¿Has estado en ese momento en tu vida, en el que todo lo que no creías ocurre frente a tu ojos? 

Estoy segura que siempre me he caracterizado porque a pesar de ser una chica callada, y probablemente no muy sociable, siento que mi personalidad está muy bien definida, no me gustan los juegos, no creo en la fantasía, ni en los cuentos de hada, no suelo asustarme con facilidad, soy decidida, seguramente un poco terca y definitivamente si algo odio son los puntos medios. 

Probablemente sea una chica difícil de tratar, pero cuando quiero, quiero bien y al cien por ciento... y entonces ahí soy leal completamente a lo que me entregues. 

¡Soy muy real! y por lo mismo que soy de esa manera, me gusta que todo lo que me rodea sea de esa manera. 

Si no veo algo, para mí no existe. ¡Así de fácil y menos complicada es mi vida! 

Pero entonces lo conocí a él... con sus puntos medios, sus miedos, su duelo, sus añoranzas, su pasado, y en su pasado venía incluido ese algo... ¡Y de pronto, rompieron todas mis creencias, y comencé a dudar de lo que veía y lo que no, acerca de su existencia y de la que no! él con su aura misteriosa se metió a mi vida de una manera arrolladora... que hizo que todo lo que creía se fuera al carajo... y entonces decidiera simplemente dejarme llevar. 

Con él, con el miedo, con la fuerza para vencer cosas de las cuales siempre negué su existencia.

¿Qué podría ser peor que una ex novia tóxica? 

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Comenzar una nueva etapa en la vida siempre será... difícil... definitivamente no tenía ni idea de donde me estaba metiendo... mi mejor amiga y yo iríamos a la misma universidad, y obviamente era algo que veníamos planeando desde que éramos unas niñas...

- ¿Estás lista? – me dice acomodándose la falda frente a la puerta de la casa donde buscaban roomies.
- Ahm si, supongo – alzo la ceja, me causa gracia, porque sabemos que los chicos que viven aquí... son eso... chicos, no es como que tengas que dar una buena impresión...

Alice levanta su dedo índice para ir directamente hasta el timbre, en la vieja casona, se ve demasiado grande para que solo dos chicos vivan ahí, pero no le dimos importancia, lo barato de la renta era justo lo que nos tenía ahí.

Un chico se aparece abriendo la puerta, nos echa un vistazo y sonríe.

- Pensé que nadie vendría por el par de recamaras, pasen.

Volteo a ver a mi amiga y ella lleva esa sonrisa coqueta...

- ¿Viste lo lindo qué es? – susurra mientras a la casa.
- ¿Cuáles son sus nombres?
- Alice y Faren.
- Curioso nombre nunca lo había escuchado.
- Si, siempre me lo dicen – comento.

El chico nos invita a tomar asiento en la sala.

- Mi nombre es Adam.

Mientras Alice entabla una plática con el chico rubio, observo detenidamente la casa, para mi nunca ha sido fácil socializar, a diferencia de Alice... que siempre ha sido de las dos la más popular y parlanchina, a mi... me cuesta un poco, a veces he creído que no me gusta tanto la gente, desde donde estoy logro ver el comedor bastante amplio, la cocina da justo detrás de él, a diferencia de como es por fuera la casa por dentro está muy bien cuidada de hecho hasta demasiado elegante y limpia... para que solo vivan dos chicos aquí... un chico sale por detrás de la cocina, su piel es blanca y el cabello sumamente negro, lleva una playera oscura, va directo hacia el refrigerador y parece sacar algo de ahí, toma un vaso y se lo sirve, se recarga en la barra y levanta su mirada hacia mi... no sonríe ni se inmuta, solo me observa...

- ¿Verdad Faren? – pregunta Alice
- ¿Qué? – respondo.
- Qué no tenemos ningún problema en compartir casa con dos chicos.
- No, ninguno.
- ¡Entonces... vengan les enseño sus recamaras! - dice Adam

Adam se levanta y Alice inmediatamente se une a él, yo muerdo mis labios y los comienzo a seguir.

- ¡Oh Izan! Ahí estás... ellas serán nuestras nuevas compañeras de casa... Alice y...
- Faren – respondo, sé que mi nombre es difícil y seguido pasa eso.

El chico solo nos observa, hace una sonrisa de boca cerrada me imagino más forzada que de ganas, y Adam nos invita a seguir caminando. Detrás de la cocina hay unas escaleras que llevan al segundo piso, comenzamos a subir para entrar a un pasillo y nos comenta que esas primeras dos recamaras son las de él y el chico serio.

- Y estas dos últimas serían las de ustedes, disculpen a Izan... es solo... es serio... y ha tenido que lidiar con muchas cosas desde hace un par de años, pero es buen chico... solo ténganle paciencia.
- ¿Desde cuándo lo conoces? – pregunta Alice.
- Desde niños, ha sido mi amigo de toda la vida... antes no era así... se volvió de esa manera desde... bueno... de cualquier forma se enterarán... desde que su novia falleció... hace un par de años atrás... realmente la quería y creo que ha sido un duro golpe para él, desde entonces no ha existido una chica más en su vida.
- ¡Oh! entiendo - dice Alice...
- En fin... por esta puerta hay también unas escaleras para que puedan salir a la piscina...
- ¿Tienen piscina? – pregunta rápidamente mi amiga.
- ¡Si! y pueden usarla cuando quieran, y si van a hacer alguna fiesta o reunión solo tienen que decirnos con una semana de anticipación a Izan no le gustan mucho las fiestas ni las cosas que salen de improvisto así que solo por favor... me lo dicen y yo se lo comento.

Si tuviera que juzgar a primera vista... Adam es un chico bastante agradable, sus ojos azules le dan un toque encantador, y creo que incluso su propia personalidad es más cálida que la del otro chico... Izan... es como si fueran polos opuestos... la luz y la oscuridad, el día y la noche...

Ojalá le hubiese hecho caso a esa intuición...

La casa era hermosa... pero su vibra era demasiado pesada... como si algo o alguien estuviera llenando de energía negativa ese lugar... pero la idea de vivir solas... en una casa tan bonita... con una renta barata... y un par de chicos lindos... nos terminó por convencer...

¿Al fin que podría pasar?

pero más allá de la luz... hay cosas que pasan en la oscuridad que... a veces son casi imposibles de explicar...