Capítulo LVIII
Perdió la razón y sintió que era arrastrado por una corriente fangosa.
Una mano subió por la espalda del hombre que lo devoraba y uno de sus brazos se enredó alrededor del cuello de Taehyung, su cabello estaba enredado entre sus dedos, más que una caricia, aquello parecía ser algo así como un toque desesperado y alimentado por lo que estaba a punto de pasar.
Se quejó y notó que su cuerpo estaba siendo más sensible que de costumbre ante el beso que le habían dejado detrás de la oreja, fue como si cada uno de los lugares que estaba tocando Taehyung se calentaran al máximo sin darle siquiera tiempo alguno de detenerlo.
—Ah, ah, espera ¡Um!
Sus labios se movieron desde detrás de las orejas de Jungkook hasta su cuello, arrastrándose por las partes más débiles y jugando con la sensibilidad y el hambre del Omega, su cuerpo se inclinaba tanto que hasta pareció que su manzana de Adán se había vuelto más prominente.
—Aaah, más ¡Más!
El dolor y el placer lo golpearon al mismo tiempo, le había comenzado a doler la mitad inferior del cuerpo. Luego, impulsado por su propia voz, puso una mano sobre el escritorio y otra alrededor de la espalda de Taehyung para poder abrazarlo. Cuando las cosas que estaban encima del escritorio de madera se esparcieron debido al impulso de su deseo, lo tomó de tal manera que terminó por sentarlo en el suelo, se acomodó y, en un abrir y cerrar de ojos, le quitó todo lo que lleva puesto en la parte inferior del cuerpo.
La forma violenta en que lo hizo excitó aún más a Jungkook.
—Ah, Tae....
¿Existía un hombre que le pareciera tan odioso y a la vez tan querido? Todo hasta ese punto, había ocasionado una tormenta tan grande que no sabía cómo sentirse al respecto. Estaba vivo, el maldito estaba vivo ¡Que injusto fue él como para hacerlo sufrir de esta forma por meses! Por supuesto que las lágrimas se desbordaron de inmediato cuando lo recordó.
—¡Ah...!
—Mi amor... ¿Me esperaste todo este tiempo...?
—Sí. Yo esperé. He estado esperando... Ah, he estado esperando por ti... Umm, um...
—¿Qué estuviste esperando?
—Que me... Tocaras.
—Eres tan sexy, cariño.
Una palma caliente se coló debajo de su camiseta y después sintió un par de palmaditas cuando la mano invasora llegó a su nalga derecha, un suspiro tan increíblemente dulce como todos los anteriores se escapó de entre sus labios.
—¡Aaah...!
—Estás mucho más delgado.
—Estuve comiendo... Correctamente.
—¿También lo haces correctamente por aquí?
Estimuló las partes débiles de su trasero y lo tocó hasta matar todos los esfuerzos de Jungkook por encontrar su voz. Y justo después, el cuerpo que pareció volverse más débil debido al éxtasis, fue llevado a un lugar que estaba más allá de toda su voluntad.
—... YO, TRATÉ DE ESTAR BIEN SOLO POR TI.
Los largos dedos de Taehyung buscaron el calor de su piel hasta que llegó a su límite, puso su frente contra la suya y comenzó a bajar las manos hasta llegar dentro de sus nalgas.
—Ah, ah, ah.... Espera.
Los dedos se apretaron en las profundidades de Jungkook solo por la satisfacción de disfrutar de la reacción de su esposo y de la forma lenta y frustrantemente suave de su cuerpo.
—¡¡Ah!!
Los largos dedos del hombre estaban revelando un cuerpo que había estado desatendido durante meses, hasta descubrió que se estaba comenzando a quejar de esto como si no fuera suficiente.
—Tae....
Lo que se reflejó en los ojos de Jungkook, que estaban completamente puestos en su dirección, fue la figura de un hombre que no podía aguantar ni siquiera un segundo más. Lo estaba mirando con tanta urgencia que no era exageración decir que se asustó.
—¿Vas a arruinar mis esfuerzos de ser un hombre decente con mi esposo?
El gesto de Taehyung, intentando calmarse frente a él, se sintió terriblemente sensual, mirando hacia abajo, el pene del hombre le estaba contando con exactitud sobre los días en que no pudieron encontrarse. Se preguntaba si eso podía caber dentro de él y al mismo tiempo, le impulsaba el deseo de ser uno a su lado.
—¡Date prisa... ¡Ah! ¡Por favor date prisa!
—No sé qué hacer... Me gustaría ir lento, pero...
