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Capitulo 15 - Big Macs y cucarachas

Seguimos con los capítulos de Chill. Puede que parezca un tanto incómodo, pero no soy la mejor persona escribiendo romance jaja más con personajes tan arománticos como los dos protas. Aún así, espero disfruten el capítulo, cada vez estamos más cerca del primer gran desastre.

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Un día cualquiera antes del "compromiso" de Kobeni y Denji.

El apartamento de Kobeni ha estado sin limpiar desde que ella llegó, su vida ha sido un caos, tanto que lo reflejó en su propio hogar. Pese ser solo una inquilina en un pequeño lugar, parecía que fue abandonado por una familia completa, ni ella misma se podía explicar el desastre que había provocado.

La cuarta hija solo ignoró este hecho y salió hacia su trabajo. Hizo su rutina, sacó un poco de su dinero para transporte, Himeno pagaría la comida y quedó uniformada para la cacería.

Una vez bajó las escaleras, revisó su buzón correspondiente, no esperaba nada particular, recibos a pagar y ver si la organización le daría algún bono por su constancia exterminando poseídos. Dentro de él estaba una solitaria carta con un pequeño paquete, era evidente que era un cuadro para fotografía.

Al abrir, su sorpresa era de parte de quien provenía, Kenta, el tercer hijo de la familia Higashiyama. El único que tenía posibilidad de estudiar en la universidad.

"Hola hermanita. Ya sé que me demoré mucho en poder hablarte, realmente me he sentido agobiado debido a tanta carga de trabajo. Los días han sido un poco complicados y no me he sentido con la libertad para tomarme mi tiempo y enviarte algo con el amor que se merece.

Créeme que yo lo lamento mucho, no quería ser la razón por la que no pudieras seguir tu sueño, nuestros padres son unos imbéciles y no reconocen el esfuerzo que estás dando por todo nosotros y sobre todo por mí.

Seguiré luchando duro, hasta el momento siempre me he ubicado en las notas más altas, batallaré lo necesario para restaurar el honor de nuestro apellido.

Cuando yo logre cumplir con este objetivo y me gradúe, no dudes que haré hasta lo imposible para que tú y nuestros demás hermanos sigan lo que ustedes quieran. Por el momento sé que Kenji y Kaori te están apoyando en lo que pueden, pero en un futuro seré yo a quien le toque protegerte.

Te mando también una foto para que la coloques en tu nuevo hogar, me ha dicho Kaori que tienes alguna clase de pretendiente, será mejor que nos lo presentes y si quieres enséñale la foto, para que vea por quién estás luchando. Es broma.

En la foto somos unos amigos y yo, son agradables, espero algún día presentártelos, incluso les enseñé algunos dibujos que hiciste para mí. Con suerte y los convenzo para que te paguen uno. Nunca dejes de dibujar.

Te ama, tu hermano mayor."
-Kenta

Kobeni soltó unas lágrimas, seguía procesando en que trabajaba, pero está vez lo hizo para quien lo hacía. Por su hermano mayor y también para el resto de sus hermanos. La cuarta hija volvió a colocar la carta y la foto en el buzón, una vez regrese a casa buscaría un lugar apropiado para colocar su regalo.

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Presente

•Kobeni y Denji•

Una de las tantas inseguridades de Kobeni siempre ha sido comunicarse con más de un extraño a la vez, su ansiedad sigue siendo una lucha constante y por desgracia, Denji la llevó al lugar menos indicado para esa lucha.

El McDonald's donde ella buscó trabajo y fue despedida en su primer día volvió a hacer acto de presencia. Kobeni se encontraba sudando y temerosa. Incluso Denji quién seguía teniendo del brazo a su compañera, sentía su nerviosismo.

—¿Pasa algo? — preguntó, dudoso del estado de su compañera.

Claro que pasaba algo. Por un lado, Haka estaba dispuesta de forma silente, intentar dormir a Denji y seguir estudiando la naturaleza sobrenatural del chico. Por el otro Kobeni estaría por revivir uno de sus momentos más vergonzosos. Hablar mal en público, ser torpe en el proceso de producción y caerse mientras entregaba el pedido a unos clientes.

—E-es la emoción, nunca antes había e-entrado a comer a un McDonald's— contestó Kobeni, para luego susurrar— s-solo para conseguir empleo.

—Tienes razón, a Pochita y a mí nos corrían de lugares así, pero ahora podemos ser clientes y pedir lo que queramos— Denji le creyó a Kobeni — ¡Y lo vas a pagar tú!

—S-si...

Entraron al negocio, al igual que la primera vez que entró la Kobeni, no se veían cambios significativos desde la última vez que entró. Cómo de costumbre en estos negocios, ya no estaban los compañeros que una vez tuvo, por lo que se sintió aliviada por no revivir la vergüenza de esa ocasión.

—Vamos a pedir la comida. Yo creo que solo pediré una ca... una ca... — Kobeni tiene problemas incluso para decir el nombre de lo que quería, recordando la vergüenza que pasó cuando trabajó en mcdonald's.

—¿Eh?

—Un helado. Solo eso.

Para desgracia de la cuarta, el gerente del lugar seguía siendo el mismo, Eiji, el hombre que la contrató y despidió en horas. Debido a la falta de personal como de costumbre, le tocaba atender en caja, aunque a veces pasaba en alguna estación por si hacía falta manos.

—¡Bienvenidos a McDonald's, puedo tomar su orden! — Pese a que su protocolo exigía un tono alegre, la vida del hombre no iba del todo bien, solo cumplía con su labor.

Kobeni por su lado no podía dirigirle la mirada. Era una vergüenza seguir reviviendo esto.

—¿Disculpa? Sería tan amable de dirigirme la mirad...— Eiji le sorprendió quién era su cliente y reconoció el rostro de la cuarta— Oh. Eres tú, mira, mientras no vuelvas a pedir empleo y solo compres algo, hagamos como que nunca trabajaste aquí, pero te diré que después de eso me causó problemas con los dueños del lugar.

