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Capítulo 13 - Un contrato entre amigas

Seguimos con los capítulos de Chill, este capítulo iba a tener un planteamiento distinto, igual iba a ser Kobenji, pero lo volví uno que reforzó la amistad entre Himeno y Kobeni, así como conocer más del contexto que ella tuvo con Aki. Espero lo disfruten.

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El cielo de Tokio se encontraba despejado, el calor era agradable y la gente estaba por empezar sus labores del día. El día descanso de los cazadores de demonios varía; no se pueden dar el lujo de nunca estar en operaciones, pero los personajes pertinentes en esta historia descansan el día de hoy.

El mismo departamento donde un trío de humanos tuvieron una experiencia un tanto particular, no todos los días estrenas los labios de 2 novatos que tú misma hacías bromas con que estuvieran juntos. Traumarlos al punto que entre ellos dos se dieran afecto y que les haya gustado pese a que no hace mucho, tenían problemas porque una intentó asesinar a su compañero.

El cuarto, un demonio que por curiosidad, terminó descubriendo que sentía cierta repulsión a las interacciones sexoafectivas, al punto de abortar su plan de estudiar el cuerpo del hombre motosierra.

—¿Pero qué? — La primera en despertarse fue Himeno — ¡Ay dios ¿Ahora que hice?!

La más experimentada de los 3 cazadores estaba analizando su propia habitación, podía ver unos cuantos condones pero solo uno de ellos había sido usado y ahora estaba en el piso. Por lo visto, se lo quitó antes de tiempo.

Su trasfondo con el alcohol llegará pronto, pero siempre que ella se emborrachaba sí no estaba en compañía de Aki, tenía esa extraña manía de meter hombres de una sola noche en su casa.

Su consumo de alcohol había sido excesivo el día de ayer, estaba un tanto espantada por la realidad que ocultaba el hotel Morin. Su propia idea para hacer que Makima contara un poco sobre Denji no tenía la noción si fue un éxito y la verdad, sólo tiene vagos recuerdos de ese día. Vómito, regresó acompañada a su casa y besó a más de una persona en su recámara.

La chica de un solo ojo restante se levantó renovada, ya no estaba mareada ni con problemas estomacales. Solo se vistió con lo que ella misma había tirado.

Himeno era particular, su propia persona era un desastre, tenía adicción por el alcohol y la nicotina, se encontraba frustrada en el amor y tenía un evidente cuadro de depresión que ocultaba bajo una sonrisa y una voz que sonaba hasta maternal. Parecía que tenía algo especial por venir, pero ella misma se autosabotea para nunca conocerlo.

Su casa era un reflejo de cómo era Himeno cómo persona. Tenía lo básico para el goce de un ser humano. Siempre estaba ordenada y limpia, pero no era acogedora una vez pasabas mucho tiempo en ella. Pocos ingredientes en casa, era más fácil encontrar más uniformes que ropa casual y en la cocina, era más común ubicar el alcohol y las cajetillas de cigarro que ella compraba con antelación.

Se levantó en busca de continuar un poco de su falsa felicidad del día de ayer. Directo al refrigerador, tenía algunos six-pack de su cerveza de preferencia. En su camino se topó con una peculiar pareja, ya que su sala estaba más próxima que su cocina. La ignoró completamente.

Se preguntaba si Aki le gustaría desayunar unos huevos revueltos y tal vez con tocino, incluso que trajera a sus dos inquilinos y aprovechando compraba más ingredientes para la ocasión.

Su día empezó con tres sorbos consecutivos de alcohol en plena mañana. Su típico día de descanso había empezado.

Sacó una de las botellas de agua que había dejado también dentro del refrigerador para más al rato y pensó volver a su habitación para terminar de cambiarse. Su lata estaba a un sorbo de agotarse.

Regresando a su habitación, vio la escena que dejó pasar por desapercibida en un inicio.

Veía a la "parejita" con la que se divertía siempre haciendo chistes. Sabía que ellos dos tenían problemas entre sí y que muy probablemente se terminarían odiando de forma jurada. Pero aquí todo lo contrario, ambos descansaban cómodamente en el sofá de Himeno.

