Esta será una historia corta, de un capítulo, lo he escrito para  Halloween, así que te invito a acompañarme en este relato de terror.

Quiero dedicarlo a mi hermana del alma @Hartley_R  Hale, Gracias por el apoyo y la hermosa portada.

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Loren, mantenía la vista fija en la carretera concentrada en el largo tramo que aún le quedaba, a su lado Jackson comenzaba a desesperarse.

-Mi amor, debimos haber venido en avión, llevo la espalda muerta.

-No exageres bebé, por amor a Dios - rió a carcajadas- dime, ¿cómo se supone que iba a aterrizar un avión en la granja de mis padres?

-Es que... pareciera que viven alejados de la mano de Dios. - terminó horrorizado.

-Ya basta amor, llegaremos pronto. Además, como alguien no me presenta a su familia, yo si le presentaré a la mía, y te aseguro que te adorarán tanto como yo. - le dedicó una hermosa sonrisa.

Jackson miró a la hermosa chica que desde hacia ya ocho meses se había convertido en su novia.  Sonrió porque la amaba, no solo de forma apasionada, sino con ese sentimiento puro que brota de las profundidades del alma.

Su chica era hermosa.

Largo y abundante cabello color chocolate, hermosos ojos color miel, labios llenos y nariz perfilada, un cuerpo perfecto, con curvas en los lugares indicados.  Era amable, atenta, apasionada y lo amaba, ella era más de lo que hubiese esperado encontrar.

-Te juro que al volver les hablaré de ti- dejó un beso en su mejilla.

-¿Lo prometes?- indagó con emoción.

-Lo prometo. Sabes que mi relación con mi familia es difícil, si no les he hablado de ti, no ha sido porque no me importes. - aseguró.

-Lo entiendo, mi amor- Loren sonrió dulcemente- ¿Crees que estuvo bien no decirles que estarías fuera de la ciudad?

-Si. Igual nunca les he importado, venir sin avisar fue lo mejor.

-Bien- sonrió con ternura- intenta dormir un poco Jackson, aún queda al menos una hora de camino, te despertare al llegar.

-¿Segura?

-Por supuesto, estoy acostumbrada a éstos viajes. Te llamaré cuando estemos por llegar.

Unos diez minutos después, Jackson dormía plácidamente y Loren lo observó.

Era masculinamente hermoso, atractivo a la vista. Quizás, el más hermoso de todos. Ojos color aceituna, cabello azabache, cejas oscuras, nariz respingona, labios gruesos que besaban deliciosamente, un cuerpo firme, resultado de horas de trabajo en el gimnasio.

Cincuenta minutos después Jackson despertaba para ver como el auto se deslizaba por las rurales calles de Jackville.

-¿Jackville?, Un nombre curioso, el diminutivo del mío.

-Una agradable coincidencia bebé, es buen augurio.

-Es bastante pintoresco- dijo mirándo a todos lados.

-Si, amo todo de Jackville.

-Si, es una belleza diferente- casas de diversos colores, personas que caminaban por el pueblo, las mujeres con vestidos modestos y los hombres vistiendo de forma antigua y pasada de moda.

-Visten del siglo pasado- dijo Jackson riendo.

-Procura que no te escuchen amor, no les agradaría ser ofendidos por un foráneo.

Después de andar un poco más, Loren detuvo el auto en una granja, notó que existía buena distancia entre una y otra.

-¡LLEGARON!-gritó una mujer de apariencia dulce y ojos miel.

-¡Bienvenidos a casa! - un hombre robusto y de cabello oscuro les dio la bienvenida. Lo siguiente fueron presentaciones, abrazos y alegría. hubo un momento incómodo en el que Laura, la madre de Loren, parecía evaluar su apariencia.

-Bastante guapo, sin duda alguna una excelente elección.

Todos habían reído y él no sabía si agradecer o no. Opto por no hacerlo.

Más tarde estaban instalados en la habitación que le asignaron a ambos, y luego de una larga ducha descansaban abrazados.

-Me incomodó un poco la actitud de tu madre- ella rió- me miraba como un trozo de carne.

-No le pongas cuidado mi amor, le encanta intimidar a los chicos jóvenes- lo besó para tranquilizarlo.

Los siguientes cuatro días fueron fantásticos, pasearon por el pueblo, montaron a caballo, Jackson aprendió un poco sobre la granja y Loren se mostraba feliz. 

-¿Seguro que quieren ir al pueblo? - preguntó Carlos a su hija.

-Si, queremos pasar un rato diferente.

-Les iba a preparar algo delicioso.

-Mañana será, madre.

El pueblo no era muy grande y realmente no había mucho qué hacer. Entraron en un bar donde bebieron y bailaron in poco, allí se habían encontrado con unos antiguos amigos de Loren y todos compartían en la misma mesa.

- No has cambiado nada, Loren- dijo Ana.

-Yo hubiese jurado que la ciudad te transformaría- aseguró Julieta- ése chico con quien viniste el año pasado, pensaba que te cambiaría.-Loren se tensó y miró a Jackson, odiaba hablar de sus ex. Pero él solo le sonrió.

-¿Se quedarán para Halloween?- Ricardo intentaba romper el ambiente tenso.

-Si- aseguró Jackson-  un par de días más. Retornaremos quizás el tres o cuatro de noviembre, debo volver al trabajo.

-Halloween, no es divertido aquí- dijo Julián.

