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Un humano salvaje cap 12 (Si es así, yo me extinguiré...)

-¡¿Ryu?!- exclamó preguntando Jin, una parte de él sé sentía confusa por aquella escena, pero la otra se notaba más interesada en el estado de su amigo.

-Oh... J-Jin-kun- inesperadamente, ella fue ignorada, él castaño simplemente pasó a su lado.

-¿Qué rayos te paso? ¿Ahora en qué te metiste?- sé preguntó viéndolo de pies a cabeza.

Sin decir una palabra él muchacho de ojos azules llevó a cabo un silencio lleno de incertidumbre.

-Pues... Aunque no lo creas, fue...-

-Liu-kun- Hitomi lo interrumpió para continuar con sus palabras.

Jin incrédulo volteó a verla detrás de él Ryuuji quedaba asombrado.

-¿Liu? ¿Hiro Liu? ¿M-Mi compañero?- recalcó confuso, recibiendo una confirmación de Hitomi asintiendo.

-Eso no puede ser... Es imposible- mientras que soltaba aquellas palabras Jin recordaba como conoció a aquel muchacho.

En sus primeros días en Sapiens se notaba a Jin sentando al final de la clase, observando el número de asiento delante de él, notando que era el mismo que tenía Seton.

Soltando un suspiro con fastidio, este regresó de las nubes cuando la campana sonó, vió a varios de sus compañeros de clase saliendo fuera del salón ya con sus respectivos grupos sociales elaborados.

-¿Estas solo? Bueno después de todo cuesta adaptarse ¿No?-

Una voz llamó su atención levantando la vista sé mostró aquel nombrado muchacho Hiro Liu, mostraba una atrapante y gentil sonrisa.

-Ah, bueno sí, solía estar rodeado totalmente de bestias- declaró él castaño con una gran sonrisa.

-Si, esos animales son tan escandolósos y nunca saben cuándo parar- agregó entre risas.

-¡Si exacto! ¡Y la comida!-

-Como no olvidarla, solía ir a una academia bastante salvaje, no había mucha variedad en el menú ¡Te juzgaban solo por querer cocinar la carne!- exclamó Liu.

-¡Por dios cuánta razón!-

-Oye ¿Juegas soccer? Digo he hecho algunos amigos si quieres podemos jugar un poco- ante su invitación Jin accedió con una sonrisa.

Era imposible para él, Jin Mazama se negaba que aquel nuevo amigo que hizo fuera una persona tan cruel.

-¡Eso no es verdad! ¡Tienes que estar mintiendo!- exclamó nervioso Jin.

-Jin-kun...-

Al recordar la presencia de Hitomi, Jin sé calmó.

-Maldita sea...- soltó frustrado.

-¡Todo cuando finalmente conocí a alguien como yo! ¡Nada de bestias! ¡De tontas e inservibles escuelas para animales!- pensó apretando los dientes.

-Jin-kun... Tranquilo, tal vez podamos hablarlo y...- Hitomi iba poner una mano en su hombro pero inesperadamente este la evitó.

-¡Nada que me impida acercarme a ella!- sus pensamientos se habían vuelto un caos y soltando un quejido se marchó corriendo de allí.

-¡Si tan solo pudiera hacer algo!... ¡Si yo no fuera tan estúpido!- prosiguió pensando.

-¡Mierda!- exclamó por todo el pasillo mientras corría.

-No... No, esto no- murmuró angustiada.

-Hitomi-san- sus compañeras se acercaron a intentar consolarla.

-No se que pasa entre ustedes... Pero espero que puedan arreglaro, ah oye si necesitas ayuda con el que te golpeó cuenta conmigo- declaró aquella chica que ayudó a Ryuuji.

-Si, gracias-

Finalmente ella se marchó, mientras que Ryuuji solamente se le notaba pensativo ante todo.

-¡Hitomi!-

-¡Regresaremos todos juntos a Seton! ¡Te lo prometo!... Tu solo espera... ¿Si?- expresó con su vieja sonrisa.

-Ryu-kun...-

El muchacho se fue corriendo de la enfermería en busca de Jin.

-Como es que puede correr... Antes apenas podía estar de pie- se preguntó una de las chicas junto a Hitomi.

