three
La cita debería de haber acabado luego de que Jongin sacara un postre que para nada combina con la comida italiana pero que igual es delicioso, los churros siempre son una elección buena.
Se extiende bastante ya que Sehun y Jongin pierden la noción del tiempo mientras hablan, para el mayor, Sehun es más interesante que cualquier juego de vídeo, la mejor parte es que no está jugando, lo está sintiendo y siente que gana en un nivel que se instala en todo su cuerpo, son sensaciones de pequeñas descargas lo que puede sentir, es curiosidad, extraño cariño y felicidad. En cuanto a Sehun, él simplemente se encuentra encantado con Jongin, no como un capricho, de verdad quiere saber más de él, estar con él, conocer más de sus pequeños detalles que lo hacen distinto y nunca pensó que tendría tantas ganas de jugar videojuegos hasta que Jongin le habla de ellos, suenan perfectos si el mayor va a estar a su lado enseñándole.
—De verdad me gustó la cita Jongin, completamente —dice el menor ya cuando ambos están parados en la entrada de la florería, la luna brilla gigante en el cielo nocturno y parece la perfecta compañía para la sonrisa de Jongin.
—Gracias por venir —le dice Jongin y le tiende uno de los arreglos de flores silvestres—. Son para ti, eres casi tan lindo como ellas.
Sehun sonríe por la honestidad de menor que tanto le gusta y baja la mirada, Jongin es tan lindo que incluso cuesta verlo tanto tiempo sin que sientas que tu corazón late muy rápido.
—Eres honesto —le dice Sehun cuando toma el ramo—, y eres precioso, ¿te gustaría salir conmigo el martes cuando termine mi turno?
—La primera cita acaba de terminar y ya tengo una segunda, soy el mejor en esto de las citas —comenta divertido y Sehun se acerca a él—. ¿A dónde iremos?
—A donde sea mientras estés tú.
Jongin lo observa fijamente y se acerca más a él, hace que su respiración choque por unos segundos contra la mejilla pálida de Sehun y luego este queda totalmente sorprendido cuando Jongin le planta un suave beso en la mejilla que se prolonga por largos segundos. Cuando se separa de él para verlo, Jongin coloca un sonrisa seductora que se vuelve tierna cuando notas que a la vez juega con su cabello. Es todo un caso.
—Ah, de verdad eres el mejor en esto de las citas, tú friki guapo —le dice y luego huele las flores—. ¿Ya piensas que soy guapo por dentro y por fuera? yo no lo creo aún.
—Eres guapo por dentro y por fuera, no te preocupes mucho, somos humanos, estamos en el videojuego más complicado.
(...)
—Deja la puerta de la habitación abierta, Jongin —regaña Minseok a su hermano quien no lo voltea a ver por estar concentrado en la pantalla de su televisor.
—Hyung, tienes una tesis en la que trabajar y un Jongdae al que llamar para tratar de arreglar las cosas, Sehun y yo solo estamos jugando final fantasy.
Minseok pasa su vista al menor y este lo saluda con la mano para después colocarse más cerca de Jongin. A Sehun el hermano mayor de su novio le da un miedo espantoso, siempre lo observa como si quisiera quitarle el cuello. Se supone que él fue la persona que motivó a Jongin para que lo invitara a salir, no tenía que mirarlo ahora como si fuera un criminal.
—Estás asustando a Sehun, por favor vete —le dice Jongin mientras coloca su juego en pausa y pasa su brazo por los hombros de Sehun para presionarlo más contra él—. Le voy a decir a mamá.
—Mira Jongin yo no quiero ser fastidioso pero no p-
—¡Mamá! —grita el menor interrumpiendo a su hermano y Sehun se voltea para pegar su rostro al pecho de Jongin y reírse un poquito.
—¡Minseok, deja en paz a tu hermano menor! —grita la señora Kim desde algún lugar de la casa.
El mayor suelta un quejido y se va cerrando con fuerza la puerta de la habitación de Jongin.
—Minseok hyung me odia —dice Sehun desenterrado su rostro de su escondite y haciendo un puchero.
—Es que no tiene nada mejor que hacer desde que su novio lo botó —comenta con tranquilidad Jongin y Sehun lo pellizca en un costado—. Eso duele.
—Tienes que ser más delicado cuando le mencionas a su ex novio, está bien ser honesto pero hay ciertos niveles de honestidad y tiempos distintos para ser honestos completamente.
El mayor toma el rostro de Sehun entre sus manos, le regala unas pequeñas caricias con los pulgares y luego deja un pequeño beso sobre sus labios.
—Lo tomaré en cuenta, gracias —le dice y Sehun sonríe.
—Aún no puedo creer que nunca habías besado a alguien antes, hasta tus pequeños besos son demasiado bonitos.
