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Un humano salvaje cap 5 (Laberinto subterráneo 3/3)

-La verdad, es que Andou-san es bastante aterrador-

Ante aquellos murmullos se veía al Andrewsarchus Andou sentado solo en clase.

-Desapareciste de repente de nuestra vista... ¿Que estabas pensando?-

El Andrewsarchus se sobresalto exclamando enfurecido.

-¡¿Jefe se puede saber por qué proteges a los humanos?! ¡¿Exterminar a los humanos fue una mentira tuya?!-

-No, no lo fue, pero pasaron un montón de cosas después de que te fuiste- expresó Man mostrando una orgullosa sonrisa.

-Jefe hay un punto en hablar con el, pero no es el Andou-san que conocemos- declaró An tomando su lanza cosa que hizo a Man tronar sus nudillos diciendo.

-Tienes razón al menos juguemos su requiem con nuestras manos por los viejos tiempos-

Inesperadamente Ryuuji se interpuso frente ambas.

-¡Oigan esperen al menos escuchen lo que tiene que decir!- aclamó.

-¡¡Eso mismo!!- concordó Andou nervioso.

-Normalmente preguntan más cosas ¿Cierto? ¡¿Cómo por qué estoy aquí?!- comentó alterado.

-Te convertiste en un chico malo y asaltaste este pueblo ¿Cierto?- resalto An.

-¡¡No lo hice en absoluto!!-

-Está diciendo la verdad, luce aterrador y lo evitamos pero nunca nos hizo nada- aclaró la hurón.

-¿Entonces por qué estás aquí?- indago Man.

-Pregunta eso después de todo este tiempo- se murmuraron Ryuuji y Andou.

-¡Nos dijeron que preguntaramos!- exclamaron An y Man.

-Despues de ser derrotado por los humanos estaba muy avergonzado para verlos a la cara y me puse a vagar por los alrededores, ahí fue donde encontré este camino y me dirigí a este pueblo y su alegre gente en el...- explico calmadamente recordando poco a poco como llego ahí.

-Ya veo entonces querías ser su amigo y caminaste frente a ellos- especuló Man.

-Nop, ellos me enojaron así que los asusté- declaró recordándose a el gritándoles a los hurones "Paren de coquetear" ya que ellos se mostraban algo salvajes.

-¡Eso es básicamente un asalto!- recalcó la mamut algo nerviosa.

-Despues de todo sabía que todos estarían asustados de mi cara-

-Bueno no sabes eso de seguro, pero ciertamente tienes una cara aterradora- comentó Man intentando ser amable.

-Lo sé, siempre ha sido así, solo ustedes no me temen así que...-

De pronto esté recibió una palmada en la espalda por parte de Ryuuji.

-Andou... Te entiendo, te entiendo perfectamente- declaró con una lágrima cayendo de su ojo.

-Huh...- soltó Andou al verlo.

-Cierto a él también le temían algunas de las bestias aquí presentes, simplemente por tener una mirada aterradora...- pensó Jin con una gota de sudor.

De pronto todo alrededor incluyendo el suelo se comenzó a mover provocando un gran temblor.

-¿Que es esto?- se preguntó Ranka.

-¡¿Un terremoto?!- afirmó Jin sin saber que era realmente.

-¡El suelo está!- aclamó Yukari señalando el suelo que comenzaba a desmoronarse.

-Cave por todo el suelo cuando nos perdimos, es por eso que se hizo frágil- confesó Man.

-¡Así que es tu culpa!- aclamaron Jin y Ryuuji enfurecidos.

-¡¡Toda la cueva va colapsar!! ¡Vámonos de aquí!-

La hurón corrió hacia una especie de salida y la señaló diciendo.

-¡Chicos! ¡A la salida de emergencia rápido! ¡Llegaremos a la superficie en nada de tiempo!-

-¡Kya! ¡Los edificios están colapsando!- gritó Meimei muy emocionada, para acto seguido ser tomada por Ryuuji y subirla a su espalda como si fuera una niña, esto mismo hizo con Yukari rodeando con su brazo la cintura de esta cargándola, y a Miyubi la cargo en su carrito sosteniendolo con su otro brazo, todo porqué ellas se habían quedado pasamadas viendo como todo se derrumbaba.

-¡Hino-san súbete a mi espalda!-

Tras lo dicho por Jin en los nervios del momento Hitomi tropezó con una piedra cayendo encima de Chii.

-¡Kya!-

-Humf...- soltó ya que su cara quedó entre los pechos de la castaña.

-¡Hino-san! ¡Rayos murciélago de mierda! ¡Buen trabajo!- dijo Jin al ver cómo ella amortiguó la caída de Hitomi.

-Yo... Estoy bien, pero no soy un muro- declaró con el cabello sobre el rostro con seriedad.

-¿Eh?- hicieron algo confundidos los dos humanos.

Todos corrieron en dirección a la salida, a pesar de eso no estaban a salvó del derrumbe ya que cuando estaban a punto de llegar.

-¡An-chan! ¡Chii-chan! ¡Cuidado!- alarmó Hitomi.

La neandertal miró sobre sus cabezas y vio como una gran cantidad de rocas estaban por caerse encima de ellas, la pelirroja empujó a Chii lejos de ella y al instante alguien más la empujó directo a la salida siendo atrapada por Chii.

-¿Eh? Ryuu...ji- soltó An al ver esto completamente de reojo tan solo la sonrisa de el humano que fue como si su mente se hubiera conectado con la de él, solo escuchando.

"Todo está bien An... Tranquila..."

-¡Ryu-kun!- ante lo exclamado por la castaña todos voltearon a ver que él había quedado atrapado bajo un montón de rocas y sin dar señales de que estuviera bien.

Todas quedaron heladas, menos Jin y Andou quienes corrieron a quitar el montón de rocas de encima del humano, tras quitar un par de rocas vieron la mano del muchacho llena de heridas y raspones, Jin abrió sus ojos asombrado.

-¡Oye, por aquí rápido ayúdame! ¡Todo el lugar va colapsar!- llamó la atención Jin, Andou corrió rápidamente a quitar el montón de rocas finalmente sacando al humano de ahí.

An no sabía que hacer se había quedado estática con una mirada aterrada casi al borde de las lágrimas.
Pasado unos segundos Jin levantó al muchacho al momento de eso An corrió hacia ellos.

-Dejame... Ayudarte-

-¿Huh?- soltó Jin.

-¡Olvidalo tenemos que salir no ves lo que está pasando todo se viene abajo!- dijo en voz alta el humano, An simplemente se quedó con el cabello sobre el rostro mientras que el castaño pasaba justo a su lado con Ryuuji inconsciente.

-¡An vamonos de aquí!- Man la tomo de la mano y se la llevó, ella parecía bastante afectada por la situacion.

Todos lograron llegar a la salida Jin apoyo sentando en la pared a Ryuuji tan solo un momento, para ayudar a Chii quien venía con Hitomi y su lesión.

Rápidamente todos corrieron a ayudar a Andou para que pasará, y cuando nos referimos a todos es a An y Man.

-¡Vamos tira, tira!- exclamaba ambas, tirando de sus mofletes a Andou para que entrará poco a poco.

-¡Oigan! ¡¿Que pasa con ustedes?! ¡No se queden ahí ayúdenos!-

-Es inútil veas cómo lo veas no entrará- resalto Jin con una gota de sudor.

-¡Todo el lugar está derrumbándose! ¡Hay que apresurarse!- declaró Yukari.

-¡Vamos solo un poco más!-

Man tiraba con fuerza a la par de An pero tal como dijo el castaño era inútil, Andou era demasiado grande, aún así inesperadamente, la neandertal se llevó una sorpresa al ver que unas manos sostuvieron la gran pata de Andou para ayudarlas.

-¿Huh?-

An había volteado a su derecha y ahí estaba junta ella, Ryuuji bastante golpeado y una gota de sangre caía de su frente, sus manos estaban llenas de heridas, jadeaba mostrando que apenas podía mantenerse en pie.

-¡Ryuuji!- exclamó Mei.

-¡Ryuuji-san! ¡No deberías forzarte así!- la koala preocupada intentó alejarlo de Andou pero el se negó.

-¡Hey, estás en la mierda! ¡Tienes un golpe en la cabeza Ryu! ¡No deberías...-

-¡Y eso que importa!- ante aquella levantada de voz del muchacho todos se quedaron callados, fue una voz grave y enojada.

-¡Piensas que me quedaré parado viendo como este lugar cae encima de un animal! ¡No los trates como si fueran mierda Jin! ¡Me da igual si tú piensas eso, pero mi deber es cuidar de los animales! ¡A todos! ¡Incluyendo a aquellas especies que están al borde de la maldita extinción!-

Ryuuji tras eso se quedó en silencio, nadie sabía que decir.

-Ustedes dos, a la de tres tiren con todas sus fuerzas...- ordenó esta vez más tranquilo.

-No... Está bien no es necesario- Andou retrocedio sacando su cabeza del hueco, y se alejo caminando.

-¡Andou! ¡¿Que haces?!- grito Man.

-Finalmente estoy más calmado, puedo ver, qué en este mundo hay humanos con un alma gentil como la tuya- dijo viendo a Ryuuji.

-¡Hey! ¡Andou-san! ¡No te des por vencido! ¡Hay que buscar otra forma!- exclamó el humano, siendo detenido por Yukari y la demás ya que estaba dispuesto a ir a buscar al gran animal, todo esto siendo observado por An quien estaba dislumbrada por su comportamiento.

-Esta bien, parece que este es mi final, los estaré esperando en el otro lado jefe-

Ryuuji tras notar que ya no le quedaban fuerzas se rindió, golpeó la pared de madera que cubría la caverna.

-¡No puede ser! ¡¿Por qué tiene que acabar así?!- declaró entre dientes.

-¿Por qué? ¿Por qué a pesar de todo lo que ha pasado aún sigo sin poder proteger a nadie?- pensó mostrando una profunda frustración.

-¡Soy tan inútil!- aclamó que debido al retumbar de la cueva derrumbándose apenas se escuchó, An lo logro escuchar.
La neandertal no quitaba sus azules ojos de la espalda del muchacho.

-¿Cuando fue? ¿Que su espalda se hizo tan grande?... No, siempre fue así, solo que he dejado de verla, pero no está hecha para cargar con tanto pesó- entre pensamientos y pensamientos An se percató de que todo había dejado de temblar.

-Ah, se detuvo-

-¡Andouuu!- exclamó Man corriendo hacia el Andrewsarchus.

-¡Jefe! ¡Estoy bien!- dijo entre lagrimas.

El humano estaba sin palabras se quedo viendo como los dos amigos sonreían muy felices, al verlos soltó una risa de alivio, y sin mas preámbulo sus piernas y todo su cuerpo perdieron fuerzas casi cayendo al suelo, ya que An corrió hacia el para atraparlo.

-¡Ryu-kun!- ante el llamado de Hitomi y ver qué An lo atrapó todas se acercaron a el incluyendo a Jin, quien aun sostenía a Hitomi.

-Anetani-san déjanos, te ayudarem...- Yukari se quedó en silencio al ver que la muchacha pelirroja acercaba al desmayado Ryuuji hacia ella.

-No... Yo lo llevaré, estoy bien- declaró en voz baja.

-Pero...-

-¡Dije que yo lo llevaré!- alzó la voz, al ver esto Chii se acercó lentamente a la neandertal.

-Anetani-san... Yo quisiera ayudarte, como agradecimiento por haberme salvado y...- Chii dió un salto al ver que An levantaba a la voz, una vez más abrazando a Ryuuji con más fuerza.

-¡No! ¡Yo lo llevaré y nadie más! ¡El es mío! ¡Nadie más lo tendrá! ¡¡Es mi Ryuuji!!- las lágrimas caían por las mejillas de An mientras exclamó aquello, sollozo tras sollozo, abrazaba con fuerza la cabeza del muchacho, incluso Man se quedó sorprendida ante su comportamiento, extrañamente la única que sonrió fue Hitomi.

-...Dejen que ella se encargue-

Jin, Yukari, Meimei, Miki y Chii observaron a la castaña sin decir nada le hicieron caso y le dieron paso a An para que pasara.

Tras eso un par de días pasaron Jin y las demás conversaban en el club y escuchaban los agradecimientos de Miki.

-Enserio, gracias a todos, sobre todo a Ranka-san en verdad no sé cómo agradecerte-

-Ah, no descuida, es parte de ser la jefa- declaró con el pecho inchado en orgullo.

-¿Y... Cómo está... Kitahara-kun?- interrogó preocupada sintiendo algo de culpa por lo sucedido.

Hitomi bajo la cabeza Jin solo observó su libro mientras soltaba un quejido.

-Pues... Los últimos días no han sido los mejores, su heridas eran graves, incluso Guwano sensei estaba preocupado- explico recordando al muchacho recostado en una camilla a simple se notaba su estado, estaba con brazos y piernas vendados, una gasa en el rostro cerca de su mejilla, un vendaje rodeando su frente, y uno recubriendo su torso.

-Y pensar que ese dinosaurio ya estaba harto de el- pensó Jin.

-Ya veo- respondió Miki encogiéndose de hombros.

-Eso incluso despertó una terrible fiebre-

-¡Meimei-san!- exclamó Yukari ya que eso provocó que Miki se sintiera aún más culpable.

-¡Ah, lo siento hablé de más!- se disculpó la panda parándose de la silla y haciendo una reverencia.

-Vaya... Ella está siendo extrañamente educada- se dijo Jin con una gota de sudor resbalando por su mejilla.

-Bueno, como escuchaste presidenta, el está bastante... Digo, hoy por suerte la fiebre bajo un poco pero... Aún así no ha despertado-

Miki se mordía los labios.

-Esta bien presidenta no es tu culpa-

-Claro que lo es...- Jin de pronto recibió un puñetazo en el estómago de una tonelada por parte Yukari quedando sin color y completamente inconsciente.

-Oh, ¿Hay alguien cuidando de el ahora mismo? Si no es problema puedo...- la muchacha se quedó en silencio al ver la extraña sonrisa de Hino.

-B-Bueno, An-chan, ella es quien ha estado cuidando de el últimamente, de hecho desde el día que lo llevaron a la enfermería ella no se separó de el- comentó la castaña ante esto Miki sonrió tristemente.

-Debe sentirse culpable, me siento mal por An- expresó Ranka bajando sus orejas tiernamente.

Hitomi tras escuchar lo que dijo Ranka se quedó pensativa, sin darse cuenta su mente la llevo unos días atrás. Parecía dirigirse a la enfermería llevaba una bandeja con algunas golosinas y algo de comida.

-Perdón por la intromisión- dijo abriendo la puerta, una vez paso la cerró intentando no dejar caer la bandeja, se acercó hasta una cortina y paso para ver a An sentada en una silla junto a un inconciente Ryuuji quien jadeaba y se le notaba con fiebre debido a su enrojecido rostro.

-Aun no despierta...- expresó con tristeza.

An observo a la castaña de reojo recordando inevitablemente lo que escucho de la conversación de Ryuuji y Remi.

-"Esa chica Hitomi... ¿La amas no?"-

La muchacha bajo la cabeza apretando los puños, el solo recordar esas palabras eran como si miles de cuchillos se clavaran en su pecho.

-Toma lo dejaré aquí- Hitomi dejo la bandeja con comida encima de un mueble luego volteó a ver a su amiga.

-An-chan... Sabes que no es tu culpa ¿Verdad?- expresó dulcemente.

-Estoy bien- se limito a responder.

-Ryu-kun jamás te odiaría por...-

-¡Dije que estoy bien!- alzó la voz asustando por un instante a Hitomi, que luego de eso sonrió con tristeza y se marcho, no sin antes cerrar la puerta diciendo en voz baja.

-El te ama más que a si mismo...- finalmente cerró la puerta y se fue, dejando a An reflexionando sobre eso.

De vuelta al presente Hitomi se veía determinada a volver a ir visitarla dispuesta a decirle las cosas claras y en voz alta.

-Ya veras An-chan, no se porque ambos se distanciaron de esa forma pero haré lo que pueda para ayudarlos-

Mientras tanto en la enfermería An estaba en la misma posición y lugar que siempre, sentado junto a el, cuidando de Ryuuji, por suerte la fiebre ya había desaparecido, se veía que finalmente el estaba plácidamente dormido.

-¿Que debería hacer?... Hitomi, no quiero que ella me odie, no quiero enojarme, pero este extraño sentimiento cada vez que ella aparece desde ese día, que escuche lo que dijo el hermano de Ryuuji-kun... Yo me siento inquieta- todo aquello que dijo fue en voz baja subestimando por completo de que Ryuuji estaba dormido, curiosamente no fue así.

Lentamente fue como pasó, Ryuuji abrió sus ojos y se enderezó en la cama, An no se percató debido a que tenía la cabeza agachada y los ojos cerrados debido a que todos sus pensamientos la ponían nerviosa.

-An...- la nombró al instante ella levantó la cabeza asombrada.

-R-Ryuuji... Kun- el observó alrededor sabía dónde estaba, pero lo que era confuso para el, era cuánto tiempo llevaba así.

-Esta vez sí que me di una fuerte ¿No?- declaró entre risas mientras rascaba su cabeza.

-Si... Por si lo preguntas, lo demás han venido a visitarte varias veces, tal vez más tarde...- mientras aclaraba eso An veía la puerta y en el momento que volteó hacia el muchacho, este poso su mano en su mejilla viendo su rostro de muy cerca.

-Oye, te ves muy cansada, tienes ojeras- al instante An retrocedió junto con la banqueta, tan solo un poco avergonzada.

-A-Ah bueno yo...- el nerviosismo fue notorio para Ryuuji que paso de su amable expresión a una sería.

-Anetani An, dime... ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?- interrogó, provocando un mar de pensamientos para ella.

-No, si le digo cuánto, el se enojara o se sentirá en deuda, no quiero que eso pase, tan solo quiero alejarme, el solo hecho de pensar en el, hace que me duela el pecho, pero en primer lugar... ¿Por qué me quedé aquí para cuidar de el?- fuera cual fuera la respuesta la reacción de Ryuuji sería inminente.

-Yo... ¡Tengo que salir!- exclamó, rápidamente se puso de sin importar que volteara la banqueta corrió hacia la puerta.

-¡Hey An espera!- Ryuuji olvidó por completo sus heridas, vió su camiseta negra que suele usar en sus días libres, la tomo y corrió hacia la puerta como pudo.

(Cabe resaltar que con anterioridad Ryuuji fue regañado por correr por toda la escuela sin camiseta - Capítulo 45 temporada 1 )

Una vez atravesó la puerta tomo a la neandertal de la muñeca mientras que con su otra mano se sostenía en el marco.

-Espera An, está bien no diré nad...- no logro terminar sus palabras, An alzó la voz.

-¡No es eso! ¡Ya sueltame!- dijo dando un tirón, Ryuuji intento mantenerse firme.

-¡No si lo hago vas a huir!-

-¡¿Por qué me detienes?! ¡¿No es mejor que yo esté lejos de ti?! ¡¿No es lo que querrías?!- el humano estaba sin palabras, los ojos, la voz de An mostraban un intenso dolor.

-¿De, De que hablas?- indagó debilitando su agarré.

-¡Hablo de Hitomi! ¡¿Tu la amas no es así?! ¡Estoy bien con eso! ¡Deja de ser amable! Basta ya... Has aguantado mucho, no fuerces tu amabilidad en mí... Está bien...- las lágrimas caían de sus azules ojos mientras que con su mano libre se secaba las lágrimas y sollozaba.

Pero Ryuuji se quedó en silencio su mirada mostraba un intenso terror.

-Este...-

Al oír esto An volteó igual de aterrada finalmente viendo que detrás de ella estaba la nombrada Hitomi muy confundida.

Continuará...

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