13. Pijama de ositos cariñosos
Jungkook
Llegué empapado al hotel y aún así Taehyung me recibió con un abrazo y su actuación de "solos amigos de toda la vida, deben creernos o me mataran".
Estamos en su habitación y él me esta secando el cabello con una toalla mientras mi ropa se está secando en el baño.
Estoy vistiendo un pijama de ositos cariñosos.
—Si sabes que esto es muy gay ¿no? —digo tirando de un pliegue del pijama. Taehyung suelta una carcajada — No me entra en el cerebro cómo es que un príncipe millonario venido desde Inglaterra, un lugar serio en donde beben el té a las cinco de la tarde, se molestaría en usar un pijama de ositos cariñosos.
Taehyung vuelve a reírse y termina de secar mi cabello. Me lo revuelve y deja un beso en mi cabeza.
— ¿Esperabas que te diera un pijama de seda o que? No uso esas cosas.
Él se sienta en la cama frente a mí. Me giro para verlo mejor.
—¿Me estás viendo la cara de estúpido?
Tae se alza de hombros.
—De verdad, no uso esas cosas. Todos mi pijamas son de algodón extra suave.
—Sigo sin entender por qué tienes un pijama de ositos, que para colmo es rosa salmón.
Taehyung mira hacia abajo y sonríe a medias.
—Me lo regalaron mis abuelos hace un tiempo. Ellos se alejaron de la familia real y vivían su vida en el campo como personas normales. Ese pijama es lo último que tengo de ellos, así que siempre lo llevo conmigo.
Inmediatamente me siento muy mal y un estúpido por haber criticado algo tan importante para él. ¿Por qué siento algo raro en el pecho al escucharle decir aquellas cosas?
Me quito la pulsera de macrame que llevo en la muñeca y se la coloco en la suya.
Él me mira inclinando la cabeza.
—Yo tenía un hermanito pequeño... —sonrío al recordarlo y los ojos se me llenan de lágrimas. — Es lo último que tengo de él. Hagamos un intercambio por hoy.
Taehyung me pasa un brazo por los hombros y me atrae hacia él. Coloco mi cabeza en su hombro derecho y cierro los ojos.
— ¿Por qué las heridas duelen tanto después de todo este tiempo?
Hay un silencio entre nosotros hasta que él dice:
—No lo sé.
—Vaya respuesta tan elaborada, su majestad. — me limpio las lágrimas — Te darán un premio a la respuesta más inteligente del milenio.
Él me sonríe y me suelta para tomar el control de la televisión. Nos acostamos juntos y él apaga las luces del cuarto con solo un control pequeño. Vaya tecnología.
—¿Hacemos una pijamada? — Pregunta dulcemente.
—Claro... aunque no hay nada para comer.
Taehyung me mira alzando ambas cejas y sale de la cama para abrir una maleta pequeña. La deja entre nosotros dos y cuando la abre veo un infinito paraíso de dulces británicos y coreanos, dulces de Estados Unidos y dulces de... ¿esa es la bandera de México? Wow.
—El rey de los dulces internacionales.
Ambos reímos y Taehyung pone en la tele un canal de series policiales.
Él vuelve a rodearme con un brazo para atraer me hacia su cuerpo. Esto es tan raro pero me gusta tanto sentir esta calidez. Es bonito.
Nunca nadie me había hecho sentir de esta forma tan rara. Y me siento agradecido.
—¿Jugamos Pepero Game? Me comentaron que es un juego muy popular aquí en Corea. But... no sé de que va.
—¿Te das cuenta que se te mezcla el inglés con el coreano? — Digo sonriendo
—¿Really? — él también sonríe y se mete un palito de chocolate entre los labios. Lo mueve para que yo tome la otra punta.
—¿No era que no sabías de qué iba el juego?
A él le brillan los ojos.
—Teach me, baby.
Ay mierda esa voz. ¡Cuando cambia de idioma me toma de sorpresa y su voz se hace más grave y más sexy de lo normal!