—L-lo siento. No vine p-por eso. Solo quiero hacer un pedido con mi amigo.

—Seh. Vamos a pedir 2 Big Mac y... 1 helado para la perde...

Denji iba a señalar a su compañera, pero en lugar de eso pudo ver la cara apenada y triste de Kobeni, la verdad con otra persona sacaría ventaja, diría alguna clase de burla y luego seguiría con su vida. Pero aunque lo quisiera negar, sigue recordando lo sucedido en el apartamento de Himeno.

—Sigh. Que sean 4 Big Macs y un helado.

—D-denji pero...

—Ni una palabra de esto, sobre todo a Aki.

Kobeni quedó un tanto confundida y pensativa «¿Por qué no decirle a Aki sobre una buena acción que está haciendo Denji? De esa forma sería más del agrado del superior».

—Hablo en serio, pagaré las tuyas con el dinero de ese "bolas quebradas".

—Oh— Kobeni decidió olvidar lo que parecía una buena intención de su compañero.

Aunque Denji, no quería que así fuera la cosa. Decidió aplicar la misma frase para la comida de Kobeni, ambos pagaron sus respectivos alimentos para el otro y decidieron esperar en una mesa.

—Con qué... ¿Trabajaste en este lugar, verdad?

—S-si... no es un recuerdo muy bonito... es una historia aburrida.

Denji solo hizo un pequeño respiro, ya había dicho algunas cosas de su vida para la pequeña, de alguna forma ya no podía solo ignorar el hecho que Kobeni también era un ente triste, por ahora sería él quien escuche.

—Tenemos toda la tarde, no me vendría mal entretenimiento barato— contestó Denji

—Concuerdo con el idiota— dijo Haka, Quién solo se sentó en otra mesa y no hizo acto hostil.

—Ou. Bueno verás... ¿Te acuerdas cuando Pochita y tú me encontraron? Estaba buscando empleo y...

La conversación continuaba su curso.

•Himeno y Arai•

Ambos chicos se acercaron al negocio donde Himeno muy segura había dicho que la parejita estaría, tenía un plan más o menos estructurado, ambos estaban de incógnito y escondidos en una de las orillas de la franquicia.

—Señorita Himeno ¿Ahora sí me podría explicar porque compró 2 celulares?

—Paciencia mi querido amigo enamorado, esta será mi estrategia para ver si la chica que te gusta, tiene buena química con Denji o tú tienes alguna chance.

—Sabe, no es necesario decirlo en voz pública... eh, de hecho podríamos retirarnos y solo pensar que fue un recuerdo chistoso— Arai se estaba arrepintiendo de eso.

—¡Tonterías pequeño soldado del amor! Esto es una guerra total y mi sobriedad es un tormento, si no puedo sufrir, quiero ver qué otros lo hagan.

«Esta mujer es rara» — Arai conviviendo con Himeno se percató de la forma de ser de su superiora.

—Muy bien, te dije lo predecible que es Kobeni a veces. No hacía falta recorrer tanto, este McDonald's parecía ser el objetivo.

—¿Estás segura señorita Himeno?

—A diferencia de lo que crees, Kobeni es un libro con muchos tipos de letras, pero me di la tarea de entender hasta las letras más pequeñas, muy probablemente parte de las disculpas es invitarle hamburguesas a Denji. Es más complicada que solo ser la pequeña niña indefensa.

—Wow, usted sí que la conoce.

—Basta de charlas, ya que estamos en un lugar que dudo mucho que nos detecten. Continuemos el plan, con mi mano fantasma llevaré lo más cerca uno de estos teléfonos con la llamada ya activa, en el segundo escucharemos todo lo demás.

—Pudimos haber usado nuestras radios para eso, señorita Himeno.

—(...) Pero esto tiene más estilo, novato.

«¡Mierda es cierto!»— Himeno había olvidado que no estaban lejos del cuartel, pudieron haber pedido prestados unos. Que pendeja.

Himeno siguió con su porquería de plan. Llevó lo más lejos que podía su celular con su mano. Al ser invisible ninguno de los dos lo detectó. Haka por su lado observó la mano fantasma estirándose, colocando el celular debajo de la mesa de ambos.

Al ver qué en el otro extremo se trataba de Himeno y el chico de la cicatriz. Dejaría pasar esta insolencia.

—Okey, ahora podremos escuchar lo que ambos se dicen— Himeno veía que el plan extrañamente funcionaba de maravilla.

Ambos terminaron aturdidos luego de una risa proveniente de la otra línea y dentro del local. Era Denji.

—¡JAJAJAJAJAJA ¿DIJISTE UNA CAQUITA FELIZ EN TU PRIMER DÍA?

—N-no lo digas en voz alta—Kobeni se terminó apenando después de eso

—¡Señor! Hay gente comiendo en el establecimiento, no diga ese tipo de cosas o me veré obligado a sacarlos a ambos- Eiji desde su puesto de trabajo regañó a Denji.

—Lo s-sentimos por eso— Kobeni se disculpó antes de cualquier otra cosa que dijera el rubio.

—¿Y qué pasó para que te despidiera? — Denji matando el tiempo en el que llegaba la hamburguesa.

—M-muchos errores. Casi hubo un accidente en una freidora o... cómo le tiré la comida en la cara a toda una familia. Sigo sin explicarme cómo cayó todo de esa forma hacia cada uno de los rostros.

Kobeni pudo escuchar una risa, proveniente del demonio de la muerte. Al parecer esa desgracia le parecía divertida.

—¿Y ahí te despidieron?

—S-si... Luego regresé a mi casa. Nada había cambiado desde que me fui, pero fue mi primera noche fuera de casa y a mis padres no les preocupó. Los mayores no andan viviendo ahí y los chiquitos creían que estaba en mi habitación, parecía que para ellos nada cambió cuando no estuve.

