Epílogo
Epílogo
Chiara
Un mes después.
Suspire emocionada mientras observaba a mi bebe dormir ajena a todo, mientras estaba en mis brazos, aprovechando antes que llegaron los orgullosos abuelos para consentir a su más reciente nieta por su cumplemés. Nunca me imaginé que para esta fecha estaría cargando una bebita con un gorro de cabellos castaños, siento una paz cada vez que veo sus ojos y su pelo puesto que me cada día me convenzo de que al final si fue una visión la que tuve hace meses atrás. Sin dudar ni un segundo, tenerla fue la mejor decisión que pude haber tomado.
—¿Cómo están mis dos amores? —cuestiona mi esposo, una vez ha terminado de asearse, puesto que hace unos minutos atrás estaba pintando. Ya que dentro de poco tendrá una exposición en la nuestra galería de arte, la cual está inspirada en nuestra pequeña Ziara.
—Estamos bien, aunque hay una que siempre está de dormilona. —sonrío, mientras Zab se inclina para darme un beso y terminar besando la frente de nuestra bebe.
—Es que nuestra pequeña hechicerita, es la más tranquila de los bebes. —afirma como todo un padre orgullo, mientras le tiendo a la bebe y la toma en sus brazos.
—Amor, llévala a su cuna. Por favor. —le pido, antes de encaminarme a la cocina—Tenemos que preparar algo para recibir a nuestros padres.
—Sí, cariño. —asiente, antes de dirigirse hacia las escaleras. Lo pierdo de vista y camino hacia la cocina donde me percato de los ingredientes que tenemos para hacer una lasaña.
Una vez tengo los ingredientes, comienzo a buscar los utensilios que usare. Estaba tan concentrada en la preparación que no sentía a Zab, hasta que sus manos rodearon mi cintura
—A veces siento que todo esto es tan irreal—menciona, todo emocionado.
—Hay momentos que me siento igual, pero tan solo de sentirlos a mi lado me da la dosis necesaria de realidad que necesito. —me gira en sus brazos para tomar posesión de mis labios, que ansiosos siguen su ritmo marcado. A pesar, que quisiera soltar esto y perderme en sus caricias no podemos, por lo que me separo de su beso. —Amor, tenemos que preparar la cena. Recuerda que nuestros padres van a venir.
—¿Sabes que no solo ellos van a venir, no? —asiento, segura que todos los Morgan estarán aquí, porque no hay familia más fiesteros que ellos. Toman cualquier evento para reunirse, y aunque no han dicho que vendrían sé que lo harán. Así de predecibles son. —En momentos como este, ¿No te arrepientes de haberte casado conmigo?
—No, absolutamente no. —confieso, mientras rozo sus labios. —Te amo, y me has dado el mejor de los regalos.
—Yo también te amo, mi hechicera rubia. —sonreí, al escuchar el mote que me ha dado, nunca tuve conocimiento de este hasta que lo leí en la pantalla de su celular aquella noche para olvidar.
—Vamos a trabajar, y no me interrumpas. —trate de estar seria. —¿Trajiste el monitor de la bebe? —aunque ya sabía la respuesta, pero quería distraerlo un poco.
—Claro. Aquí esta. —me enseño donde lo había colocado.
—Bien, lávate las manos.
Zab, como todo un sumiso fue hasta el fregador y se lavó las manos. Puede que fuera del dormitorio haga todo lo que le pido, pero cuando estamos en nuestra cama siempre lleva el control. Aunque hay momentos que me permite tener el control, sin embargo, me gusta su fiereza en el sexo.
Una vez se puso a mi lado, le delegue algunas funciones tratando de salir de esos pensamientos hacia donde se había dirigido mi mente.
...
Justamente como había dicho Zab, su familia fueron haciendo acto de presencia. Gracias a Dios, que habíamos hecho suficiente comida. Me emocioné como siempre cuando vi aparecer a mi padre, aunque me sorprendí al verlo llegar con una amiga. Como pude me invente algo y lo aleje porque tenía que preguntar.
—Mi todo, ¿Cómo estás? —estaba tanteando el terreno antes de debocarme a investigarlo.