No tenía idea de cómo llegaron ambos a su hogar. Mucho menos cómo pasaron los sucesos para que Denji y Kobeni estén en una posición tan específica. Había un cuarto para invitados, no necesitaban dormir en un mismo sitio en un lugar que solo era para una persona acostada.

Sólo pudo ver a Denji boca arriba, mientras que encima de él estaba una pequeña kobeni disfrutando de la comodidad del pecho del rubio. Ambos estaban abrazados, se veía que Denji sostenía el cuerpo de la cuarta Higashiyama para que no se llegase a caer.

La lata de cerveza a medio acabar se cayó.

—¡Lo sabía!— Himeno lo dijo con emoción, pero en un bajo tono de voz para no despertar a los dos novatos— ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! ¡Lo sabía! — Se repetía así misma.

Caminó con mayor velocidad a su habitación, en uno de sus cajones de ropa, había una cámara instantánea. La terminó sacando y esperando que nada hubiera cambiado en lo que regresaba a su sala.

La misma escena seguía en la sala. Himeno con emoción y extrañeza, decidió tomar la foto. Aki debía saber esto y quizá Kei, Power no, ella sería chismosa y se lo contaría a todos, además que no quería joder de más a su mejor amiga Kobeni.

Irónico, porque en la noche le dio uno de los mayores traumas de su vida, mismo que fue desencadenante para que la escena que Himeno estaba dispuesta a inmortalizar en foto se hiciera realidad.

La fotografía fue perfecta. Podía ver como Kobeni y Denji transmitían la vibra de ser una pareja de hace tiempo, linda y que sabían cómo acomodarse para estar cómodos y pegados en lugares un tanto incómodos. Le dio algo de envidia, pero no fue impedimento para capturarlo en la foto.

El flash fue molesto para la pareja, se estaban despertando, la intensidad de la luz y el sonido fue suficiente para hacer que ambos novatos despierten. Kobeni fue la primera quien luego de ver en donde se encontraba. Empezó a apenarse y empezó a balbucear por la pena de estar ahí.

—Eh eh eh ¿¡Qué rayos?!

Ese pequeño balbuceo terminó por despertar a Denji, quién vio cara a cara a su compañera de división.

—¡¿Qué estás haciendo aquí, loca?!

Ambos se separaron rápido, estaban rojos de la vergüenza y se levantaron de su sitio. Recordaban lo que sucedió en mayor medida, lo que Kobeni le debía a Denji, los traumas que les dejó Himeno y...

Los besos, los 4 besos que ambos novatos se dieron, uno más apasionado que el anterior.

—Esto se irá al álbum familiar, por cierto Kobeni ya te considero de la familia así que ¡Ni modo! Estarás inmortalizada en mis memorias.

—Ay dios. — respondió Kobeni

—¡ROMPE ESA FOTO! — Gritó Denji

—¡JAMÁS! — contestó Himeno quién huyó a su habitación, la cerró con seguro y escondió la foto.

Pasaron entre 30 a 40 minutos después de que los 3 cazadores habían despertado y la pelea terminada, siendo Himeno la ganadora.

El piso departamental de Himeno era un tanto caro, ella con sus años de experiencia en la organización ha podido costearlo, en cada piso hay un balcón que permite tener una vista bastante bonita de la zona de Tokio que le corresponde. Himeno acostumbra a desayunar sola en ese lugar, pero en esta ocasión invitó a sus dos compañeros a compartir la mañana con ella.

—Entonces, cómo voy entendiendo la situación — Los chicos explicaron fragmentos de la noche pasada, excluyendo la parte de cómo terminaron abrazados— Vomité en la boca de Denji, le cumplí la promesa, Kobeni me terminó acompañando a la casa con Denji, pasaron cosas que casi me meten a la cárcel y de lo ebrios que estaban ya no se fueron a sus respectivas casas.

—Si. En resumen fue eso— Denji respondió tranquilo, mientras desayunaba un sándwich que Himeno le habría preparado.

