Capítulo final
Cuando abrí los ojos me encontraba en otra sala, en el comedor, pero todas las personas del último recuerdo estaban allí vestidas de negro y en un ambiente un tanto lúgubre, terminando de comer en silencio, nada que ver con la alegría de las otras navidades. Me senté en una silla libre en el cabecero de la mesa como si fuese un invitado más, pero nadie me veía. Entonces una mujer de unos cuarenta años se levantó, iba a dar unos golpecitos al vaso con el tenedor, pero la silla hizo el ruido suficiente para que todos la miraran.
- Propongo un brindis, como los que hacía papá en cada comida. Quería hacer un brindis por él, porque fue un pilar en nuestras vidas, porque trabajo honrada y duramente para alimentar a toda una familia, porque era una de las pocas personas que conseguía reunirnos aunque fuese una vez al año, porque a conseguido que 4 generaciones de esta familia lo recuerden con cariño, porque era un buen padre, abuelo, hijo, amigo y compañero de vida además de una buena persona, y porque, aunque ayer nos dejó dio su tiempo y cariño por los suyos; por nosotros. Así que ¡por él!
En ese momento todos choran las copas con lágrimas en los ojos y se bebieron su contenido independientemente de si tenían agua, vino o coca cola, todos bridaron por aquel hombre que acababa de irse, pero había hecho tanto por los suyos. Aquel hombre que era yo, pero que ya no podía hacer nada más por ellos. Y me fui, dejando a todos con una amarga sensación a perdida y mi recuerdo. Pero antes de eso deje una nota y cuando la descubrieron se dieron cuenta de que habían tenido un invitado inesperado.
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Escribo esto por que si lo estas leyendo es que te tomaste el tiempo de leer mí historia y ya solo por eso te lo agradezco que hayas aguantado todas las faltas y posibles errores. Solo espero que te haya gustado y que te haya servido para relajarte aunque sea unos minutos. Con todo el cariño y el agaradecimiento posible se despide,
Nessy Saez
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