—Ay, mi niña. Te conozco tan bien, que sé lo que me vas a preguntar. —exhala, mientras posa su mano en mi mejilla—Pero no es lo que piensas, ella y yo no tenemos nada. Solo somos amigos. Además, es demasiado joven. "Por Dios, si pudiera ser mi hija".
—Papito, si tuvieran algo a mí no me importaría. Te mereces ser feliz, luego de tantos años de sufrimiento y migajas. Además, la edad solo es un número.
—No, hija. Aun es muy pronto para mí, necesito sanar antes de pensar en tener una relación.
—Te entiendo, papi. Pero cuando te sientas bien, para iniciar una relación no dejes que el recuerdo de Patricia te detenga. Esa mujer no merece que le guardes luto.
—Hija, tu madre no está muerta.
—Como si lo estuviese. Además, no hablo de ese tipo de luto, sino de esas relaciones que después de largo tiempo terminan.
—Hija, volvamos a la reunión. Quiero poder abrazar a mi nieta favorita. —Sonreí, y acepté que esta vez huyera. Solo esperaba que pronto mi padre, se permitiera ser feliz.
—Papi, es tu única nieta. —menciono, a la vez que permito que me arrastre de vuelta a la sala.
—Confío, en que mas adelante me den más nietos.
—Ah, pero yo puedo ser hija única, ¿pero Ziara no?
—No es lo mismo, ni es igual. —besa mi frente, para dar por zanjada nuestra conversación. Sé que, si por él hubiese sido, habría tenido más hijos, sin embargo, mi madre nunca quiso tener más hijos.
...
Pov Zab
Esta noche me permití mirar en retrospectiva mi caminar hacia este momento. Si me hubiesen dicho que para esta fecha estaría casado con el amor de mi vida, con esa hechicera que me enamoró tan solo con verla en aquella galería y que además, tendríamos una bebita con cabello castaño y unos ojos que te derriten, a sinceridad le diría mentirosos.
Mientras observo mi familia compartiendo y celebrando que Ziara tiene un mes, me emociono porque esa bebe es mía. Estaba tan centrado en la conversación de mis padres, que no me di cuenta cuando Chiara llego a mi lado.
—¿Ya saciaste tu curiosidad? —le susurre, puesto que me percate que acorralo a su padre para intentar sacarle información.
—Lo intente, pero no soltó prenda. Sé que hay algo, aunque no quiera admitirlo.
—Deja que lo que tenga que ser, sea. El destino o la vida ponen cada cosa en su lugar. De eso somos pruebas vivientes.
—Tienes razón. —Sonríe, se acerca a mis labios y me besa. —Puede que en nuestro caso haya tardado, pero todo es como debía ser.
Observe a mi familia otra vez, quienes estaban concentrados en los bebes. Por lo que tome la mano de mi esposa y salimos al jardín, donde aproveche para saborear como era debido sus labios.
—Te amo, mi hechicera rubia. —le susurre. —Me has insistido para que te diga porque el mote, y te lo diré esta noche.
—Dime, por favor.
— Porque cuando vi tus ojos atrapaste mi alma y la uniste con la tuya, porque después de esa noche en la galería donde trabajabas no pude sacarte de mi mente y me arrepentí cada día hasta volverte a ver, y un poco más, hasta que por fin pude tenerte en mi vida. Siento que todavía tienes ese don de postrarme a tus pies. —Vi como se cristalizaron sus ojos.
—Te amo, mi amor. Eres mi mejor elección. —Murmuro antes de besarme, y prometerme que pronto celebraríamos como nos lo merecíamos.
Sin embargo, no seria ahora puesto que mi madre clamo emocionada que pronto habría otra boda. No podía creer que otro de sus hijos pasaría por el altar.
NOTA:
¡MUCHAS GRACIAS, POR ACOMPAÑARME HASTA AQUI!. Gracias por ser pacientes, y comprensivos. Espero que les haya gustado, pronto nos encontraremos en otra historia. Mis planes en este 2023 es poder terminar las dos historia pausada, ya termine con esta, pero me faltan dos. Posiblemente, mañana o el lunes, les estare compartiendo un extra.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro