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Capítulo 6

¿Reconciliación?

Los ojos de Jimin estaban llorosos, comenzó a parpadear tratando de no llorar porque estar frente a quien había sido su mejor amigo desde la infancia y quien se había convertido en su amor imposible le lastimaba más de lo que podía imaginar.

—¿Entonces, Jimin? —preguntó Jungkook una vez más.

—¿De dónde conoces a Kim Taehyung?

Jimin se arrepintió de hacer esa pregunta pero no podía evitarlo, los celos le carcomían por dentro. Jungkook dejó de sonreír y se mordió el labio inferior para después suspirar y contestar.

—Apareció en el jardín de mi casa. —Encorvó los hombros.

—¿Igual que yo? —Alzó las cejas— No te creo.

—Es verídico.

—Aunque no quiera tengo que estar en tu equipo porque la maestra no me permitió salirme, así que espero que hagamos un buen trabajo —dijo para cortar la conversación que giraba en torno al nuevo— ¿Qué ideas tienes?

—Tenía planeado un monólogo de dos pero ahora que se integra Taehyung podemos pedirle su opinión —contestó ignorando lo de salirse del equipo.

—Bien, me mandas un mensaje de texto dándome indicaciones, nos vemos —dicho eso caminó a la salida dejando a Jungkook parado en el pasillo.

—Al parecer no le agrado a Jimin —dijo Taehyung apareciendo de la nada atrás de Jungkook provocando que diera un saltito a causa del susto.

—¡Mierda, me asustaste! —gritó asustado.

—Lo siento, no volveré a hacerlo.

—Necesito hablar con Jimin, él es importante y creo que...

—Él confesó su amor por ti y lo heriste, no fue intencional pero lo hiciste.

—¿Cómo sabes eso?

—Se todo de ti, ve tras tu amigo que yo tengo asuntos de hadas por resolver.

—Está bien, ¿te veo en casa?

—Por supuesto.

Jimin salía de la escuela sosteniendo su mochila, regresaría a casa en autobús porque no le gustaba que los choferes pasaran por él. Además no quería que sus papás se dieran cuenta de que ya no era amigo de Jungkook porque si lo sabían iban a querer estarlo llamando a cada rato para ver qué estuviera bien y prefería estar solo en sus momentos de crisis. El joven ya iba a una cuadra de distancia de la escuela cuando sintió una mano que lo tomó por el hombro. Giró rodando los ojos pero que quedó estático cuando se dio cuenta de que el dueño de esa mano era su ex novio.

—¿Vas solo a la parada de autobús? Te acompaño a casa...

—No, yo no voy solo —contestó nervioso agarrando con fuerza la correa de su mochila.

—Pues no veo a nadie acompañándote —dijo mirando a los lados.

—Yoongi. —Jimin movió los hombros para quitarse la mano de encima— Comprende que no me siento cómodo estando contigo, yo quiero que te alejes.

—¿Alejarme?—Endureció la mirada— No quiero.

Jimin dió dos pasos hacia atrás negando con la cabeza. No se iba a quedar a hablar un minuto más con el tipo, ya bastante daño le había causado en el pasado y no permitiría que lo volviera a pisotear.

—Adiós.

Al decir eso dio media vuelta para seguir con su camino, sentía escalofríos en la piel y su corazón estaba acelerado a causa del susto y de la incomodidad pero Yoongi era rápido así que abrazó a Jimin por la espalda impidiendo que avanzara más. Los dos forcejearon un rato hasta que Yoongi empujó a Jimin acorralándolo en contra de la pared. Curiosamente las calles estaban vacías, ¿por qué siempre que pasaba algo peligroso en la vida de Jimin se encontraba solo?

—Por favor Yoongi... —murmuró Jimin cuando comenzó a darle besos en el cuello en contra de su voluntad.

—¿Por favor, qué? ¿Quieres sentirme dentro tuyo?

—¡Quiero que me sueltes, déjame en paz! —A esas alturas Jimin ya estaba llorando lágrimas gruesas.

De pronto este se apartó en un movimiento brusco, pero no por su voluntad, es que Jungkook apareció jalándolo de la camisa con fuerza provocando que se rompiera, lo tiró al piso golpeando su mandíbula una, dos, tres, cuatro, iba a darle un quinto puñetazo pero dejó la mano en el aire porque Jimin se la sostuvo preocupado de que pudiera asesinar con un mal golpe a Yoongi.

—¿Qué? —Yoongi preguntó riendo tirado en el suelo con los dientes llenos de sangre— ¿Ya vas a admitir que te gusta Jimin?

—¿Estás bien? —Jungkook le preguntó a Jimin ignorando al acosador.

—Sí... —Jimin agarró la camisa de Jungkook de la parte de atrás con su mano aferrándose con fuerza jalándolo para que se marcharan de una buena vez.

—Al parecer vamos a necesitar una orden de restricción.

—Hagas lo que hagas sigues siendo un cobarde porque no sales del puto clóset —siseó Yoongi sentándose para escupir sangre en el suelo.

—Vámonos Jimin.

Jungkook dio la media vuelta y Jimin caminó apresurado a su lado.

—No vuelvas a hacerlo —dijo Jungkook apretando la quijada a medida que avanzaban.

—¿Hacer qué? —preguntó Jimin.

—Alejarte de mí.

Jimin asintió con los ojos llorosos, después caminaron de regreso al estacionamiento de la escuela pues ahí estaba el chofer de Jungkook esperándolo. Sin decir una sola palabra subieron al asiento trasero viajando a la mansión Jeon en silencio.

Al llegar entraron juntos, Jimin sintió el familiar olor a canela de la casa sonriendo para sus adentros porque realmente extrañaba ese lugar ya que era como su segunda casa. Jungkook le pidió a una de las empleadas que les llevara algo ligero para comer a su habitación porque estudiarían todo el día, luego de quedarse solos cerraron la puerta con seguro.

—¿Qué hubiera pasado si... —Jungkook se talló el rostro con las manos interrumpiéndose a sí mismo— Jimin, ¿por qué anduviste con un tipo como él?

—Era lindo al principio... —contestó con la mirada en el suelo mientras que las lágrimas comenzaban a brotar de nuevo.

—¿Te lastimó? Tienes el cuello rojo, al parecer te hizo un chupete..

—¡¿Qué?! Eso sería el colmo...

Jimin se puso de pie para ir al espejo, al verse confirmó que Yoongi le dejó un chupete que más tarde se tornaría color púrpura.

—Jiminshi... —Jungkook le habló cariñosamente invitándolo a sentarse en la cama junto a él con la mirada.

—¿Mmm?

—Promete que no vas a volver a hacerlo, que no te volverás a alejar de mí... —Le pellizcó el brazo levemente demostrándole el cariño a su manera.

—Promete que olvidarás lo que te dije aquel día, yo... —Jimin tomó una almohada cubriéndose el rostro— ¡Tengo mucha vergüenza al estar frente a ti! —gritó con la cabeza enterrada en la almohada.

Jungkook sonrió viendo a Jimin cubrirse como un niño chiquito.

—Solo promete que permaneceremos juntos, al igual que siempre... —susurró para después quitarle la almohada del rostro haciendo contacto visual con el rubio.

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