—Ah, ah ¡Dios!
—¿Es doloroso?
—Es doloroso... Pero no quiero que te detengas ¡No quiero! ¡Ah!
Taehyung estaba desgarrando su cuerpo, era pesado y palpitante, como un algo profundo y rugiente dentro de su ano.
—¡Aaaaaaaah!
No sabía si era Taehyung o él, pero cada movimiento del escritorio pareció ser caliente y completamente loco.
—Ah... Mmm. ¡Mmm!
Había algo que le hacía sentir obsesionado con el vaivén de la cintura de Taehyung y con la forma en que parecía jugar un poco con su desesperación. Hizo coincidir sus frentes entre si y luego lo miró a los ojos, igual a si quisiera asegurarse de que estaban en la misma sintonía.
—¿Estás bien?
Asintiendo, pidió que se moviera más rápido y al mismo tiempo se encargó de poner su fuerza en los dedos que había llevado directamente a los hombros de Taehyung.
—¿Lo quieres en tu culo?
—Lo quiero ¡Ah! ¡Lo quiero!
No podía creer que pudiera emocionarse más de lo que ya estaba, pero el calor se precipitó profundamente en su estómago hasta que el encuentro sexual se sintió voluminoso y mucho más fuerte de lo que esperaba, aquello le hizo darse cuenta de lo mucho que lo deseaba en realidad.
—¡Ah!
De repente, sus piernas estaban abiertas de par en par, de izquierda a derecha, mientras que él miraba completamente para abajo como si no supiera que hacer.
—Esta posición...
—Quiero ver todo tu cuerpo. Necesito verte. Necesito saber que sigues siendo mío...
—¡Ah!
Deseó fervientemente que lo empujara con más fuerza, que temblara más, que lo rompiera más, que lo asfixiara hasta el desmayo, deseo ser retenido e invadido hasta la locura.
Taehyung se erigió más y más hasta que el nudo, en la parte de la punta de su pene, se agrandó tanto que, en el momento de pulsar, escuchó incluso sus gemidos descontrolados.
—¡Ummm!
El placer adormecedor continuó manteniendo su punto máximo y el impulso no disminuyó en un tiempo considerable, convirtiéndose en un oleaje que lo golpeaba profundamente desde todas las direcciones posibles.
—¡Ah! ¡Ah! Espera... ¡Um!
Taehyung dobló lentamente sus rodillas y se acomodó en el suelo. Jungkook, se arrodilló a horcajadas sobre él, para llegar a una penetración más profunda.
—Ah ... Ah ...
Cambió la posición rápidamente hasta que, con la espalda recargada contra el escritorio, le agarró ambas muñecas y le hizo sostenerse del borde de la madera.
—TAE... AH. AH. NO PUEDO... NO PUEDO...
—Pero si no hemos terminado todavía, mi amor.
Colocó ambas manos en su cintura y lo instó a moverse por su cuenta, la parte más baja de su ano estaba increíblemente hinchada pero no tenía la sensación de dolor, solo se encontró sintiendo placer, una increíble sensación de placer.
—Está bien, muévete como quieras...
—Ah
Llevó sus manos hasta su pecho, dobló las caderas y apretó con muchísima fuerza, casi como si tuviera miedo de sacar ese pene del interior de su culo, se balanceó para adelante y para atrás estimulado por la lengua hirviendo de su esposo que recorría su cuello.
—¡Aaaaah!
Aunque estaba avergonzado de que su cuerpo se hubiera transformado en una figura obscena, estaba a merced de un montón de deseos pecaminosos que le permitían encontrar placer incluso con pequeños estímulos, no sabía si dolía o se sentía bien, era estimulado por un lado por un dedo mojado con saliva y provocado por un pene enorme que hacía que su cuerpo rebotara.
—Eres hermoso... Tú siempre has sido completamente maravilloso.
Una sensación aterradora recorrió todo su cuerpo, era como un hormigueo que se mezclaba con el placer.
—Ah, ah, ah, ah...
Descubrió que Taehyung, quien lo llenaba desde abajo, se había vuelto aún más voluminoso y más caliente. Pensó que ya habían llegado el límite, así que se quejó al descubrir que no era verdad.
—Um...
La mano de Taehyung comenzó a buscar cada una de sus protuberancias sensibles, apretando y acariciando igual si tuviera miedo de que se fuera a escapar de allí.
Jungkook entonces pareció increíblemente consciente de una sola cosa: Este encuentro aún no había terminado y en realidad, estaba muy lejos de hacerlo.
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