El Amanecer De Un Nuevo Dia
Going Wild.
[ Mansión de la jungla]
[Distrito Forestal]
[11:30 A.M]
Vector rascaba su barbilla, indeciso sobre que preguntar primero. Lobato por su parte se estaba impacientado, el sospechoso no había dicho nada en toda una hora.
- ¿Sabes? No tiene ya sentido que siga usando estas – afirmo apuntando a su pañoleta, gorra y bandana-
Vector se retiró las prendas del rostro, revoleando su verdadero semblante. Lobato quedó pasmado ante lo que veía; parecía sacado de una película de extraterrestres. Un rostro plano, hocico pequeño, labios rosados, una nariz puntiaguda y a pesar de si falta de pelaje, si presentada algo parecido en su cabeza y rostro.
- ¿Qué eres?
- Je, ¿No era mi turno de preguntar? – dijo sonriendo-
Sus desprecian era curiosa, bastante marcada y detallable, pero con una estructura facial como esa no era de extrañar.
Mientras lobato seguía casi ahogado en un trance; procesando la peculiar forma de la cara de Víctor, el humano se levantó de su asiento, tomo los platos de la mesa y comenzó a salir de la habitación.
- EO ¿A dónde vas? – pregunto saliendo del trance-
- Voy a por otro emparedado.
- Llevo más de una hora con mi rabo pegado al asiento, esperando que preguntes lo que vas a inquirir y ¿Lo primero que haces es ir por comida? – dijo sin poder creerlo-
- Si – respondió
- ¿Acoso piensas en algo que no sea comer?
- Por el momento no – dijo saliendo de la habitación-
Vector regreso 2 minutos con emparedo de tamaño mediano. Lobato estaba bastante irritado, pero hizo un trato con el humano, y lo iba a honrar.
Víctor ya de vuelta en su asiento; procedió a degustar la comida. Lobato lo miraba, bastante mosqueado por dentro, pero su enojo desapareció; a la par que sus orejas caían al notar varios pétalos púrpura-violeta en el emparedado de vector, y no era pétalos de cualquier planta, eran las hojas de una flor aullador.
- ¨mierda¨ - pensó para sí mismo- ¡No te coma...!
Trato de detener a Vector, pero era tarde, el humano había devorado el pan en un parpadeo. Lobato comenzó a temblar, si el aullador tenía un efecto tan agresivo en animales, ya sea una pantera o una pequeña nutria, no quería ni imaginar el nivel bestial; que sería alguien con la capacidad de triplicar su fuerza a voluntad. Pero el ver como Víctor se chupaba los dedos gustosamente, le tranquilizo un poco. No parecía pasar nada, otro minuto, sin cambios, pero siguió esperando – aun sabiendo que los aulladores son de efecto inmediato- Quizás la especie de Vector era inmune los efectos de la flor.
- Argg, coff coff.
Pero las suposiciones del lobo fueron corregidas por una repentina tos violenta proveniente del humano. La cara se le tornó roja y empezó brotar líquido de su piel (Sudor) y gracias a la falta de pelaje, pudo ver como las venas de Víctor empezaban a marcarse en su cuello y rostro.
Vector movía la cabeza mirando a todas direcciones: apretando los dientes en un intento por calmarse, pero sin tener éxito. No comprendía qué estaba pasando, de un momento a otro su cuerpo pasó de: estar degustando el tercer emparedado del día; a estar en alerta máxima, se estaba estresando y bastante rápido. Por mero impulso, se levantó de la silla y comenzó a caminar por todo el cuarto, chocando con los libreros y tumbando los libros. Su nariz comenzó a sangrar, su respiración era agitada y la vista se le nublaba de a momentos.
En un arranque de lo que supone fue ira, agarro la grabadora de la mesa y el lanzón contra la pared tan fuerte que por poco la desintegra. No satisfecho con eso, de una patada hizo girar la mesa de centro en el aire, aterrizando esta patas arriba.
Lobato temía por su vida, este tipo ya se había ganado un puesto los 10 animales más fuertes que ha visto; con lo sucedido en día anterior en la ciudad, y ahora lo único que hace era subir escalones, aun siendo estas acciones simples en cuanto a fuerza se tratase.
El oficial trato de zafarse de las ataduras; en un intento por escapar del huracán que se venía. Peor todo era inútil, el nudo parecía haber sido hecho por un líder explorador, era casi irrompible. Estaba a merced de la situación y de esta criatura. Solo pudo mirar con horror como Vector se volvía ¨salvaje¨.
El humano estaba en su límite. Tenía un intenso dolor de cabeza, y su corazón dada latidos de extrema naturaleza violenta; tanto que golpeaba sus pulmones. No tenía que provoco todo esto, pero sospechaba que fue algo en el emparedado que se comió; a ver si aprendía a no zamparse todo lo que vía.
En un momento dado, Víctor miro a lobato, cada célula y tejido de su cuerpo, le pedía... no, le ordenaba atacar al lobo, morderlo, pellizcarlo, hacerlo pedazos con sus propias manos. Sentía un impulso de agresividad inmenso. Lobato al notar la mirada predadora del humano, supo de ipso facto la peña que se venía. Sino hacia algo rápido, lo terminarían reventado y lo único que sobraría de él sería su uniforme rasgado y su placa, ambos empapados en un charco que su sangre. Pero al estar atado en la silla incapaz de moverse, solo podía hacer una cosa: suplicar por su vida.
- No lo hagas, por favor... te lo suplico – dijo con voz quebrada y negando con la cabeza- n-no quiero morir... no ahora, no así, aún me queda mucho por hacer... – agregó empezando a llorar-
Vector sintió un golpe duro al pecho, como ser humano, las emociones y sentimientos era algo que podía entender perfectamente, sobretodo el miedo, el nunca llamaría cobarde a alguien que ruega por vivir – siempre que lo haga por una justa y tratándose de una buena persona-. Trato de responderle, pero un aumento en el dolor de cabezo lo detuvo. Se llevó ambas manos a su cráneo, sentía su cerebro apunto de reventar. Todo se ponía color rojo y bastante nublado.
- ... lo lamento, lobo, no... es nada personal – fue lo único que pudo decir antes de perder el control completamente-
- ¡AHHHHHH! – Grito embravecido lanzándose a sobre víctima-
Lobato al ver como Vector cedió al aullador y venia en embestida hacia él; en modo gorila, algo le quedó bien claro: ya sea que muriera de manera, rápida, lenta, inmediata o agonizante, ¡Iba a doler como no tenía idea! Así sin más que hacer, cerró los ojos, apretó las nalgas y soltó un berrido con toda la fuerza de sus pulmones.
-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!
¿Continuará?
Hola amigos, si llegue tarde, lo siento, pero, para no dejarlos sin nada aquí está un parte del capitulo, pasado mañana subiere el resto
perdone la ausencia, seguiré con este libro, y los demás, y por cierto si puede por favor, apoyar a mi nuevo libro Un catrín en pokemon, lo apreciaría, espero que les gustara este pedacito y los dibujos, me costaron hacerlos, bueno nos vemos... me voy a dormir.
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