—Okey... algunas cosas tienen sentido, digo, tengo problemas de alcoholismo y no es la primera vez que traigo hombres a mi casa.

—C-como al s-superior Aki?— preguntó tímidamente Kobeni

—Ojalá, Aki antes usaría su espalda en sí mismo qué pasar una noche conmigo luego de una reunión así— Himeno intentó hacer una broma, pero luego miró su café y su mirada se perdió.

Aún así tenía dudas del día de ayer, era importante que se la respondieran porque no había completado el rompecabezas.

—¡Okey! Basta de sentir lástima por mí misma ¿Ustedes tortolitos declararon su amor ayer? — El humor cambió repentinamente y la pregunta fue directa y pícara.

¡QUÉ! ¡ESO NO FUE LO QUE PASÓ! — Al unísono ambas voces de la pareja de ayer alzó la voz. Dar una excusa era un tanto complicada, después de todo. Por mucho que tengas una mala perspectiva de una persona, debe haber una razón por la que terminas acostado con ella y sujetándola firmemente en tan solo una noche.

—Ajá. Supongo que hice un contrato con el demonio de las mentiras de forma involuntaria. En cualquier momento veré como cae la verdad, lo que me digan sabré si mienten. Adelante, lancen su mentira y mostraré la foto o digan la verdad y solo será un recuerdo para mí.

Kobeni y Denji estaban un poco sonrojados, no sentían todavía una atracción real. Tuvieron un momento de furor por todo lo que incluyó la noche pasada.

Si bien, la pelinegra no tenía la influencia de Haka, podía decir en sí, toda la verdad y soltar la sopa. Aunque eso incrementaría las bromas de Himeno y la haría creer que ambos sí podrían ser pareja. Capaz solo cuente un fragmento, el trauma de ambos besos que denji y Kobeni recibieron y que después solo se desquitaron con solo 1 beso de piquito y se durmieron muy ebrios.

La chica estaba a punto de decir esa verdad a medias. Hasta que le ganó la palabra Denji.

—Esta pendeja me noqueó. Teníamos problemas porque descubrimos en la plática de ayer que ya nos habíamos conocido— dijo Denji mientras señalaba a Kobeni

—«¡QUÉ COSA!» — Gritó mentalmente Kobeni.

—Veras, ayer estábamos un tanto ebrios, por tu culpa maldita cínica. Nos quedamos en la sala platicando, resulta que antes de toda ésta mierda ya nos conocíamos, mendigaba por dinero y yo amablemente le di 3000 yenes. Nunca me agradeció y le pedí de vuelta el dinero ayer y tuvimos una pequeña pelea—La mentira de Denji era una tremenda mamada, pero bastante creíble porque sucedió... algo así. Aunque la pelea fue con sus lenguas.

—A-ah. Y pues estaba menos tambaleante que el t-tonto vago apestoso. Lo empujó y casi le g-golpeo, pero ambos nos terminamos quedando dormidos por el cansancio.

—Ya te dije que si me bañ... — Denji miró a Kobeni y vio una expresión en ella de "No lo arruines, se la está creyendo" — ¡Perdón por eso! Es difícil no apestar cuando te vomitan.

—Okey, eso dolió. En fin, supongo que siguen peleados por lo del hotel y así— Himeno estaba continuando con su pequeño interrogatorio, necesitaba más detalles, pero de momento la historia sonaba creíble y más con cómo era la relación de ambos, un tanto conflictiva hasta donde ella se quedó.

No sabía que ellos más o menos habían arreglado sus diferencias... ¡Y vaya de qué forma!

—Iré a la cocina a hacer otro sandwich ¿Les gustaría que también les traiga uno?

—Si, por favor— ambos novatos dijeron lo mismo.

Himeno entró al interior de su casa, ambos chicos veían como ella estaba sacando las cosas para hacer los sandwiches. Ambos chicos después de eso empezaron a observarse y una pequeña discusión entre susurros empezó.

—¿¡P-Por qué rayos dijiste que te dejé n-noqueado?!

