Ha pasado un largo rato así que Minseok decide tomar un descanso de sus tareas y observa a Jongin frente a él, con la PSP demasiado cerca de la cara y con la punta de la lengua asomándose por una esquina de su boca. Se supone que lo había acompañado al café para animarlo y ayudarlo a que no se estresara tanto con su tesis, pero eso no sucedió, su curioso hermano menor lo único que ha hecho es jugar videojuegos y murmurar cosas raras sobre los mismos, lo típico.

—No eres un niño, ¿lo sabes? —le pregunta y el menor por fin aparta la mirada de su consola portátil—. Tienes 19 años.

—¿Qué tratas de decir?

—Que no juegues a los video juegos como si tuvieras 10, pareciera que son la cosa que más te emociona en la vida.

—¿Qué tiene de malo? —pregunta haciendo una mueca de disgusto y baja su mirada a la consola nuevamente.

—Es hora de que entiendas como es la vida.

—Me parece que es hora de que prestes atención a tu tarea y entiendas que mi vida es mi vida.

—Soy tu hyung, no me hables así.

—Lo siento, he perdido tres veces seguida esta misión y me pone de mal humor.

—De cosas así hablo Jongin... —dice Minseok en un tono medio cansado.

—No, no estás hablando de algo que pueda ayudarme a superar la misión.

Con Jongin las cosas son así, hay que buscar la forma correcta de que entienda lo que se le intenta decirle porque al parecer no puede comprender acciones y frases de la forma en que todos, hay que ser un poco más específico. Minseok no pretende ser duro con su hermano o fastidioso pero al muchacho le falta más "vida real" en su vida.

—Tal vez fue por esto que nuestro Jongdae te dejó, hablas de lo que solo tú quieres hablar e intentas que todos quieran hablar de eso —dice inocente pero Minseok tiene que respirar profundo y recordarse que lo ama por ser su hermano.

La forma en la que habla Jongin... También es diferente a lo usual y aunque Minseok lleva toda la vida a su lado todavía le sorprende la forma en que Jongin puede sacarlo de sus casillas. Es directo de una forma en que parece natural.

—No es nuestro Jongdae, es mio —dice Minseok apretando los dientes—. Y no terminamos, estamos tomando un descansado y no fue mi culpa, fue un mutuo acuerdo.

—Si eso te hace sentir mejor, repítelo todo lo que quieras —dice sin una pizca de mala intención Jongin pero su hermano mayor no se lo toma así.

—¡Que no me botó!

—Hyung, haz silencio, no me puedo concentrar.

El mayor ya cansado cierra su portátil y se abalanza hasta el menor para quitarle el PSP de las manos.

—Se acabó. Tiempo de charla real.

—¿Ahora? —pregunta fastidiado Jongin—, devuélveme mi consola, te acompañé hasta acá para ayudarte con tus nervios y el estrés por la tesis y me pagas de la peor forma.

—Ayudarme es lo último que estás haciendo.

—¿Este tiempo de charla real es para que te quejes?

—No —contesta de inmediato el mayor—, solo quiero decirte que, ya sabes, es tiempo de que comiences a vivir un poco más.

—Estoy bien, hyung.

—Estás solo cómodo, tienes que hacer cosas a parte de llorar por películas de super heroes, jugar videojuegos y armar hilos de teorías de anime en twitter y tu trabajo solo consiste en ayudar a mamá a atender la florería.

—Me gustan las flores.

—¿Eso es todo lo que vas a decir? —pregunta Minseok y Jongin arruga su nariz con disgusto.

—Me gusta mi vida, hyung, no fastidies.

Un suspiro escapa de la boca del mayor y observa al resto de la gente joven que hay en la cafetería. Ni de lejos se parecen a su hermano, tampoco quiere que su hermano se vuelva una copia aburrida de lo que son casi todos los jóvenes, solo necesita crecer como persona y dejar de gastarse su dinero en juegos que se pasa por completo en un solo día. Pero al final eso es solo su opinión.

