—Te extraño.

En la oscuridad total, la luz ardiente de su deseo pareció comenzar a encenderse casi involuntariamente.

—Quiero volver a verte Taehyung y quiero decirte que te amo.

Había experimentado tanta desesperación en tan poco tiempo, que sintió su corazón romperse por completo, en unos pocos días el espíritu de Jungkook había cambiado nuevamente.

Estaba muy deprimido, pero como siempre, llegó a la conclusión de que todo lo que debía hacer era levantarse de nuevo y caminar.

La ira de perder a la persona que tanto amaba le daba fuerza.

Si se rendía, todo habría terminado, se quedarían con su esposo, le harían tener hijos y a su pequeño bebé le lavarían el cerebro y quién sabe qué cosas horribles le harían. Aunque todavía estaba preocupado por la situación, al menos ahora era un hecho contundente que estaba recuperando la energía suficiente como para avanzar.

—Maldita sea... —Jungkook miró la habitación en la que estaba confinado, solo había una cámara de vigilancia en la pared y también una en el cuarto de baño. Sin embargo, como era de esperar, no estaba conectada con el área del inodoro por lo que pensó que, si quería hacer algo, ese era un buen lugar para empezar, recordando a Taehyung, que trató de ayudarle incluso mientras derramaba sangre, llegó a la conclusión de que ahora era su turno de actuar.

Le hacían controles y pruebas de salud periódicas para intentar descubrir la causa de la baja tasa de fertilidad en un Omega Gamma. En cualquier caso, podía decir que eran un tanto entusiastas al respecto, había estado sintiendo que no tenía oportunidad alguna de escapar, pero, resultó que nunca fue así. Si lo buscaba, si se concentraba solo un poco más en esto, entonces encontraría la solución en alguna parte, tenía esperanza, así que solo debía esperar por el momento adecuado.

No había reloj en la habitación y era un fastidio pasar el tiempo sin hacer nada, pero pensó que no era gran cosa comparado con el sufrimiento de perder a alguien importante. Se dijo a si mismo muchas veces que todo esto lo tenía que hacer por su familia y finalmente, llegó el momento que esperaba.

—¿Cómo estás?

El que entró en la habitación era un investigador de bata blanca que además tenía un rostro con el que ya se había familiarizado. Estar callado y llorando constantemente hizo que todos estuvieran menos alerta con él, así que había estado esperando que viniera justo este sujeto.

—Pronto vas a tener que salir ¿Okay? Te va a ser difícil moverte después si sigues actuando de esa manera, la falta de ejercicio no es buena para tu cuerpo.

—Ugh...

—¿Qué pasa?

—Tengo muchas ganas de vomitar...

—¿Cómo? No pareces tener fiebre, pero, si estás muy enfermo, te llevaré al consultorio del médico de inmediato.

—Lo siento... No puedo soportarlo... —Corrió al baño, se arrodilló y se metió el dedo muy profundo dentro de la boca para que el investigador no pudiera sospechar nada. Luego, finalmente, vomitó todo lo que había comido.

El hombre, que vio el vómito en la taza del inodoro, entró apresuradamente y comenzó a frotar su espalda en pequeños circulitos.

—Oye, ¿Qué pasa? ¿Cuándo comenzaste a sentirte así?

En el breve espacio de tiempo en que el hombre se dio la vuelta, apretó su arteria carótida con el brazo puesto firmemente alrededor de su cuello. Era algo que le había enseñado su esposo en una de esas prácticas tontas de "defensa personal" que le daba muy de vez en cuando, pero, esta era la primera vez que lo intentaba de verdad, continuó apretando con toda su fuerza hasta que notó que el investigador había comenzado a perder gradualmente la consciencia, lo colocó suavemente en el piso y se tomó un respiro.

