¡No! levanto mis ojos y he notado que mi celular se ha quedado sin batería, demonios, estoy segura que se me ha hecho tarde, eso de despertar temprano sinceramente no es algo que se me dé en automático, entra demasiada luz por mi ventana, no, no, no, esto no me puede estar pasando a mí en el primer día de clases.

Logro poner a cargar mi celular y definitivamente, debería de estar ya en la universidad, me visto rápidamente y me lavo los dientes, odio tener que hacer todo de prisa, pero no me queda de otra, tomo mi mochila y corro hacia las escaleras pero un cuerpo me detiene en seco con sus brazos mientras sale de su habitación.

- Tranquila, ¿Quién te persigue? - pregunta el dueño de los ojos verdes olivo.
- nadie, se me hizo tarde, me quedé dormida - confieso.
- ¿No se te da eso de despertar temprano?
- No, pero aparte mi celular se quedó sin batería, no entiendo cómo, lo cargué antes de dormir.
- vamos... te llevo, voy a clases igual, también me quedé dormido - dice rascándose la cabeza.
- Prefiero caminar. - digo.
-No, yo te llevo, vamos al mismo lugar.
-Está bien -quisiera negarme, pero la verdad es que ir a la universidad caminando me llevaría bastantes minutos.

Llegamos hacia la cochera, tiene un automóvil bonito, y a mi gusto incluso hasta caro, se sube a él, es lógico que no pretende abrirme la puerta, y tampoco necesito que lo haga, no tiene porque quedar bien conmigo. Así que tomo asiento en el lado del copiloto.

- ¿Y bien Faren, qué carrera elegiste?
-Artes visuales -digo en voz baja -¿Cuál estudias tú?
-Diseño gráfico
-Interesante.
-Lo mismo digo de tu carrera de hecho coincidimos con varias de las materias.
-Si, tengo entendido eso.
-¿Te incomodo? -pregunta
-No, de hecho pensé que no soy de tu agrado, te he visto hablar con Adam y con Alice y conmigo eres un poco más reservado.
-Disculpa, si te has sentido de esa manera Faren, yo, solo, no estoy acostumbrado a tratar con mucha gente y bueno con Adam se me facilita porque es mi mejor amigo y bueno Alice, ¿Tú sabes no? ellos... hay algo entre ellos.
-Si... bueno... es mi mejor amiga, si sé que se gustan y que pudiese haber algo surgiendo ahí.
-Así que en ese caso, creo que tú y yo aparte de vivir en la misma casa pues compartimos a nuestros mejores amigos que seguramente en un futuro serán novios.
-Probablemente.
-¿Y tu novio?
-¿Cómo?
-¿En dónde estudiará?
- Yale
- ¿Bastante inteligente entonces?
- Supongo, tiene una beca para ello.
-¿Qué estudia?
-Administración de empresas.
-Eso era lo que mi papá quería que yo estudiara
-¿Y entonces?
-No es lo mío, sabes, no es por sentirme muy sabelotodo, pero... soy inteligente, lo suficiente en todas las materias necesarias, de hecho se me facilitan los números, pero... creo que solo tenemos una vida, lo aprendí hace un par de años, y entonces debemos de hacer lo que realmente nos gusta, algo que ames y te apasione, este será el primer día del resto de tu vida laboral Faren, así que, espero que hayas elegido la carrera correcta.
-Espero que si -hago una mueca.
-Así que papá se sintió decepcionado de mí, pero yo no, soy feliz.
-No pareciera - digo sin percatarme pero él sonríe, creo que es la primera vez que lo veo sonreír y noto que tiene una muy bonita sonrisa.
-vivir duele a veces Faren, dejar ir más, perdí a alguien especial y me ha costado mucho trabajo dejar de pensarla, a veces la siento tan cerca de mí, pero... hemos llegado, ¿Te parece si te dejo aquí antes de que se te haga más tarde? Este es tu edificio; Yo iré a buscar estacionamiento.
-Si, no te preocupes, de hecho fue de gran ayuda que me trajeras, ¡Gracias! -digo bajando del automóvil
-De nada.

Noto que nuevamente su semblante ha cambiado a ese semblante serio, alzo los hombros en señal quizá de derrota, y me adentro a la universidad, carajo, acabo de notar que no traje mi celular por venir corriendo.

Para mi buena suerte tengo buena memoria y recuerdo el número de edificio y salón que me tocaba, sé que tengo algunos minutos para llegar con tiempo a la segunda clase, logro visualizar a lo lejos de nuevo a Izan, parece que va con una compañera suya, de cabello rubio. ¡Eso me da la esperanza de que no es tan antisocial como parecía!
entro a mi salón antes de que llegue el profesor de la siguiente clase, observo que todas las mesas están ocupadas y el único lugar vacío es a lado de una chica de cabello negro, no sé si es maquillaje o que pero definitivamente su piel es más blanca de lo habitual y sus ojos parecieran ser de un tono casi aturquesado.