—¡Funcionó, okey! La pendeja borracha se está creyendo y aún piensa que nos llevamos mal.

—N-no le d-digas así. Será borracha, pero n-no p-pe... Olvídalo— Kobeni solo pudo llevarse su mano hacia su rostro, sabiendo que su amiga si era ambas cosas.

—Igual, solo fue cosa de una noche. Me invitas las hamburguesas y lo otro. Nos olvidamos que nos besamos y listo. Seguimos como si nada.

Kobeni se espantó, ya que veía que Himeno estaba regresando y escuchó la última parte de lo que dijo Denji.

—¿Se besaron o algo así escuché? — Himeno preguntó y se estaba riendo, aunque al mismo tiempo solo creía que estaban abrazados, no podía creer que ellos dos se pudieran besar.

«Ay... mierda» —Kobeni y Denji pensaron la misma frase.

—E-es menor de edad, si quieres que te lo recuerde— Himeno se dirigió a Kobeni, con su característico "guiño, guiño"

—N-no nos referimos a nosotros... son los besos que nos diste a ambos ayer — Kobeni está vez dió la excusa, al igual que la de Denji, está también era verdad.

—Ou... ¿Qué tan ebria estuve? Bueno, digo, con ver el condón en el piso hay justificación... ¿Te hice algo denji?

—Además de besarme, vomitarme y decirme vagabundo múltiples veces... No, la verdad no, lo del condón no pasó a mayores.

—Entiendo ¿Y tú Kobeni, tengo algo de lo que me deba disculpar definitivamente contigo? Además de casi estrenar a tu novio

—¡NO SOMOS NOVIOS! — otra vez repitieron al unísono.

—Perdón, sigue siendo mi broma favorita— Himeno intentó calmar a sus dos invitados.

—S-si... t-tu me besaste.

—Ou...

—F-fue incómodo...

—¿Verdad que beso bien?

—E-eh... E-ese no es el punto. Fue horrible eso.

—Seh. Tienes razón Kobeni. La verdad el alcohol y yo somos inseparables, pero a veces solo sirve para lastimar a quienes quiero. Lo siento. —El tono de Himeno volvió a ser serio.

—P-perdonada, s-sigues siendo mi mejor amiga después de todo— Kobeni dijo eso claramente, pero no pudo mirar al rostro de Himeno directamente.

—Awww. Aunque me pregunto ¿Por qué se quedaron tanto tiempo en mi casa si ya se podían ir?

—La comida es gratis— Denji y Kobeni volvieron a responder lo mismo.

Himeno le dió ternura ver a sus dos invitados comer e incluso pensar lo mismo. Sabía que algo había pasado entre ellos, no era la pelea que tanto claman haber tenido. La forma en la que Kobeni abrazaba a Denji y él la sujetaba para que no se cayera no era por un supuesto noqueo. La estaba cuidando.

No haría más preguntas del tema. Al igual que el contrato de Kobeni, Himeno es difícil que le mientan sin que lo note, pero sabe que a veces una mentira es necesaria si así haces feliz a tu alrededor. Ella era más bien un libro abierto, la gente sabía sus problemas y que por mucho que oculte todo tras una sonrisa, en el fondo solo está tan rota como el resto de cazadores.

Denji fue el primero en retirarse, tenía que ir a ver a Aki y a Power, además que le tocaba a él hacer el aseo de la casa. La dinámica de Denji con Aki era problemática, pero tenían un acuerdo de limpieza, power no lo había firmado aún.

—Me saludas a los otros dos— dijo Himeno luego de llevar a Denji a la puerta principal de su casa. Volviendo al balcón con Kobeni, ambas comenzaron por el paisaje en silencio. Himeno apreciaba cómo su amiga se quedaba maravillada por la inmensidad de Tokio.

—Pese a todo, está ciudad es un encanto. No permitas que los demonios te arruinen la belleza de nuestra capital — Decía Himeno, toda su vida había vivido en la ciudad

—S-si. Nací por algún lado de esta ciudad, pero toda mi vida ha sido en lugares algo pobres, también tienen lo suyo... Pero, tenía ganas de estar aquí desde hace mucho.