—¿Estás seguro de que no haces esto ya que estás aburrido porque Jongdae hyung te botó?

Respira profundo. Recuerda que amas a tu hermano.

—Jongdae no me botó —dice Minseok colocando una sonrisa de miedo—. Te gusta tu vida, eso es genial, no te digo que la cambies, nadie tiene derecho a decir eso tan fácil solo deberías hacer más cosas hermanito, a lo mejor algún día en el futuro miras hacia atrás y te das cuenta de que estos años fueron los mejores momentos que tuviste para hacer algo y probar cosas. No te presiones tanto estudiando, no juegues solo videojuegos, ellos estarán ahí siempre y tienen su pausa, la vida no tiene pausa.

El menor se toma un momento para pensar esas palabras, pues esas si parecen serias y pensandolo bien tal vez su hermano si tiene razón en lo que dice, lo que pasa es que casi nunca logra expresar las cosas sin colocar demasiado de él en sus palabras.

—Ya pues... Tal vez tienes algo de razón pero no sé, no hay nada que quiera hacer aparte de jugar videojuegos y sacar buenas notas, que en el futuro desee haber hecho otras cosas... Bueno, eso ya es algo que se me sale de las manos, no como en el videoju-

—Shh, no quiero referencias a tus juegos —advierte Minseok—. Tiene que haber algo, no lo sé, ¿no te gustaría ir a alguna gran fiesta, pasear por todos los sitios de la ciudad que aún no conoces, aprender a conducir, viajar, conseguir un mejor trabajo de medio tiempo, hacer más amigos?

Ante la mención cada cosa Jongin va sacudiendo su cabeza porque de verdad nada de aquello le atrae.

—¿Ni siquiera te gusta alguien?

Los ojos de Jongin brillan y Minseok sabe que ha dado en el clavo con algo por fin.

—Cecil Harvey, tiene un cabello de locura y es simplemente bonito.

—Ah, un extranjero y ¿de dónde lo conoces?

—Es un personaje de a Final Fantasy.

—¡Hablo de gente real!

—Pues no especificas lo que preguntas —dice Jongin haciendo un puchero demasiado infantil para su edad—, si hablas de gente real puede que haya alguien pero no entiendo qué tiene que ver eso con todo este tema tan aburrido que has sacado.

Minseok levanta las ceja y Jongin sabe que su hermano está por hacer un montaña gigantesca y exagerada lo que dijo.

—¿De quién se trata, hermanito? —pregunta demasiado curioso Minseok y Jongin se encoge en su asiento y aleja su vista de su hermano.

—Se trata del que está en la caja registradora —murmura—, no es que me guste muchísimo, pero es lindo aunque no sonríe lo suficiente.

Los curiosos ojos de Minseok viajan hasta la caja registradora. Sin duda el muchacho que la atiende es guapo. Es un larguirucho de cabello negro y rostro neutro como de modelo.

—Es super guapo, Jongin.

—Eso es obvio.

—¿Por qué no me habías dicho nada?

—¿Tenía qué? —pregunta confundido—. No es la gran cosa, es solo un chico que me atrae y ya.

—¡Esa es la actitud que hace que pases todo el día en la computadora y en los videojuegos! —chilla Minseok y unas personas cerca de él se quejan de su ruido así que baja el tono de voz—. Las cosas reales necesitan que sientas alguna emoción también pero te dan tan igual que no ves el potencial fuera de tus jueguitos tontos y a la vez complicados —Jongin suspira con fastidio y Minseok eleva un poco su tono de voz otra vez—. Haz de todo hermanito, por lo menos para que no te arrepientas, sal, corre, toma, grita, invita a salir al guapo, haz cosas y genera emociones para esas cosas.

—¿Crees que lo puedo hacer? —pregunta el menor interesado.

—Claro que sí, lo puedes hacer todo.

—Vale, iré a invitar a salir a Sehun.

—¿Qué? Espera, ¿justo ahora? No me refería a eso —dice Minseok pero ya Jongin se ha levantado y va hasta la caja registradora.