—Eh... capaz será por tu tamaño.

—S-supongo. Siempre fui baja. Igual, a mi papá no le interesó saber dónde me encontré o que hacía, luego me dijo que si no podía conseguir un empleo, que mejor me prostituya o cazara demonios. A ver si así servía de algo.

—Ou.

Himeno escuchó esto y solamente sintió un golpe directo a su corazón. Sabía que estaba necesitada, había escuchado parte de la historia del callejón, pero no el desenlace que fue uno muy triste. Quería abrazar a su aprendiz, pero no podía, estaba haciendo una ridiculez en cambio.

—El idiota de tu padre te dijo palabras similares al anciano de porquería del que te hablé. Debiste matar a tu papá, capaz así serías más libre con tus hermanos — Denji dio su perspectiva, una muy sombría con un aura relajada.

—N-no quiero matar a nadie... en serio, perdón por lo del hotel. Sentía mucha presión... no poder ser útil a mis hermanos.

—Meh. Una vez entreguen las hamburguesas, serás perdonada y esas cosas. No sirve de nada tener rencor en estos momentos. Disfrutemos de nuestra comida, va a ser el doble de sabrosa.

—Tienes razón— Kobeni se relajó con esas palabras.

—Incluso ya perdoné a la Idiota de Himeno, después de vomitarme y que nos intentara violar a los dos.

—Jajaja. Tienes razón, su cartera debe estar tranquila por hoy que no la fui a visitar.

Por el otro lado de la línea, Himeno estaba roja de la vergüenza mientras que Arai estaba perplejo, no solo era Kobeni la única que mentía sobre lo sucedido en ese departamento. Himeno también no mencionó todo lo ocurrido.

Denji y Kobeni estaban aligerando el ambiente luego de eso. Su pedido fue entregado y empezaron a comer, además de charlar.

—Que horrible primer beso— Dijo Denji aún recordando lo sucedido

—Para ambos, todavía intentó darme otro después que te traté de sacar de ahí— Kobeni respondió

—Seh. Makima se hubiera puesto triste... supongo, la verdad no sé si ella quiere algo conmigo.

—¿La has visto últimamente? — preguntó Kobeni, le parecía alguien interesante, pero que nunca le ha podido hablar, por la figura tan intimidante que aparenta.

—Nah. Debe estar fuera haciendo cosas de ella, nunca me dice nada... solo que sea obediente y le responda con Woof. Por mí bien, si me deja volver a tocar sus tetas.

—¿Eh?

—Ah sí. No lo tomes a mal, supongo. Cuando ella me rescató, me dejó viviendo con el pendejo de Aki y la estúpida de Power. Creía que iba a vivir con ella, pero a cambio vivo con un amargado y una cagona.

—Aki parece... ser agradable al menos. Power... no diré nada.

—Ambos son igual de molestos. Pero Power es una mentirosa.

—Me lo imagino— Kobeni tenía miedo que ella no cumpliera parte de su trato y Himeno siguiera tomando.

—Sus tetas eran falsas y la pendeja me hizo tocarlas aún así.

—¡¿Qué?! — Kobeni, Arai y Himeno quedaron sorprendidos con eso.

—¿Hay alguna historia detrás?

Luego del último mordisco, la primera Big Mac de Denji había sido comida. Se esperó y luego respondió a su compañera.

—Algo así, su estúpido gato fue secuestrado por algún demonio perdedor. Power me prometió que si lo salvaba me dejaría tocar sus tetas, un precio razonable.

—¿Salvaste a un gato para tocar unos pechos?

—Seh. Pero la culera me traicionó antes de siquiera llegar con ese bastardo, me atacó y me dejó... eh, noqueado.

—Ou... ¿Qué sucedió después?

—No lo recuerdo del todo bien, la pendeja fue devorada, su gato también... pensé qué... quizá ella era como yo y Pochita, dos amigos que solo se tenían el uno al otro. Meh. Peleamos, me hizo volar varias veces, llegamos a la ciudad y le gané. La mentirosa de Power tenía la obligación de dejarme presionarlas.

—¿Y sucedió... eso?

—Seh. Y te digo que es una mentirosa de mierda, no solo la que deja atorada en el baño. Cuando por fin me dio la oportunidad de tocarlas, solo eran unas simples almohadillas. Era plana, no me molestaba, pechos son pechos, pero si fue un tanto decepcionante.

—Ou. Sabes, al menos lo de Pochita fue lindo en esa historia.

—Lo sé. Lo recuerdo, apenas empezábamos a conocernos bien y nos establecimos en esa pequeña casa de mierda. Supongo que lo había perdido de vista y creí que se había ido sin decirme nada, lo busqué alrededor, era un niño, no podía llegar más lejos que eso.

Kobeni no sintió pena ajena por lo que escuchaba esa vez, ahora sí fue empática y escuchó atentamente.

—Ya era de noche, había creído que perdí a mi primer amigo. Era una sensación horrible, pero suponía que era lo que se esperaba, Pochita era después de todo alguien que se merecía lo mejor. Llegué a mi casa, ya había anochecido y lo veía ahí, esperando mi llegada mientras lloraba. Supongo que ambos nos pedimos perdón y dormimos abrazados.

—Awwww, para ser un vago tienes lindos sentimientos.

«Y raros pensamientos» — Se decía así mismo kobeni, pero cada vez se sentía más cómoda con su compañero.

—Lo sé, soy un encanto.

—N-no. N-no creo eso.

—No parecías pensar lo mismo en el apartamento de Himeno.

Kobeni casi se ahogó luego de escuchar eso, su primera hamburguesa ya había sido finalizada, pero ese último bocado casi salía después de escuchar eso.

Himeno y Arai quedaron sorprendidos, al punto de casi gritarlo, ambos taparon la boca del otro para evitar que los descubran, aunque ya estaban recibiendo miradas de los demás.

—¡Maldición! Si pasó algo entre esos dos— dijo Himeno, que ya sabía cómo terminaron esa noche, pero al parecer había algo más.