—Lo noto. Debería llevarte a algunos lugares de por aquí, llamar a los chicos y salir a dar un paseo.

—Sería genial, quizá te podríamos ayudar con Aki.

Himeno volvió a mirar su taza ahora sin café, su mirada de nuevo se perdió y ya no respondió a su amiga, solo alzó su mirada y continuó viendo el paisaje.

—P-perdón... no sabía, no lo dije con mala intención.

—Nah. Descuida, si te soy sincera, que así mejor se quede, Aki es un partidazo, no vamos en la misma liga.

—P-pero tú también eres linda y amable, te preocupas mucho por él... He visto como son cariñosos el uno con el otro

—Ambos lo dejamos como amigos.

—Ou... ¿Hace tiempo?

—Seh. ¿Te acuerdas que te dije que mi familia no pasaba un buen momento por qué mi papá enfermó?

—S-si... Te uniste a los cazadores. Me lo contaste cuando yo te conté lo mío.

—No pensé que viviría más tiempo que otros compañeros. Siempre tuve miedo de todo, había sacrificado un ojo y no podía dimensionar en lo que me había metido.

—Himeno...

—Cuando me di cuenta, ya era de una de los miembros más veteranos, mis compañeros caían como moscas. No queda nadie de mi generación con vida. Vi a colegas ser devorados, superiores ser asesinados a sangre fría y novatos muertos en su primera misión.

Kobeni sentía tristeza por lo que estaba pasando su amiga. Estaba planeando abrazarla cuando finalice el abrirse emocionalmente con su amiga.

—Tuve un entrenamiento con un viejo de la primera división, es raro hallar uno de esos en un negocio como éste. No lo negaré, fue una tortura física y emocional, los días pasaban y muchos de mis amigos sin importar si eran de meses, días u horas, me enteraba que morían en sus misiones. Yo solo sentía que perdía el tiempo. La cuarta división estaba siendo reorganizada y querían gente con experiencia como yo, pero necesitaba ser más dura, así que usaron al anciano como mi maestro.

Kobeni seguía atenta a sus palabras

—Había gente que yo misma capacité. Jóvenes como tú, algunos solo querían ayudar a su familia que necesitaba el dinero, otros buscaban un camino fácil, una muerte rápida y algunos tenían algo jurado con algún demonio, al fin de cuentas eran civiles cuerdos y normales, en este negocio la gente así no dura mucho.

La protagonista de esta historia, empezó a dudar de si misma, ¿Que tanto duraría esto y podría hacerlo sin morir?

—No importa la ambición que tenían, la muerte no discriminó a ninguno, todos ellos están en el cementerio y a veces les voy a dejar flores. Uno de los más recientes tenía una novia, creo que ya estaban comprometidos. Debiste ver su cara, enojada, llorosa y a moco tendido— Himeno rio un tanto incómoda— me dió la cachetada más fuerte que he sentido nunca. No fue la fuerza lo que dolió, era su carga emocional, su novio estaba a mi cargo y lo ví morir por culpa de un demonio más rápido que yo.

Nuestra Kobeni se estaba dando cuenta porque Himeno tenía una conducta protectora con Kobeni, después de todo ella era su última aprendiz.

—El viejo maestro me dijo que el alcohol era necesario en estos casos, él también pasaba por algo similar. Sus alumnos morían y lo necesitaba olvidar. Él es fuerte, yo solo me considero una mujer con mucha suerte. Empecé por cosas débiles, luego incremente mi ingesta y al punto que a veces tomaba del diario. En algunos puntos solo recuerdo empezar a tomar y no sabía en qué lugar iba a terminar parada. Aún así seguía doliendo todo lo que sucedía, luego aumentó mí consumo del tabaco. Necesitaba algo que me tranquilizara.

