Alice va hacia la puerta para recibir la cena que los chicos han pedido, mientras que yo hago un poco de botana y ellos intentan elegir una película para que podamos ver.

-Esta es de terror dicen que está muy buena. -dice Adam de manera efusiva y observo su elección.
-¿Si sabes que Alice es miedosa para este tipo de películas? -le pregunto
-si -sonríe -eso significa que no podrá dormir sola -guiña el ojo.
-Oh, demasiado inteligente -sonrío y le aviento una palomita a su cabeza.
-¿Y a ti no te da miedo? -pregunta Izan
-No, para eso soy valiente.
-Dichoso -le dice a Adam -yo tendré que hacer danzas indias para que caigan tormentas eléctricas.
-Izan, solo dile que quieres dormir con ella.
-¿Y por qué no sigues tu propio consejo? Ni siquiera tienes la necesidad de pedirlo, ustedes duermen juntos. -respondo e Izan se ríe mientras lleva una roseta a su boca y asiente.
-Además son ruidosos. -remata el ojiverde.
-¿De qué hablan? -pregunta Alice
-Estoy esperando a que Izan le diga a Faren que quiere dormir con ella. -ella sube y baja las cejas de manera sugerente observándome.
-No seas mentiroso Adam, de hecho nos quejábamos porque son muy ruidosos toda esta semana no he podido dormir bien gracias a eso.
-A excepción del lunes que dormiste muy bien acompañada y te veías bastante cómoda Faren. -muerdo mi labio.
-Faren ¿Quieres dormir conmigo? -dice Izan de manera dulce como si fuera un niño pequeño.

Voy a responderle cuando del horno de microondas salen un montón de chispas alcanzo a jalar de la camisa a Izan por qué el vidrio de este se rompe en pedazos al estallar e inmediatamente se va la luz.

-Carajo ¿Estás bien Izan? -pregunto
-Mierda, creo que sí, no me duele nada, así que creo que estoy intacto.
-¿Cuántas veces tengo que decir que llamemos a un electricista? -pregunto molesta
-Ok, la batería de mi cel está muerta -dice Adam
-la mía por las mismas -responde Izan
-¿Alice traes tu celular? - pregunta Adam
-Alice -digo -deja de estar jugando.

Escuchamos un grito que proviene del jardín y los tres corremos hacia allá, solo siento que uno de ellos cae y con su mano sostiene mi pierna, trato de seguir corriendo necesito llegar a Alice, pero justo ese movimiento que él hace, me descontrola y voy a parar contra el vidrio que da hacia el jardín, mis manos sienten el frío de la superficie que en microsegundos se convierte en aire, eso solo significa una cosa y lo confirmo con el estruendo que le sigue. Mis rodillas caen al pasto, puedo sentir el césped entre mis dedos mientras que siento ardor en algunas partes de mi cuerpo.

Izan me toma de la cintura intentando llevarme con él pero cojeo, Adam me toma del otro brazo y ambos me llevan así.

Siento mi respiración agitada; estoy tratando de entender que es lo que acaba de suceder, siento que mi cabeza comienza a dar vueltas y tengo un dolor muy fuerte proveniente de ella incluso puedo sentir como un líquido recorre todo mi rostro; así que llevo mi mano a mi cara para descubrir que es sangre, mi cabeza está sangrando, levantó mi mirada pero ya no me encuentro en el jardín, estoy en el cementerio; pero lo veo desde otra perspectiva, es como si yo fuera la que estuviera muerta; y ahí está nuevamente, la imagen de la chica que había visto días atrás con Izan; siento un poco de escalofríos, y trato de detallarla con mayor precisión pero no puedo hacer mucho ella se abalanza contra mí y yo despierto de un salto en mi habitación. 

- ¡Fue solo una pesadilla! - me digo a mi misma. 

Siento que mi rostro y mi cuello están húmedos; no tengo ni la más mínima idea de que hora sea, esa sensación de incomodidad y de vacío que uno tiene después de haber tenido una pesadilla me hace levantarme a lavar mi cara; no tengo nada de sueño, así que decido bajar a la cocina a buscar un poco de té para relajarme un poco. 

Mientras pongo el agua a calentar acomodo mi cabello en un chongo de cebolla y decido llevar mi computadora para entretenerme en algo mientras logro conciliar nuevamente el sueño. 

-¿Qué haces? -pregunta alguien desde el pasillo, yo doy un ligero salto del susto. -perdón te asusté no fue mi intención. 
-Tranquilo; yo... solo tuve una pesadilla y no podía dormir. ¿Qué hora es?
-Pasan de las dos de la mañana. 

Izan se acomoda justo donde estaba en mi sueño, y por inercia lo quito de ahí. 