«¿Qué le hiciste Denji?» — fue la única pregunta interna que se hizo Arai luego de escuchar eso.

Dentro del restaurante, la pareja continuaba comiendo, kobeni continuó con su helado para que no se derritiera del todo. Mientras Denji continuó con parte de esta extraña plática.

—No volverá a pasar ¿Entendido? La única que me gusta es Makima y capaz las chicas que aparecen en las revistas.

—¿Eh? — Kobeni quedó confundida luego de lo último, pero ya procesando, solo afirmó lo que decía el Rubio — A-ah. Si, lo mismo digo.

—Makima es una mujer muy hermosa, hasta el estúpido de Aki le gusta y sintió celos que yo sí tengo más avances que el.

—Ou. ¿P-por eso le rompiste las bolas? — preguntó inocentemente la chica.

—Algo así. Makima nos juntó para mí primera misión y fue un desastre, le pregunté si ella tenía algún novio o algo similar. El solo me pidió que lo acompañara hasta llegar a un callejón y me empezó a golpear el cabrón. Me decía que mejor renuncie mientras aún estaba a tiempo, decía una mierda sobre tomarse esto de matar demonios en serio y luego qué hizo bien en golpearme porque solo me interesé en Makima.

—Auch. Debió ser doloroso.

—Lo fue. Pero el pendejo no vive en las calles, uno nunca ataca en la cara para salir de una situación así, es en las bolas. Creo que llevé 10 patadas ahí y seguía pateando jajaja. Fue divertido, lo tuve que llevar de nuevo con Makima, le expliqué que el demonio de las bolas nos atacó y fue directo a las bolas del idiota.

Kobeni pese lo cruel de la situación y saber que Aki lo hacía con buenas intenciones pero con métodos violentos, le dio risa lo último que dijo, también había mentido con el demonio del mono por lo que le hizo similar la situación.

—Okey, eso fue muy gracioso— confirmó Kobeni.

—Lo sé, ahora está obligado a ser mi cocinero. Nos repartimos las tareas del hogar, no es difícil, lo hacía seguido en la casa del anciano de mierda. Solo que aquí es más sencillo, solo es basura y mugre, no cadáveres de humanos y demonios.

—(...) ¿Qué? — Kobeni quedó confundida y luego asustada por eso último.

—Pues, era una especie de mafioso, no me extraña que hiciera esas cosas. Un tremendo hijo de perra. Gracias a Pochita, sus gorilas nunca se acercaron a mí, podía usar la motosierra de mi amigo y nunca me golpearon... Que yo recuerde.

—Ou. Perdón por eso.

—Nah. No hace falta sentir lástima, esas mierdas ya pasaron y ahora disfruto de una vida más cómoda. Es mi sueño después de todo.

—Es un buen sueño. Creo que lo comparto.

—¿También quieres un lugar cómodo donde dormir y que nunca te falte comida?

—Em. S-si. Sin problemas en esta vida, supongo. Me gusta probar cosas deliciosas y al menos esta hamburguesa es una de ellas.

—Seh. Tenías razón, sabe más deliciosa si tú la pagas. La próxima deberías pagar por una pizza.

Ambos terminaron sus hamburguesas pero siguieron platicando. Himeno y Arai ya estaban durmiendose, algunos transeúntes les estaban dejando monedas creyendo que eran personas sin hogar.

—Sabes Kobeni, me gusta que me trates como una persona normal. No me molesta seguir siendo un jodido cazador de demonios si hay cosas como estás.

—C-claro. A mí también me agrada que ya n-no te desagrado por una tontería mía. Además, es bueno comer acompañada, así también sabe mejor la comida.

Ambos compañeros se empezaron a considerar amigos, decidieron salir del local e ir a otro sitio, según Denji caminando una cierta distancia se ubica un parque con área de juegos incluida. Parecía ser que se hizo tarde durante su estadía en el McDonald's.

La pareja notó a Arai y a Himeno, pero debido que estaban en incógnito solo pensaron que eran vagabundos o gente cansada, Kobeni cómo acto de buena fe les dio una moneda de 100 yenes. Los otros dos, estaban despertando cuando se dieron cuenta que ambos caminaron hacia otro rumbo.

En el camino seguían hablando de ciertas tonterías, recuerdos del pasado, Kobeni contó la anécdota de su primer helado.

—Era mi cumpleaños, creo que aún estudiaba en secundaria. Mis papás como de costumbre olvidaron la fecha y no hicieron nada. Pero mis hermanos mayores ahorraron lo suficiente y compraron un litro de helado, me hicieron la sorpresa aún en la escuela.

—Okey, eso... es lindo— Denji era hijo único y no conocía lo que era el amor de hermanos... por ahora.

—¡Si! Son geniales, algún día deberías conocerlos. En fin, lo abrieron para que yo probara, era de vainilla y estaba delicioso. Jaja. Me emocioné, le dije a Kenji que yo lo cargaba, estaba emocionada de comer algo así y corrí. Creo que no era buena idea, me terminé cayendo y todo el helado se regó en el suelo.

Denji se burló de Kobeni aunque después de eso solo mencionó que ahora pudo comer otro helado regalado y está vez no se cayó.

—Tienes razón y sabía muy bien.

La vigilancia se hacía presente en muchos frentes. Kobeni y Denji eran el foco de atención de esta tarde.

En primer lugar, los sujetos del hotel los estaban observando a través de algunos espías disfrazados de civiles, sin parecer sospechosos tenían cámaras de vigilancia lo suficientemente pequeñas para que no notaran su presencia. Querían identificar quién era la joven que acompañaba a Denji.

Himeno y Arai hacían prácticamente algo similar, escondidos en distintos lugares para seguir escuchando lo que ambos idiotas decían.

En tercer lugar, estaría Haka, observando atentamente a Denji y escuchando poco más de sus historias, el hecho que le haya ganado al demonio murciélago de hace días entonces no era casualidad.