-¿Está libre este lugar? - pregunto
-¡Si! aquí todos se asustaron al verme entrar y nadie se quiso sentar junto a mí. -dice sonriendo, parece un personaje salido de alguna película de terror; da un poco de miedo, pero... no quiero ser de las chicas que juzguen. -Mi nombre es Bessie ¿Y el tuyo?
-Faren
-Un nombre interesante
-Gracias, igual el tuyo, tus ojos... tienen un color peculiar.
-¡Son lentillas! Tengo de miles de colores, pero hoy quise encajar un poco más.
- ¿Y cuál es el color original de tus ojos entonces?
-Cafés, sin mucha ciencia, sin embargo tú tienes unos lindos ojos verdes, y ese cabello castaño claro, pareces una muñequita.
- ¡Gracias! - me sonrojo.
-Me da gusto conocerte Faren, aquí todos decidieron no sentarse con la chica rara que viste de negro y ya sabes ese tipo de cosas, pero estoy acostumbrada, eso me pasa desde que soy niña, a mi mamá le gusta todo ese tipo de cosas de lecturas de cartas, contacto con el más allá, he aprendido algunas cosas, lo básico. ¿Quieres que te muestre?
-No, gracias, sin el afán de ofender, porque de hecho me caes muy bien, no creo en esas cosas. Lo siento.
-Tranquila, no pasa nada, por lo menos eres sincera, me gusta eso de ti.

Bessie es diferente, pero no me desagrada, definitivamente las cosas como las que dice acerca de lecturas y todo ese tipo de cosas son cosas en las que no creo, definitivamente soy partidaria en, si no lo veo, no lo creo, y siempre le encuentro lógica a todo, pero aun así ella me agrada, definitivamente creo que somos polos opuestos, pero eso mismo pasa con Alice, ella es muy platicadora, sonriente y yo soy todo lo contrario y sin embargo nos hemos acoplado a la perfección, una amistad que planeo tener hasta que seamos viejitas.

Después de algunas clases más, Bessie y yo vamos caminando hacia la salida de la universidad, en el camino nos encontramos a Alice quien le elogio la ropa que traía el look digno para alguna entrada en su página en el cual podrían trabajar, Alice tiene un blog de moda en internet en el cual le va bastante bien incluso ha llegado a ganar dinero por ello, al parecer las dos congeniaron, solo que en estos momentos del día no se exactamente quien de las dos habla más que la otra, yo solo las observo. Me gustaría ser un poco como ellas, pero creo que el silencio es lo mío, sonrío.

-Así que cantas Faren- pregunta Bessie mientras Adam e Izan se acercan a nosotros.
-Si, un poco.
-¡No seas modesta Faren! Sabes perfectamente que cantas como los angeles - dice Alice.

Uno de mis talentos casi no explotados es justamente ese, sé que canto, y siempre me han elogiado como lo hago, ¿El problema? Tengo pánico escénico, y odio cantar frente a la gente, creo que solo mi profesor de canto, mis padres y ella me han escuchado cantar, ni siquiera Matthew lo ha hecho.

- Debo de ser sincera que tengo un poco de pánico escénico. - digo
- Yo puedo ayudarte con eso -dice Adam.
-Prefiero no, - me sonrojo.
-¡Si la gente supiera lo lindo que cantas Faren, te aseguro que serías famosa!
- No lo creo.
-Bueno chicos los dejo, ya llegó mi hermano por mi - dice Bessie mientras nos da un beso a cada uno, Alice se encarga de presentarle a Adam y a Izan.
- Por cierto, ojalá algún día me inviten a su casa -nos dice.
- ¡Estás invitada cuando gustes! - suelta Adam.
- ¡Perfecto! Adiós - Bessie se aleja y Adam toma la mano de Alice para caminar... no sé porque de pronto siento que estos chicos van corriendo antes que otra cosa, resoplo un poco y no porque me moleste, pero no quiero drama en mi vida en estos momentos, ellos se adelantan e Izan camina junto a mí.
- ¿Entonces eres buena cantando? - pregunta
- Alice exagera.
- Me gusta la música, yo solía tocar la guitarra
-¿Solías?
-Si... sabes... me gustaría escucharte cantar.
-No lo sé, sabes... ni siquiera mi novio me ha escuchado cantar.
-Entonces lo tomaré como un reto, hacer que cantes para mí.

Levanto mi mirada y nuevamente tiene esa sonrisa que me mostró por la mañana, me pregunto por qué no puede ser siempre de esa manera, a veces siento que tiene un pequeño trastorno de personalidad.

En el camino no volvemos a mencionar absolutamente nada, Alice y Adam van juntos en los asientos de atrás e Izan, de vez en cuando nuestras miradas se cruzan, estoy segura lo que piensa, que estorbamos justamente en estos momentos, así que en cuanto llegamos a la casa, nos dirigimos cada quien a su habitación

Debo de ir a revisar mi celular seguramente tengo algún mensaje de Matthew pero lo único que encuentro es mi celular en el cargador completamente quemado.

¡No! lo que me faltaba quedarme sin manera de tener comunicación con mi familia... ¡qué día! por lo menos... no incendié toda la casa porque ahí si... me hubiese dado un infarto.

Desconecto el celular, suelto un suspiro, y decido que mejor voy a buscar algo para comer en vez de sufrir por lo que acaba de suceder, qué bueno que no soy Alice, aseguro que ella estaría llorando si le hubiese pasado lo mismo; paso por su recamara y solo escucho risas entre ella y Adam, doy unos pocos pasos más y logro escuchar que del cuarto de Izan se escuchan algunos acordes de una guitarra, sonrío.

El sonido de vidrio rompiéndose me saca

de mis pensamientos, me encuentro con vidrios rotos del foco que estaba justamente encima de mí.

¿Qué carajos?

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