-Siempre lo hace- contestó la castaña entre risas mientras se secaba las lágrimas.

-¿Siempre?- pensaron sus dos compañeras con una gota de sudor cayendo por sus cabezas.

El humano corría por los pasillos intentando divisar a Jin y fue como si el tiempo se hubiera detenido en un instante observando por la ventana logró divisar una extraña escena, notando a varios estudiantes en ronda pareciendo estar observando algo.

Abrió la puerta que daba al jardín de la escuela, lentamente se aproximó, finalmente dio un pequeño sobresalto tras escuchar como alguien era empujado contra un alambrado.

-Ja, vaya que patético animal...-

-Y eso que se supone que es más fuerte que todos nosotros jajaja-

Finalmente ya viendo de que se trataba lo primero que vió fue a Liu acercarse a la criatura.

-Las bestias como tu no deberían estar aquí... Que debería hacer primero ¿Cortarte la cola? ¿Arrancarte una oreja? Quizás dejarte sin un ojo... ¿Que me dices? Pequeña loba- declaró con una sádica expresión saliendo totalmente del chico sereno y tranquilo se mostraba diariamente.

En ese momento hubo una pausa Ryuuji miraba desconcertado, porque Ranka estaba allí, porque le hacían eso... Porque tenía que ser golpeado para que dejen en paz a Hitomi, finalmente enfatizó en voz baja las mismas palabras que le dijo al padre de Taiga.

-Si... Yo no soy el salvaje-

Y en tan solo un instante de la vista de Ranka Ookami desapareció de su vista uno de sus atacantes, sintiendo el alboroto tras él, Liu volteó viendo a sus cinco secuaces apaleados uno contra la pared, uno sobre la rama de un árbol, otro siendo sostenido por Ryuuji del cuello y finalmente otro bajo la suela del zapato de Ryuuji, mejor dicho su cabeza estaba siendo pisada por este.

El muchacho solo observó a Ryuuji mostrándose satisfecho con lo que veía.

-Si... Eso es, es la mirada que quería ver... Es como la chica salvaje dijo, puede verse como si un dragón estuviera acechandóme, esos ojos azules... Tan magnífico- se dijo.

-Tranquilo, tranquilo... No iba a hacerlo en serio, jajaja... No hiero a animales sin razón- declaró caminando ignorando por completo sus golpeados compañeros.

Caminando a su lado paso diciendo...

-Te veré luego... Ryuuji-

Este tras oír ese nombre intento contener la rabia, pero viendo el estado de Ranka olvidó por completo eso.

Liu llegando a la entrada a los pasillos vio de reojo que había alguien viéndolos a escondidas, fácilmente sacó deducción de quién era.

-Quien lo diría, salió mejor de lo que imaginé- susurró.

Regresando con Ranka, este miraba al muchacho.

-Ryuuji...-

De pronto el muchacho cayó de rodillas quejándose del dolor, la loba corrió a acudirlo, Ryuuji con dificultad y tosiendo aún, debido a los golpes que recibió en el estómago con anterioridad, caminó hasta apoyarse sentado en una pared junto a los alambrados.

-¡Ranka! ¡T-Tu rostro!- exclamó intentando revisar un golpe que tenía la loba en la mejilla, a centímetros antes de que suceda ella lo detuvo.

-¡¿Pero que dices?! ¡Ryuuji tu!... Mírate... ¡¿Que te hicieron?!- interrogó al borde de las lágrimas tras ver el estado de su amigo humano.

-Estoy bien solo son...-

-"¡¿Pequeñas heridas?!" ¡¿Eso ibas a decir?! ¡Apenas puedes estar en pie!...- interrumpiendo por completo el regaño de Ranka, el humano la abrazó fuertemente.

-Te he echado tanto de menos... Jefa- declaró con la voz quebrada sin poder verse su expresión.

Sin poder evitarlo ella correspondió a ese tierno abrazo arrugando con fuerza la ropa del humano. Sin querer ella recordó las dulces y chocantes palabras de Ryota.

"-¡No importa que pase o digan!... ¡Tu para mí siempre seras una jefa increíble!... ¡Una loba sensacional!-"

Sin poder contener las lágrimas Ranka enterró su cara en el hombro de Ryuuji, algo en ella, un ciclo tal vez... ya se había cerrado, para dar inicio a uno mejor.

Tras unos minutos de intenso silencio, Ranka finalmente ya habiéndose desahogado nombró al humano.

-...R-Ryuuji-

-¿Por qué estás aquí?- interrogó él.

-¿Pues para que más?- indagó ella con una triste sonrisa mientras se separaban.

-¡Quería ver cómo se encontraba mí manada! Pero veo que...-

-Estoy bien, solo que empecé con el pie izquierdo, pronto todo va a mejorar tenlo por seguro- mostrando su sonrisa intento aliviar la preocupación de Ranka.

La loba lo observó por un instante, era más que obvio, no se acababan de conocer, ya entendía a la perfección la mentalidad del humano así que alejándose un poco más de él lo tomó del sacó de su uniforme provocando que se levante algo tambaleante.

-¿R-Ranka? ¿Que sucede?- indagó.

-Ven hay algo que quiero que veas-

-¿Que cosa?-

-Me encontré con alguien de camino aquí- dijo, los dos sé dirigieron a la entrada de la escuela él muchacho nervioso observaba a su alrededor, más que nada porque todo el mundo veía como era llevado del sacó por una pequeña loba.

-Esto no es divertido...- pensó, para así ser interrumpido de su vergüenza.

-Que linda, que piel tan blanca se ve delicada-

-Se ve algo sombría, pero es muy bonita-

-Que hermosos ojos tiene-

-Su cabello se ve tan hermoso-

Él se percató de aquellos murmullos más que nada eran de chicas que miraban admiradas a cierta persona frente a sus ojos.

Apoyada a un lado de la entrada ella levantó la vista observándolo.
Aquellos dos pares de ojos azules se cruzaron.

Pero uno de ellos, mostró cierta angustia al verse, Ryuuji en tan solo al momento de verla volteó su cabeza para que ella no lo viera, intentando ocultar su rostro con su antebrazo.

-¡An, mira quién está!...- notando la reacción del humano Ranka también se quedó viendólo.

La neandertal preocupada y tímida se aproximó hasta el.

-¿Ella y Rousuke-kun se conocen?-

-¿Que? ¿De verdad?-

-¿Será su novia?-

Los murmullos continuaban, Ryuuji no parecía prestar atención a ello.

-No... No ¡¿Por qué?! ¡¿Por qué ella ahora?! ¡No por favor! ¡Si ella me ve así! ¡No quiero que lo haga!... Me veo tan patetico- pensó asustado recordando como hasta hace un momento cedió ante su ira y aplastó a golpes a los compañeros de Liu.

Con seriedad y tristeza en su expresión An se acercó más a él y tomó su brazo con el que estaba ocultando su cara, pero seguidamente antes de que logrará cubrirse con el otro, ella lo detuvo de igual manera.

Quedando atónita por su expresión no supo que decir, lo ojos azules del muchacho estaban con unas lágrimas a punto de caer, ella lo único que pensó fue...

-¿Que rayos le han hecho?- fue lo que pasó por su mente observando alrededor a todos los humanos presentes con odio.

Su rostro golpeado con gasas y vendas hacían que algo en ella se quebrara, pero más se quebró el, al decir finalmente lo que tanto ha estado guardando.

-Lo siento... De verdad, lo siento An... Ranka, pero yo... no creo que pueda, soy tan débil, t-tan poco capaz...- Bajando la cabeza su voz finalmente se quebró frunciendo los labios cerrando los ojos dejando caer sus lágrimas al suelo.

-¡YO... YO NO SOY CAPAZ DE PROTEGER A NADIE!- exclamó tembloroso ya sin fuerzas en todo su ser.

Hace tiempo atrás cuando estaba con Kitagami-san intentando recuperar a An, ella me habló un poco sobre los héroes.
Dijo que no todos eran perfectos, nadie lo es...

"Tienen la fuerza para tenerlo todo, pero no lo toman..."

No podían matar a sus enemigos porque sí, tenían una ética una moral... Principios, yo no soy un héroe, no puedo protegerlos, no tengo nada eso...

De pronto una voz lo llamo.

-¡Ryuuji, Ryuuji! ¡Levanta la cabeza tarado!-

-¿Sakura?...- lentamente observando al frente aquella voz que lo llamaba fue acomodándose a la de An.

-¡Mírame!- las manos de la muchacha pelirroja golpearon sus mejillas tiernamente y ahí se quedaron.

-An...-la nombró saliendo de su trance.

-Escúchame... ¡Tu no necesitas proteger a nadie! ¡Nadie necesita eso! ¡Tu ya hiciste suficiente! ¡Baka!... ¡Mírame!- exclamó siendo escuchado por todos.

Los ojos del muchacho se agrandaron de asombró por primera vez y oficialmente ella la había mostrado, una hermosa y resplandeciente sonrisa, la más dulce que él jamás olvidara.

-¡TU YA ME PROTEGISTE! ¡ME CUIDASTE! ¡A TODOS!... ¡¿No lo ves?! ¡Ahora déjame a mí hacerlo! ¡Deja que nosotros todos juntos, te protejamos a ti también!...- declarando aquello casi al borde de las lágrimas como él, dijo finalmente.

-¡Tu eres mí héroe! ¡Ahora y siempre, hasta el día que en yo me extinga! ¡Rousuke!-

Abriendo los ojos asombrado entristeció su mirada pensando.

-Claro él lo dijo una vez...-

"-No está bien que cargues con todo eso solo-" recordó las palabras de Jin.

-¡Esta bien ser un poco egoísta!... ¡Solo un poco!- recordó a Hitomi. Abriendo sus ojos entre lágrimas pensó.

-Mierda... Por primera vez no me arrepiento... De estar vivo-

Poco a poco el tomó las mejillas de An y acercándose juntaron sus frentes un gesto que ahora ella comprende y lo mucho que significa para él

-Si es así, entonces yo me extinguiré contigo...- expresó con dulzura.

Dulcemente ambos se miraban, An no pudo evitar reír con ternura.

Todos a su alrededor quedaron conmovidos por la escena, más que nada las chicas del lugar.

-¡Que romántico!-

-¡Asi que son pareja después todo!-

Varios compañeros se acercaron a los dos.

-Hacen tan linda pareja ¿Cuánto tiempo llevan juntos?- varías chicas rodearon a An para comenzar a hacerles preguntas.

-Dilo, dilo ¿Que te gusta de Kitahara-kun?-

-A-Ah bueno yo... Él... Él es mí mundo, y lo es todo para mí, puedo decir que aún vivo por él y mí corazón le pertenece totalmente- confesó mostrando un sonrojo.

En ese momento An olvidó que odiaba a los humanos.
Acompañado de un silencio todas la chicas presentes gritaron emocionadas.

-¡Que linda es!-

-¡Tan romántico!-

-¡Eres tan afortunado Kitahara... Kun!- y esta vez vieron al muchacho se cubría parte del rostro evitando mostrar su rostro enrojecido.

Finalmente todos cayeron desmayados incluso los machos.

-Ryuuji-kun-

-¿Mmm?-

-¡Volvamos a Seton!- exclamó sonrojada.

El muchacho paso del asombro a una sonrisa.

-Claro, pero... Ahora no-

-¡¿Eh?!- soltó Ranka

-¿Huh? ¡Pero!...- ella fue interrumpida.

-Tengo algo que hacer ahora... Cuando acabe con ello, regresaré y pasaremos todo el tiempo que quieras juntos-

Ella se encogió de hombros asintiendo.

-Y una cosa más...- dijo acercándose a ella y la tomó del mentón.

-No me digas Ryuuji... Solo Rou-

Ante su solicitud el observó los labios de la neandertal pronunciando su nombre.

-R-Rou-

-Una vez más...-

-Rou-

El solo se acercó a sus labios, Ranka se sonrojo ante la escena y se cubrió los ojos, dejando a la neandertal soltando vapor se puso de espaldas a ella regresando a la academia.

-Las veré luego- se despidió con una sonrisa.

-Cierto... Para ella soy su héroe y para otros, solo una simple molestia... y desde mi punto de vista...-  el muchacho detuvo el paso unos segundos para soltar una risa y continuar caminando.

Tan solo viéndose su gran espalda y escuchándose las simples palabras...

-Oh... Claro, es mas que obvio...

Un humano salvaje...

Continuará...

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