-¿Ah no? - preguntó bebiendo de su vaso Jackson- ¿Nada de dulce o truco?- agregó burlón.

-Digamos que aquí es; "truco o trato" - intervino Ana- y es aterrador porque tenemos la leyenda de Jack el linterna.

-¿Jack el linter...?-Jackson frunció el ceño-  no es agradable llevar el mismo nombre que un espíritu- dijo sintiendo escalofríos.

-No, no lo es- Loren sonrió, pero aquella sonrisa no llegó a sus ojos- es una escalofriante coincidencia.

-Son demasiadas coincidencias, diría yo- respondió riendo- ¿Entonces es por ello que el pueblo se llama Jackville?

-Si- dijo Ricardo- Jack, era un granjero Irlandés, malvado y bastante cruel, que logró timar y hacer tratos con el mismísimo demonio - todos excepto Loren y Jackson se hicieron la señal de la cruz- pero aquel trato no terminó nada bien. Por ser tan malo y despiadado, al morir, su alma no tuvo acceso al cielo, decepcionado y furioso se fue al infierno, pero su trato con Lucifer impedía que éste reclamara su alma para el infierno.

-¿Y entonces? ¿Quedó en una especie de limbo eterno?- preguntó ceñudo.

-No exactamente- dijo Julián.

- Mucho peor- agregó Ana- su alma fue condenada a vagar por la tierra sin luz que le guiará, mas que una pequeña linterna.

-Es por ello que en halloween, Jack visita el pueblo, encendemos calabazas para honrar el tiempo de cosecha, y para otorgar luz a las almas atormentada, y a Jack. . . obviamente.

-Y yo que pensaba disfrazarme y pedir dulces - dijo de forma burlona.

-No querrás encontrar a Jack en las calles, no querrás encontrarlo nunca. Los niños piden dulces de día, nadie sale por las noches. Jack, va llamando a las casas.

-¿Trato o truco?- agregó Julieta- ofrenda o maldición.

-Eso es escalofriante- dijo Jackson con los vellos del cuello erizados.

-Ya basta- intervino Loren- no les permitiré seguir asustándo a mí chico- lo besó rápidamente- no les dejaré aprovecharse sólo por ser un citadino. Mejor, vamos a bailar.

Con el paso de los días Jackson observó como comenzaban las preparaciones para Halloween, las decoraciones siniestras en las casas, las calabazas, los disfraces,  todo lo que una vez le pareció divertido, ahora le causaba escalofrío.

Aquel treinta y uno de octubre, amaneció siendo un día oscuro y nublado. Llamaron muchas veces a la puerta pidiendo dulces y él amablemente los entregaba, Loren y su familia parecían particularmente felices; hornearon galletas de calabazas, un pastel, además prepararon una deliciosa cena y al caer la noche encendieron las calabazas.

Cenaron en tranquilidad con una charla amena. Jackson, no paraba de hablar sobre todo lo que haría al volver a la ciudad, y Loren no paraba de sonreír. Luego de comer pastel de calabazas, se sentaron a compartir una copa de vino, mientras Jackson hablaba de su complicada relación familiar. Las horas transcurrieron de forma imperceptible.

Llamaron a la puerta y Loren sonrió.

-Yo abro, esperamos a un amigo para cenar pero creo que se le hizo tarde.

Loren, abrió la puerta y sonrió. Se apartó dándole paso y la bienvenida a aquel espectro.

-¿TRUCO O TRATO?- aquella escalofriante voz llegó hasta los huesos de Jackson quien se giró y de un salto se puso en pie, pero cuándo sus ojos se encontraron con las oscuras y vacías cuencas del espectro, se paralizó. Ni un sólo músculo de su cuerpo respondía a la órden de huir.

-Desde aquella primera vez que por ignorancia abrimos la puerta, nuestra respuesta siempre es la misma- dijo sonriente el padre de Loren mientras ella cerraba la puerta.

-Nunca nos atreveriamos a un truco contigo- añadió Laura la madre de Loren.

-Trato Jack, Jack- Loren se giró hacia su novio- siempre una ofrenda, nunca una maldición.

-¡Jaaaacksoon!- aquella terrorífica voz le produjo miedo que se reflejó en lágrimas en sus ojos, que rápidamente se deslizaron por sus mejillas, mientras seguía en su lucha por poderse mover para echarse a correr. 

-El de éste año ha sido el más hermoso de todos, es una pena- le dijo Laura al espectro, pero él solo miraba en dirección a Jackson, caminó hasta quedar frente a él. Era delgado, demasiado, de apariencia enfermiza, con una estatura fantasmal y la linterna en su mano derecha.

Jackson lo supo, Loren lo había traicionado, lo habia engañado y ahora lo usaba como una especie de moneda de cambio. Tenían una especie de trato con aquel espectro del demonio.

-Come Jack, come, y luego déjanos en paz un año más- dijo Loren.

Jackson, lloró de forma silenciosa.

Jack, abrió su boca de afilados dientes, hasta lograr un ángulo antinatural y horrible, la linterna iluminando su demoníaco rostro que se acercaba a él. Jackson sin oportunidad de moverse, sintió como Jack comenzaba a desgarrar su carne, mientras él se despedía del aliento de la vida.

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Amores, FELIZ HALLOWEEN, no le abran las puertas a JACK.

Espero que hayan disfrutado del relato, me harían felices si me dejaran sus opiniones sobre qué les pareció el relato.

Besazos. Con cariño
J 💕