Capítulo 11
Jimin se quedó perplejo al ver a Jungkook y Taehyung salir del salón tan misteriosamente, estiró el cuello tratando de averiguar qué era lo que estaba sucediendo pero lo único que veía era al par conversar, le pareció curioso que las manecillas del reloj del aula se detuvieran al igual que las de su móvil. ¿Era una falla magnética o algo? Había algo de extraño en eso, por eso se puso de pie para acercarse a su amigo y preguntarle la hora pero cuando estaba a punto de cruzar la puerta que dividía el salón del pasillo Jungkook se desplomó en el piso.
—¡Jungkook! —gritó Jimin alertando a los profesores y a sus compañeros.
Taehyung se puso de cuclillas sosteniendo la cabeza de Jungkook antes de que esta tocara el suelo, Jimin lo tomó de la mano revisando su pulso cuando se acercó.
—Se desmayó de la nada —murmuró Taehyung.
—¡Alguien llame al médico estudiantil! —gritó Jimin desesperado.
Luego de que se llevaran a Jungkook a la enfermería escolar los estudiantes murmuraban que era el día de la mala suerte en el salón y que seguramente su compañero estaba debatiéndose entre la vida y la muerte porque también había muerto Lee min yo.
—¡No digan estupideces! —gritó Jimin apretando los puños.
—Cierto, no tolerarías que tu novio muriera, ¿verdad? —dijo Haneul con voz de serpiente.
—Basta Haneul, no quieras intentar hacerme sentir mal con tus palabras solamente porque Jungkook rechazó tus sentimientos hacia él.
—¡¿Es que por qué me rechazó?! ¡Soy hermosa, mírame! —se quejó.
Jimin rodó los ojos sintiendo pena ajena por su compañera que en realidad era guapísima, pero insoportable. <<¿Por qué las chicas guapas son insoportables la mayor parte del tiempo?>>, se preguntaba. Decidió no contestarle para desviar sus pensamientos en espera de algún profesor que pudiera darle razón acerca del estado de su amigo. Quería estar en enfermería con él, pero lo sacaron las enfermeras al igual que a Taehyung quien parecía haber desaparecido de la faz de la tierra porque habían pasado tres horas y no regresaba al salón.
—Señor Park. —Y como por arte de magia el profesor Kim Namjoon apareció en el salón— Sígame.
Jimin tomó su mochila y también la de Jungkook, después con pasos apresurados siguió a Namjoon hacia la enfermería.
—¿Sabes si tu compañero desayunó algo? —preguntó Namjoon mientras se acomodaba los anteojos sin detener su andar.
—Siempre desayuna, profesor. ¿Ya despertó?
—Sí y quiere verte. —Suspiró— No tengo nada en contra de el tipo de relación que llevan pero no creo que a sus padres le agrade.
—¿De qué habla? —preguntó Jimin sin comprender.
—El joven Jeon deliró en medio de su desmayo mencionando su nombre y cuando despertó lo primero que dijo era que quería verlo... Tranquilo que mantendremos el secreto oculto.
Jimin amplió los ojos sorprendido, ¿qué había dicho Jungkook?
—¿Puedo saber qué dijo?
—Es bochornoso, dejémoslo así.
Jimin se quedó con la duda y no hablaron más. El maestro lo dejó entrar a la enfermería, de inmediato miró a Jungkook acostado en una de las camas, una enfermera le estaba acomodando la vía intravenosa por lo que el pelinegro no se enteró acerca de la llegada de su amigo.
Al terminar de acomodar el suero la enfermera se giró viendo al rubio parado en la puerta, sonrió y salió para dejarlos solos porque ella también había escuchado los delirios del estudiante.
—¿Cómo estás? —preguntó Jimin preocupado a medida que se acercaba a la cama.
—Bien. —Suspiró— Eso creo...
—¿Qué te dijeron los doctores? ¿Por qué te desmayaste?
—Ay Jimin... —Los ojos de Jungkook se invadieron de lágrimas.
—¿Qué pasa?
—Creo que hice algo muy malo con Taehyung en el pasillo antes de desmayarme, pero no sé cómo explicártelo...
—¿Te drogaste? Eso explicaría muchas cosas. —Tomó la mano de Jungkook acariciandolo con el dedo pulgar.
—Creo que cogimos —dijo así sin más.
Apartó la mano de Jungkook tragando saliva y mirándolo a los ojos en búsqueda de alguna señal que le dijera que se trataba de una broma, pero en sus ojos no había mentira, él decía la verdad.
—¿Cuándo? —Jimin inflaba las fosas nasales tratando de mantener la compostura y no estallar en celos.
—Antes de que me desmayara, en el pasillo.
—Jungkook, yo te miré hablar con Taehyung en el pasillo y no estaban follando, ¿de qué hablas? —Jimin creía que el desmayo era grave y que provocaba que Jungkook delirara.
—Es que Taehyung no es como nosotros... —Jungkook suspiró nuevamente.
—¿Ah no?
—Tiene magia Jiminshi, Taehyung es un hada y digo su secreto con la esperanza de que muera porque lo que hizo fue en contra de mi voluntad. Él utilizó su magia para de alguna manera coger conmigo...
—¿Seguro que no te golpeaste en la cabeza? —preguntó tocando la frente del enfermo— No tienes fiebre, mi loquito.
—¿Te estoy diciendo que acabo de follar con alguien que no eres tú y no te importa?
—Me importaría si fuera realista, pero Jeon, dices puros disparates.
—¡Es un hada, Kim Taehyung es una puta hada mágica que apareció en mi jardín! —gritó con la piel enrojecida y ojos saltones.
—¿Si te creo vas a dejar de gritar y asustarme? —Jimin acarició la mejilla de Jungkook cariñosamente.
—No finjas creerme, hazlo de verdad. No tengo razones para mentir.
—Bueno, Taehyung es un hada que apareció en tu jardín eso significa que no es el hijo de una amiga de tu mamá? —Alzó las cejas y Jungkook asintió.
—Lo inventamos para guardar el secreto.
—Mmm... ¿Es tu hada madrina o algo por el estilo?
—Eso creo. Pero el asunto es que abusó de mi confianza, Jimin créeme.
—Quiero creerte... ¿Tiene alas?
—Sí, además cambia de tamaño y suelta brillitos así como tinkerbell de Disney.
Jimin no creía una sola de las palabras de Jungkook pero trataba de ser comprensivo porque se acababa de desmayar y creía que estaba desorientado.
—Ya no pienses en eso, no por hoy. Mejor trata de recuperarte.
—Es que Jimin, si esa hada que se supone iba a ayudarme ahora me hizo daño temo que también te quiera lastimar a ti... Es como la corazonada que tuviste anoche luego de salir de la piscina.
—Lo único que recuerdo de anoche es tu cuerpo desnudo junto al mío...
—Desearía que me creyeras. —Suspiró— Te estás tomando esto a juego.
Jimin hizo un puchero tierno colocando sus manos en la cintura negando con la cabeza, ese acto provocó que Jungkook sonriera y se le iluminaran los ojos.
—Te creo.
Realmente no le creía del todo, pero quería creerle porque era su mejor amigo, su... ¿novio?
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