Noah acaba de darme una noticia muy sorprendente pero cuando logro de salir de mi estado de shock lo abrazo y dejo miles de besos en todo su rostro. Éste es el día más feliz de mi vida, seré padre.

Lunes, en el trabajo:
–Un bebé, voy a tener un cachorro. –murmuro en voz baja sólo para mí mientras llevo los tragos a los clientes del club.

Martes, de compras:
–Noah debería empezar a comer más sano, le llevaré manzanas en vez de las frituras que me pidió.

Miércoles, en el departamento:
Me pregunto cómo será el cachorro. ¿Tendrá mi color de ojos o los de Noah? Y el cabello... prefiero que sea como el mío.

Jueves, de visita al antiguo empleo:
–¡Esa es una gran noticia! –exclama Luka sacudiéndome de los hombros.

–¿Ya pensaron en el nombre? –pregunta Alma sonriendo.

–Sólo pasaron unos días, no deben emocionarse tanto. –comenta Natalia aguando la fiesta.

Viernes, en un tienda de ropa:
Debo comprarle ropa un poco más grande a Noah ya que su vientre comenzará a crecer.

Sábado, en el invernadero:
–Te felicito mucho, Izan. –Claudia me sonríe mientras colocamos unas cuantas flores en pequeñas masetas para luego venderlas –Eres una buena persona y mereces ser muy feliz. –agrega dándome un pequeño ramo. Ella me aconseja que se lo entregue a Noah como un obsequio.

Domingo, en el centro comercial:
–¿Para qué querías vernos? –me pregunta Alma curiosa. Yo la cité a ella y a Lucía para que me ayuden con algo muy importante.

–Es obvio ¿No? Emm... ¿Quieres consejos? –habla Lucía un poco dudosa pero acertó.

–Si, también quiero su ayuda para elegir cosas que serán para mi cachorro. –les sonrío mientras comenzamos a caminar por los grandes pasillos, repletos de tiendas, del centro comercial.

–Pues... yo no soy muy buena en ese tema pero haré lo que pueda. –murmura Alma con una pequeña sonrisa.

–¡Oh! Conozco varias tiendas que tienen todo lo que necesitas. Mi hermana trabaja en una de ellas y sabrá aconsejarte. –Lucía me toma de la mano y también a Alma para arrastrarnos hacia las tiendas que mencionó.

En una venden ropa de bebé –Como a un no saben el sexo deben comprar colores como verde, rojo, blanco o negro. –me dice Lucía mientras toma unas cuantas prendas muy pequeñitas y me las muestra. Soy tan adorables.

–Aquí hay un trajecito de panda y de conejo. –habla Alma ladeando la cabeza.

–Me los llevo. –tomo esas prendas y se las entrego a la encargada de la tienda.

Así pasamos todo el día recorriendo las tiendas hasta que ya conseguí todo lo necesario, sé que aún falta 9 meses para que mi cachorro nazca pero es mejor tener ya todo preparado. Yo puse todo lo comprado en el auto y lo llevé a casa. Una vez allí recibí más ayuda de Lucía en acomodar todas las cosas en la sala del departamento para darle una gran sorpresa a Noah cuando llegue con su salida con Christopher y Nicolás. Cuando ya todo esta listo le doy mil gracias a ambas por ayudarme y les aseguré que pueden pedirme cualquier favor que quisieran.

20 minutos después...
–Ya falta poco. –digo al ver el mensaje de Noah diciendo que ya está en camino. Desde que pudimos separarnos un poco siempre nos mantenemos en contacto por celular ya que aún nos extrañamos mucho cuando estamos solos. Quiero que llegue pronto.

Yo reviso si todo está en orden y noto que falta un juguete, algo para que el cachorro juegue. Entonces rápidamente saco a Zombi de su caja y lo llego a la sala para ponerlo dentro de la cuna que también compré, en eso la puerta se abre y Noah entra soltando unas risas.

–Bienvenido. –digo sonriendo.

–Hola. –responde sin voltear –Hey Izan, lo chicos me dijeron que estabas muy emocionado por el asunto del bebé. –habla mientras deja su chaqueta por el perchero de la entrada y ríe de nuevo –Yo les dije que sólo era una broma para ver cómo reaccionabas, entonces Nick dijo que te diga la verdad cuanto antes y... –Noah gira para encontrarse con mi sorpresa pero yo estoy muy molesto al saber que sólo era una mentira, tanto que termino arrancándole la cabeza a mi gato peluche que supuestamente era indestructible.

–¿Una broma?

–No creí que lo tomaras tan en serio. Todo esto es... –él trata de acercarse a mí pero le gruño en advertencia. Noah detiene sus pies mientras me mira preocupado.

–No te acerques... porque no quiero lastimarte. –murmuro bajando la mirada y termino arrojando los restos se Zombi al piso. Dejo a Noah en la sala y voy a nuestro cuarto para terminar arrojado sobre la cama, Natalia tenía razón, no debí emocionarme mucho. Pero es que... creí que seríamos padres, pensé que tendríamos a nuestro cachorro para cuidarlo, protegerlo y amarlo. Al final todo resultó ser una broma pesada de Noah.

Lunes a la mañana:
Despierto al sentirme un poco incómodo en el sillón. Luego de tener suficiente dinero con nuestro trabajo, Noah y yo compramos un departamento un poco más grande totalmente equipado.

–¿Y esto? –digo leyendo la nota que está junto a Zombi, parece que él lo arregló.

"Lo siento, de verdad, sólo llámame cuando te sientas mejor"

–¿Lo siento? –repito arqueando una ceja. ¿Por qué no me lo dice en la cara? Tuvo valor de mentir pero no se atreve a pedirme disculpas en persona. Yo termino rompiendo la nota y lanzo el peluche a una esquina en donde está el montón de cosas que compré como un idiota.

Suspiro para después levantarme del sillón y caminar hacia la cocina, sobre la mesada encuentro el desayuno preparado. Noah debió levantarse más temprano para hacerlo. Pero no hará que lo perdone sólo por darme de comer –¿Dónde estará ahora? –me pregunto teniendo la boca llena –¡No me importa! Si quiere puede largarse. –exclamo apretando el vaso de vidrio que contiene jugo de manzana, si no me tranquilizo tal vez termine destruyendo todo el departamento.

16:58, en la habitación:
Ya estoy aburrido, no he visto a Noah en horas –¿Dónde estará? –rápidamente tomo mi celular y le escribo un mensaje preguntándole donde está, 5 minutos después y no responde. Además sí vio el mensaje –No creas que me rendiré fácilmente. –murmuro escribiéndole ahora a Alma.

Yo
Noah está ahí???

Alma
Eh, no. Porqué estaría aquí? No es que tú estuvieras tan molesto con él y que viviera a pedirme ayuda. Ni que estuviera tan asustado para responderte.

Yo
Si está ahí, sólo dile que no regrese muy tarde.
Y que lo espero para cenar.

Alma
Bien!

–Estúpido. –murmuro frotando mi rostro cuando dejo el aparato a un lado –¿Asustado? Dijo que estaba asustado. –reflexiono sobre lo que pasó ayer y no era mi intención asustarlo. Si, tal vez quería golpear toda su horrible cara pero... jamás lo haría.

21:00, en la cena:
Miro la hora y son las nueve, la mesa está preparada e hice lasaña al horno pero se enfriará. Noah aún no aparece y no quiero forzar nada enviándole mensajes. Así que suspiro y espero un poco más.

21:05...
–¡Ah! No vendrá y todo por mi culpa. –golpeo mi cabeza contra la mesa sin querer y siento dolor en mi frente, la zona se vuelve roja rápidamente –¡Ay, ay, ay! –me quejo.

–¿Izan? –su voz me deja paralizado y espero a que él mismo venga a la cocina, la puerta se abre y asoma su cabeza un poco –¿Todo bien? –me pregunta sin siquiera mirarme, sólo mantiene la mirada abajo.

–Todo estaba perfecto. –respondo tocando mi frente, no tardará en aparecerme un chichón.

–Oh, es que le dijiste a Alma que...

–Sólo ven a cenar antes de que se enfríe. –murmuro tomando un gran trago de jugo. Noah camina hacia la mesa y se sienta frente a mí en silencio mientras da los primeros bocados a la lasaña al igual que yo.

El silencio es un poco incómodo para mí pero no quiero hablar, sólo me concentro en sentir su perfume a mi alrededor. No sólo a los alfas les gusta sentir el aroma de su pareja todo el tiempo –Izan. –Noah es en primero el hablar –De verdad lo siento. Si quieres no me hables, insúltarme o algo, pero déjame estar a tu lado. –dice dando unos pasos hacia mí –No quise lastimarte, luego me di cuenta que esa broma fue cruel. Para entonces ya era muy tarde. –susurra lo último mientras esta frente a mí, él se arrodilla a mi lado y abraza mi cintura.

Noah frota su cabeza contra mi pecho y no puedo evitar abrazarlo, él está arrepentido, lo siento por el lazo. Además no puedo estar enojado mucho tiempo con él, es mi debilidad y lo sabe –Te perdono. –digo manteniendo los ojos cerrados mientras nos abrazamos. No quiero que volvamos a estar separados.