Capítulo XI
Jungkook se estaba acostumbrando gradualmente a cuidar de los niños así que había empezado a preguntarse si en realidad siempre fue adecuado para ser un padre. La habilidad de cocinar le había mejorado gradualmente y la autoestima que había crecido en él gracias a los chiquillos hacía que todo fuera muchísimo más divertido en la casa.
Sin embargo, la paz no duró tanto tiempo. ¡Había olvidado que estaba básicamente bajo arresto domiciliario! Y había recordado la razón porque de pronto comenzó a sentir que algo andaba terriblemente mal en su cuerpo.
Al despertarse por la mañana, tenía un poco de fiebre y estaba completamente cansado, se calmó antes del mediodía, pero el calor continuó durante mucho tiempo en el segundo y tercer día.
Finalmente, pareció convertirse en una señal de que estaba a punto de entrar en celo. Ya habían pasado dos semanas desde que pasó por primera vez y ahora estaba desconfiando de lo que podría ocurrir, además, aunque no estaba seguro de si era efectivo para un Omega Gamma, había estado tomando la medicina china del señor Choi desde que comenzó con la fiebre, pero al tratarse de un celo a gran escala, definitivamente no sabía qué iba a suceder.
—Mami Kookie, ¿Estás bien?
Cuando llegó el momento de dormir, le pidieron que acostara a los niños, pero desde esta mañana le habían hecho la misma pregunta una y otra vez.
—Estoy bien. Parece que solo me resfrié.
—Mamá, ¿Vas a ir al médico?
Yuna, quien se acostó en la cama, se levantó de nuevo con una cara bastante ansiosa, la tímida niña siempre estuvo preocupada de que Jungkook desapareciera de la nada así que reaccionaba inmediatamente incluso a las cosas más pequeñas.
Y no era solo ella, incluso Yitian, el niño más enérgico del mundo, parecía haber adivinado que algo malo estaba sucediendo con el Omega en estos últimos días. Era tanto así, que cuando llegaron a la habitación, no se acostó de inmediato y comenzó a mirarlo como si estuviera tratando de adivinar lo que estaba ocurriendo en él.
—Yitian, duerme. Estoy bien, lo prometo.
—¿Papá va a llegar pronto para cuidarte?
—Sí, lo va a hacer, no te preocupes, tu papá volverá muy pronto.
Era una mentira necesaria para tranquilizar a los niños, de hecho, se había intentado comunicar con el Alfa desde la mañana, pero la llamada no se conectaba así que se conformó con dejar un mensaje de texto.
—Entonces, buenas noches a todos.
Cuando les dio un besito, uno por uno, todos cerraron los ojos y parecía que estuvieran más aliviados que al inicio, después de confirmar que se habían quedado bien dormidos, y que roncaban con una respiración profunda, salió de la habitación y cerró la puerta.
Suspiró.
No había señales de recuperación en su cuerpo, así que decidió tomarse un descanso por un tiempo. Además, si estaba a punto de entrar en celo, entonces podía ser una buena idea entrar en la habitación y cerrarla con llave hasta que lograra calmarse, sin embargo, cuando fue a la cocina a buscar agua, algo sucedió de repente.
—Hah, ah, ah. —Sintió un aumento repentino en su temperatura corporal, era como si hubiera una criatura surgiendo desde dentro de su cuerpo, había algo que parecía estar rogando por salir, algo que mostraba su apariencia original y que casi deseaba querer actuar como mejor le conviniera.
Probablemente era realmente el ciclo de celo, tal vez era la presencia de su lobo que lo urgía a buscar al otro lobo, tal como en el pasado, impulsado por la existencia de Taehyung, aquel pensamiento hizo que lo que sentía en este momento simplemente comenzara a madurar hasta volverse así de insoportable. Sacó el estuche que contenía la jeringa, pero su mano tembló así que lo dejó caer al suelo.
—Ah...
Se cayó involuntariamente debido al dolor que lo hacía sentir que sus entrañas se retorcían y lo empujaban hacia abajo hasta que terminó por pisar la jeringa con sus rodillas, por supuesto, quedó inutilizable gracias a esto.
Se las arregló para levantarse y comenzó a dirigirse entonces a la puerta de la cocina, giró la perilla...
—Aaah.
Logró llegar a las escaleras, pero se quedó atascado allí, era doloroso cada vez que daba un paso así que le pareció que no tenía otra alternativa más que sentarse, podía escuchar las pisadas de una persona caminando justo hacia donde él estaba.
