la ansiosa Yuna descansando en el regazo de Taehyung. Las preguntas eran sobre su vida diaria, lo que hacían normalmente y si habían tenido algún inconveniente o problema, pero cuando se le preguntó si sus sentimientos por Taehyung eran genuinos, simplemente cerró la boca. Al parecer lo hicieron para ver si no estaba siendo obligado a enlazarse con él, pero se sentía incómodo hablando de sus sentimientos frente a tantas personas.
Entonces la pregunta se trasladó a Taehyung. Él dijo de inmediato que sus sentimientos por su esposo eran genuinos, que lo amaba, que quería estar toda su vida junto a él y por supuesto, que deseaban más niños, esto fue suficiente para que su rostro se pusiera horriblemente caliente. Fue una tortura para Jungkook, pero fue bueno que Yuna se calmara con la voz de su padre, dado que su pequeño cuerpecito estaba unido todo el tiempo a la placa pectoral de Taehyung, sintió que la vibración de su voz al hablar la estaba ayudando a ver que la situación estaba bajo control.
Luego, en la investigación de la mansión, Jungkook guio a Jimin junto con Taehyung y la pequeña Yuna, quien ahora estaba bien metida entre sus brazos.
—¿Hay sirvientes?
—Sí. Ellos se encargan de la limpieza de la casa a una hora fija para que no tengamos que encontrarnos cara a cara. Por seguridad, ya sabe. ¿Necesita una lista de ellos?
—Sí, por favor. Nuestra prioridad es proteger al señor Jungkook a fondo así que hay que cubrir todos los huecos.
—Lo entiendo, hay muchas partes desconocidas para mí también al tener un Omega Gamma como mi esposo, entiendo que se debe tener cuidado.
—Claro.
Jimin parecía satisfecho con el trato en la casa, miró alrededor, excepto en la habitación de los niños, y cuando volvió a la sala de estar, pareció que ya tenía preparada una lista especial para Taehyung.
—Parece que también está prestando atención a la selección de empleados...
—Por supuesto.
—Muy bien.
Y para cuando la hora de la siesta de los niños terminó, la investigación de Jimin se había completado finalmente, sin embargo, Yuna se durmió de nuevo mientras Taehyung la sostenía.
—Entonces, me gustaría contarle sobre los planes para el futuro.
Le mostró una hoja de papel y comenzó a leerla en voz alta para que los dos pudieran entender. Al parecer, hasta había establecido un horario en el que se contemplaba con mayor cuidado su período de celo, anotó los medicamentos que tenía que tomar, el trato a su cuerpo y algo muy específico sobre su condición física, era tan considerado que sintió la preocupación que era exclusiva para un Omega. Sin embargo, comenzó a ponerse nervioso de nuevo cuando notó que estaba colocando muchas especificaciones sobre el cuidado que tenía que tener al estar cerca de Taehyung. ¿Había alguna razón por la que estaba preguntando sin descanso sobre el momento en que se conocieron? Ciertamente, su primera vez fue en un centro comercial, en el que fue devorado por su instinto, pero no había sido forzado, él también quería estar con él. Sin embargo, era obvio que, si se indagaba demasiado en esos momentos, podía crearse un mal entendido, ¿¡Y si había una falla como esa entonces iban a llevarse a Jungkook argumentando que era parte de su protección!?
—Entonces, es todo por hoy. Voy a transferir los datos de la lista a la computadora más tarde.
Jimin se despidió justo después de confirmar el horario de la próxima visita y Jungkook pareció entonces concentrarse únicamente en ver a Yuna, durmiendo mientras su esposo la mantenía entre sus brazos. Aunque no pesaba tanto como Min, Yuna era un poco difícil de sostener.
—¿Estás bien?
—¿Qué?
Lo había preguntado por su brazo, pero él solo dijo "¿Qué?" con una cara muy extraña. Comenzó a reírse e imaginó como estaría su cuerpo escondido debajo del uniforme militar.
—Bueno, ya que se terminó ¿Quieres comer conmigo?
—Claro que quiero, pero primero la voy a poner en la cama ¿Bueno? Para decirles a los niños que estoy aquí.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro