-¡Ah! ¡Meimei-san se está hundiendo bastante rápido!...- exclamo Yukari mientras veía a la panda con una serena expresión, parecía estar disfrutando la situación.

-Esto es... ¡Malo! ¡¿Cierto?! ¡Malo, muy malo!- aclamó Mei realmente aterrada por la situación.

-¡¡Por supuesto que lo es!-

-Apenas te das cuenta- declaró Miki.

-Ah, Meimei-san-

Las dos corrieron a socorrer a Mei que finalmente ya se estaba hundiendo, pero fue demasiado tarde.

-Ugh... Mi estómago me duele como los mil demonios...- pensaba una voz que de pronto entre la oscuridad logro ver unas siluetas.

-Esas son... ¿Chicas son ustedes?- preguntó Ryuuji abriendo los ojos lentamente y ver qué Miki daba un clavado dentro aquella arena movedizas sin fondo.

-¡Huh! ¡Miki-san espera!-

Ryuuji corrió algo debíl intentando detenerla a la muchacha pero no lo logro.

-¡Ryuuji-san!-

-¡¿Yukari que fue lo que pasó?!- interrogó en voz alta.

-Meimei-san cayó a esas arenas movedizas y Miki-san se metió a buscarla, dijo que jalemos de la soga cuando nos de la señal-

Ante esto Ryuuji veía con preocupación la situación, ya que el humano tenía un fuerte dolor de estómago por haber salvado a Miki de comer "eso" y apenas podía moverse.

-Mierda... Haré lo que pueda Yukari- acto seguido el muchacho tomo la cuerda que al hacerlo sintió un tirón, volteó y vio que Miyubi también estaba dispuesta a ayudar.

-¡Ah! ¡Miyubi tú no deberias estar... Oh- soltó al ver que ella negaba con un puchero.

-¡Es la señal!- exclamo la koala al ver que tiraban de la cuerda.

-Ah las de tres una, dos ¡Tres!-

Al instante gracias a la fuerza del muchacho fue tan rápido que Miki se soltó de Meimei provocando que solamente logré salir ella.

-¡Espera! ¡¿Y Miki-san?!-

-¡Sigue adentro!- respondió Mei quien estaba tociendo y estaba repleta del lodo.

-¡Rayos!-

-¡¿Que haces Ryuuji-san?!-

Yukari veía como el humano se ataba la cuerda a la cintura y corría dispuesto a saltar dentro del charco.

-¡Hey espera!-

-No voy a dejar que ella se ahogué allí abajo ¡Jamás! Una vez entre atare la cuerda a Miki y la subiran ¡No importa que pase!-

-Pero...-

-¡No importa que pase!-

Tras lo aclamado el muchacho salto dentro del charco en el cual estaba completamente a ciegas ya que era imposible abrir los ojos para el, pero por suerte logro tocar algo suave logrado notar que era Miki.

-¿Huh? Siento que alguien... Acaso este es...- pensó la chica, que pasados unos segundos ambos empezaron a sentir algo cálido e inesperadamente una luz empezó a brillar, los dos lograron abrir los ojos viendo unas extrañas figuras que brillaban.

Mientras tanto en el pueblo...

Jin observaba alrededor permaneciendo oculto intentando encontrar la extraña criatura que se había adentrado al pueblo.

-Esa criatura probablemente no exista... Pero estoy seguro de que algo entró- pensó con una gota de sudor, de la nada Chií aterrizó detrás de el llamándolo.

-¡Senpai!-

-¡Whoa! ¡No me sorprendas así!- exclamó enfurecido.

-L-Lo siento... ¡Más importante, senpai la criatura que no dijeron está aquí!- declaró la muchacha.

-¿Puedes escucharlo?-

-¡Si puedo escucharlo claramente en esta dirección!- señaló Chii, Jin se asomó de detrás de la pared y logro ver a la criatura merodeando por allí.

-¿Que es esa criatura?- dijo el castaño algo inquieto.

-¿No es un animal que senpai conoce?-

Tras la pregunta Chii logro percatarse de que Jin disimuladamente estaba tocándose la entré pierna.

-S-Senpai ¿Que crees que estás tocando? Ahora que lo pienso Yukari- senpai dijo que los machos humanos tocan sus cosas directamente-

El humano se mostró fastidiado ante aquella aclaración y dijo.

-¡Esa comadreja de mierda me mordió ahí y duele!-

-Yo... ¿Estás sangrando?- indago Chii mostrando un sonrojó.

-¿Que pasa si es así?-

-¡N-Nada realmente! ¡¿Que estás imaginando?!- preguntó poniéndose aún más roja en voz alta.

-¡Idiota cállate! ¡O esa cosa gigante nos... Escuchará...-

El castaño logro ver qué una gran sombra aparecía detras de el y la cara que puso Chií fue suficiente para darse cuenta de que la criatura los había encontrado.

