Capítulo 5
Termino de trenzar el cabello rubio de Alice, ella me observa con su dulce mirada que adoro.
-¿Aún no recuerdas nada? -le pregunto.
-Nada Faren, sabes perfectamente que si recordara algo serías a la primera persona en decírselo, eres mi mejor amiga, lo único que recuerdo es que estaba con Adam cuando se fue la luz, lo siguiente que llega a mí es cuando desperté ya en la habitación con Bessie, Austin y tú a mi lado.
-Te creo -le digo mientras muerdo mis labios - ¿Te incomoda si hoy no me voy con ustedes?
-¿Y eso por qué?
-Sabes no estoy muy agusto con Izan, a veces me hace sentir como que soy un estorbo, que incomodo, y simplemente prefiero evitarnos un disgusto, él por no tolerarme y yo por sentirme peor que una enfermedad.
-¡Si eso te hace sentir mejor! -Adam entra a la habitación y pregunta si estamos listas.
-Faren irá después, tiene unas cosas que hacer antes. -dice Alice mientras ve de manera embelesada a su... lo que sea de ella Adam.
-¿Segura?, nosotros podemos llevarte
-Si, muy segura. -levanta sus hombros y los dos salen de la habitación.
Yo voy hacia mi recamara Izan está en el pasillo esperando a que el par de tórtolos bajen las escaleras para ir detrás de ellos.
-Ella no viene -dice Adam y él solo asiente; escucho que entra nuevamente a su habitación, seguramente olvidó algo.
Espero pacientemente a que mis compañeros de casa desaparezcan de mi vista, para tomar mi mochila y emprender el camino a la universidad.
Por alguna extraña razón los últimos días después de lo de la fiesta habían sido diferentes, primero tengo que lidiar con estar en una ciudad nueva y la única persona en la que puedo confiar ciegamente es en Alice, si, Austin y Bessie podrán ser muy amables, pero aún no los conozco lo suficiente como para confiarles mi vida, y dos era muy estresante estar bajo la mirada de Izan, como si yo fuera una apestada o algo por el estilo, muy diferente al Izan del primer día de clases; que hasta creí podríamos ser amigos.
Camino tranquilamente, me gusta tomar largas caminatas, sinceramente prefiero más ir caminando o en bicicleta a algún lugar, estaba totalmente acostumbrada a eso, pero ahora, por la situación de Alice con Adam; Izan se veía comprometido a llevarnos y traernos, ¿quién lo iba a decir?, vivo con mi mejor amiga y siento que la extraño, pero a la vez me da mucho gusto por ella, se ve muy feliz con Adam, no sé si ya haya algo entre ellos, porque efectivamente... se la pasa tanto tiempo con él que he pasado a estar en segundo plano.
Los últimos días había estado platicando con Matthew a través de videollamadas, pero realmente extraño tener forma de comunicarme con él, no pensé que no tener celular te hiciera sentir tan desconectada del mundo, y no es como que sienta que lo necesito forzosamente, pero si extraño tenerlo a la mano como en estos momentos para hablar con Matthew mientras camino a la universidad.
Entro al salón y veo a Bessie con una sonrisa traviesa y una caja de regalo a lado de ella.
-No sabía que era tu cumpleaños -le digo
-No lo es. -dice
-¿Y entonces ese regalo?
-No es para mí... es para ti... aquí dice claramente para Faren.
-¿Tanto me quieres que ya me haces regalos? -pregunto divertida.
-No, tampoco lo traje yo.
-¿Y entonces?
-Investígalo tu misma, al parecer ya tienes admiradores.
Me siento lentamente en la silla mientras sigo apreciando la caja que tengo frente a mí, la persona que haya hecho este regalo se esmeró en forrarlo porque definitivamente lo hicieron a conciencia, trae un papel decorado en color rojo y un moño blanco, sobresale una tarjeta que dice "para Faren".
Hago una ligera mueca, definitivamente no estoy acostumbrada a que gente ajena a mis papás, mi hermana menor, Matthew o Alice me den un regalo. digamos que tengo pocas amistades al grado de hacer este tipo de cosas.
-¿Cuándo llegaste ya estaba aquí? -ella asiente.
-Ok - tomo un suspiro
Lo sigo observando, sobre todo la tarjeta que no tiene ningún nombre de remitente o alguna pista, ¿Qué será? pero soy bastante curiosa así que muerdo mi lengua y comienzo a deshacer el moño que hace que la caja de dos piezas se mantenga unida, levanto la tapa de esta y puedo observar un teléfono celular; bien, el o la que me lo regaló sabe por la situación que estoy pasando, pero es un teléfono bastante caro, definitivamente mi familia no tiene dinero para comprar uno de estos teléfonos a menos de que se queden meses sin comer, y esa definitivamente no es una opción, Alice; no creo que tenga el dinero para comprarlo, ¿Pudo haber sido Matthew? si algo tenía mi novio es que era bastante ahorrador, pero prefiero corroborarlo.
-¿Me prestas tu celular Bessie? -pregunto
-¡Pero si te acaban de regalar uno! -dice divertida y me lo entrega.
-Solo quiero agradecerle el gesto a mi novio, y quizá confirmar que es de él.
-Adelante.
Espero porque aún no esté en clases y me pueda responder, deja que pasen algunos tonos antes de tomar la llamada.
-¿Hola?
-Hola Matthew soy Faren.
-¡Hola Hermosa! ¿Cómo estás?
-Bien ¿y tú?
-También muy bien, ¿De dónde me estás marcando? ¿Ya compraste celular nuevo?
-¿Debería de tener celular nuevo? -pregunto curiosa.
-Pues, no sé, deberías de comprarte aunque sea un económico para que podamos estar en contacto, busca en internet al rato y puedo comprarlo para ti como un regalo.
-¿Qué tipo de celular debería de buscar?
-Preciosa, no tengo mucho dinero por ahora, pero uno que cubra tus necesidades mientras ahorro para comprarte algo más. ¿Te parece?
-Si, claro... te dejo amor ya llegó el profesor.
-¡Está bien Faren! te extraño, te extraño mucho hermosa de ojos verdes.
-¡Yo igual Matthew! -Eso solo significa una cosa, de él no es este regalo -¿Segura que no viste quién lo dejo?
-Totalmente segura ¿No fue regalo de tu galán?
-No...
Dejo el regalo a un lado, definitivamente no puedo aceptar este celular, es demasiado para mí, y no puedo tenerlo; así que espero que en el transcurso del día me pueda enterar quien lo envió.
Nos encontramos en la cafetería después de las primeras dos clases; observo lo que come Alice mientras esperamos que toque el turno de entrar nuevamente al salón.
-¿No te da hambre en tus clases? -pregunta Bessie de manera sincera.
-No, creo que ya me acostumbré -dice
-No te angusties, así siempre ha sido desde que recuerdo, yo como una ensalada y a los quince minutos mi estomago me pide que necesita algo más, sé que llevo la peor de las dietas pero definitivamente si amo algo es comer.
-¿Entonces Faren? ¿Quién crees que haya sido el que te regaló ese bonito celular? si no lo quieres yo lo acepto, me serviría mucho para bajar todas las apps que necesito para mi blog. -dice Alice llevándose un pedazo de lechuga a su boca.
-No lo sé, pero quiero investigar se lo tengo que regresar definitivamente yo no lo quiero -digo molesta.
-Ni siquiera te ha dado curiosidad de abrirlo a la mejor adentro tienes la respuesta y ya estás peleando con el universo como siempre Faren.
Sigo pendiente del regalo como si de un momento a otro fuera a abrirse con una nube de humo y me dijera "este regalo ha Sido enviado por (inserte el nombre del supuesto admirador aquí)"; hago una mueca y me acerco al regalo para sacar el celular de su caja, me da hasta miedo sostenerlo porque sé que si lo rompo o le pasa algo definitivamente tendría que endeudarme por muchos meses, no encuentro ninguna pista, el celular es completamente nuevo, ni mensajes solamente las aplicaciones necesarias listas, así que abro el WhatsApp
Un mensaje llega en ese momento
ND: Por fin estás en línea, espero que te haya gustado el regalo.
Abro el mensaje y definitivamente conozco a la persona que lo está enviando; creo que es muy evidente mi rostro en ese momento por que las dos preguntan.
-¿Quién te lo regalo?
-Ahorita me va a escuchar ese idiota engreído -digo molesta.
Podré ser todo lo amable que quieran, incluso parecer demasiado dulce e ingenua, pero definitivamente no lo soy, si; soy callada, una persona que no se abre a cualquiera, pero si algo tengo es que no me gusta que la gente me vea la cara de tonta, que vengan con cara de mustias y de pronto sean todo lo contrario
Salgo de la cafetería y las dos saltan de sus asientos para ir detrás de mí.
-¿Quién fue? -pregunta nuevamente Alice.
Ubico perfectamente el edificio donde está su salón porque para mi mala suerte no he podido sacármelo de la cabeza y ni siquiera entiendo porque razón, no me gusta que sea uno de mis pensamientos más constantes desde que llegue aquí, y bien al principio podría decir que era porque me parecía misterioso y esa aura de chico triste me llegaba incluso a intrigar, el hecho de que sus sentimientos sean un vaivén me molesta demasiado y definitivamente sabe sacar lo peor de mí.
Lo logro visualizar es obvio que ha notado que no vengo en son de paz.
-No necesito nada que venga de ti, no quiero que tengas compasión de mí, no quiero tus regalos, no me interesa nada tuyo, porque para tu información si algo no soporto es la gente que cuando quiere es amable y cuando no quiere ni siquiera te voltea a ver; me gusta la gente genuina que es o no es, pero que vive con sus principios. ¡Puedes quedarte con tu celular! no me interesa y te voy a pedir un favor, que vivamos en la misma casa no significa que tengas el derecho de ser mi amigo porque te informo en estos momentos que tu amistad no me interesa; o estás o no estás, y más veces me has demostrado que no estás y no soy tu mamá o tu novia como para soportar tus cambios de humor, ¡Te informo que en mi vida las personas que están conmigo están al cien por que no acepto menos de eso, aunque solo sea una amistad!
Pongo la caja en sus manos y me doy la media vuelta, Alice y Bessie solo me observan con cara de sorprendidas y yo me alejo rápidamente de ahí con una lágrima en los ojos, porque odio que pareciera que le había dado lástima mi situación.
-¿Qué fue eso? -pregunta Bessie
-Izan está por volverme loca, y no para bien -digo mientras me alejo de ahí.
-Faren -escucho decir a Izan mientras que conoce mi dedo medio y no me molesto ni siquiera en voltear.
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