¡Estúpido que me matarás de un paro cardíaco!
Tomo la otra punta del chocolate y avanzo hacia él mientras me mira a los ojos. Me siento intimidado pero aún así sigo. Lo hago sensual y lo miro con una ceja alzada y media sonrisa. Taehyung mira mis labios y cierra los ojos.
Nuestras respiraciones se mezclan y mi corazón se agita. Inclino mi cabeza y mi nariz roza la suya. La respiración de Taehyung se siente entrecortada y estoy a punto de comer el centimetro de chocolate que me falta para besarlo cuando la alarma de su teléfono suena para interrumpir.
Taehyung gruñe y agarra el bote de pastillas que tiene en la mesa de luz con mala gana y se levanta por un vaso de agua. Se lo bebe y luego la otra pastilla, pero se atraganta y comienza a toser.
Me levanto para golpearle un poco la espalda y eso parece ayudarle a que pueda respirar con normalidad.
—Estúpidas pastillas — Murmura recargandose en el mueble con los brazos cruzados. — Lamentablemente no puedo vivir en paz sin ellas.
—¿Tu ansiedad es muy grave?
Él asiente con la cabeza.
—Pero últimamente no me ha dado ningun ataque. — El baja la cabeza apenado — Mi padre no vino aquí a Corea, por lo que me siento menos presionado ¿sabes? Mamá es mucho más iberal que él. Pero no se lo cuentes a nadie, secreto confidencial ya sabes.
— Tu padre debe ser muy estricto. Es un rey después de todo.
Él se alza de hombros.
— Mi padre no soporta la idea de tener un hijo homosexual, así que me reprende por eso cada vez que llevo a algún amigo al palacio. A pesar de que ya conozca a Jimin y a Hobi siempre hace un escándalo por verme con ellos. — Tae suelta una risa falsa y luego me mira de reojo — debe pensar que hacemos una orgia gay o algo así.
Soltamos una risa pero luego me pongo serio de repente.
— ¿No haces una orgia con ellos o sí?
— Claro que no. Son solo mis únicos dos amigos. Conozco a Jimin desde el jardín de infantes. Él es Coreano de pura sangre, le cuesta mucho hablar inglés, al igual que Hoseok, son primos y los mejores amigos que tengo.
— Me alegra que te rodees de buena gente.
Taehyung se vuelve a meter en la cama y yo lo sigo. Palmea su costado para que me arrime a su lado y así lo hago. Él coloca un brazo al rededor de mis hombros y mi corazón late con fuerza.
— ¿Puedo pedirte algo raro, Kookie?
— ¿Qué? ¿Quieres una mamada antes de ir a dormir?
Con eso consigo que él eche la cabeza hacía atrás y suelte una risa, pero en el proceso se golpea la cabeza con el respaldo de la cama.
— No... —mientras habla, me atrevo a acariciarle la nuca en el lugar en donde se golpeó y le doy un masaje — En realidad quería pedirte una cita.
Abro los ojos como platos y me lo quedo viendo petrificado.
— ¿U-una cita?
Él asiente con la cabeza.
— Una cita formal — Ahora es él quien me acaricia la cabeza con dulzura. — Verdaderamente, estoy interesado en conocerte.
— Woow.
— Ya que mañana me darás un tour por la ciudad me gustaría ir a un restaurante de buen nombre, con excelente comida y que sea cinco estrellas. Y quiero pagar los gastos y tener una cita formal contigo.
— Doblemente wow. Conozco un restaurante aquí en Seúl, pero es impagable.
— Yo pagaré por todo y te compraré toda la comida que quieras ordenar. ¿Qué dices entonces?
Lo miro estupefacto mientras sus dedos acarician mis mejillas. Esta sensación es muy hermosa.
— Claro que Yes.
Taehyung se arrima para dejar un beso en mi mejilla y la sensación me cala hasta los huesos.
— Gracias por darme esta pequeña oportunidad, precioso. Tendremos la mejor cita de la historia.
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