Himeno había traído al mismo tiempo que la comida de los chicos, sus cigarrillos. De la cajetilla sacó uno, lo encendió y empezó a fumar. Kobeni solo veía a su compañera hacerlo. La chica del parche le ofreció uno a su amiga, pero luego retiró su oferta, no debía meter en el mismo agujero a su amiga. No otra vez.

—Tú no tienes permitido fumar. Jaja. En fin, era miserable, posiblemente sería la cara más honesta que tenía en mi vida. Una solitaria veterana para nuestros estándares. Dejando flores a cada tumba de mis colegas. El anciano me encontró dónde siempre. Siempre decía con su sermón que la gente normal iba a morir y los locos son los que pueden competir con los demonios.

La chica del parche solo observó sus cigarros. Tenía un plumón guardado. A veces escribía palabras o frases en inglés en su cigarrillo y luego lo fumaba. El siguiente sería...

Take it easy.
(Tómalo con calma)

Kobeni solo observó a su amiga realizar eso. Sentía un tanto de lástima ver cómo Himeno se tenía que mandar mensajes de apoyo así misma, mientras se mataba poco a poco.

—Ese mismo día en el cementerio, conocí a Aki. No recuerdo bien la verdad si te conté todo.

—U-un poco.

—Bien. Nuevo recluta, su capacitador fue asesinado. Un martes cualquiera. La organización lo dejó a mi encargo, el anciano incluso preguntó por él, pensó que tenía lo necesario para ser uno de los supuestos locos que son los que más hacen temer a los Demonios.

Kobeni recordó el día que conoció a Himeno, tenía fotografías de ella con su compañero Aki. Suponía que en algún punto se habían agarrado cariño.

—Se equivocaba, no era un loco, seguía siendo un chico normal que aparentaba ser un loco. —Himeno pausó, necesitaba otro cigarrillo— Tenía una obsesión con el demonio pistola, ya escuchaste su historia así que no tengo planeada repetirla. Me daba un poco de pena en un inicio, solo esperaba que se muriera para que yo siguiera ahogándome en mis penas.

El cigarrillo de Himeno se estaba acabando y ella ya estaba preparando otro, Kobeni quería decirle algo pero siguió intrigada por lo que decía su compañera.

—Duró más de lo que creí, seguía siendo un chico supuestamente frío, pero era distinto a lo que yo creí. Algún día, no recuerdo bien. Una de las tantas novias de uno de los tantos compañeros que me asignaban me terminó dando una bofetada, realmente ya estaba acostumbraba, dolía menos en la mejilla derecha así que siempre era la que más les ponía en la cara.

Himeno invitó a la chica a entrar a su casa, se fueron a sentar al mismo sillón que en la noche pasada, Denji y Kobeni se estaban dando un consuelo apasionado.

—Aki vio esto, preguntó el porqué no me llegué a defender y simplemente es que no tenía razón de hacerlo. No fui capaz de salvar a sus parejas y siempre quedará en mi consciencia. El pendejo se fue hacia donde se dirigía la chica y le pegó una goma de mascar en la cabeza en venganza de la bofetada. No me había reído tanto, hasta el momento que me lo contó.

Himeno se levantó de su sitio, fue hacia la cocina y recogió el agua que había dejado aclimatarse, se la ofreció a Kobeni y luego siguió con su historia.

—Supongo que fue tierno, Aki y yo a partir de ahí empezábamos a ser más cercanos, lo invitaba a comer, a salir cuando teníamos el día libre, supongo que en algún punto él estaba tomando iniciativa, él hacía algunos planes. Fue lindo.

La mirada vacía volvió, Kobeni suponía que estaban llegando al punto de quiebre de esta relación.

—Él se había separado de mí antes de que me hubiera dado cuenta, ya no era un novato y tenía hombres a quienes debía capacitar. Fue duro, algunos de ellos morían, lo mismo que yo viví. Su primer compañero cuando murió, Aki vino a mi casa, estaba cerca de romper en llanto y no había de otra que apoyarlo en su duelo.

—Yo ya estaba sintiendo algo por él. Pero hubiera sido nefasto de mi parte si yo aprovechaba un momento de debilidad. En muchas cosas soy una mala persona, pero en este caso no.

