2 | De bailes, misiones y desafíos.
OMNISCIENTE
Margot baja los pies de la limo con suma elegancia, seguida de Katherine. Ambas damas ponen los pies en la alfombra roja ganándose todas las miradas del lugar. La primera porta un vestido negro de lentejuelas que se ajusta a sus largas piernas con una abertura en el muslo, mientras su pelo ha sido laceado y porta un maquillaje oscuro que resalta sus ojos verdes oscuros; lleva unos tacones bajos, perfectos para correr en caso de ser necesario. Detrás de ella, Katherine luce un vestido rojo vino sin tirantes que deslumbra con una larga cola, el tono seductor de su vestimenta y las suaves ondas en su pelo hacen del conjunto un espectáculo visual; su maquillaje es más suave, mientras que ambas portan bolsos de tamaño estándar donde guardan las pistolas que usarán si algo sale mal y los intercomunicadores que se pondrán en el oído una vez estén dentro del Palacio.
El sitio solía pertenecer a la realeza siglos antes, y aún lo conservaban como lugar de grandes festividades para la gente con dinero.
Una vez ambas tocan el suelo de mármol impoluto del lugar se colocan los intercomunicadores en el oído y se van por caminos diferentes. Margot sube por las escaleras laterales hasta los palcos, que sabe que están solitarios, y suelta un suspiro sentándose al final.
Cierra los ojos un segundo y luego lo activa.
-Bueno, vale, chicos...-habla-Vamos a asegurarnos de que todos estén conectados, ¿Hazam?
Hay un pequeño silencio hasta que su voz se oye.
-Aquí estoy...Me ha costado un poco, pero he logrado colarme por la puerta trasera con los meseros-siente su respiración pesada e imagina que ha tenido que correr.
Ella asiente.
-Kol, ¿Estás ahí?...-hay unos segundos de silencio. Nada.-¿Kol? ¡¿Kol?!
De repente, se siente una exhalación.
-¿Eh? Ah, sí, joder que aquí estoy.
Margot se pasa una mano por la cara, cansada.
-Pero, ¿se puede saber dónde...?-es interrumpida por Hazam.
-Seguro se aprovechó de la mira supersónica del arma que tiene en la mano para mirar más allá de algún vestido.
Siente la risa débil de Kol y casi puede ver el leve sonrojo de su piel morena y su sonrisa ligeramente petulante.
-¿Ahora eres graciosillo, Hazi?
-Al menos mis chistes dan gracia, Kol.-la voz de Hazam le hace pensar que el castaño se debe estar partiendo de la risa, con los ojos miel centellando como dos faroles. Dos faroles muy burlones, la verdad.
-En cuanto te pille te voy a dar una hostia que...
-¡Dejáos de niñadas!-chilla Margot, interrumpiendo la amenaza de Kol-Esto es importante, joder.-los chicos murmuran algo por lo bajo pero ella no lo oye, tratando de localizar el intercomunicador de Katherine-¿Kath?¿Estás ahí?
Nada. Silencio.
-¿Estás segura de que se lo...?
-¡Cierra la boca, Hazam!-exclama, nerviosa. Pasan veinte segundos en los que el corazón se le desatornilla bajo la sensación de perder el control de todo cuando de repente :
-¿Chicos, me oís?-la voz de Katherine hace que Margot se eche atrás recostando la nuca a la pared.
-Sí, Katherine, te oímos. Pero, ¿Por qué demonios no has contestado a la primera?
Katherine está a nada de responder cuando la voz de Hazam los interrumpe :
-Seguro estaba buscando a alguien a quien tirarse para luego desecharlo, se le da la mar de bien.
Margot cierra los ojos, sabiendo lo que se viene. Kol se queda serio, vigilando la posición de sus amigos con la mira del arma para atacar ante cualquier peligro.
-No tienes derecho a reclamar una mierda, Hazam, así que cierra la boca-gruñe Kath, habla por lo bajo así que parece estar rodeada de gente.
-Claro, solo tú puedes opinar, la gente va a ti, te da cariño y tú las usas y las desechas, ¿no? Muy a tu manera.
Hay un tenso silencio en la línea que ni Kol ni Margot se atreven a romper.
Y, después de lo que parecen siglos, Katherine pregunta :
-¿Vas a seguir hablando de esto ahora?-está seria, nadie la ve, pero todos lo saben.
Margot mira a su alrededor, nerviosa. Kol acerca la mira a la zona donde Hazam mira al vacío con una mueca de desolación total.
-Si es necesario, sí, lo haré, Katherine.
-Bien, perfecto.
Y a Margot no le da tiempo gritar como quiere, pero Kol consigue ver como en algún punto de la fiesta, Katherine se arranca el intercomunicador del oído y lo lanza en una copa de champagne a medio llenar antes de salir caminando como si nada.
-¿Kath?...¡¿KATHERINE?!...¡Mierda! -Margot toma aire con fuerza.
No,no, no,no,no. Por más que confíe en las habilidades de Katherine ella no puede actuar por su cuenta.
El enemigo está aquí, es muy arriesgado. Joder.
-Kol-habla ella al intercomunicador-, ¿Ves a Katherine?
El chico acentúa la vista y busca por todas las ventanas hasta verla acercándose a un grupo de hombres que beben felizmente.
-Pasillo dos, sección cuatro. Junto al auditorio. Se ha arrancado el intercomunicador...
Ella suelta un suspiro. Eso es un problema. Oh, estas Katherine se las iba a pagar seguro.
-Bien, bien...-la rubia traga saliva, tratando de centrarse.Nada se le escapa.Nada se le escapa-Esto es lo que vamos a hacer, ¿vale? Mjm, voy a acercarme a Kath para mantenerla vigilada, Hazam se va a ocupar de ver si hay algún movimiento sospechoso dentro y Kol nos vigilará desde fuera. Si ves alguna amenaza no dudes en disparar-le dice al último.
-Vale.
Ella asiente.
-Bien, voy a salir. De ahora en adelante no voy a hablar así que mantenedme informada de todo.
-Al fin, libres de sus gritos-masculla Hazam con sorna. Kol se ríe.
Margot se muerde el interior de la mejilla.
-Estás colmándome la paciencia, Hazam, y ya serán tus dos jefas en tu contra.
Él se queda en silencio, y Margot se acomoda el pelo para tapar el diminuto intercomunicador antes de salir por el pasillo en dirección a donde sabe que se encuentra Katherine.
La rubia da cada paso con el corazón en la garganta porque odia la incertidumbre de haber tenido que cambiar un plan por una pelea de ligues.
Los sentimientos siempre se lo han arreglado para ser las únicas cosas capaces de huir a su control.
Siempre.
¥°¥
Katherine atraviesa el gentío con los humos por los aires , maldiciendo a Hazam en voz baja hasta que nota una animada conversación. Varios hombres comparten copas de champagne, pero uno de ellos se recrea con un vaso de wisky. Ella conoce los desiguales ojos de este último al instante. Así que, con un suspiro, toma una copa de champagne de una de las mesas y se acerca a la conversación.
-...deberías pasarte por mi oficina más tarde, no suelo negociar en las fiestas.-le decía este último a otro del círculo.
Ella se mete disimuladamente entre ellos.
-¿Interrupo algo , caballeros? - dice melosa , atusándose el pelo.
Siente los ojos de alguien en su nuca.
-Una dama como tú nunca interrumpe n...- se burla uno de ellos.
-Jamás hubiese pensado que una dama como usted no tuviese la capacidad de darse cuenta cuando alguien interrumpe o no algo-corta una voz gruesa a sus espaldas. Da un respingo disimulado cuando se gira para detallar en él. En su rostro ve pura satisfacción al lograr su cometido, aunque en el de ella refleja que no le agradó su comentario. Intenta disimular para no verse débil delante de personas de esa calaña.
-Disculpe mi incapacidad de no haberme dado cuenta, señor-le sonreí con ironía- pero se me hizo difícil resisitirme a una conversación en la que están participando negociantes tan aptos como ustedes. Me vendría bien empaparme un poco sobre dichos conocimientos, teniendo en cuenta que esta dama tiene su propio negocio.
Algunos disimulan una mueca de asombro bajo su copa, otros no lo consiguen tanto.
-Eso es...inesperado-dice uno.
Ella chasquea la lengua y le da un trago a la copa.
-Nunca juzguen un libro por su portada y podrán evitar situaciones...inesperadas.
Detalla en el hombre con una mirada surpicaz, sus ojos heterocromáticos, sus labios finos y su nariz recta ; su cabello desordenado color azabache contrasta con la pulcritud de su traje del mismo color , hecho a la medida. Algo en su mirada...esa fiereza, hace que quieras huir de él , pero a la vez acercarte y saber si sus ojos cumplen esa promesa de que él es...letal. Katherine no sabe si eso tiene algún sentido, pero en su cabeza lo tiene.
Está a nada de añadir algo más pero dislumbro la cabellera rubia de Margot. Solo de ver la mirada que tiene, observando a su alrededor con los nudillos blancos de lo fuerte que sujeta la cartera, sabe que la está buscando.
No le da tiempo escapar, los ojos de Margot se clavan en ella, penetrantes por la sombra oscura. Katherine traga saliva y se voltea ligeramente hasta dar la cara a todos.
-Me encantaría quedarme , pero mi amiga me está esperando. -señala a la rubia con el mentón- Con permiso, caballeros.
Camina hacia Margot, pero un brazo la detiene.El mismo hombre, de un ojo verde y el otro azul, la observa con un brillo raro en la mirada...Un brillo que la abruma, pero a la vez la intriga. Carraspea.
-¿Necesita algo, caballero?
Él sonríe de lado.
-Me gustaría conoceros a usted y su acompañante, si no es una molestia.
Katherine levanta las cejas, ¿Así de fácil? Ella disimula su asombro asintiendo ligeramente con la cabeza. Al notar que su amiga no se acerca sola, Margot relaja las facciones antes tensas y finge su mejor sonrisa.
-Eh,...entonces, ella es Margot LeBlanc.
-Un gusto-asegura la rubia, aceptando la mano del chico, que le da un beso en el dorso como si estuvieran en el siglo veinte, ambas chicas intercambian una mirada confundida.
-Margot, este es...-deja la frase abierta, se supone que ella no debe saberse su nombre. El hombre rápidamente se apresura a presentarse.
-Mi nombre es Dominick Schneider, un placer...
-Katherine, Katherine Kozlova-le responde la pelinegra, algo tensa.
-Un nombre precioso.-asegura él. Katherine mira a Margot y esta frunce el ceño con la vista en el hombre.- No he podido evitar sorprenderme ante el hecho de que manejas un negocio, ¿A qué se dedica, señorita Kozlova?
Algo en la forma de pronunciar su nombre hace que Katherine se tense.
-Mi amiga y yo tenemos una...-ella trata de recordar el plan -una...agencia pequeña de moda.
-Exacto, señor Schneider-secunda Margot.
-Podemos quedar para hacer negocios alguna vez, ¿no cree? Me muevo en todas las industrias, uno nunca sabe dónde estará escondida la suerte-algo en la forma de decirlo hace pensar a ambas que no planea precisamente negociar con ella, pero Katherine trata de no ser descortés.
-Claro, ya nos veremos.
-Un gusto, señorita Kozlova-esta vez es la mano de Katherine la que besa, se toma unos segundos más que en la de Margot-.Señorita LeBlanc.-se despide de la rubia, esta solo le dedica una sonrisa y un ligero gesto con la cabeza.
Una vez el hombre se aleja varios metros de ellas, Margot no duda en pellizcarle el brazo a su amiga.
-¡Ay!-exclama, tocándose la zona afectada-¿Qué te pasa?
-Que qué me pasa dice...-Margot suelta una risa sarcástica-Podría mandarte a Rusia de nuevo con una patada ahora mismo, Katherine. Has puesto en riesgo toda la puñetera misión. Joder...
Katherine suspira.
-Sabes por qué lo hice, Margot. Además -señala a su alrededor-, todo ha salido bien. He llamado su atención, ¿no?
La rubia enarca una ceja.
-La idea es adentrarte en el espacio principal, donde está el despacho y desbloquear la caja fuerte para sacar el usb con la información confidencial que se guarda aquí, Katherine...no flirtear de gratis con el enemigo.
Katherine voltea los ojos.
-Está a nada de empezar el baile, tía...En ese momento todos se reúnen en el salón del piso de abajo y tendré el cuarto piso para buscar a mis anchas. No te crispes.- Katherine mira a su amiga y roza su hombro con los dedos en señal de afecto muy...a su manera. Margot cierra los ojos con fuerza, tomando aire - No siempre puedes tenerlo todo bajo control, te lo he dicho miles de veces.
Margot agradece al cielo que ha apagado el micrófono y nadie oye su conversación con Katherine.
-No voy a dejar que ninguno de ustedes muera por un descuido mío, no...-se muerde el interior de la mejilla -No podría perdonarme algo así.
Su amiga le da una sonrisa triste.
-No voy a mentirte, Margot. Lo que hacemos es arriesgado y...siempre está la posibilidad de que las cosas acaben mal. Pero quiero que sepas que si eso sucede no es culpa tuya. Por favor, intenta creértelo.
Niega con la cabeza.
-No puedo, Kath. No va en mí, no puedo...-suspira-Solo evítame dolores de cabeza y cíñete al plan. La próxima vez que Hazam se porte como hoy te ayudaré a matarlo.
Ambas ríen.
-Ya me va gustando más el plan, rubia.
Margot voltea los ojos.
-Hazme el favor y cumple la misión, antes de que me dé un infarto , anda.
-Deberías preparte un té nada más llegar a casa.
-Y que lo digas.
Y cada una toma su camino : una al piso de arriba, y la otra al salón del baile. Katherine da una ojeada al pasillo y, cuando se asegura de que no haya nadie, avanza a hurtadillas. Si sus cárculos son correctos, la habitación estaba ...Bingo. Sonrió de lado al localizar la puerta de roble. Avanzó un poco más y entró cerrándola de golpe, pero sin hacer ruido. Nota la ventana que da con el edificio de enfrente, donde Kol debe estar en la azotea con el arma.La habitación era un despacho bastante corriente : el escritorio enorme, los adornos viejos y...Se quedó algo confusa al notar el enorme cuadro en la pared central. Un cuadro no era raro, vale, pero un cuadro que no pegaba con la decoración del lugar sí. Se mordió el labio con una sonrisa y dio varios pasos hasta el cuadro.
Lo quitó de la pared y lo dejó en el suelo con sumo cuidado. La caja fuerte estaba allí. Casi suelta un grito de emoción, en ese momento solo quería que a Margot se le pasara el enfado y que Hazam cerrara la boca. Examinó el mecanismo con concentración antes de teclear el código de hackeo y luego dio un golpe en una zona específica de los botones, justo como su padre le había enseñado. La caja se abrió. Katherine sonrió y observó detenidamente el contenido : un fajo de billetes, una joya y un usb. Tomó lo último y se lo metió en el escote.
Entonces oyó pasos en el pasillo.
Mierda, mierda,mierda. Si tuviera puesto el intercomunicador Margot pudiera haberle avisado. Maldijo en voz baja y cerró la caja fuerte colgando de nuevo el cuadro. Examinó la habitación , no había ningún sitio que pudiera usar para esconderse. Se detuvo en el lado de la puerta que sabía que la cubriría si la abrían y respiró profundamente. Los pasos se acercaban, y con ellos unos murmullos. Dos voces de hombre. Katherine rezó que Kol estuviera apuntando hacia allá, pero eso no la limitó para tomar el bolso que colgaba de su hombro y sacar la pequeña pistola. Empuñó el arma con fuerza y se puso un mechón de pelo que se le había escapado detrás de la oreja.
Entonces las voces se oyeron detrás de la puerta , contuvo la respiración.
Los hombres abrieron la puerta y hablaron algo, Katherine se quedó con la mano en la boca y la otra en el arma, destrás de esta. Ni siquiera oyó lo que decían, solo notó que de repente se fueron, dejando la puerta entreabierta.
Soltó un suspiro de alivio. Se aresuró a salir de allí, metiendo la mano en el bolso para ocultar la pistola, pero cuando volvió a levantarla chocó con unos ojos de colores desiguales.
Se queda paralizada.
Tiene el impulso de verse el escote a ver si se ve el usb, pero se contiene y trata de actuar con normalidad.
-Señor Schneider...-murmura ella.
Él parece extrañamente encantado con el hecho de que ella pronuncie su nombre.
Ella lo observa, abrumada, su presencia es...asfixiante, en el buen sentido.
-Señorita Kozlova...-saborea su apellido con los labios , ella trata de fingir que él no le afecta. En serio trata- ¿Qué hace usted por aquí arriba? ¿No desea disfrutar del baile?
Ella da un paso hacia atrás, nerviosa.
-Eh...sí...eh...estaba buscando el tocador femenino, pero me he perdido. Esta puerta estaba cerrada y...eh...he abierto para asegurarme de que no fuera el baño.
Él asiente.
-Comprensible, todos los baños tienen una puerta de roble con el símbolo de la ex-corona real - a pesar de su rostro caballeroso, ella nota el deje de burla. La cabrea mucho, pero lo disimula soltando una pequeña risa.
-Ya , cosas que una chica piensa cuando necesita desesperadamente retocarse el maquillaje-suelta una risilla nerviosa. Se calla al ver que el hombre tiene los ojos fijos en ella.
-No necesita nada, está perfecta.
Katherine enciende las alarmas cuando se...¿sonroja? ¿Desde hace cuánto no se sonrojaba?¿Desde los trece?
-Gracias por el...cumplido, señor Schneider, pero debo volver abajo o mi amiga va a matarme.
Él se ríe con complicidad.
-Claro, adelante.
Cuando se aleja , siente los ojos del hombre quemándole la nuca...o puede que un poco más abajo.
¥°¥
Margot ve a Dominick subiendo las escaleras,con otro hombre, entra en tensión al instante. Hazam pasa por su lado, vestido del servicio, y ella lo sostiene del brazo como si fuera a tomar una copa de champagne de las que lleva en una bandeja.
-Katherine está arriba-murmura.
-Ya.
Ella mira a su alrededor nerviosa.
-Él acaba de subir.-palidece- No tengo como avisarle.
Hazam la mira, algo nervioso.
-Démosle unos minutos, es ...astuta.-lo dice más como un insulto que como un cumplido- Si ni ella ni él bajan, ve tú. No puedo dejar el servicio, será sospechoso.
La rubia asiente.
-Dile a Kol que apunte al despacho principal, por si acaso.
Él asiente ante su orden y la rubia ve como se aleja, hablando al intercomunicador con disimulo. Respira profundamente. Echa ojeadas cada tres segundos a las escaleras con el miedo de que en cualquier momento suban los guardias. Pero no pasa. Ve bajar al hombre que había subido con él, pero nadie más. Él sigue arriba, Katherine también. Si tan solo la muy perra no se hubiera quitado el intercomunicador... De repente, siente unos ojos en ella, desde el palco. Se voltea a toda velocidad , pero ahí no hay nadie. Vuelve la vista a las escaleras y casi grita de alivio al ver el vestido rojo vino de Katherine bajando mientras todos están concentrados en la coreografía que se desarrolla en el centro del salón.
-Joder, le he visto subir con otro tío y me he muerto de miedo, ¿Qué ha pasado?
Katherine negó.
-Lo he pillado en el pasillo, le he dicho que he ido al baño...Creo que todo está bien.
La rubia asiente con cierto temor.
-Vamos a ver...¿Lo tienes?
Katherine se toca el escote con disimulo antes de sentir la textura del usb.
-Lo tengo.
Ambas sueltan un suspiro de alivio, Margot activa su intercomunicador y se encarga de decirle a los chicos que escapen de donde están y suban a la camioneta al final de la calle antes de volver hacia Katherine.
-Como vuelvas a hacerme lo que has hecho hoy...-comenzó la rubia, interrumpida por su amiga.
-Se supone que yo soy tu jefa.
-Nimiedades.
Ambas ríen, alejándose del lugar. Cuando llegan a la camioneta, Kol está en el asiento del copiloto esperando por Hazam para que este maneje. Les tiende a ambas chicas unos abrigos que guardan para emergencias y , unos minutos después, Hazam llega y el auto arranca.
Otra misión cumplida por el Escuadrón Rojo, piensan.
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