Teniendo en cuenta el tiempo que utilizaban para el control de su salud, contaba con unos escasos 20 minutos a partir de ahora. Rápidamente se quitó la ropa, le arrebató la bata al investigador y la intercambió con la suya y después, tras pensar en el ángulo de la cámara de vigilancia instalada cerca del techo, lo sostuvo de lado y lo llevó a la cama con mucho cuidado para que ni siquiera pudieran verse sus pies.

Probablemente estaba siendo monitoreado desde la distancia porque le preguntaron si "Todo estaba bien" utilizando la radio.

—No hay problema. —Respondió lo más breve posible para que no se dieran cuenta de que su voz era diferente, lo acomodó boca abajo y lo cubrió completamente con un futón en un intento desesperado por lograr que no vieran su cara.

Momentos después un montón de hombres armados entraron corriendo por el pasillo que estaba fuera de la habitación, pero, nadie entró al lugar en el que él estaba. Intentó calmarse, respiró hondo y salió tan lento como pudo. Primero que nada, decidió ir al sitio donde tenían capturado a su esposo.

Puso la tarjeta de identificación en la puerta, comprobó la posición de la cámara de vigilancia por tercera vez y se deslizó suavemente por el espacio de al lado, cuidando de pasar solo por los puntos ciegos.

Pero escuchó una voz aproximarse y no había donde esconderse.

¿Podrían cruzarse casualmente? ¿Tendría que correr? se vio obligado a tomar una decisión rápida, pronto comenzó a sentir la señal inconfundible de que había alguien parado justo detrás de su espalda.

—No te muevas.

...

El cañón de una pistola comenzó a presionarse contra su cintura.

Maldita sea. Un poco más, solo un poquito más y seguro que podría haber escapado, hubiese salvado a Taehyung, buscado a su bebé y salido de esa maldita cárcel para ir a casa. Pero ahora, solo le era posible rezar por tener suerte y que su intento frustrado de fuga no traiga consigo peores consecuencias.

—Por favor, solo quiero...

—¿¡Por qué no te callas!? —esa voz le era familiar.

Entonces esa persona lo tomó de los hombros y lo hizo girar sobre sí mismo.

Yoongi estaba frente a él presionaba el dedo índice contra sus labios.

¡...!

—¿Por qué tú...? Dios, ¿Cómo? ¿Por qué llevas una bata de laboratorio? Yitian ¿Dónde está mi niño? ¿Está protegido? Lo escuché en la radio militar, dijeron que lo encontraron ¿No es cierto? ¿Está bien?

—Ya, ya. No te preocupes. Un militar lo encontró tan pronto como se escapó, está en casa ahora.

—¿¡Por qué estás aquí!?

—Salvando el día como siempre, me metí de infiltrado.

—¿Infiltrado?

—Sí. Sung Woon cree que soy un miembro confiable de "AAsA." Parece que soy su amigo, ya ves.

—¿De verdad?

—Estoy loco, dilo. Soy un demente. ¿Por qué estoy en una misión suicida cuando nadie, ni tu maldito esposo ni el ejército me está pagando? ¿Vale la pena que me disparen en el trasero? ¿Qué pasa si muero? Maldita sea, estoy jodido.

Se rio sin querer cuando Yoongi comenzó a quejarse, según su historia, los militares se estaban preparando para enviar a algunas personas de la élite para atacar. Yoongi estaba utilizando una identificación falsa de investigador para invadir primero el área de reconocimiento y luego informar al personal militar sobre la situación en el interior.

—Pero este lugar es como una fortaleza ¿Cómo crees que vamos a salir de esto? Es que es enserio, este sitio es enorme. Además, hay muchos Omegas cautivos y a todos pueden utilizarlos en nuestra contra. No sé cómo, pero tenemos que escapar, Yoongi.

—Definitivamente. Toma esto.

El estuche que recibió contenía cinco jeringas con cinco ampolletas de inhibidores, con ellos podía estar un poco más protegido contra los ataques del Alfa Gamma, al menos por un tiempo.

—A ver que sale de todo esto. Supongo que es la hora de la fiesta. —La alarma sonó como si las palabras de Yoongi hubieran dado una señal y el caos se desató.