—Pero ¿Qué es esto? Parece que no puedes hacerme entrar en celo.

Aparentemente, las feromonas masculinas de su esposo todavía lograban mantener al margen a los otros machos. Era algo que los Gamma podían hacer muy naturalmente y al parecer, esta ley se cumplía incluso entre otros con las mismas características. Eso significaba que, aunque él le había hecho entrar en celo por sus feromonas, no había signo de cambio alguno en Sung Woon, por el contrario, solo había afectado a Taehyung.

—Es muy interesante, aunque seguro que te duele porque tienes esa herida encima ¿Cierto Taehyung? No te preocupes, yo me encargaré de sus síntomas por ti ¿Qué te parece?

Sacó una jeringa con un supresor y la clavó de inmediato en el brazo de Taehyung. El medicamento que estaba en el interior fluyo hacia adentro en un segundo, calmando la respiración bestial del Alfa, lo suficiente como para que los ojos de Sung Woon comenzaran a brillar de entusiasmo por la rápida reacción.

—No me gusta, no me gusta.

Pero mientras sus labios gritaban, los brazos de Jungkook se extendieron hacia Sung Woon sin siquiera darse cuenta de que lo estaba haciendo. ¡Qué cruel era el instinto! ¿Cuántas veces había pensado en esto desde que nació? Prefería morderse la lengua con fuerza y morir antes que tener sexo con otra persona, pero también estaba presente en él ese deseo de no querer dejar a sus niños atrás.

—Taehyung... Quiero... A Taehyung.

Sung Woon abrió los ojos en el momento en el que escuchó su suplica y descubrió que Taehyung seguía completamente fuera de control, suspiró, arrastró el sillón de Taehyung (que estaba todavía colocado en la esquina de la habitación) y lo llevó a otro lado mientras decía una y otra vez que lo "arreglaría en un momento." Sung Woon miró a Jungkook con los hombros en alto y abrió la boca para hablarle.

—Saldré primero, buscaré un inhibidor para Omegas así que ten paciencia. Es obvio que no vamos a poder llegar a nada aquí.

—¡Taehyung!

Estaba muy excitado, no podía ni caminar bien y, sin embargo, ahora que Sung Woon pareció haberse quedado sin opciones más inteligentes que seguir, pensó que está era una oportunidad de oro, que tenían que tomar entre las manos.

Entonces, mientras intentaba calmar su cuerpo, caminó hasta que quedó justo frente a la habitación con la pared transparente en la que habían metido a su esposo, pero cuando los investigadores llegaron para intentar contener la situación utilizando otra droga, ellos comenzaron a colapsar uno tras otro tan pronto como se pararon junto al hombre Alfa, no eran una gran amenaza para Taehyung y, además, no tenían entrenamiento alguno para pelear contra un Gamma que además estaba muy enojado. Es más, ni siquiera necesitaba estar completamente desatado para hacerlo.

—Yo... Yo voy a hacer algo. Voy a hacer algo, tranquilo.

Taehyung abrió la puerta con la tarjeta de identificación que robó de uno de los científicos y entró de inmediato en una habitación conjunta que pareció ser algo así como una bodega, se dirigió a una computadora, pero cayó de rodillas antes de darse cuenta de lo que estaba pasando.

No podía caminar más, por eso Sung Woon no se había preocupado demasiado por ellos cuando salió, sabía que no tenían oportunidad alguna de escapar estando así de mal.

—Pero es demasiado pronto para rendirse.

Taehyung comenzó a buscar en todos lados, escuchó el sonido de vidrio rompiéndose, de hojas y libros cayendo y después, el sonido de un par zapatos regresando.

—Encontré un supresor para Alfa... Ven aquí. Ven, mi amor... —Y se lo clavó de inmediato en el brazo.

Poco a poco comenzó a calmarse lo suficiente como para respirar profundo y, justo después de recuperarse hasta un punto en el que incluso logró comprender la situación en la que se encontraban, Taehyung lo dejó recargado en la pared y regresó para acceder al sistema y buscar el paradero de su bebé.

—Toma todos los supresores.... Toma todos los del estante B y llevártelos. ¡Todos los que puedas!

Como dijo, fue hasta el estante casi a gatas y comenzó a meter todos los estuches con las ampollas del medicamento para suprimir el celo en su bolsillo. Todavía tenía un ligero síntoma de excitación y se sentía terriblemente cansado, pero estaba mucho más despierto que antes.