Él no dijo que invitara a salir al larguirucho como algo en serio, para ya, lo dijo más bien como parte del discurso para motivar a Jongin pero este se lo tomó al pie de la letra, y sólo en esa parte que es lo peor.

Minseok se cubre los ojos y baja la cabeza en el momento en que ve a Jongin comenzar a hablar con el chico de la caja registradora. No es que crea que su hermanito es feo, lo contrario, solo es especial y no quiere que un guapo cualquiera lo rechace a la primera y lo desmotive por completo. Tenía que haber cuidado sus palabras. Es un idiota completo, seguro que sí, eso cree, seguramente el chico lo va a mirar feo y lo va a rechazar cruelmente. Es el peor hermano del mundo, ya lo cree.

—¿Tienes dolor de cabeza?

El mayor levanta la vista y Jongin está parado frente a él, mirándolo como si nada, de forma normal.

—¿Qué te dijo ese chico?

—Lo invité a cenar en casa mañana por la noche —responde Jongin y toma sus cosas, incluido el PSP que su hermano tomó antes.

—¿Y dijo que sí? —pregunta incrédulo Minseok.

—Sí, claro —responde tranquilo Jongin y la mandíbula de Minseok cae unos centímetros—. Es hora de volver a casa, ya has trabajado suficiente en tu tesis.

Casi aturdido Minseok recoge sus cosas y sale casi tropezando detrás de Jongin. Está feliz por Jongin pero no se lo puede creer, fue ridículamente fácil y conociendo a Jongin sabe que nunca antes había hablado con ese chico, es por eso que está tan sorprendido. Ni siquiera sabía si era gay o no, pero ahí está, Jongin tiene una cita con  él.

Cuando ambos hermanos Kim terminan de salir, detrás del mostrador Sehun escucha una risita que pertenece a su compañero de trabajo Byun Baekhyun.

—El más bajo es muy lindo ¿verdad? Pero tiene pinta de temperamental —comenta.

—No me importa ese, pero mañana saldré con el otro, el que siempre viene y lo único que siempre hace es jugar con consolas portátiles.

—Oh, no esperaba que salieras con un chico así, digo, no se parece a ninguno de tus ex novios —dice Baekhyun y no pierde de vista la reacción de Sehun, quien coloca una sonrisa de medio lado con malas intenciones.

—Pensé que sería divertido salir por una noche con el friki ese, será una experiencia divertida para hacer reír a los chicos después, seguro será una cita desastrosa digna de risas.

Baekhyun mira con los ojos entrecerrados a Sehun y se quita el delantal para luego enrollarlo y pegarle a Sehun con él.

—No seas un bastardo, ese chico tiene sentimientos, como los que tiene todo el mundo.

—Es solo una simple cita con un rarito —dice Sehun restándole importancia a lo que Baekhyun le dice.

—No seas un idiota, si vas a tener una única cita con ese chico no seas un bastardo con él, a ti no te agradó cuando Wu Yifan rompió tu corazón.

Ante la mención del extranjero Sehun casi hecha humo por las orejas.

—Son cosas distintas, Yifan y yo habíamos salido por seis meses, ese chico nunca me había hablado antes en su vida —dice entredientes el menor y Baekhyun niega.

—¡No importa! —regaña Baekhyun—, a lo mejor es un rarito de esos con problemas para socializar y adquirió valor para invitarte a salir, lo mínimo que puedes hacer es no ser un idiota.

—Vale, entiendo, lo voy a pensar.

—No, no vas a pensar nada. Vas a tener una cita normal con ese chico y ya, no vas a ser un idiota, o me tendrás que dejar de hablar o peor, tendrás que aguantarme regañandote cada día de tu vida.

—¡Está bien! No seré malo con el chico ese, Jongin —dice Sehun y suspira cansado, luego recuerda una cosa y sonríe de medio lado—. Me ha invitado a su casa, a lo mejor es un rarito con buenos movimientos.

—¡Sehun!

—Solo bromeo, por Dios, ya ni una broma se puede hacer en estos tiempos.