—Yo no creo que seas una mala persona— interrumpió Kobeni.

Himeno le sonrió. Pese a que se habían considerado mejores amigas no hace mucho, a Kobeni le faltaba mucho por conocer a su amiga.

—El dolor y el consuelo a veces son... un engaño supongo. Dios sabe cuánto tomamos esa noche. Pero si recuerdo muchos detalles de esa ocasión. Los abrazos se volvían caricias, las caricias se volvían besos. Cuando me di cuenta ya estábamos en mi habitación.

Kobeni se apenó. Ella también entró a su habitación y fue para evitar que desvirgara a Denji, aún cuando se sentía muy mareada.

—Había muchos sentimientos ese día muy mezclados, a veces me siento culpable. Supongo que sí terminé aprovechando la debilidad de Aki. Fue su primera vez, el chico con el objetivo de matar al demonio pistola, hizo una pausa y terminamos desnudos en mi cama. Me tenía en sus brazos y yo solo podía pensar en cómo sacarlo del negocio.

—Ou. ¿Por eso querías que se retire?

—Seh. El chico merecía ser feliz en algún trabajo normal, no matando demonios. Le hacía sugerencias, buscaba alternativas, incluso llegué a ofrecer pagar sus estudios para cualquier cosa. Realmente ya no quería que siguiera con la idea de matar a un demonio que hace tiempo que no se ha vuelto a ver.

—Entonces... ¿Eran novios en el pasado?

—No sabíamos lo que éramos. No fue cosa de una sola noche, a veces si era tierno, veías su faceta más real, el Aki que él niega que el mundo conozca. Aprendió a cocinar e incluso buscó la forma de que novatos salieran de la organización antes de tiempo, como Denji, aunque sus bolas lo pagaron caro jaja.

—Lo recuerdo ¿Qué sucedió?

—2 cosas. No dejé mi alcoholismo y Makima. La primera es demasiado mi culpa, aún seguía sintiendo responsabilidad por la gente que murió a mi cargo. Iba de borrachera en borrachera, fiesta en fiesta. Supongo que si alguien se me hacía mínimamente similar a Aki, pasaban cosas.

—Ou ¿esa clase de cosas como la de ayer?

—Si. Aki y yo no podría decirse que éramos novios y si lo fuéramos, creo que yo no sería distinta a lo que soy. Él se enteró de esto, intentó hacer que yo dejara de tomar y fracasó. No se enojó conmigo porque traicioné su confianza, pero sabía que estaba decepcionado de lo que yo era.

—¿Y Makima?

—Los altos mandos de la organización, estaban reordenando todo el esquema de la cuarta división, el jefe anterior murió en alguna clase de incendio. Tuvieron que llevar a alguien de confianza y quién mejor que la "Póker face" de Makima. Lo acepto, gracias a ella menos gente de nuestra división murió, a cambio de que muchos novatos se volvieran alguna clase de "perros".

—¿Perros?

—Seh. Así los nombra a sus hombres de confianza. Aki es uno de ellos, según escuché en alguna ocasión ambos tuvieron una misión en conjunto. Aki nunca me dio detalles de la misión sólo me decía ella le había salvado la vida y empezaba a gustarle.

—¿Y Makima no está interesada en él, verdad?

—Lo dudo. Lo mismo que con Denji, les va a dar esperanzas, pero ella solo espera una conducta obediente. Si no le prestas atención, se olvida de ti. Sabrás porque casi ella y yo por mucho que yo sea un buen elemento, a duras penas me llama a misiones que no sean simple patrullaje. Lo veo bien, menos riesgo de morir, supongo.

—¿Y por qué siguen siendo cariñosos a veces?

—Lo qué bien se aprende nunca se olvida, creo. Era nuestra dinámica de hace tiempo y supongo que no la hemos olvidado. Pero nunca espero otra respuesta que no sea un no. Él perdió el interés en una vida normal y yo lo estoy perdiendo también, sigo aquí después de todo, pero creo que será distinto.

