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Capítulo LIII

Podía escuchar el llanto de su bebé.

Cuando finalmente abrió los ojos, resultó que estaba en algún lugar de un bosque que no conocía en absoluto, la lluvia caía fuertemente sobre su cara. Tal vez no se encontraba muy lejos de las instalaciones donde lo habían tenido retenido, porque incluso descubrió que podía sentir el olor a quemado.

—Mi, mi bebé... ¿Dónde...? —La voz apenas si le salió.

No podía controlar los movimientos de su cuerpo, estaba muy mareado y la cabeza le zumbaba. Intentaba concentrar su atención a donde se escuchará el llanto de su hijo, pero le era imposible.

Le pareció que había visto un paño familiar y luego se dio cuenta de que era la mantita con la que había envuelto el cuerpo de su bebé. Trató de llegar hasta él, pero su cuerpo le era completamente inútil. Nada funcionaba y realmente no estaba sintiendo ninguna clase de control en sus articulaciones. Sin embargo, sabía que, si no hacía nada, su cuerpo se iba a enfriar y estaba preocupado porque su pequeño niño era justamente eso, solo un bebé, era posible que entrara en estado de hipotermia, incluso mucho antes que él.

Tenía que proteger a su hijo antes de que se mojara completamente bajo la lluvia.

La voz de la radio se filtró entre los restos del helicóptero. ¿Qué pasó con el piloto? ¿Qué pasó con ese joven soldado que estaba atrás de él? Podía escuchar un gemido, lo que le hizo pensar que al menos uno de sus acompañantes estaba vivo, podía asegurarlo. Trató de hacer algún ruido que pudiera llamar su atención, pero no resultó bien. De sus labios solo salían gemidos entrecortados.

La lluvia se estaba volviendo más fuerte, con cada minuto que pasaba.

El llanto de su bebé se escuchó más cerca.

No pudo evitar pensar que el cuerpo de su pequeño se estaba enfriando y si no hacía algo pronto, seguramente iba a morir.

Trató de moverse muchas veces y finalmente se dio por vencido, era imposible. Tenía el sabor de su propia sangre en la boca y todo su cuerpo dolía terriblemente, pero aún mayor que su dolor físico, era su frustración por no poder proteger a su hijo, fue entonces que pudo escuchar a una persona que se acercaba desde la distancia.

—¡Está aquí!

Escuchó los pasos de varios hombres acercarse y después, vio a un soldado llegando hasta él. Aunque no podía asegurar si estaba siendo secuestrado o protegido, tenía que decir que aquella persona tenía una figura bastante... Familiar.

—¡Oye! ¡Resiste! ¡Estoy justo aquí! ¡Estoy contigo, niño! ¡Vengan rápido!

—Yoongi.

Él estuvo enfrente de todo el ataque y aparentemente logró escapar con éxito. Su rostro estaba negro y sucio de hollín, pero no parecía estar herido.

—Mi... Mi bebé...

"Está bien, tranquilo. Solo está llorando porque está asustado, voy a llevarte al equipo de rescate para que puedan revisarte ¿De acuerdo? Todo va a estar bien.

Se sintió tan aliviado que perdió las pocas fuerzas que le quedaban, incluso parecía que iba a desmayarse en cualquier momento. Sin embargo, había una cosa más que tenía que confirmar.

—Taehyung

Hubo un momento en que no pudo escucharlo, pero cuando su consciencia regresó de nuevo, Yoongi lo miró a los ojos y asintió firmemente.

—Lo sacamos.

—¿Dónde... Esta?

—Fue al hospital.

—¿Está bien...?

—Lo están revisando.

—Te llevaré conmigo. ¿Qué te duele? ¿Qué sientes? Todo va a estar bien, así que resiste, Taehyung está a salvo, se encuentra vivo y bien y tu bebé también lo está. Es lo único que importa, ya no te preocupes y déjamelo todo a mí.

Sonrió suavemente, sin embargo, sintió que algo no estaba bien, Yoongi lo miraba con una expresión que no supo descifrar, tenía una mezcla de preocupación y tristeza pintados en sus facciones. Quería preguntar por qué tenía esa cara, pero también tuvo miedo de escuchar la respuesta y confirmar que su condición o la de su esposo, fuera peor de lo que pensó.

—De... De acuerdo. —Cerró los ojos, implorando al cielo una vez más por estar equivocado y que todo estuviera bien, la lluvia estaba inusualmente fría, quizás fuese un indicio de que no se equivocaba y el sol que iluminaba su vida y le daba calor se apagaría irremediablemente.

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