—¡Carajo...! —Tenía que huir.
Consiguió mover su cuerpo en celo y subir las escaleras unos centímetros más, en cuanto a los sirvientes que trabajaban en la casa, Taehyung, solo había contratado personas Omega por lo que no había mucho problema con ellos, pero no se podía confiar ya que la mayoría de las personas que entraban a la casa para llevar comida y otras cosas eran betas.
—¡Maldición!
Se sentó de nuevo cuando llegó al final de los escalones, sintiéndose incapaz de dar un paso más, era como si su cuerpo ya no le perteneciera realmente
—¡Ah, ah, ah, no puedo... ¡No puedo moverme!
—Por favor, espere. ¡No hay paso allí! —Escuchó la voz de uno de los sirvientes que estaba encargado de limpiar y parecía intentar impedirle el ingreso a alguien, por el grito tan apresurado del sirviente, podía entender que efectivamente estaba intentando detener la invasión de alguien que definitivamente no debía entrar a esa parte de la propiedad.
—¡ALTO!
Mirando hacia atrás, en dirección a la voz, se encontró con que un hombre desconocido estaba a punto de correr escaleras arriba, tenía mejor físico que Taehyung pero era más joven, era musculoso, probablemente porque trabajaba en algún lugar que le exigía utilizar el cuerpo, tenía antebrazos gruesos como un tronco, un rostro bronceado y unos ojos hermosos, no importaba cómo lo mirara, era un oponente peligroso.
El hombre volvió sus ojos deslumbrantes hacia Jungkook.
—¡Ah...!
Tal vez debería rendirse de una vez porque ya había visto esta mirada muchas veces antes, los ojos de un Alfa, reaccionando el celo de un Omega, ese tipo probablemente era un beta, ya que no podía sentir que tuviera un aroma en particular, pero como sabía por Taehyung, el celo de un Omega Gamma los afectaba también a ellos.
—Espera... Ah ¡Suéltame...!
El hombre agarró su brazo y lo jaló en su dirección, pensó en Taehyung, y en la manera en la que su olor era completamente diferente a la sofocante esencia a sudor de ese hombre.
—Por favor...
—Quieres que te toque ¿No? De verdad lo deseas.
Fue golpeado con una mano plana y presionado contra el suelo, estaba definitivamente, a punto de ser violado.
La humillación de verse a punto de ser poseído por la fuerza, le rompió el corazón, pero no era capaz ni de gritar, se preguntó una vez más si ¿eso era ser un Omega? ¿Un Omega debía vivir siempre este lado del peligro ¿Y por qué? ¿Por qué existía esta violencia contra su género? Si había un Dios, ¿Por qué sometería a los Omegas a una prueba tan dura? No había hecho nada malo y de todos modos estaba a punto de pasarle algo tan horrible, se sintió resentido con la vida, arrepentido de estar en ese lugar, con picazón en todo el cuerpo y con su pecho a punto de romperse.
Y era todavía peor que sintiera como su lobo estaba buscando a ese hombre.
Si no quería ser solo un trozo de carne profanado, entonces debía intentar deshacerse de ese deseo provocado por su celo, tenía que resistir las ganas de ser tocado, porque cualquier mano que se resbalara por su ropa iba a hacerle sacudir las caderas, no importaba si lo disfrutaba conscientemente o no.
—¡Ah...!
Se desesperó al imaginarse devorado por un hombre desconocido, e incluso pensó que preferiría morderse la lengua y morirse, más aún porque en ese momento, ciertamente comenzó a sentir cerca la presencia de Taehyung, no lo estaba viendo y definitivamente no estaba escuchando su voz, pero, aun así, sabía que estaba muy cerca.
Era... Igual a tener un presentimiento, no lo sabía con certeza, pero podía sentirlo.
Y poco después, vio finalmente a Taehyung en uniforme militar, subiendo las escaleras en silencio, se estaba dirigiendo hacia él mientras se tronaba los dedos de las manos...
Cuando las botas militares del Alfa quedaron justamente en frente de su cara, este habló utilizando su voz de mando que desgarró su garganta como un trueno, al sonido de un:
—¡PIERDETE!
El hombre, que era de un tamaño más grande que el del Alfa, cayó hacia atrás con mucha facilidad, después de ser empujado por el Alfa, sin embargo, se levantó para atacar a Taehyung soltando un rugido como el de una bestia.