En cuarto, había muchas aves que solo podían sobrevolar la ubicación de ambos. La presencia del demonio de la muerte evitaba que se pudieran acercar. Incluso ratas y ratones no podían aproximarse a nivel del piso. Lo que cierta mujer ubicada en Osaka, terminó dejando sorprendida.

Por último, Denji y Kobeni prácticamente harían lo mismo. Observaron durante su camino a Madoka y a Kei caminando muy afectuosamente. Kobeni estaba sorprendida, sabía que amigos eran amigos y se molestaban, pero al parecer ya estaban saliendo.

Denji los conocía poco, pero solo para saber más le sugirió a Kobeni seguirlos a ver qué más hacían.

Se escondían en su alrededor mientras escuchaban la plática de la pareja, al parecer ambos ya estaban decididos también al retiro, Madoka estaba convenciendo a su compañera mudarse con él, ya estaba casi todo listo para la mudanza, solo faltaría el último pago y bono, con eso estarían bien por un tiempo.

Kei parecía agradarle la idea, igual ella esperaría su último pago y luego analizaría bien todo el asunto. Ambos interrumpieron su caminata, se dieron un abrazo y luego se besaron.

Denji y Kobeni resultaron sorprendidos por lo que veían. No parecía haber muchas historias de amor y con cierto grado de éxito en seguridad pública, pero al parecer ellos dos eran la excepción. Otra idea salió de la mente de Denji, robar una cámara, tomarles una foto y luego molestarlos para que les den comida, un chantaje sencillo.

Kobeni solo miró a su amigo, un tanto preocupada si eso llegase a pasar.

—Si Himeno se entera que les tomamos una foto... ella haría lo mismo con la nuestra. Y sería peor, tú conoces lo loca que es.

Denji se avergonzó, no recordaba esa foto en específico.

—Mierda, tienes razón. Al menos fue una foto abrazados y no besándonos como con estos idiotas.

Eso último los dejó un tanto ruborizados.

Himeno y Arai escucharon eso, el teléfono seguía escondiéndose gracias a su mano fantasma. Ella debido otra vez a la vergüenza tuvo que admitir que si les tomó una fotografía donde ellos estaban dormidos y abrazados. Pero qué sería solo para ella. Arai cada vez se preguntaba porque seguía siguiendo el plan de su superior, sólo tenía dudas y ahora sabía más cosas que mejor no quisiese saber.

—¡Mira el lado bueno! Ellos no se han besado. Solo terminaron abrazados— Himeno se sentía insegura sobre su afirmación, pero no tenía pruebas para demostrar un beso.

Luego observó cómo ambos seguían dirigiéndose al área de juegos del parque, una vez allí, observaron cómo Denji y Kobeni se sentaban en un columpio. Ambos estaban tranquilos y solo observando el resto de cosas del lugar.

—No creas que se va a repetir eso.

—¿Eh? ¿D-de qué hablas?

—Mis labios son exclusivos de la señorita Makima, ya lo arruiné ese día, no pienso hacerlo otra vez. Capaz tomó mucho para olvidar que me vio besando a otra.

Haka solo se rió y le mencionó algo que ni ella o Denji sabían.

—La chica pelirroja le dio igual, solo bebió las cervezas y parecía no importarle lo que le pasó al chico, hasta ya lo tenía premeditado—Solo kobeni pudo escuchar esta información, lo que la hizo sentir lástima de Denji, quién era otra víctima de las falsas ilusiones de la jefa.

Kobeni respondió a Denji.

—S-solo fue... para olvidar lo de Himeno.

El otro par de chicos, estaban escuchando la información, interesados por lo que estaban por decir a continuación.

—Seh. Lo olvidamos cuatro veces. — Denji siguió.

—No repitas eso.

—Es un cumplido, tómalo nada más. Aún así gracias.

—¿A qué te refieres está vez?

—Supongo que sirve como alguna clase de experiencia. Makima recibirá los mejores besos, hasta de lengüita. Pero te lo debo a ti, señorita "te puedo dar uno mejor"

—Ay Dios, no vuelvas a decir eso.

—Heh. No fue una mala noche después de todo.

—Supongo que no lo fue.

—Un día me intentas matar y al otro me besas. Eres rara, pero me terminaste agradando.

A ninguno parecía haberle disgustado. Solo seguían columpiándose mientras ignoraban este hecho, un tanto difícil. Quedaron callados.

Himeno quedó emocionada como si de una novela se tratase.

—Lo sabía, estos idiotas se besaron— no lo gritó, pero estaba emocionada.

—¿Ya podemos irnos? Ya se empieza a hacer de noche, hemos estado todo el día escuchando una conversación que no nos incumbe.

—Yo solo quiero ver cómo acabará esto, aunque creo que luego le hablaré a Kei de cierto asunto— Himeno observó cómo ambos chicos se levantaron y tomaron otro rumbo— ¡Espera, ya se están moviendo otra vez!

Haka estaba cada vez más impaciente. Por lo que intentó dormir al chico. Kobeni intentó abrazar a Denji para evitarlo, pero está vez no tuvo éxito, al intentar aproximarse a él, se cayó y se lastimó el tobillo. Solo a ella le podría pasar algo así.

Haka no sé inmutó por lo sucedido y aprovechó como Denji observaba a Kobeni en el suelo. Cuando por fin, estando enfrente de él, le tocó su rostro. No hubo respuesta, Denji no tenía sueño o debilidad, aunque sí le picaba la cara.

—Eh... Kobeni, ¿Estás bien? — preguntó Denji mientras se rascaba.

—Un poco adolorida... Pero, no es nada grave.

—Dame la mano y levántate de una vez.

Kobeni hizo caso, con la ayuda de Denji intentó levantarse y una vez de parada, intentó usar su pie lastimado para caminar. El dolor había comenzado y no podía mantenerse estable, casi cayendo de no ser por el rubio.