—¿Distinto?

—Si ¿Qué dices? Término de entrenarte y luego de esto me retiro, quiero pasar el resto del tiempo que me queda con mi familia.

—E-está bien. Hagamos eso... pero prométeme que dejarás de tomar — Kobeni aceptó rápidamente, pero quiso dejar en claro algo.

—¿Eh?

—No creo que se solucione con Aki, pero podemos solucionar lo tuyo. Hagamos... el pacto de que nunca tomarás, u-un contrato como los que se hacen.

—¿Qué me das a cambio si dejo de beber? — Preguntó de forma burlona Himeno

—También cuidaré de Aki — una frase con determinación había salido de la boca de la pequeña.

—Eh. Te recuerdo que tú chico es el rubio vago — Himeno se empezó a reír, aunque Kobeni no decía ninguna broma.

—Sé que en este momento soy muy débil. No tengo mucho que aportar, pero necesito el dinero y cuidar a mi familia. Aki dijo que hubiera pagado cualquier precio para volver a ver a su familia... y yo también estaría dispuesta a eso.

—Ustedes dos son muy lindos, se preocupan de los demás. Pero también preocupense de ustedes mismos, si Aki o tú mueren, habría mucho de qué arrepentirse.

—Tienes razón. También tengo miedo a morir, tengo miedo de perder lo único que tengo... Ni siquiera quería ser cazadora. Solo quería estudiar artes.

—¿Y te gusta dibujar o haces otra cosa?

—Si, antes dibujaba mucho, ahora estoy un tanto oxidada.

—Tengo unos lápices y papel, si quieres tómate tu tiempo y puedes dibujar lo que te plazca aquí.

—¡Oh! Eso me recuerda, el superior Madoka me regaló unas cosas para eso, deja las traigo— Kobeni se levantó de su lugar, fue y regresó con la caja que Madoka le había entregado.

—¿Y eso es?

—Algunos materiales de dibujo, a él también le gusta dibujar y esas cosas, solo que... perdió la pasión, supongo. Wow, esto es costoso.

Himeno y Kobeni veían el material dentro de la caja, a Madoka al parecer no le dolía la billetera en ese entonces. La protagonista quiso hacer una oferta a su amiga, un retrato para Himeno.

—¿Te gusta dibujar personas?

—A veces los hacía para mis hermanitos, a ellos o a sus personajes de anime. Perdí un poco de práctica pero te aseguro que saldrá bonito.

—Jaja ahora soy tu musa.

—Nah. Eres más cómo algún vagabundo que algún pintor renacentista usó como modelo.

Ambas se empezaron a reír, fue sincero su momento de relajación.

—Auch eso dolió, pero... ¿Comenzamos?

Kobeni empezó a trazar el retrato de su amiga, aunque tenía razón en su falta de práctica, ella continuó teniendo su habilidad intacta. Himeno por su lado estuvo posando para su amiga, con mirándola de frente, una sonrisa suave sin mostrar los lentes y un ojo, pero con la mirada cálida y amorosa.

Himeno interrumpió el momento artístico de Kobeni, estaba reflexionando y decidió aceptar el trato que su amiga le propuso.

—Oye, kobeni

—¿Ah si, pasa algo?

—Hagamos el trato. Cuida bien de Aki, el chico merece ser feliz incluso si yo no puedo estar a su lado. Encontrará a alguien mejor.

—C-claro.

La charla finalizó y ambas amigas continuaron con lo artístico.

─── 😓 ── ✏️ ── ♥️ ───

Ha sido el capítulo menos dinámico que he hecho, es básicamente 3 personas y luego se reduce al diálogo de solo dos.

Pues sigo creciendo la relación que Kobeni y Himeno tienen y explicar el porque Himeno y Aki nunca formalizaron algo.

Descanonicé al demonio del futuro diciéndole a Aki que murió de la peor forma posible, virgen jaja

En fin, muchas gracias por leer, el siguiente posiblemente sea la primera cita no romántica de Denji y Kobeni, si es que no me planteo más cosas

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