Capítulo XVI
Los niños estaban llorando.
Justo antes de ser entregado al ejército, Jungkook les dijo a los pequeños que se iba a tener que ir de la casa por mucho tiempo.
Sabía que no podría consolarlos sin importar lo que dijera y también sabía que la despedida era inevitable. Sin embargo, cuando comenzaron a llorar así se preguntó si tal vez su elección había sido muy desconsiderada.
—No, no quiero que mami se vaya.
—No, no me gusta eso.
—No te vayas.
—Mina, no llores.
—¡Entonces no vayas a ningún lado! Si mamá se va, ¿Quién va a hacer las coletitas de Mina? ¿Quién va a cambiar la ropa de mi osito?
—¿Qué hay de mí? Mi peinado es algo que solo sale bien con mami.
—Quiero que estés conmigo. Es divertido comer con mami.
—Gracias. También disfruté mucho de comer con todos, dijo, por último, pero eso solo hizo que el llanto de los niños se encendiera aún más.
Los niños eran sensibles incluso a las más mínimas palabras del Omega porque era evidente que lo amaban. Y eso solo hacía que Jungkook lamentara todavía más el hacerlos sufrir.
—No lloren, por favor. Dejen de llorar.
—¡No, Yuna va con mamá!
Pero era imposible. No importaba lo que dijera o lo mucho que tratara de ser paciente, ellos movían la cabeza de un lado para otro y decían que no querían que se fuera.
Escuchar las voces de los niños llorando abrió un surco justo sobre su pecho, provocando que la tristeza pareciera fluir también muy dentro de él. Era como si las emociones envolvieran el entorno y tiñeran de ese color gris, frío y triste, todas las paredes de la casa.
—Yitian, ven aquí. Eres un chico inteligente y valiente así que sabes lo que tienes que hacer ahora ¿Verdad?
El pequeñito se sorbió la nariz y asintió un poco:
—Proteger la casa mientras no esté mamá.
—Bien dicho, bebé. Un día serás un gran Alfa, estoy orgulloso de ti.
Y gracias a que Yitian prometió hacerse cargo, tan obedientemente, los otros niños se dieron por vencidos y lo soltaron para que pudiera irse.
*******
—Entonces, pase por aquí ...
Guiado por un joven con uniforme militar, Jungkook se dirigió lentamente hacia el automóvil. Cuando pensó que ese hombre tenía una cara muy conocida, recordó entonces que era ese tipo el que sostenía a los Omega en la ciudad para que no fueran a irse.
La caza de omegas se llevaba a cabo siempre en nombre de la protección general, no importaba lo despiadado que pudiera ser, era como si todos pensaran que se trataba de algo tan natural como respirar.
El Alfa no rompió su actitud caballerosa.
Cinco autos estaban alineados frente a la casa y, el ambiente era completamente sombrío por todas partes, se preguntaba si un Omega Gamma era tan raro como para hacerle una guardia tan especializada de aquí a su cuartel. Se sentó en el asiento trasero de uno de los autos y esperó pacientemente el momento en que anunciaran la partida.
—Vámonos.
Taehyung se subió al lado izquierdo. Su perfil era el de un soldado cumpliendo con su deber, completamente neutro y sin emociones, así que se sintió igual a si los momentos que acababan de pasar en la cama, apenas un día antes, hubieran sido una completa alucinación.
En el automóvil que era llevado al cuartel militar, ninguno de los dos intercambió siquiera alguna palabra, seguramente ambos entendían que una vez que abrieran la boca, lo que había sucedido y los sentimientos que confesaron se derramarían entre sus labios hasta volverse en algo peligroso de ser escuchado, después de todo, drogados con feromonas o no, destinados o no, ambos habían dicho que se querían, pero ahora un futuro juntos no era una posibilidad.
El automóvil bajó y subió repetidamente por el camino de la montaña. Cuando se dio cuenta, el paisaje familiar se había extendido por la ventana y las calles de Seúl, que hasta hace un tiempo solían ser el hogar de Jungkook, aparecieron estancadas en aire, polvo, y el aliento congelado de las personas.
Y como si el cielo hubiera escuchado sus pensamientos que añoraban un respiro, las gotas de agua comenzaron a resbalar por las ventanas hasta desdibujar la ciudad resplandeciente de neón en algo que hacía que pareciera una hermosa acuarela detenida del tiempo.
Miró a Taehyung y él hizo lo mismo.
Intentaron hablar...
Sin embargo, su corazón todavía pareció completamente decidido a darse por vencido, no había llegado su tiempo, definitivamente no podían, no debían amarse.
Al llegar al cuartel militar, un joven con uniforme abrió la puerta a Jungkook, tal y como lo habían hecho cuando se lo llevaron de casa. Los alrededores tenían mucha vegetación, como en un campo, pero el ambiente se sintió completamente diferente al de su casa o al de la casa que compartía con los niños, le faltaba calidez.
Después de entrar al edificio y seguirlo por un rato, Taehyung se detuvo frente a una habitación en la parte de atrás y llamó a la puerta. Escuchó una voz que decía "Adelante" desde adentro y después, alguien giró la perilla de manera ruidosa, Taehyung empujó la puerta y detrás de esta estaba su medio hermano, así que no pudo evitar sentirse excepcionalmente nervioso por esto.
—Ya estamos aquí.
—Hmm, es tarde.
Un hombre alto estaba de frente a su ventana. Había una lámpara en un escritorio de nogal y colocaron un montón de documentos, apilados en folders de color manila, había una silla de cuero que parecía cómoda para sentarse y un monitor de computadora que emitía un color blanco y negro. El gafete del hombre alto decía "Kim Namjoon" que su cargo era el de jefe del equipo militar de búsqueda de Omegas, era una posición de poder muy por encima de Taehyung.
Jungkook lo había visto antes en la tele, varias veces antes de todo esto. Mientras apelaba por los derechos humanos de los Omegas detrás de la pantalla, los buscaba para protegerse a sí mismo en el mundo real. Su actitud caballerosa era la misma que en la televisión, pero tenía un rostro que le hacía recordar que en realidad era un hombre que fácilmente podía matarlo si así lo quería.
—¿Eres un Omega Gamma?
El sonido de sus botas resonó débilmente al mismo tiempo en que se acercaba a Jungkook. Él y Taehyung estaban conectados por la sangre, pero eran claramente muy diferentes: Su cabello estaba teñido de color rubio platinado y el color de sus ojos era de un tono más oscuro, daba una impresión bastante intimidante.
—Muéstrame tu cara.
Su barbilla fue agarrada y levantada con poca amabilidad, la observó y cambió el ángulo de derecha e izquierda como si estuviera analizando un producto y no a una persona.
—No estás nada mal.
Jungkook recordó a su madre. Antes de saber que no entraba en celo, lo miraba y le decía las mismas palabras, "No estás nada mal." luego lo arreglaba para que su apariencia fuera impecable, una vez más se sintió como una cosa, como un producto de mercado esperando a ser comprado por el mejor postor.
Sus padres nunca estuvieron interesados en lo que Jungkook quería o no hacer, sólo en lo que podían obtener después de que un Alfa lo marcara, era tan triste pensar en que ya no podía recordar desde hace cuánto tiempo fue que se dio cuenta de que solo podía ser visto solamente como una herramienta a usar por los demás.
—Parece que te llamas Jungkook. Tus padres estaban tristes sin ti.
—¿Están aquí... ¿Mi padre y mi madre?
—Parece que ellos están ocupados, pero les di algo de dinero y confían en mí completamente, creen que soy el mejor para mantener intacta tu seguridad, les dije que lo dejaran todo en mis manos así que tú no te preocupes, Jungkook.
Escuchar su nombre de boca de ese hombre lo hacía sentir repulsión.
—Esta es una solicitud de búsqueda de tus padres y una solicitud de protección militar. Tus derechos humanos están protegidos por ley así que prometo tomar todas las medidas necesarias para evitar que corras peligro, no te preocupes.
En pocas palabras, Jungkook ahora estaba completamente bajo el control de este hombre. No había libertad, incluso eso de respetar sus "derechos humanos" era sospechosamente falso.
—¿Cuánto tiempo has estado en la mansión de Taehyung?
Sintió el movimiento del Alfa detrás de él, pero Namjoon lo estaba ignorando. Al parecer, nunca iba a poder admitir su existencia fácilmente porque le resultaba molesta.
—Tres meses.
—¿Tres meses? ¿Qué estabas haciendo en su casa durante ese tiempo?
—Cuidar de... La casa y la limpieza.
No había nada que pudiera llamarse reacción en el hombre, como si eso hubiera sido borrado de su sistema.
—Eres un "sangre de Dios" ¿Sabes?