—¿En serio con tan poco te lastimaste?

—Perdón, debí tropezarme con algo— Kobeni mintió, quería evitar la muerte del chico, pero por alguna razón, no hubo efectos nocivos hacía Denji.

—Agh, qué molestia. —Denji se quejó, para luego ayudar a su amiga— Ven, te ayudo a caminar.

Denji intentó hacer de muleta para Kobeni, pero debido al tamaño y lentitud de la chica, avanzaban muy poco. Por lo que Denji, algo aburrido con la situación. Prefirió llevar en su espalda a la chica.

—¿Eh? Denji, creo que sería mejor si yo camino.

—Tonterias, solo dime dónde es tu casa y vamos para allá. De todos modos ni siquiera eres pesada.

—T-tonto... bueno, sigue recto. Vamos a tardar unos minutos.

Himeno decidió seguirlos mientras arrastraba Arai como cómplice, ya no lo ayudaba, simplemente no se quería sentir como la única culpable por invadir la privacidad de su mejor amiga.

El camino fue largo y nuevamente Kobeni sintió comodidad de la situación, pese a todo, se sentía segura sabiendo que Haka no podía hacer nada al respecto.

—Kobeni, este chico es más peligroso de lo que imaginé, si no puedo ser capaz de manipularlo... es más fuerte de lo que aparenta— Haka intentó hablar a su socia.

La protagonista solo lo ignoró, seguía dirigiendo a Denji, mientras hablaban.

—Oye Denji, ya que eres parte demonio y eso ¿Tu vista mejoró?

—Eh.

—Dijiste que tenías problemas para ver en el pasado. Me imagino que capaz antes te hacían falta unos lentes.

—Ah, no. Un socio del viejo de mierda quería mi ojo para la cirugía de algún hijo suyo. Así que me obligaron a donarlo a la fuerza, valió la pena, pude pagar los servicios de unos meses.

—¡Dios! Eso es horrible.

—Seh. A veces si no encontraba la forma de encontrar dinero, pues donaba cosas de mi. Cuando los demonios simplemente desaparecían y no podía matarlos, prefería eso. Cuando no encontré al demonio Oso, tuve que donar un testículo, así no aumentó mi deuda.

—¿Tu estabas buscando al demonio oso?

—Ah sí, creo que Aki me dijo sobre que tu familia sobrevivió a ese ataque.

—Si... fue un milagro.

—¿Cuál milagro idiota? Tuviste que mover todos sus cadáveres para que los restaurara— Haka estaba malhumorada y decidió devolver a la realidad a Kobeni.

Kobeni empezó a sentirse mal, al punto de querer llorar. Denji prefirió saltarse el tema, creía que era algo que no debía meterse.

—Los pasteles son geniales ¿Has comido uno?

—No.

—Jaja, podríamos hacer uno, son fáciles de hacer, Pochita y yo nos hicimos uno en mi cumpleaños, solo necesitábamos agua, harina y azúcar, sabía bien.

—Creo que... podríamos hacerlo algún día. Me gusta comer cosas deliciosas, pero es muy raro las veces que lo hago. Antes de Himeno, solo comía bolas de arroz.

—Saben bien, el idiota de Aki las prepara y a veces las acompaña con curry.

—Supongo que si convencemos a Himeno, ella convencería a Aki de hacer curry para nosotros.

—Seh. Mientras el idiota se dije en otra mujer que no sea Makima, bien por mi.

—¿Es cierto que ella te abrazó cuando se conocieron?

—Oh sí, fue genial, nunca antes una chica hermosa se había acercado a mí y un día después que todas mis deudas se acabaron, llegó ella. Me ofreció de comer y aunque me hizo matar a un demonio raro, las cosas siguieron tranquilas.

—¿Demonio raro?

—Una mierda color rosa, se hacía pasar como amigo de una niña, creía que era como Pochita, hasta les iba a convencer que se escaparan, pero resultó ser otro demonio de los que siempre mato. Una basura.

—Pochita era alguien... peculiar, es raro oír de demonios que son más buenos que malos.

—Es, más bien dicho. Makima afirma que él sigue vivo en mi corazón y le creo. Así que compartimos una sola vida. Si llego a morir, supongo que él también morirá. Y me niego a morir sin que él vea mis sueños.

—Ou. Entiendo. — Kobeni tenía algo similar pero con su familia— mmm, al menos ya abrazaste a una chica.

—Seh. Falta todo lo demás, jugar videojuegos y supongo que salir a algún lugar a divertirse.

—Hay parques de diversiones, deberías ir a alguno. Yo quiero invitar a mis hermanos.

—Genial, una montaña rusa suena bien, son rápidas y dan miedo.

—Si dan miedo, no me quiero subir.

—Entonces te debería obligar a ir. Quiero ver tus caras de espanto. Capaz termines tu creando al demonio de las montañas rusas.

—¿Quieres ir conmigo a un parque de diversiones? — Kobeni preguntó de forma involuntaria, incluso a sus espaldas, Himeno se sorprendi.

Eso es Kobeni, muestra quien manda— decía Himeno a la distancia en forma de susurros.

—(...)— Denji tardó en responder, hasta que abrió la boca— Sí, sería genial ir con una amiga.

—Sería divertido, hay que invitar a los chicos también. Aki, Power y Himeno.

—Ah, sí, también a ellos.

Ambos ya habían recorrido gran distancia, estaban a solo 100 metros de la casa de la chica. Denji no se sentía cansado, a diferencia de Himeno y Arai, que ya estaban cansados de seguirlos.

Una vez, en frente de las escaleras, Denji decidió seguir subiendo, preguntó por el piso y la chica contestó que el 4to. Se había arrepentido de ayudarla a subir, pero ya estaban a la mitad del recorrido.

Una vez frente a la puerta del departamento de Kobeni, ella le dio la llave a Denji, para que la abriera. Entrando a su departamento.

—Wow, primera cita y ya lo invitó a su departamento — Himeno hizo una observación de lo que acaba de ver.

—¿Ya nos podemos ir?— preguntó el pobre de Arai, ya estaba haciéndose más tarde.

—Claro, puedes irte cuando gustes, la verdad solo quiero saber unas cuantas cosas y luego también me voy— decía Himeno mientras seguía invadiendo la privacidad de su amiga, colocando el mismo celular fijo en una de las ventanas de Kobeni.

Dentro del departamento, Denji se llevó una decepción. Contrario a la apariencia de su amiga, su departamento era todo lo contrario, un desastre.

—¿Murió alguien aquí?

—N-no. Espero, solo que no he podido hacer limpieza desde que me mudé.

Denji, estaba un tanto confundido, pero la verdad no la había pasado tan mal con la chica para ser solo un ajuste de cuentas.

—¿Tienes bolsas de basura?

—Si

—¿Puedo usar tus artículos de limpieza?

—¿Qué?

—Idiota, te voy a ayudar a limpiar tu desastre. No será difícil, Power hace cosas peores.

—Oh... déjame ayudarte, creo que ya puedo caminar algo— luego de eso kobeni casi se vuelve a caer.

—Mejor, solo descansa y no estorbes.

Himeno no podía escuchar bien lo que hablaban. Pero siguió esperando, debido a que ya era noche, Arai siguió siendo todo un caballero y se quedó acompañando a su superior. El ruido de la otra línea era un tanto confuso.

Dentro de la casa. Denji seguía ordenando todo lo que podía, colocando toda la basura en las bolsas. El problema llegó mientras movía los desperdicios dejados en la cocina, una cucaracha dio acto de presencia y voló hacia donde se ubicaba Kobeni, ella no se percató y se quedó a espaldas de la chica, quién andaba distraída leyendo nuevamente la carta que Kenta le había dejado.

Denji caminó con lentitud hacia la chica, le dijo que guardara la calma y no mirara hacia atrás. El iba a hacer todo el trabajo.

Kobeni de forma imbécil volteó atrás, para tener casi en su cara una cucaracha de gran tamaño parada en su pared.

—¡WAAAAAAA, DENJI ESA COSA ES MUY GRANDE!

—¡IDIOTA TE DIJE QUE GUARDARAS LA CALMA!

En la otra línea, Himeno se terminó asustando por lo que escuchó. Más por no saber a lo que se refería, después de tanto silencio escuchó algo y fueron dos diálogos que sonaban muy mal. Arai también terminó asustado.

—¡Mierda, salieron más atrevidos de lo que creí!— dijo Himeno sonrojada por lo que escuchó.

Empezaron a oír ruidos y gritos, tanto de Denji cómo de Kobeni. Se escuchaba como distintas partes de la casa estaban siendo recorridas y algunas cosas caían.

—Arai, vete. En serio, vete. No es necesario escuchar esta tortura— Himeno se apenó por el otro novato y prefirió ser compasiva.

La cucaracha parecía seguir a Kobeni cuyo miedo superó al dolor que sentía en el tobillo, incluso la alcanzó en su habitación. Estaba tan asustada porque la maldita estaba volando. La cuarta hija solo pudo gritar por ayuda a su amigo.

—¡DENJI, SÁCALA, POR FAVOR, SÁCALA! — No quería verla morir en su habitación, sabía que le daría asco recordar su muerte ahí.

—¡CÁLMATE KOBENI, TU MISMA LA METISTE!

Himeno desde el otro lado quedó muy roja, no pensaba que su amiga fuera tan atrevida con Denji.

—Santa mierda, escuchamos su...

Himeno no quiso completar la oración en frente de Arai, que éste mismo día se enteró que también le gustaba Kobeni y al parecer la oían teniendo acción con el rubio.

Denji por fin pudo atrapar a la escurridiza cucaracha y la sacó de la habitación. La mató fuera de los ojos de Kobeni y la dejó en la bolsa. Regresó a la cocina y solo dijo.

—¡Wow, mierda eso fue intenso! ¿Verdad que sí, Kobeni?

—¡CÁLLATE, TÚ NO LA TUVISTE ENFRENTE DE TU CARA!

Himeno colgó la llamada, agarró el celular que estaba en la ventana y decidió irse con Arai, dijo que no era necesario caminar hacia su casa, ella le pagaría el Taxi por hacerle pasar un mal rato. Ella solo regresaría al lugar donde estaba escuchando todo, solo para fumar.

—En serio tengo mucho que aprender de ti, Kobeni. La alumna superó a la maestra — Decía esto mientras continuaba fumando su cigarrillo.

Había pasado una hora. Por fin la casa de Kobeni se veía decente, gracias a Denji y que Kobeni ya no exageró la situación. Denji estaba dispuesto a irse, pero fue detenido por una kobeni algo adolorida.

—Ya no te pude comprar tu ramen... Pero, debes tener hambre, si quieres, quédate otro rato y comemos unos instantáneos.

—De hecho yo ya me deber... — Denji no pudo acabar su frase, veía la cara de culpabilidad de Kobeni.

—No quiero más deudas contigo, aunque sea... acepta eso por ayudarme a limpiar mi casa.

—Sigh. Está bien, no puedo negar que tengo hambre.

Kobeni se alegró luego de oír que su amigo aceptó su invitación para comer, preparó ambos instantáneos y encendió la televisión para que vieran alguna película en su pequeña sala. Denji y Kobeni no dijeron nada pero ambos disfrutaron del momento.

Cuando acabaron de comer, Denji solo observó la decoración de la casa de Kobeni, estaba algo vacía, pero podía ver un cuadro de unos chicos.

—¿Son tus hermanos?

—Ah. Solo el de enmedio, se llama Kenta, es el más listo de la familia.

—¿El universitario?

—Ese mismo, es muy agradable, es paciente y le gusta enseñar a veces. Me ayudó a pasar las materias de mi escuela.

—Tener hermanos debe ser genial.

—Si... es difícil, somos muchos pero no tenemos mucho dinero, mis hermanos mayores están algo resentidos con mis padres y los pequeños, nadie quiere que pasen por lo mismo. Solo sigo ahorrando para ver si puedo conseguir el dinero suficiente y ayudar a todos.

—Eso es... bueno, supongo.

—Son como tú y Pochita, pero yo quiero verlos cumplir sus sueños, aunque yo posiblemente nunca los vea.

—¿Tu sueño cuál era?— Denji se había olvidado un poco el hilo de la conversación

—Ser una artista. A veces lo practico, pero estoy un tanto oxidada.

—¿Puedo ver lo que hacías?

—C-claro. No tengo muchos dibujos conmigo ni en mi casa, muchos se perdieron con el demonio oso y los que me quedaban mamá los vendió como papel usado.

—Tu madre también es una mierda.

—N-no digas eso... — Kobeni lo sabía, pero seguía sin aceptar esa realidad— Mira, son algunos dibujos de los animes que les gusta ver... y un retrato de Kaori, mi hermana.

—¡No es cierto!

—¿Eh?

—Es idéntica a ti, incluso más alegre. ¿Segura no te dibujaste a ti misma?

—N-no... ella siempre fue más extrovertida que yo... cuando la pasaba mal, intentaba hacerme reír.

—Ou. Sabes Kobeni, dibujas muy bien. Algún día deberías dibujarme siendo el motosierra. Me vería épico y llamaría la atención de las chicas.

—¿Y Makima?

—También.

—Oh. Está bien, supongo, mientras no me hagas daño.

—Soy asombroso, obvio controlo todo mi cuerpo cuando estoy transformado. (mentira)

Los chicos decidieron ordenar lo que faltaba y dejar la casa de la cuarta como nueva. Esta vez sí, Denji se iba a retirar de la casa, no sin antes ser nuevamente detenido por la pequeña.

—Antes de que te vayas— Kobeni se paró de puntitas y le dio un beso en la mejilla a Denji.

—Hey, te dije que eso era exclusivo para...

—E-esta vez no fue en la boca, tonto. —Kobeni lo había interrumpido, con un abrazo y volvió a escuchar los latidos de su corazón, algo acelerados— Solo te quería agradecer por este día por... todo.

—Si... no fue nada... podrías... — Denji se estremeció, incluso su rostro se puso un tanto ruborizado.

El abrazo terminó, Denji se despidió de su amiga y bajó las escaleras. Ella desde arriba lo observaba y se despidieron a lo lejos. Luego de eso, ella pudo visualizar a una persona sentada en un banco y fumando, no dijo nada, quizá estaba esperando a alguien y entró a su apartamento.

—Al menos puedes hablar de más cosas, que con el otro. Lo apruebo para que sea tu novio— Haka se burló de Kobeni.

Kobeni no respondió está vez, solo se retiró y se fue acostar. El plan de su socia, no resultó y tenía que buscar otra forma de explorar al motosierra.

Himeno por su lado, había hecho unas llamadas. Lo que resultó en una reunión con Kei en ese mismo banco.

—¿Por qué me pediste venir con unas latas de soda y comida?

—Uno. Felicidades no sabía que salías con Madoka.

—¿¡Quién te dijo eso?! — Kei se espantó por lo que escuchó

—Digamos que Kobeni vio algo, pero tendrás que seguirme el show, ustedes no fueron la única pareja que está jugando a las escondidas conmigo.

—¿Ella tiene novio?— Kei se sorprendió

— Algo así, supongo. Y dos, no puedo beber alcohol, así que al menos escuchar una lata abrir, será mi único consuelo.

Ambas decidieron subir hacia el cuarto piso, la chismosa de Himeno ya sabía a dónde tocar. Kei se sentía insegura por visitar a su amiga sin una invitación, pero Himeno no le preocupó.

Tocó el timbre.

«Quizá a Denji se le olvidó algo» — Kobeni pensó, ya que fue muy rápido.

La chica se levantó, estaba algo somnolienta y no podía abrir bien los ojos. Se dirigió a la puerta principal y la abrió sin distinguir quién era.

—¿Se te olvidó algo Denji? — preguntó la pequeña, sin darse cuenta que se lo decía a Himeno y a Kei.

Las dos chicas tuvieron una reacción distinta, Himeno expresaba una cara de "Te atrapé" y Kei solo pudo contener el grito ahogado tapándose con su mano. Cuando Kobeni abrió bien los ojos se dio cuenta que se lo preguntó a la persona menos indicada.

—¡Es una pijamada sorpresa, pequeña pícara! — respondió Himeno

—Ay dios, no otra vez.

Fuera del edificio residencial

Un hombre de apariencia promedio también se encontraba observando, sin fines de chisme, había localizado la propiedad de la cuarta.

Desde su radio se comunicó hacia el hotel cercano al McDonald's

—Señorita serpiente, encontré la información que solicitó. La residencia es de Higashiyama Kobeni. Vinieron otras dos mujeres, una llevaba un parche y se dirigieron a su propiedad. ¿Quiere que las asesine en este instante?

—Negativo. No sabemos los contratos que tienen, sería un suicidio para toda la operación. Además, necesitamos a la chica del parche, ella nos ayudará a localizar a Hayakawa Aki.

El comunicado terminó, el hombre se alejó del área, pero la información que importaba había sido obtenida.

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Cálculo que en el siguiente capítulo o el próximo a ese, empieza el modo esencia de tablos.

Otro malentendido en la vida de Kobeni y como no, Himeno siendo participe, obvio no lo hace en mal plan, pero la morra si está medio loquita, aunque lo niegue.

Pobre de Arai, se fue creyendo que su crush y el wey que parecía odiarla, terminaron cogiendo en su casa xd

Ya luego acabaré con su sufrimiento, bye bye.

Los amo demasiado

Lo encontré por ahí

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