-¡Está cosa iba a morderme de inmediato!- exclamó Jin que se salvó gracias a que se aferró a Chii antes de que está saliera volando.

-¡Buen trabajo murciélago de mierda, vayamonos así!-

-E-Eres demasiado pesado senpai... No puedo sostenerte- respondió intentando mantenerse en el aire aleteando rápidamente.

-¡¿Que?! ¡Trabaja duro idiota! ¡Whoa whoa!- gritaba Jin ya que la criatura intentaba morderlo como si de una trampa para osos se tratará.

-¡Vamos apresúrate!-

-¡Senpai no te muevas así o mis pantalones!...- Chii no terminó decir ya que sus pantalones comenzaron a deslizarse dejando ver parte de su ropa interior.

-¡Nooo!- exclamó dándole una patada en el rostro a Jin provocando que este caiga sobre la criatura afortunadamente dejándola desconcertada.

-Ah...-

-¡Estupido murcielago!- insulto mientras huía.

-¡Jin-san! ¡Por aquí!- aclamo una voz que para su suerte era la hurón quien le ofrecía un lugar donde esconderse, este corrió hacia ella logrando entrar a un edificio casi a punto de que la criatura lo mordiera.

De pronto la criatura sospechosamente los dejo en paz y se marchó.

-Se fue a algún lado...-

-¿Se rindió?-

Se preguntaron los hurones, mientras que Jin pensaba que ocurría hasta que dió un sobresalto dándose cuenta de lo que pasaba.

-¡No me digas!- exclamó.

En las habitaciones Hitomi se dirigió en busca del castaño.

-¿Jin-kun?- preguntó abriendo la puerta de su habitación.

-Jin-kun tampoco está aquí... Debieron irse a algún lado...- se dijo a si misma algo pensativa.

-"¡Senpai déjame chuparte!"- exclamó una Chii con los ojos con forma de corazón.

-"Supongo que no me queda de otra, vayamos a un lugar sin gente"-

-No puedo creer lo que estoy pensando- se dijo nuevamente esta vez con una gota de sudor.

Aquella bestia extraña acercó a Hitomi a su boca dispuesto a devorarla, inesperadamente todo fue tan rápido que en un principio nadie entendió lo que sucedio debido a la poca luz, una extraña silueta cayó desde lo alto sobre el rostro del monstruo dando un gran pisotón, solo se veían unos intensos ojos azules pisoteando el rostro de la bestia, finalmente haciendo que se rinda y el monstruo soltó un quejido cayendo al suelo haciendo un gran hueco en el.

-¿Huh?- soltó Hitomi completamente asombrada que de entre el denso polvo que había está logro darse cuenta que alguien la sostenía en brazos, finalmente levantando la cabeza pudo deducir quien era.

-¿Ryu-kun?- le preguntó la poca luz alumbró el rostro del muchacho y efectivamente era Ryuuji.

-¿Está bien Hitomi?- le devolvió la pregunta bajando de la enorme cabeza de aquel monstruo.

-Si estoy bien, Ryu-kun hueles raro-

-Si lo sé, lo siento jeje-

El muchacho dejo a Hitomi junto a Jin.

-¡Hino-san!- exclamó preocupado.

-Estoy bien Jin-kun, gracias, por ayudarme- declaró con una sonrisa.

Mientras los dos sonrojados humanos conversaban Ryuuji volteo a ver al supuesto monstruo, y decimos "supuesto" debido a que cuando el humano lo observó con más detalle.

-Un segundo el...- murmuro.

-¡Ryuuji senpai!- exclamó Chii.

-Oh, ¿Chii estás bien?-

-Si, ¿Y tú?- indago viendo que el humano estaba totalmente embarrado.

-Si oh, ahí vienen las demás- declaró viendo que del suelo Miki ayudaba a las demás chicas a salir de un hueco.

-¡Chicas! ¿Eh? M-Miyubi senpai...- dijo a punto de llorar viendo que Miyubi había pasado para el otro mundo.

-Ah cierto, eres nueva en esto ¿No?- soltó Jin aquel comentario.

Mientras ella quedaba totalmente desbordada por Miyubi, Ryuuji seguía observando aquella criatura.

-¿Es algún animal que conoces Ryu-kun?-

-Si, el es ¡Ah!-

Los tres humanos vieron como el monstruo se levantaba poco a poco.

-Ah, al fin oye ¿Eres tú no es así? And...- la criatura soltó un fuerte rugido y a una gran velocidad que ni Ryuuji pudo ver, se abalanzó sobre el chico salvaje dándole un fuerte golpe apenas pudiéndose cubrir, el impacto hizo que soltara algo de sangre por la boca finalmente siendo impulsado y golpeándose contra la dura pared de uno de los edificios.

-¡Ryuuji senpai!- exclamó Chii corriendo a acudir al muchacho.

-Mierda... ¡Chii no te acerques es peligroso!- advirtió el muchacho al ver que la bestia se acercaba lentamente a el.

-Jin-kun ¿Que hacemos?...-

La castaña se quedó observando a Jin quien estaba completamente sumergido en sus pensamientos buscando una forma de ayudar al humano, cuando de repente varios destellos comezaron a salir del suelo, cuando los humanos observaron vieron que unas extrañas figuras traspasaron su manos y pies.

-Estos son...-

-¡Son los espíritus de perros de las praderas!- declaró la presidenta.

-Si... Miyubi trajo refuerzos- dijo Ryuuji viendo a al espíritu de la perezosa encima de su cuerpo moribundo.

-Senpai déjame ayudarte- comentó Chií ayudando a qué el humano se levanté pasando su brazo por el hombro de ella.
Los dichosos espíritus fueron hacia al monstruo y comenzaron a enterrarlo ya que eso es lo que suelen hacer los perros de las praderas con sus rivales.

-¡Miren! El monstruo está... ¡¿Siendo enterrado?!- se preguntó Miki.

-Es una ataque psíquico de todos ellos...- aclaro Jin que se acercó lentamente hacia la criatura diciendo.

-¡Buen trabajo! ¡Esto debería ser suficiente para acercarnos, ahora veamos qué tipo de animal es este!-

-¡Es peligroso! Debemos acercarnos con cuidado- declaró la presidenta.

-¡Tiempo sin vernos humano!- exclamó con una mirada feroz.

-¡Tu eres!... ¡El tipo de esa vez!- dijo Jin asombrado, recordando la vez que Andou fue al club de cocina.

-Sabia que eras tú Andou-san ¿Ustedes lo conocen?- comentó Ryuuji.

-Si bueno no, solo fue una vez al club de cocina a molestar-

-¿Molestar?- pensó la gran bestia.

-Bueno como decía si soy yo Andou-sama el Andrewsarchus, tiempo sin vernos humano-

-Eso ya lo dijo- se dijo Ryuuji.

-Andrewsarchus... ¡¿Una especie extinta?!- interrogó en voz alta el castaño.

-Demasiado, por cierto quien está en mi espalda es Kamekichi el archelon- resalto a su amiga tortuga en su espalda.

(Archelon significa tortuga de la suerte)

-El viene de la academia de An, la academia Darwin... Debe pensar que su misión aún es exterminar a los humanos- expresó Ryuuji con seriedad, a simple vista se le notaba que hablar de algo relacionado con An le molestaba en cierto punto.

Jin puso una expresión de molestia y dijo.

-Ya veo, okey, ya pueden enterrarlo-

-¡¿Eh?! ¡Espera oye, oye, oye!- exclamaba Andou siendo enterrado poco a poco.

-No hay duda de que no pude decirte que animal era, pero te dije que no era algo como un monstruo- dijo con el pecho inchado en orgullo.

-Eh, pero parece que ustedes ya se conocen- comentó la hurón.

-No lo conozco en lo absoluto- negó Jin.

-Pero yo si...- murmuró Ryuuji con una gota de sudor mientras reflexionaba mentalmente.

-En los meses que estuve con An... Fui en varias ocasiones a la academia Darwin, ellos mencionaban de que Andou hacia días que no asistía, estaban preocupados pude darme cuenta de que a ellos el, realmente les importaba-

El muchacho se sobresalto al oír lo que decia en voz baja Andou.

-N-No jueguen conmigo-

La gran bestia se aproximo hasta Jin y los demás quienes intentaron huir, Ryuuji sin importarle nada se coloco frente a Jin dispuesto a detener a Andou hasta que de pronto unas inesperadas pisadas se escucharon sin saber de dónde provenían, simplemente parecían que venían a una gran velocidad hasta que finalmente algo rasguñó la enorme y larga mandíbula de Andou.

-¡Ranka!- exclamaron todas.

-Si te atreves a lastimar a Jin o Ryuuji, a mis amigas... ¡Yo nunca te lo perdonaré!- exclamó la loba mostrando una mirada feroz.

El Andrewsarchus soltó un quejido y rugió mientras decía.

-¡No me putas ignores! ¡Todos ustedes me menosprecian! ¡¡Los enviaré a todos al olvido!!- aclamó completamente enfurecido, provocando que todos excepto una persona huyan, Ryuuji este simplemente iba en la dirección contraría se dirigía a toda prisa hacia Andou.

-¡¿Realmente crees que eres capaz de enfrentarme humano?! ¡Te despedazare con mi mandíbula!-

-No se si puedo acabar contigo... Pero no voy a dejar que te acerques a mis amigos... Lo siento- declaró cerrando su puño cargando un buen puñetazo que el parecer contenían las más grandes fuerzas que al humano le quedaban, ambos dispuestos a largar sus ataques fueron detenidos por unas voces que lograron oír todos, con la extraña sensación de que estás se oían en sus cabezas.

Ryuuji quedó helado al ver quienes salían de abajo de sus pies, el estaba totalmente incrédulo.

Continuará...