Louis estaba en la casa de los Styles hace tres días.

Conoció a la hermana de Harry. Una Omega tierna pero con carácter. Apenas cruzaron algunas palabras cuando la chica fue a dejarle la comida.

En estos tres días, los cuales parecían eternos, había hecho maratón de Marvel con Harry, como habían prometido.

El Alfa limpiaba sus puntos cada día. Claro que el ojiverde estaba más se encantado, aunque Louis no opine lo mismo por el ardor que le generaba, y el hecho de que Harry vea sus cicatrices con frecuencia no era su cosa favorita.

Mañana por la mañana ya le podrían sacar los tapones en la nariz. Y después del hospital, irían a comprarle ropa al alfa bajito.

-Es que no tiene sentido. -Se quejó Harry intentando hacer la tarea.

-Tranquilo, Hazz. Ven aquí.

El alfa alto estaba sentado en la cama intentando hacer unas tareas atrasadas. Louis lo llamó para que se acueste solo un momento en su pecho, y lo marco con sus feromonas de protección. Como Harry había pedido dos noches atrás.

-Pobre loki.- dijo Louis.

Estaban viendo Thor: un mundo oscuro.

-¿Pobre? Es muy mala persona.

-Harry, si fueras la sombra de tu hermano y padre, el dios del trueno y el padre de todo, y tú eres el dios de la mentira y el engaño, te enteras que no eres del lugar que te hicieron creer y todo el tiempo te menos precien ¿Cómo te sentirías?

-Es un buen punto.- razonó.

La película siguió. Harry estaba apoyado en uno de los hombros de Louis, este lo envolvía con su brazo.

Como el de ojos safiro no podía dormir del todo acostado, buscaron la forma más cómoda de estar acostados y juntos. Está parecía la más eficaz. El bajito podía jugar con los rizos del alto, y el alto ronronear cuál cachorro.

-Lou...- se levanto y se sentó en la cama. Tenía un sonrojo bastante notorio en las mejillas y una sonrisita.

-¿Harry?

-Yo..., Quería saber si..., Primero debes saber que si no lo quieres hacer está bien, Lou. No tiene porqué hacerlo si no te sientes cómodo yo...

-Harry...- llamó al ver que el ojiverde ya estaba balbuceando cosas por los nervios.

-¿Me puedes marcar con tu olor de vez en cuando?- preguntó rápido. -Yo... Tu olor me gusta, me calma. Me gusta pasar tiempo en tu cuarto por eso, además de tu compañía, amo tu compañía, estaría...

-Si. -Respondio con una sonrisa al ver a un alfa que se mostraba tan tímido y tierno.

Harry otra vez hundió su cabeza en el hueco que estaba, pero ahora boca abajo, para oler a Louis.

Inmediatamente, el alfa bajito soltó feromonas, marcando al alto.

☃️☃️☃️

-¿Y si me duele?

-Está bien, Lou. No te dolerá, eres valiente.

Ya se encontraban en el auto de el viejo Alfa, padre de Harry. Hoy me sacarían el yeso y los tapones que tenía dentro.

Louis estaba acurrucado en uno de los costados de Harry. Afortunadamente, los puntos de sus costillas molestaban cada vez menos, el dolor estaba pero gracias a los analgésicos era soportable.

-No te dolerá, Lou, seguro solo será una molestia.- intentó calmar el Omega al volante.

-Omega, al sacar a dos cachorros por un lugar muy pequeño tu humbral de dolor cambió mucho.

-¡Alfa! Tienes que ser bueno con Louis. No pasará nada, pequeño.

Louis sonrió un poco. Se sentía increíblemente cómodo en ese lugar. Tanto que pudo olvidar que mañana un abogado que no conocía, no era ni el mayor Styles o el señor Malik, hablaría de su vida entera, pero a más detalle. Eso no le dejaba dormir.

Se bajaron del auto, Louis nervioso fue a anunciarse para que lo puedan entender, Harry y sus padres lo esperaron en la sala de espera, algo lejos.

-Hijo...-Llamó su padre, ya sentado en una silla de metal. - Estuvimos hablando con mamá, respecto Louis y su estadía en casa.

El alfa de Harry se alteró y su olor cambio rápidamente. Des lo notó.

-No, no, no es lo que piensas, amor. -calmo el Omega. -Queriamos que Louis pueda vivir en casa. -Dijo con una sonrisa. -Tenemos los medio para ayudarlo, el dinero, el lugar..., Y ustedes dos se llevan realmente bien. -Hizo incapié en la última oración.

El alfa de Harry se removió de la felicidad. Eso significa que lo vamos a tener más cerca. Dijo.

-Como Louis aún no termina sus estudios, queríamos darle una oportunidad y que los pueda terminar con n hogar y soporte. Así que hablaremos con él si aceptaba.

-Oh, mamá- Se tiró encima de su madre para abrazarlo. -Eso es genial.

-No te emociones tanto, Hazza, no sabemos si él aceptará o no.

Olió a Louis algo cerca. Venia caminando tranquilo. Con el menton en alto, con una seguridad que no lo había visto.

El aceptará. Dijo el alfa de Harry.

Esperaron algunos minutos más y por fin fue el turno del Alfa.

-Hazz... ¿Me acompañaras?

El alfa llamado solo sonrió en respuesta, y se paró para tomar la mano del más bajito e ir hasta el consultorio. .

El mismo beta que lo había atendido antes estaba sentado.

El gran consultorio con paredes blancas tenía una camilla en el medio.

-Hola, Louis. -sonrio alegre.

-Hola, doctor.

-Ven por aquí. -le señaló la camilla. -Acuestate que yo iré a buscar las pinzas.

El doctor salió del consultorio
El castaño se recostó en la camilla medio acostada, medio sentada. Harry rápidamente se acercó y tomó su mano.

-Estas asustado.- declaró el ojiverde al oler al alfa algo agrio y amargo.

-Oh, no es nada. Es solo la impresión de que sacarán un tapón enorme de mi nariz.

Harry de todas formas se removió en su lugar, inconforme por la respuesta de Louis. Miraba todo a su alrededor. El olor se hizo un poco más espeso, confundiendo al alfa sentado en la camilla.

-Me puedes marcar si eso es lo que quieres.- Murmuró bajito y sin mirarlo por sus mejillas rojas.

El rizado, con una sonrisa en su rostro, se agachó para llegar al cuello del contrario, fregó su frente por esa zona, lo mismo con las mejillas, mientas soltaba su dulce y particular olor.

A Louis me sorprendía mucho el olor a durazno y licor que tenía Harry. Era un olor muy dulce para un Alfa, aunque eso no le quitaba lo posesivo, con el pesado licor siente presente.

El beta volvió a entrar por la misma puerta que salió con los instrumentos en sus manos. Al oler un poco el consultorio se mareo.

Era un olor fuerte, incluso tanto como para marear a un beta.

-Bien.- carraspeó -Empecemos.

☃️☃️☃️

Iban en el auto. a Louis me fue bien, más que bien. Después de que un alfa con una mata de rizos lo marcara se sintió mil veces mejor.

Y también empezó a llover. El otoño se dejaba ver, con temperaturas más bajas y lluvias más seguidas. Cosa que un alfa con orbes azules adora.

Sentía el ambiente tenso. El, casi inexistente, olor del Omega se sentía nervioso, quizás ansioso. Era tenue pero ahi estaba.

Louis estaba nervioso, quizás algo asustado ¿Se arrepentían de tenerlo? ¿Quizás les molestó tener que llevarlo al hospital? El puede ir solo de ahora en adelante podría ir solo...

-¿Está todo bien?- preguntó finalmente.

Harry a él con el veño fruncido.

-Claro, Lou ¿Por qué preguntas?

-Es que... Siento que están los tres extraños. Desde que salimos del hospital...- y Harry no me está abrazando. Casi se queja

Pararon en un semáforo y el Omega al volante miro a su alfa a su lado. Hicieron contscgo visual algunos segundos. Louis puso jurar que se estaban comunicando.

-

Louis... Es un tema que... Deberíamos profundizar en casa.

Casa.

Aunque Louis se puso más nervioso ¿Debería irse de el lugar que se empezaba a sentir correcto? Se angustió y una tristeza se instaló en su pecho.

El ojiverde pudo olerlo de inmediato. Haciendo que se desabroche el cinturón pasar un brazo por detrás de Louis, abrazándolo.

-No es eso que piensas, cariño....- tranquilizó. -Mamá, creo que deberíamos decirle ahora. -pidio

El Omega puso en marcha otra vez el auto y asintió.

-Bien... Louis..., Estamos pensando en que quizás, te puedes quedar en casa. Permanentemente. Cómo aún no terminas la escuela, queríamos saber si quieres venir a vivir con nosotros.

Louis abrió en grandes sus ojos.

Miro al alfa a su lado, quien tenía una sonrisa inmensa. Algo en su pecho se removió de tal forma que quería llorar. Una tranquilidad, calma y paz que podía sentir subir por su columna. Al fin.

-¿Aceptas? -cuestiono Harry.

-¡Si! Yo..., Erik, Des, gracias por esto, no sé cómo agradecerles. -dijo con los ojos brillantes por las lágrimas. Con una sonrisa sincera, una que el alfa de rizos deseaba ver a diario. Una sonrisa que si transmitia felicidad y no un acto forzado.

El ojiazul abrazó de igual manera al Alfa, está vez como se debe. Apretujo y agradeció. Se separó y recortó en el hombro de Harry. Mirando la ventanilla, la cual tenía gotas bajando.

La forma que se había empañado por el calor del interior del auto y el frío del exterior.

No pudo evitar familiarizarse con la ventanilla con espeso vapor. Las gotas bajan dejando cicatrices en la ventanilla, el vapor que se creaba era por la envidia que el frío le tenía al calor.

El ya consiguió el calor que tanto deseaba. El calor que más había anhelado. El ya tenía un hogar, uno real. Ese hogar que te llena el corazón con una temperatura elevada por el bienestar y seguridad que te brinda. Por el amor y el respeto.

Louis estiró su mano y con su dedo índice formó una casita en la ventanilla, con una pequeña boca de chimenea de la que salia un corazón.

El consiguió un hogar.

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I'm back.

No tenía imaginación, pero tengo la esperanza de mañana poder escribir, tengo algo pensado.

Hoy lloré muchísimo con el festejo de argentina desp del amistoso. Quizás uno de los últimos párrafos tiene algo que ver con eso...

En fin.

¿QUIEN QUIERE UN ALFA EMBARAZADO?

¿Las cosas están yendo muy rápido? Háganme saber

Quizás hasta mañana

All the love. M.