—Aún no puedo creer que estemos cumpliendo 3 meses siendo novios —dice Jongin en una forma tan tierna que Sehun se siente muy conmovido—, ¿Pensaste que llegaríamos a tres meses?
En el hombro de Jongin cae lentamente la cabeza de Sehun y este sonríe cuando piensa en el corto pero bonito tiempo que ha pasado con Jongin desde que comenzaron a salir. De verdad lo quiere mucho y se encuentra sorprendido de que tan fácil es quererlo y de que tan bueno es porque lo hace sentirse increíble.
—No lo pensé inmediatamente de esa manera, es algo un poco más largo —explica con cariño.
—Cuéntame, anda.
—No te quiero molestar mientras juegas —le dice Sehun y Jongin suelta un quejido.
—Todas mis pausas son por ti y me gustan porque son para ti —dice y la verdad es que nunca se había imaginado diciendo eso, pero le gusta la sensación de las palabras deslizándose de sus labios y haciendo sonreír a Sehun.
—Cursi.
—Lo sé. —Jongin suelta una carcajada contagiosa y el pecho de Sehun se infla de felicidad— Vamos, cuéntame.
—No era que creía que íbamos a llegar a tres meses, era que lo deseaba así como deseo justo ahora más tiempo para nosotros, era un sentimiento presionando mi pecho —se explica y Jongin comienza a repartir caricias por su pierna—. Desde la primera cita supe que quería una segunda, en la segunda supe que tenía que invitarte a una tercera cuando ni siquiera habían pasado diez minutos, luego tú me invitaste a una cuarta y deseé que mutuamente nos estuviéramos invitando todas las semanas a citas, incluso me dije: si solo lo tengo que ver sonreír es suficiente, su sonrisa te cuenta muchísimo de él, cualquier cosa que hagamos en las citas es justo y bueno, sé que él es así.
—Y yo soy el cursi —dice divertido el mayor.
—Cállate aún no termino —regaña el menor y Jongin le palmea la pierna—. Cuando me pediste que fuera tu novio lo único que deseé fue que esto durara, fueron más deseos que creencias porque de verdad no podía creer que estuviera saliendo con un chico como tú.
—El friki con el que ibas a tener un cita desastrosa que quedaría para historias de risas en noches de copas con tus amigos.
En algún punto Sehun fue sincero y le contó a Jongin lo primero que pensó cuando lo invitó a salir aquella tarde en el café, para sorpresa del menor Jongin solo se echó a reír, le llamó tonto como muy en serio y honesto como suele ser él y después lo abrazó, confundiendo a Sehun y dejándolo feliz.
—Aún no puedo creer que esté saliendo con un chico como tú —dice Sehun y suelta un suspiro.
—Creo que exageras, ni que se tratara de un idol.
—No Jongin, no es en ese sentido, es que se siente tan lindo estar contigo, es una sensación casi adictiva aquí —dice y se lleva una mano al pecho—, me siento tan bien que es increíble.
—Me quieres mucho, a veces no sé como tomarlo pero sé que te quiero igual, entiendo lo que dices ahora.
El mayor deja un beso en la coronilla de Sehun y respira su aroma. Se siente tan suertudo. Sobre todo siente que tomando la mano de Sehun quiere hacer muchas cosas nuevas porque crear recuerdos nuevos y ver a Sehun experimentar reacciones diferentes es algo precioso de ver. Observar el cabello de Sehun siendo sacudido por el viento cuando salen a caminar es magnífico, verlo arremangarse los pantalones cuando caminan por la playa es lindo, la forma en que su mano se coloca en la de él como si estuviera destinado a pasar es casi de película y las sensaciones van y vienen por ambas manos como si se estuvieran uniendo, eso es inigualable. Sehun es experiencias que le dan comenzón en la piel por deseo, el deseo de querer estar a su lado.
—¿Quieres jugar ahora tú? —pregunta Jongin inocente y pasa su brazo por detrás de la espalda de Sehun, sosteniendolo fuerte por la cintura y proporcionándole una descarga de sensaciones al menor.
—No sé mucho sobre este videojuego —dice bajito, como si su voz se estuviera perdiendo.
—Yo te enseño, siéntate en mis piernas —dice decidido y Sehun se sonroja—, jugaremos los dos al mismo tiempo.
Sehun podrá estar avergonzado pero ni corto ni perezoso se sienta encima de Jongin en menos de lo que canta un gallo. El mayor desliza sus manos por los brazos largos de Sehun hasta que sus manos están juntas y ambos sostienen el mando del videojuego.
—Estás lleno de sorpresas, Jongin —dice Sehun removiendose un poco encima de Jongin para encontrar mejor acomodo.
—Lo sé, Sehun —dice contra su cuello completamente seductor pero cuando Sehun lo voltea a ver coloca su sonrisa infantil, se ríe y le quita la pausa al juego.
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