—¿Sabes dónde está el niño...?

—Entré en el sistema, estoy buscando un plano del edificio. Seguro van a hacerle un análisis de sangre. Como es un Delta, él... ¡Argh!

Mirando a Taehyung, gimiendo dolorosamente frente a él, se apresuró a llegar a su lado para revisar su uniforme militar, su camisa estaba empapada de sangre.

—No dejas de sangrar...

Se movió tanto que pareció natural que la herida se le abriera, pero cuando buscó algo con lo que pudiera curarlo o al menos intentar contenerlo, escuchó un ruido detrás de la puerta y apareció Sung Woon con un montón de hombres armados.

—Se acabó la fiesta. Aléjate de la computadora.

Taehyung extendió lentamente las manos y volteó el cuerpo, los tipos que entraron en la habitación lo capturaron con todo lujo de violencia.

—Espera. ¡Mi esposo está herido!

—Eso fue algo que él mismo provocó.

—¡No lo trates tan violentamente, maldita sea! Taehyung ¡Taehyung...!

—¡Por favor! ¿Realmente crees que voy a hacerte caso de nuevo? Ya intenté ser amable hace un rato ¿Recuerdas?

No podía escapar, su bebé todavía estaba en manos de Sung Woon y sus hombres y seguramente había hecho que la seguridad fuera más estricta ahora, era posible que esta hubiese sido su última oportunidad de lograr algo.

Cuando sacaron a Taehyung, casi arrastrando, se sentó en el suelo igual a si toda la energía se le hubiera drenado de los pies, estaba desesperado y se sentía completamente impotente. El enemigo que estaba frente a él era demasiado malvado y poderoso y no tenía la capacidad mental de hacerle frente y si esto ya era así ahora, solo significaba que la próxima vez intentaría quitarle su marca de enlace.

En la habitación a la que lo regresaron, se sentó en la cama para intentar pensar un poco más activamente, no tenía muchas posibilidades de escapar así que la próxima vez que apareciera Sung Woon, sería forzado a entrar en celo y lo mordería.

Sin darse cuenta, comenzó a apretar las sábanas hasta que las manos le punzaron. Si ese hombre lo violaba... Era horrible sólo de pensar en ello.

Solo quería vivir normalmente, tener una familia bonita y pasar tiempo con ellos en casa para verlos crecer. Recordó el uniforme militar manchado de sangre de su esposo y lamentó cada movimiento que los había hecho llegar hasta esto. La vida cotidiana que daba por sentado era tan frágil que se había derramado de entre sus dedos como agua, en un abrir y cerrar de ojos y su felicidad incluso había desaparecido también hasta que ya no quedaba un solo rastro.

No quiero perder a mi esposo.

No quiero dejarlo ir.

—También amas a papá ¿Verdad, mamá?

Las palabras de Mina se revivieron en su cabeza, la esquina interna de sus ojos comenzó a ponerse completamente caliente. Lo amaba muchísimo, pero nunca se lo había dicho, más bien, todavía no había sido capaz de confesarse correctamente. El hombre le daba rosas todos los días, le llamaba "mi amor" y le dedicaba palabras hermosas... Él nunca le devolvió nada y ahora no era posible volver el tiempo atrás para arreglar su error.

Si no podía salir de aquí, nunca volvería a encontrarse con Taehyung ni con sus pequeñitos.

—No pienses eso. No pienses eso, no pienses eso.

Estaba realmente perdido, Taehyung se iría de su lado sin decirle que lo amaba, no pudo evitar volverse pesimista como nunca antes. Era igual a si la desesperación lo hubiese erosionado en su pecho hasta hacerle perder su energía, por cosas así no era de extrañar que los Omegas alojados allí tuvieran ojos muertos y las caras pálidas, ya habían perdido toda esperanza.

No había esperanza estando encerrado en ese lugar.

—Taehyung.

Sosteniendo su cabeza, lloró hasta que se hizo tarde y pasó las horas siguientes como si fuera nada más que una simple muñeca de trapo a merced de Sung Woon y los investigadores, respondiendo a varias pruebas y dejando que le inyectaran cosas en el brazo que le decían "eran parte importante del proyecto final."

Estaba tan conmocionado por la imagen de una vida sin su esposo que simplemente sintió quedarse vacío.