Aquella escena era como ver a cualquier animal macho de la naturaleza, compitiendo con otro por una hembra.
Al parecer, cuando lo salvaje era expuesto en ellos, podían hasta matarse.
—¡Él es mi pareja!
Jungkook no estaba seguro de lo que había pasado después, pero sabía que vio al hombre tirado en el suelo mientras sostenía el uniforme de Taehyung con ambas manos, el Alfa lo pateó, lo sujetó del cuello y lo arrojó contra la pared del pasillo, con un solo y fuerte impulso, dejándolo inconsciente.
Pero todavía era muy pronto para sentirse tranquilo. El celo de Jungkook se había vuelto aún más intenso en esos momentos y no podía controlar la bestia dentro de él.
Era un hambre fuerte que gritaba ansiosamente por un macho Alfa que lo poseyera.
—Ah, ah, ah...
Se retorció y miró a Taehyung mientras dejaba escapar un suspiro caliente, era consciente de que estaba rogando por un consuelo de parte de él, pero no podía parar.
—Ayuda...
Taehyung, el Alfa Gamma, que era impotente contra el celo de un Omega Gamma, se rindió a la mitad, en un esfuerzo sobrehumano ignoro a su lobo que pedía por el Omega y se acercó a este mientras en sus pantalones se resentía su propia sexualidad.
—Yo... Um...
Taehyung, arrodillado frente a él, le besó los labios y su lengua se deslizó entre su boca ligeramente abierta y entonces devoró sus labios que estaban empapados con saliva.
—Aaah...
Luego, miró en su dirección.
—La medicina... Espera. —Definitivamente iba a tomar todo su auto control, pero él no se iba a aprovechar de la necesidad del Omega.
Jungkook no entendió el significado de sus palabras de inmediato, pero, siguiendo su mirada, descubrió que estaba buscando su abrigo, en el había varias jeringas alineadas en un estuche de su bolsillo.
Era el inhibidor.
—Va a doler un poco.
—Lo sé...
La jeringa se introdujo en su muslo para poderle inyectar la droga, frunció el ceño ante el dolor, pero era tan refrescante que tuviera un efecto tan rápido y la fiebre empezó a disminuir.
Taehyung había dicho que era una buena medicina, pero pareció un poco exagerado que el efecto fuera así de enorme y tan rápido, y aunque finalmente pudo volver a su estado habitual y ver la situación con calma, le sorprendió la siguiente acción que tomó Taehyung:
—¿Qué estás haciendo...?
Taehyung inyectó su propio muslo con una jeringa, y solo en ese momento descubrió que estaba en el mismo estado que cuando se abrazaron en el centro comercial.
Al contrario de Jungkook, después de terminar la primera dosis, tuvo que ponerse una segunda después de unos momentos, luego una tercera y cuando se puso la cuarta, respiró, se puso de pie y retrocedió, estaba resoplando por la nariz y se veía como un animal enjaulado, al parecer contenerse ante el celo del Omega estaba siendo demasiado difícil y doloroso, pero no, definitivamente no iba a ceder ante su lobo y sus deseos de poseer al Omega.
—Tus feromonas son muy intensas.
Al parecer siguió inyectándose poderosos inhibidores químicos hasta que por fin la droga funcionó. Anteriormente había dicho que era muy fuerte como para inyectarla en su cuerpo sin cuidado y ahora se había puesto cuatro de ellos frente a él como si nada.
Jungkook miró la jeringuilla que estaba rodando y luego lo miró a los ojos.
Cuando Taehyung volteó para tranquilizar al sirviente que observaba la aterradora escena, desde el pie de las escaleras, Yuna llegó, porque aparentemente la había despertado tanta conmoción, mirándolos desde su habitación, preguntó como de costumbre:
—Papá, ¿Qué pasa?
—No te preocupes, solo estoy un poco cansado. Ven aquí, ven.
El tono de su voz era el mismo que usaba para Jungkook, así que se sentía frío, pero igual había un atisbo de amabilidad y ternura en sus gestos. ¿Era el hombre llamado Kim Taehyung una persona amorosa o una persona fría que desempeñaba el papel de soldado incluso en casa?
Al final, cuando llevaron a la niña de regreso al dormitorio y la acostaron en la cama, Jungkook estaba tan cansado por la medicina que lo atacó el sueño, trató de decir algo, pero no pudo formular palabra y terminó por caerse rendido en los brazos de Taehyung como efecto del medicamento.
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