Hoy es Halloween y Jack y sus amigos llevan toda la semana preparándose para esta noche aterradora. Lo habían planeado todo; los disfraces que iban a llevar, las casas donde daban los mejores caramelos, las películas que verían después del truco o trato...

Eran las 6:55 de la tarde, un sábado, y en cinco minutos llegarían sus amigos. Jack amaba Halloween, caramelos gratis, ir disfrazado, al día siguiente fiesta, terror. Bueno, esa era la peor parte para los niños de Peaforks Pines; muchos niños y niñas desaparecían cada año esa noche, y semanas después, sus cadáveres aparecían en el patio de la antigua casa de la señora Miller.

Todo el mundo le tenía miedo a esa casa, era muy vieja y estaba aislada de Peaforks Pines por un bosque oscuro y profundo. Se rumoreaba por ahí que era una casa embrujada y que en ella habitaban toda clase de monstruos, desde brujas con sus sombreros puntiagudos hasta arañas gigantes con telarañas que ocupaban una habitación entera. También se decía que la propia señora Miller era un fantasma, un espíritu maligno que asesina niños.

Ya eran las 7 en punto, Jack salió al patio y vio a su mejor amigo, Lucifer, iba disfrazado de diablo y Jack de fantasma. Luego llegaron sus otros amigos; Lucy iba disfrazada de payaso loco, Lily iba de vampiro y de su traje colgaban dos alas de murciélago. El último en llegar fue Luke, que iba disfrazado de zombi. Al llegar se disculpó diciendo que había mucho tráfico para salir del cementerio y que se había quedado dormido en su tumba. Echaron unas risas y se dispusieron a ir por el barrio de Jack.

Desgraciadamente, se encontraron con los abusones que se metían con Lucifer en Halloween; todos los años lo mismo.

― Hola Lucifer, ―dijo uno― ¿qué tal en el infierno?
― Sí ―dijo otro― veo que vienes de allí.

Se rieron y se fueron tirando a Lucifer al suelo.

Pasaron por casa de los Henderson, una familia numerosa que se decía que practicaban rituales satánicos. Tocaron al timbre y abrió una mujer toda vestida de negro que llevaba una capucha y túnica, Les dio caramelos y cerró la puerta. Ni una sola palabra.

A los Smith les encantaba Halloween, tenían el patio lleno de calabazas luminosas, búhos de plástico en el tejado y oyeron un graznido de cuervo al tocar al timbre. El señor Smith les abrió y les invitó a pasar al pasaje del terror que organizaba en su casa. Entraron y se divirtieron mucho. Había hombres lobo, demonios, fantasmas, vampiros, zombis, todo tipo de criaturas.

Uno del grupo propuso ir a la casa de la señora Miller. Todos menos Jack, que se quedó callado, respondieron que sí. Gran error.

Mientras se acercaban al bosque, oyeron tambores sonar y cánticos extraños. Fueron a ver qué pasaba y lo vieron. La luna llena estaba encima del círculo de sal satánico. Cinco velas y una hoguera alumbraban el lugar y los tambores sonaban al tiempo que ino de los presentes era arrojado a la hoguera.

Los chicos se disponían a irse cuando Lucifer pisó una rama, la cual crujió lo suficientemente fuerte como para notificar a la secta de su presencia.

Los chicos corrieron como nunca en su vida para llegar a la casa de la señora Miller. Al llegar al patio, vieron los cadáveres de los niños desaparecidos los años anteriores. Era extraño que no se hubieran descompuesto aún. Había alguna que otra calavera y unos pocos huesos también. Un gato salió corriendo al ver a los chicos.

La secta les perseguía; se olvidaron de lo que contaban sobre esa casa y entraron. Corrieron escaleras arriba y se escondieron en el ático.

Respiraron aliviados y de la nada empezó a salir humo de las escaleras. Lucifer se asomó y vio fuego; nadie supo cómo pero se cayó escaleras abajo, se oyeron gritos y luego, el fuego desapareció tan misteriosamente como había aparecido.