Jungkook vio a Namjoon un segundo y luego lo observó sacar los documentos del escritorio.
—¿Quieres saber el significado de eso?
Quería saber, pero no de los labios de ese sujeto, no era su intención depender de este tipo para cualquier asunto trivial. Sin embargo, pareció que no tenía la intención de escuchar las opiniones de Jungkook por lo que continuó hablando de inmediato sin esperar respuesta.
—Tú eres el único que puede dar a luz a un Alfa perfecto, a un Alfa Delta.
Fue bajo y silencioso, breve.
—Originalmente, alguien como tú no debería haber nacido, según las investigaciones tu madre biológica fue la última Omega Gamma conocida, pero, ella se las ingenió para escondernos tu nacimiento y bueno, aquí estás y ya que estamos en esto, tengo que ser muy sincero y decir que tu país espera que tengas muchos más descendientes de ahora en adelante. —Eso sonó rudo, pero ya se lo esperaba.
—No te espantes Omega, solo te estoy contando los hechos como son.
Entendía lo que Namjoon quería decir. La disminución de los Omega estaba asociada a la supervivencia de la especie, por lo tanto, Jungkook, que podía producir una raza perfecta, era posiblemente quien iba a arreglar todos los males de su país dándoles la ventaja antes los demás, con el ejército perfecto.
—Tener más Alfas y Omega Gamma es parte de un excelente desarrollo nacional, seguramente lo entiendes. —Jungkook no dijo nada.
—Como sea, te mantendremos en el ejército para que no seas utilizado de mala manera, no tienes que preocuparte.
—¿Es una forma elegante de decir que estoy siendo encarcelado por y para ustedes?
Intentó generar un disgusto en él, pero Namjoon pareció no sentir el efecto de esto, se preguntaba si era tan orgulloso como para no estar interesado en las palabras de las personas Omega o de verdad era un sujeto sin sentimientos.
—Tal vez... Pero soy benevolente. Hay un asunto importante que no te he contado.
—¿Qué asunto importante?
—¿Qué dirías si tu pareja para pruebas fuera un Alfa Gamma puro?
Podía notar claramente, por sus palabras que estaba celoso de todos aquellos que parecieran ser mejores que él, hablaba con odio, como si hubiera ira en lo más profundo de su corazón.
Por supuesto, esto habría estado dirigido a Taehyung, el hombre detrás de él y con el que actuaba como si no existiera, era el único Alfa Gamma en el ejército y la insinuación de que sería obligado a estar con él, fue lanzada a propósito.
—Acostarte con uno aumentaría la probabilidad de que naciera un niño Alfa Delta 100% puro, pero ¿Dónde está lo divertido en eso?
Jungkook permaneció en silencio, pareció que lo que quería el hombre era provocarlo dándole a entender que serían varios con los que tendría que estar y no solo con el Alfa Gamma, o sea Taehyung.
—...Vamos a ver las posibles combinaciones antes de llegar al Alfa Gamma ¿Te parece?
Y también, la razón por la que veía a Taehyung después de hablar era porque obviamente dudaba de la relación entre los dos y quería aprovechar cualquier momento para desmantelar su versión de los hechos, sin embargo, pareció que no estaba funcionando.
—Puedes salir, Taehyung.
El Alfa se inclinó en silencio y salió de la habitación, las manos de Namjoon giraron alrededor de los hombros de Jungkook mientras tanto.
—Vamos a guiarte a tu nueva casa. Haré que vivas allí por un tiempo largo.
El hombre se atrevió entonces a oler su cabello y si ya era así de atrevido ¿Qué tipo de naturaleza expondría esta persona en el futuro?
—Con el tiempo, sabrás a quién debes elegir.
Este tipo iba a tomarlo hasta que tuviera un hijo con el que estuviera satisfecho. Seguramente pensaba violarlo tantas veces como quisiera hasta satisfacer sus sentimientos egoístas y, por supuesto, la ansiedad de verse como una herramienta para dar a luz a un cachorro Delta lo atacó de nuevo. Sin embargo, más que ansiedad, el sentimiento que inundó su corazón en ese momento fue el dolor de lo que había perdido y ya no volvería a tener, una casa con 6 cachorritos traviesos y amorosos que llenaban sus días de cariño y un Alfa algo frío y distante pero que parecía quererlo de forma bonita y sincera.
Eso ya no lo tendría jamás.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro