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Capítulo XXVII

El ejército había ocultado información importante sobre los Omega Gamma, y todos los días se informaba en los medios sobre la fuga de él coronel Kim Namjoon, sobre Jungkook y los hijos de los Omegas que el Alfa había producido al azar, en busca de un Gamma.

No había duda de que todo era un gran suceso que iba a sacudir al mundo científico, así que era inevitable pensar que la confusión continuaría incluso después de un largo tiempo.

Además, a raíz del incidente con Jungkook, la atención se centró en las violaciones de derechos humanos contra todos los Omegas.

Si bien, aparentemente en el ejército y el Gobierno protegían a los Omegas, se daban muchas faltas a sus valores con el propósito de producir alfas excelentes y ya era momento de que los Omega dejaran de ser tratados como simples incubadoras humanas.

La evidencia que Taehyung había recopilado hasta ahora era inexcusable, y las investigaciones policiales parecían ir en curso. El mundo, que intentaba convivir con la distorsión causada por el segundo sexo, había comenzado a considerar el estado de las fuerzas armadas como un problema mayúsculo y a revisar desde el fondo la estructura de control de los Alfa.

Jungkook se había convertido en el estandarte que los guiaba para dar a conocer todos los horrores que habían hecho los militares con los Omega.

Taehyung quien trabajó como el brazo derecho de Namjoon, también estaba siendo interrogado todos los días. No sabían cuándo volvería a casa, en realidad, habían pasado más de 20 días desde entonces.

—Oye, mamá. ¿Papá aún no va a venir? —Preguntó Mina, sosteniendo todavía a su osito de peluche contra su pecho, Jungkook se arrodilló y sonrió. Había regresado a la casa de Taehyung y ahora estaba viviendo la misma vida que antes.

—Papá está muy ocupado. Así que, aguanta un poco más. —Dijo con una sonrisa.

—Yitian hizo lo mejor que pudo.

—Claro que sí. Estamos muy orgullosos de ti por eso, ahora solo hay que tener paciencia y esperar a que regrese papá.

—Min también es un buen niño. ¿Verdad?

—Lo es. Podemos esperar juntos a papá si quieres.

—¡Sí! Pero, tengo hambre.

En ese momento exacto, el señor Choi llegó con una olla impresionantemente inmensa entre las manos.

—Hola a todos ¿Qué creen? ¡Ya terminé!

Todos se sentaron alrededor de la mesa de madera. Las tripas de todos comenzaron a hacer ruido.

—Oye, ¿Todo esto lo hizo el señor Choi?

—Sí. Es Tteokbokki. Pueden comer todo lo que quieran.

—También tenemos guarniciones de papas, salchichas y esta cosa roja de aquí.

—¿Qué es esto rojo? ¿Qué es esto? ¿Qué es esto? —Hwan y TaeJoon, llenos de curiosidad, señalaban la olla mientras hacían un montón de preguntas sobre esto y sobre aquello también. El señor Choi no parecía estar desesperado o enojado por esto, y felizmente respondió que esto era Kimchi de cebolla y esto otro era algo llamado betabel asado, después, justo frente a los ojos de su atento público, la olla se dividió en pequeñas porciones individuales.

—Señor Choi, lo siento. Cuidar niños es un poco...

—No me importa. Me las arreglaré para ayudarte siempre que pueda, además, quiero que vengas a jugar ajedrez al menos una vez cada determinado tiempo, puedes traerlos si quieres para que no se queden solitos.

—Eso haré. Después de todo, soy su mamá.

—Jajaja ¿Eres su mamá? Vaya, los humanos realmente cambian. Estás hablando con mucha más confianza que antes.

—Creo que tienes razón... ¡TaeJoon! Así no. Vas a ensuciarte las mangas.

El tteokbokki, era un plato muy popular entre niños y adultos. Las verduras cuidadosamente cocidas a fuego lento eran tiernas y tenían un buen sabor, fueron devoradas hasta el fondo, y cuando se le agregó arroz al caldito, se hirvió un poco más y se agregó queso, los vítores aumentaron hasta parecer que estaban en medio de una fiesta.

Como estaban tan felices, Jungkook pensó que definitivamente le pediría la receta al señor Choi más tarde.

Alrededor del momento en que el sol estaba bajando, después de comer las manzanas con caramelo que había sido el postre, el señor Choi dijo que ya había llegado el momento de irse a casa. Así que, después de despedirse de todos, Jungkook los bañó, los puso a dormir uno por uno y volvió a su propia habitación para tomarse un descanso.

Se sentó en la cama, estuvo pensando y de repente miró por la ventana como lo hacía siempre antes de dormir, no sabía en qué dirección estaba el cuarto de interrogatorios en el que estaba Taehyung, pero por la noche, se había acostumbrado a mirar hacia afuera como para esperar que viniera por él. Estaba tranquilo cuando se concentraba en cuidar a los niños, pero se sentía triste cuando estaba solo.

La información que tenía sobre él, a veces venía desde Yoongi, pero era muy pobre. No sabía si podría volver en este mes, y no sabía si realmente podría estar a su lado de nuevo.

Y como en otras ocasiones, tocó los pliegues en la parte de atrás de su cuello y los repasó con odio, como si pensara en arrancarlos. Nunca más... Nunca más podría ser la pareja de alguien, no iba a poder seguir a Taehyung, por culpa de esa maldita marca.

"Es horrible".

El sello de sus dientes no desaparecía, era como un recordatorio de su violación y de lo que había perdido y, aunque lo entendía en su cabeza, no podía aceptarlo y seguir adelante como si nada. Además, pensó que era extraño que incluso con esto los artículos que había robado de Taehyung evidentemente fueran en aumento, era como si su lobo estuviera indeciso sobre a cuál Alfa seguir, si aquel del que llevaba su marca o al que era su destinado.

—Tengo que devolver la ropa...

Todo estaba horriblemente amontonado, no solo ropa como camisas, sino también artículos pequeños y sus enormes botas. Se sentía seguro al estar completamente rodeado por el aroma de Taehyung y, sin embargo, aquello le producía un montón de remordimientos y sentimientos encontrados.

—Por el momento, la ropa...

Había diez camisas allí. Ocho piezas de ropa interior, pijamas, chaquetas y pañuelos. Era una molestia contar cuántos pares de calcetines tenía y, además, sin saberlo, descubrió que había también un montón de cosas escondidas debajo de su almohada y debajo de las sábanas.

—¿Vas a planchar todo eso?

La voz, que se escuchaba desde el otro lado de la habitación, hizo rebotar su corazón en un segundo, cuando estiró el cuello y buscó al hombre que había hablado, finalmente sus ojos se encontraron de nuevo. No podía creerlo así que casi se quedó sin aliento. Es decir, ¡Era un hombre que no debería estar aquí para empezar!

—Estoy de regreso en casa. En serio ¿Qué es todo esto?

Había visto su ropa en la cama. Trató de ocultarlo a toda prisa, pero esta cantidad era tan exagerada que no fue posible.

—Um... ¿Por qué viniste? —Según la información de Yoongi, Taehyung aún tendría que estar en interrogatorio.

—Estoy aquí para visitarte, el Omega Gamma del que todos hablan.

La voz del hombre llegó juguetonamente hasta sus oídos así que, al final, notó lo que sucedía, también lo extrañaba y había hecho lo imposible por regresar con él y sus hijos a su hogar.

Cuando conoció a Taehyung, nunca pensó que pudiera ser el tipo de sujeto que hiciera algo como eso, y la verdad es que su corazón no estaba listo para recibirlo y aunque apenas y pretendía estar tranquilo, estaba lleno de pánico.

—¿Y los niños?

—Ya se durmieron.

No sabía de qué más hablar. Solo estaba viéndolo, acercando la mano a la cama para revisar sus propias cosas y mirando alrededor como si la habitación fuera nueva para él.

—¿No vas a decir más nada?

—Vete a tu habitación.

—¿Por qué?

Se sentía avergonzado, así que su cara se estaba volviendo más y más caliente conforme pasaba el tiempo. Después Taehyung, que se sentó en la cama, golpeó las sábanas con un movimiento rápido de su mano, dijo "Ven aquí" y estiró los brazos en su dirección como para abrazarlo, respiró hondo para que no se diera cuenta de sus nervios.

—El interrogatorio terminó.

—Sí. Puedo verlo...

—¿Hiciste un nido y me esperaste mientras tanto, Omega bonito?

Taehyung seguía siendo odioso. A veces le caía mal por la manera tan descarada en la que hablaba con él, pero, no podía evitar quererlo con todo su corazón de todas maneras, aun cuando los sentimientos de su lobo fueran otros, y fue por eso que cuando se volvió consciente de lo que estaba pasando con sus sentimientos, se topó entonces con la realidad que parecía inmutable, su compañero era Namjoon ahora.

No importaba cuánto pensara en construir un nido o lo mucho que lo extrañara, su relación con Taehyung no se podía resolver. No iban a estar conectados íntimamente jamás y ambos lo sabían.

—No, solo... Estaba jugando.

—¿A lavar?

Si era un hombre malo. Obviamente sabía que era un nido ¿Por qué no solo lo dejaba de molestar y cambiaba de tema?

—Lo siento, solo lo recogí inconscientemente... Estaba pensando en devolverlo después.

—¿Por qué te disculpas por eso? Está en tu naturaleza como Omega, el hacer un nido, necesitas sentirte seguro y protegido y buscas el aroma que te brinde esa sensación.

Jungkook comenzó a llorar porque Taehyung siempre había sido así con él, tan amable y gentil, siempre buscando hacerlo feliz.

—Mi lobo ahora sólo responde a Namjoon. Así que... Tal vez parezco un idiota por buscarte a ti, no lo sé. Devolveré lo que traje. Lo siento, tendré cuidado de no sacarlo sin permiso otra vez.

El silencio del Alfa dolió aún más.

Quería que dijera algo. Cualquier cosa estaba bien. Deseaba saber qué pensaba para no sentirse tan idiota por luchar contra su instinto animal, por seguir amándolo aún a pesar de su propio lobo.

—Él... Creo que no te mordió bien, quizá por eso tu lobo no me rechaza completamente.

—¿Lo viste hacerlo?

—Lo vi.

En el celo, todo pasó frente a Taehyung y comenzó a sentirse tan avergonzado de no haber podido hacer nada contra esa parte de su naturaleza que no podía controlar cuando estaba en ese estado. Ya no se sentía digno de él... De recibir su amor.

—Yo... ¿Qué debo hacer? Si puedo cuidar a los niños aquí, aunque sea eso, yo... Te lo agradecería, solo déjame quedar a cuidarlos.

—¿Qué quieres hacer?

"Quiero estar aquí contigo" quiso responder, aunque estaba claro que no podía decírselo.

—Tú no tienes la culpa de nada. En todo caso, es mi responsabilidad, por no haberte protegido correctamente.

—Eso no es...

—No me di cuenta de que Seokjin estaba de su lado desde el principio, no vi su ayuda como una trampa y simplemente te descuidé. Lo siento.

—No, no es tu culpa.

—Tal vez no debamos seguir con lo nuestro.

"..."

Jungkook se preguntaba qué decir ahora. Cuando lo miraba, solo había una increíble seriedad en su rostro.

—Pero, no puedo pensar en otra persona que no seas tú. No voy a estar con nadie más que tú mientras permanezca con vida, incluso si nuestros lobos ya no se conectan debido a la marca de mi hermano... No me importa renunciar a mi lazo con el lobo que habita en mi interior.

—Pero...

—¿O ahora me odias? ¿Ya no sientes nada por mí?

Su mano fue sostenida por la suya, su corazón tembló con el dulce hormigueo que sentía en su piel.

—¿No está bien ni tomar mi mano? —Taehyung esperó por una respuesta lo que le pareció una eternidad.

—No... No se siente bien, pero no me importa, estaría bien simplemente haciendo esto para siempre.

Taehyung acortó la distancia entre los dos y lo beso. Giró el brazo alrededor de su cuello y lo abrazó hasta que el Omega respondió de vuelta. Los labios se hundieron cerca de sus orejas y la voz se filtró en un suspiro que le pareció honestamente encantador.

Al principio le produjo repugnancia y rechazo, luego, luego se sintió como algo dulce, Taehyung estaba realmente sorprendido por eso, al estar él en unión con su hermano, responder a otro hombre debería hacerle sentir repugnancia o hasta cierta incomodidad, como al principio, pero parecía que tenía razón y Jungkook no había sido mordido correctamente, no estaba unido por completo a Namjoon, ninguno de los dos habló y solo se miraron el uno al otro.

Entonces, se les ocurrió una posibilidad. Tal vez, Namjoon no había podido morderlo completamente porque no era un Alfa Gamma y sus colmillos obviamente eran más pequeños.

Taehyung era un Alfa especial y su hermano... Alguien común.

—¿Te sientes mal? ¿Hay dolor de cabeza? ¿Náuseas?

—No, nada.

—Qué cara tienes. ¿Pasa algo malo? —Taehyung estaba preocupado por él, temía qué su lobo lo hiciera enfermar por estar con otro Alfa diferente a su pareja.

—Te ves un poco pálido, aunque, aun así, te ves hermoso.

Los ojos de Taehyung, que lo miraban fijamente, tenían una profunda oscuridad, pero, había también algo diferente durmiendo detrás de ellos.

—Todavía... Podemos ser destinados ¿Verdad?

Estaba la esperanza en Jungkook de que pudieran borrar el testimonio de la marca qué dejó Namjoon en su cuello. Deseaba tener una relación con su querido Taehyung, algo estable, una familia.

—Dijiste que no me mordió bien...

Taehyung sonrió —Vale la pena intentar cualquier cosa por ti.

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