Cuidadosamente, los cuatro bajaron y escrito con sangre, alrededor del cuerpo sin vida de Lucifer, ponía: «uno menos, quedan cuatro». Al lado de la escritura, un símbolo parecido a una "A" estaba tallado.

Todos se asustaron mucho y se fueron hacia la puerta por la que habían entrado. La puerta estaba cerrada.

Eran las 9:00 de la noche. Quedaban tres horas para que Halloween finalizara. Debían sobrevivir en ese tiempo, costase lo que costase.

Todos estaban asustados y se fueron en busca de una puerta trasera por la cual escapar.

Entonces, la puerta al sótano se abrió y empezó a sonar el llanto de un bebé. Lucy, la más cariñosa e inocente del grupo, bajó a ver. La puerta se cerró detrás de ella.

Cinco minutos después, se oyó un grito y luego, silencio.

Entre los 3 consiguieron derribar la puerta y bajaron corriendo para encontrarse con el cadáver de Lucy. Tenía un puñal clavado en el pecho.

Tallado en el suelo, el mismo símbolo que había junto al cuerpo de Lucifer y escrito en sangre con la misma caligrafía que en el anterior asesinato de la casa esa noche ponía: «Solo tres, habéis osado despertarme ahora lo pagaréis».

Inmediatamente salieron del sótano y siguieron su camino hacia la "libertad". Una panda de arañas y murciélagos fue hacia ellos y les atacaron.

El más afectado fue Luke, al que habían picado varias arañas y uno de los murciélagos le mordió; en pocos minutos, Luke estaba muerto.

Un cuchillo voló hacia la escena y se puso a tallar aquel símbolo al tiempo que la sangre de Luke tomaba forma de letras, «solo dos, feliz Halloween».

Eran las 11:00 de la noche. Lily tenía tanta curiosidad por saber lo que significaba el símbolo que convenció a Jack de ir a buscar una biblioteca, un estudio o algún sitio donde poder hallar el significado del símbolo.

En el camino, un cuervo empezó a picotear a Lily y Jack la empujó por un ventanal cercano.

Lily cayó del segundo piso, la caída fue tan grande que murió en el impacto.

La secta consiguió entrar a la casa, pero cuando estuvieron dentro, no vieron a nadie. Hasta que uno de ellos miró al techo y vio a un murciélago.

Ese murciélago bajó al suelo transformándose en Jack, la secta se arrodilló a sus pies diciendo.

― Alabado sea, ―dijo la secta a coro― alabado sea Jack Miller.
― ¡Silencio! ―dijo Jack― Hoy he conseguido matar indirectamente a mis "amigos". Eso les pasa por entrar en mi hogar y por interrumpir el ritual sagrado.

Detrás de la secta había un ser alado, Lucifer*. Jack corrió a abrazar a su mejor amigo y se empezaron a reír.

Eran las 11:59, hora de ir a sus "casas".

Halloween había terminado ese año.

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*Explicación de por qué Lucifer está vivo: El nombre del diablo es Lucifer, supuestamente. Por eso los abusones se metían con él en Halloween, porque creían que Lucifer era el hijo del diablo. Entonces cuando "muere", va al infierno a visitar a su padre y luego vuelve a la superficie.

Lucifer es el hijo del diablo y Jack es un vampiro.

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Hola, yo soy 🎷🐛(estos emojis tienen explicación, que aún no contaré).

Esta historia la escribí hace ya tiempo y me gustó como me quedó. Y a las 12 personas de mi clase que la leyeron también así que, me he animado a subirla a esta aplicación naranja tan preciosa y perturbadora a veces ^^".

No se preocupen, tengo más ases bajo la manga y espero que disfrutes de la historia.

Nos vemos 🎷🐛🇳🇴

1262 palabras 👌