*dentro de esas calles donde la gente caminaba sin perder nada, estaba aquel pequeño rubio andaba caminando por las calles para ir al trabajo del peliverde donde muchas personas estaban disparadas en ir comprando todo hasta que no quede nada, lo que le llamaba la atención era que todas esas personas solo se desesperaban en esta época, en las demás son totalmente diferentes.*

Hyoga: ¿Por qué todos son así?

Isaac: *en als escaleras de ruedas acomodando una que otra carta.* ¿a que te refieres?

Hyoga: es que desde hace días, mis hermanos y ustedes, siempre los veo tan preocupados, ¿hay algo en esta época que ocurre?

Isaac: *suspira suave mientras deja algunos regalo a cierta maquina de marcado.* verás Hyoga, hay tiempos en donde uno decide tener que cambiar las cosas incluso cuando llegan tiempos totalmente diferentes.

Hyoga: no lo entiendo... ¿eso ocurre ahora mismo?

Isaac: pues si, mira en los tiempos de navidad, la gente suele ponerse nerviosa porque familiares de todas partes llegaran, la familia estará reunida de nuevo, por eso la gente esta alborotada.

Hyoga: ¿solo por ser navidad? No creo que solo sea porque ocurra una vez al año, cualquier día puede llegar a pasar que puedan reunrise ¿Por qué solo una vez al año?

Isaac: jeje, eres muy curioso para ser un niño Hyoga, pues verás en navidad todo lo que pueda ocurrir vale bastante, pues es tiempo de expresar a los demás lo que sientes y luchar por ellos, no importa cual cruel o travieso haya sido el momento de perdonar influye en muchas personas.

*se detiene un poco para señalar el puesto de cartas de navidad.*

Isaac: mira, aquí es donde la gente le viene a dar regalos y demás cosas para sus seres más queridos.

*dio eso el niño observo con detenimiento todo el estante donde se mostraban llenos de regalos y cartas navideñas, aunque hay una en especial de color verde que estaba vacía con el nombre "Grinch" cosa que le llamo la atención y más porque estaba cerca de el.*

Hyoga: Pa, tengo una pregunta... *le mira cuando tomo su atención* ¿Quién es el grinch?

Isaac: ¿eh? Eemm... Pues... La verdad es que... Bueno es mas bien un... Un...

Hyoga: ¿un qué?

Isaac: *desplazándose con las escaleras mientras trabaja.* exacto! Es un "qué" que... Odia la navidad... Mira, si ves en su buzón no hay ninguna carta de navidad, ni enviada ni recibida... Nunca.

Hyoga: ¿pero porque?

*antes de que el peliverde pudiese dar su punto de referencia el trabajo se le acumulo de golpe pues los regalos se mesclaron unos con otros por lo que no tuvo mas de otra que dejarle en duda al pequeño rubio que solo se dispuso a acompañarlo y ayudarlo, ciertamente estaba curioso y confundido.*

*mas al rato, aquella máquina estaba en función pero sin moros en la costa, aquel peliazul celeste estaba merodeando bajo la capucha todo el estante de buzón cambiando una que otra carta a su gusto o por alguna razón.*

Isaac: Hyoga, ¿podrías por favor poner estas cosas adentro de los buzones? Oh, y te cuidado con la maquina recicladora.

Hyoga: *sonriendo asiente con la cabeza* claro.

*dicho y hecho fue caminando encontrando todo en silencio un rato, la maquina estaba debajo del piso con un único agujero en medio de todo, el silencio era extraño pero claramente era debido a la soledad, cuando iba a marcharse un extraño ruido le hizo voltearse y solo no mirar nada, suspiro y antes de poder seguir no sabe con que resbalo pero gracias a ello cayo al suelo.*

Hyoga: auch.

Ten mas cuidado.

*aquella voz le extraño mucho, cuando se fue levantando observo a aquella figura tan extraña de aquel hombre encapuchado que le miraba fijamente mientras se levantaba.*

Hyoga: ¿Quién eres?

No te incumbe niño, fuera de aquí.

Hyoga: e-eres el.... El... El... El...

"El, el, el" claro que si lo soy...

*en cuanto se dio la vuelta se fue caminando para dirección a la puerta, pero aquel niño no iba a detenerse hasta decirle algo, pero por culpa del hielo resbalo nuevamente hasta terminar cayendo dentro de esa máquina donde le absorvía como arena movediza, pidiendo ayuda no hay nadie más que le escuchara solo el peliceleste donde se detuvo a casi tocar la puerta, no tardaba mucho para que le aplastara la maquina y luego terminara deformado.*

Aahh... Planetas del mundo, apiadados de todos... Unanse...

*dijo con algo de sarcasmo en sus palabras, pero que no hay duda que giro rápidamente para meter la mano ene se lugar y así ir sacando de cabeza al joven rubio quien con sorpresa se reincorporó hasta ver claramente al ajeno. Pero reacciono cuando le arrebato de mala gana una caja.*

Dame eso, niñato ¿no te han enseñado que no debes tomar lo que no te pertenece? Eres un animal.

*sin palabras solo se le quedo mirando para cuando vuelve a darse la vuelta el rubio tartamudeo solo un poco.*

Hyoga: g-gracias por salvarme.

*eso provocó que el peliceleste se detuviera, con la cabeza abajo cubriendo sus ojos miro sobre su hombro para ver al rubio.*

¿Crees que lo hice por ti?

*el niño solo asiente con la cabeza.*

No señor.... Pero supongo que te falta algo...

*cuando se dio la vuelta y se acerco al rubio este dicho trago saliva para cuando ya lo tiene frente a frente verle directamente a los ojos.*

10 minutos después

*nadie estaba en ese lugar solo que el peliverde entraba para buscar al niño quien le llamaba para que le ayudara a descongelar su cuerpo. Hasta que pudo liberar sus pies.*

Hyoga: oye eso fue asombroso!

Isaac: ¿estabas practicando tus envolturas? Chico ese es el espíritu!

Hyoga: ¿eh?

*más confundido estaba, ahora con lo visto se preguntaba muchas cosas mas que antes, tantas preguntas y menos respuestas estaban a sus pies si el grinch es tan malo ¿Por qué lo ayudo? Quizas... No sea tan malo...*