Jungkook

La primera semana sin Taehyung estuve bien: calmado, hablando con él dia por medio... todo normal.

Pero ahora ya es el día once sin tener a Taehyung a mi lado, sin nadie que me diga cosas tontas ni nadie que me hable en inglés.

No puedo aguantar mucho tiempo.

Estaba tan a gusto con él...

Y ahora solo estoy preocupado: él no quiere decírmelo pero sé que algo anda mal. Creo que en la última videollamada  Taehyung usó maquillaje para tapar un moretón en la mejilla.

Me di cuenta que algo andaba terriblemente mal cuando le vi el labio algo partido y reseco.

—Te extraño, caramelito — me dice con media sonrisa mientras lo veo acomodarse en su cama. Desde la pantalla puedo ver que tiene un cuadro colgando de la pared de la cabecera. — ¿Qué tal la universidad, bebé?

—Es una semana complicada: los finales están justo a la vuelta de la esquina.

—¡Suerte, tienes que aprobar todo, tú puedes!

Él me sonríe y cierra los ojos, los vuelve a abrir y me lo quedo viendo.

—¿Te pegó otra vez?

Taehyung se queda helado al otro lado de la pantalla. Por un momento creo que hasta la conexión se corto, pero eso no es así. Él mira hacia otro lado y luego me sonríe con nerviosismo.

—Lo siento, bebé. No es algo que pueda evitar.

—Tienes 24 años, Taehyung. Está en tu derecho irte de ese estúpido lugar.

—Si lo hago las cosas se pondrán...

Al otro lado se escuchan golpes en la puerta y Taehyung me corta la llamada.

De la furia y la impotencia estrello el celular contra el suelo y me tiro de los pelos. No pasa mucho tiempo hasta que mi hermana aparece en la habitación.

Y yo ya me encuentro llorando por él.

No puedo aguantar verlo sufrir así. Mi corazón no lo soporta: no es justo que sufra tanto por amar a una persona.

¡NO ES JUSTO!