-¿Qué pasa? -pregunta 
-Sólo soñé que el microondas reventaba -digo asustada. -estabas justo ahí cuando sucedió. 
-¿Sueñas conmigo? -pregunta alzando una ceja; yo agacho mi mirada -Yo también he soñado contigo si lo preguntas -sonríe. 

El silbido del vapor de la cafetera hace que los dos vayamos a apagar la estufa. 

-Tranquila, yo hago el té, aparte de esperar el agua caliente ¿Qué hacías? 
-Iba a revisar mi correo; mi abuela no ha estado bien de salud y mis papás me envían "el reporte médico" -sonrío. -pero hoy no hay absolutamente nada -digo y veo que Matthew está en linea. 

Izan me acerca la taza del té y se sienta junto a mí; es obvio que nota quien es la persona que está conectada en ese momento; se gira un poco hacia mí. 

-¿Cómo conociste a Matthew? 
-Es vecino de Alice; no de hace mucho tiempo; se habrá mudado hace algunos 4 años, así que el día que lo descubrimos a mi me gustó de inmediato; solíamos ir después de clases a la casa de ella y nos quedábamos a propósito en el balcón para verlo regresar de la preparatoria; no iba en la misma escuela que nosotros; sus papás están divorciados él vive con su mamá y a su papá le va económicamente mejor así que el papá le pagaba un colegio. ¡Me gustaba mucho ese porte de niño lindo, caballeroso y dulce! creo que ese es el tipo de chico que me gusta; Alice ha tenido un poco más de mala suerte con eso; ella al parecer busca los problemas en mi caso no, prefiero evitarme un poco el drama. 
-¿Y cómo comenzaron a salir? 
-Alice... ya sabes que es mucho más sociable que yo -un hola aparece en una ventanilla y respondo - así que al parecer el sentimiento era mutuo él le confesó que yo le gustaba y entonces Alice decidió jugar de cupido, comenzamos a salir primero entre nosotros tres como amigos y después simplemente ella empezó a poner pretextos para no acompañarnos aunque ambos sabíamos que lo hacía a propósito; él y yo estuvimos saliendo por mucho tiempo, incluso llegué a pensar que jamás daríamos el siguiente paso; pero después creo que lo hicimos como parte de... ok... llevamos un año saliendo creo que podemos ponerle un nombre a esto y así fue como "comenzó nuestro noviazgo". creo que ambos somos muy inexpertos en muchas cosas y simplemente hemos experimentado con el otro. 
-¡Oh! ¿Lo quieres? 
-Si, mucho, es mi mejor amigo. 

Izan se gira todavía más hacia mí y cierra mi laptop; mientras me deja entre él y la barra. 

-¿Qué hay entre nosotros Faren? creo que ninguno de los dos somos tontos y sabemos que hay algo pasando aquí. 
-No lo sé Izan; yo... estoy confundida. -Él me gira y levanta con su mano mi rostro para que lo vea a los ojos; sus hermosos bellos ojos verdes, su preciosa piel blanca, siento que mi corazón quiere salirse de mi pecho. 
-Me gustas -dice sincero y sin rodeos -y sé que te mereces algo más que Matthew; y no estoy diciendo que sea un mal partido, de hecho me parece que es un gran chico, pero necesitas alguien que vaya y destruya el mundo por ti Faren, que sea apasionado e intenso; no solo que espere a que pase un año para salir contigo y creer que es el paso que sigue; no te prometo algo fuera del drama; porque soy complicado; pero aún con todo eso quiero entregarte la mejor parte de mí; volverte mi mundo y hacer que tu perspectiva cambie sobre lo que es el amor. -sus labios rosas se entreabren y yo muerdo mi labio inferior. 

Y entiendo lo que dice porque quiero descubrir junto a él de todo lo que me está hablando, es como si supiera que detrás de él hay un pasado tormentoso y yo quisiera arriesgarme a eso; porque Matthew me daba paz pero muchas veces sentía que únicamente tenía un noviazgo con mi mejor amigo; pero Izan, era como peligro andante como si mi propio sistema dijera... ¡Peligro, Peligro!, no te acerques aquí, y no porque fuera un chico malo, si no porque tiene demasiadas cicatrices que por alguna extraña razón yo quisiera curar. 

-Faren, Faren -grita Alice desde el segundo piso y los dos nos separamos. 
-¡Estoy abajo! ¿Qué pasa? - logra bajar las escaleras mientras trata de aligerar su respiración me entrega su celular. 

-Bueno, ¿Cómo? Ok papá... si, si si, ahora mismo salgo para la central de autobuses, allá los veo. 

Ambos me observan y yo seguramente estoy pálida. 

-Mi abuela está internada, necesito ir a casa -digo. 
-Me hablaron a mí porque no tiene su celular -dice Alice alzando la ceja. 
-Iré a cambiarme para ir. 
-Yo te llevo. -dice Izan
-Puedo tomar un taxi a la central, tranquilo. 
-¡No! yo te llevo a tu casa, no voy a dejar que tomes un autobús a las tres de la mañana, estás loca. 
-Pero Izan ¿Cómo crees? 
-Si Faren; deja que te acompañe. -observo a Alice y de ella hacia Izan. -está bien. 

Izan toma mi mano durante todo el trayecto; y me hace sentir bien, protegida, tranquila. 

-¿Podrías abrir la guantera Faren? 
-Si - obedezco lo que me pide y encuentro la caja que casi le aviento el otro día. 
-Faren, es un regalo para ti, sé que me dijiste que no lo quieres, pero ve lo que sucedió hoy; necesitas un celular, lo que haya costado que no te importe porque no te lo estoy cobrando, lo compré especialmente para ti, y lo siento pero no tenía planeado regresarlo o venderlo; así que simplemente acéptalo; no seas orgullosa. 

Lo observo mientras maneja; me muerdo la lengua porque a pesar de que quiero correr a ver a mi abuela; me siento tontamente atraída por él. 

-¡Gracias! -digo en un susurro, me acomodo en el asiento para poder darle un beso en la mejilla y puedo observar como en su rostro se dibuja una sonrisa. 
-¡Así me gusta!, háblale a tu papá y dile que ya vamos en camino. 

El olor característico de un hospital; todo mi sistema lleno de café que Izan me suministraba a cada rato desde que llegamos ahí; mis papás se sorprendieron al ver que un amigo me acompañaba, pero le agradecieron el gesto de no dejarme venir en autobús sola; observo a mi abuelita con su cabello cano; me acerco a ella y toco su mano; mientras abre ligeramente los ojos. 

-Mi dulce Faren aquí estás. 
-Si Abuelita. 
-¿Tan mal estoy? -se ríe pero tose al intentarlo. 
-No, solo nos sacaste un susto. 
-Menos mal, aún no veo que vengan por mí. -me río, si alguien sabe acerca de mi escepticismo es ella. 
-No creo que vengan por ti -digo sincera -saben que aún tienes que cuidar a tu nieta favorita. 
-Oh si a mi hermosa Sophie -dice refiriéndose a mi hermana. 
-¡A mí! -levanta su mano y me acaricia el rostro. 
-Mi bella Faren, papá dijo que vienes acompañada por un amigo de tu universidad, lo cual debo confesar me alegra, Matthew es muy aburrido. 
-Abuela ni siquiera conoces a mi amigo como para que puedas decir eso. 

Mientras que mis padres adoraban a Matthew y creo que ellos ya me veían vestida de blanco frente a un altar con él, mi abuela siempre me pedía que conociera más chicos, que descubriera lo que me gustaba y lo que no, si, para tener la edad que tiene mi abuela, de hecho era de mente muy abierta, y me pedía que no me quedara únicamente con el primero que conociera, ¿Cómo iba a saber que no me gustaba la manzana si solo había probado uvas? esa era su explicación. 

-No lo conozco, pero tus ojos brillan, y no cualquiera maneja a las tres de la mañana varias horas para ver a tu abuela moribunda. 
-No estás moribunda. 
-¡Lo sé! pero él no; deja que lo crea -guiña el ojo. - quiero conocerlo. 
-¿De verdad? 
-¡Si! anda ve por él. 
-Abuela... 
-¡No me hagas enojar, quiero conocerlo! -resoplo y me levanto. 

Me dirijo hacia la puerta mientras que escucho la risa traviesa de mi abuela, solamente se le bajó el azúcar más de lo normal, pero como yo la veía en ese momento, parecía más radiante que otros días, mi abuela era una caja de sorpresas indescriptible que yo amaba, Izan me mira y mi papá se acerca

-Dice que quiere agradecerte que me hayas traído y te quiere conocer. 
-¿A mí? -pregunta él. 
-Si. 
-¡Ay mi mamá! -suelta mi papá y se va a sentar nuevamente mientras le da una palmada a Izan en el hombro - ¡Es una mujer especial! adelante. 

Izan se levanta un poco confundido pero me sigue toma con su mano mi espalda baja para ir detrás de mí; Mi abuela lo ve y sonríe parece que los ojos le brillan de una manera diferente. 

-¡Este si me gusta para nieto! -dice 
-Abuela; es solo un amigo -respondo y él se sonroja ¡nunca había visto que él se sonrojara y sin embargo creo que caigo rendida a sus pies porque mi corazón brinca de emoción al verlo así! 
-Mi nombre es Izan -dice él 
-Anna, mucho gusto, gracias por traer a Faren a verme. 
-No tiene nada que agradecer, no iba a permitir que tomara un autobús a esa hora. -ella me guiña el ojo. 
-Cariño, prueba esta manzana -dice abuela y yo le entiendo perfectamente.