-a medida que fue subiendo la montaña el trineo seguía moviéndose en su destino sin detenerse ya que no había nada que pueda con semejante peso detenerlo, ni siquiera el pelirrojo cuando llegó pudo detenerlo por más que emplease toda su fuerza en varios lados, aun sentía el dolor en su pecho por más que intentaba detener el trineo.-

Camus: no puedo creerlo ¿y ahora?

-continuaba tratando de jalar el trineo pero éste seguía el curso hacia el vacío esperando su destino, muy lento pero ahí iba, las fuerzas físicas del pelirrojo valían nada a comparación de todo el peso que llevaba cuesta abajo.-

Camus: ah bueno... Todos son... Juguetes ¿verdad?

Hyoga: hola señor camus!

Milo: he-hey! ¿que tal?

-con gran sorpresa giró su cabeza hacia arriba para toparse con dos siluetas llenas de alegría, el niño y el rubio estaban en la cima del saco para buscar en mejor vista al pelirrojo que todavía medio mudo por la sorpresa les estaba viendo, el mayor sostenía al niño para evitar que fuese a resbalarse en todo momento en un paso infalso.-

Camus: ¿hyoga? ¿Milo? ¡¿Que están haciendo ahí?!

Hyoga: es que vinimos a verlo, nadie debe estar solo en navidad.

-en verdad esas palabras viniendo del pequeño le tomaron de sorpresa, su sonrisa demostraba mucho de que poder hablar.-

Milo: recuerdas aquella vez?

-esta vez le toco a el hablar, el pelirrojo trago un poco grueso ante la risa ajena, aunque eso no evito que en el hecho de estar en cierta situación el ex-grinch ahora pudiera escuchar el crujir del trineo que estaba a pocos centímetros de caer hacia la nada en mil pedazos, pero no solo estaban en riesgo lo que estaba en el saco, los dos que estaban encima se tuvieron que sujetar mutuamente, el mayor usaba su cuerpo como escudo en caso de que sea necesario, el pelirrojo apretó los puños y sin tiempo a perder usando su cosmos una capa de hielo comenzó a cubrir alrededor haciendo un muro que detuvo el trineo, pero no era todo, junto a su cuerpo poco a poco fue elevando el trineo junto a la capa de solido hielo, tratando de no tambalearse mucho.-

-costaba si pues era la primera vez que hacia una cosa así, pero no se rendiría así de fácil por lo tanto congelar alrededor pero tratando de no ir más allá que debajo de los patines del trineo, mientras lo elevaba creaba una rampa para que pudieran bajar, por fin terminado habia creado un podio hermosamente tallado en la cima de la montaña, su techo era racio (o raceo, como se escriba) con un candelabro de cristal, el trineo ya no podía, nadie había salido lastimado.-

Hyoga: pudo hacerlo!

Milo: ese es el espiritu camil!

-el mencionado respiró hondo, invisiblemente dio una pequeña sonrisa (su cara estaba acostumbrada a no sonreír por eso no se adaptaba nada bien a estirar las comisuras) antes de subir hacia donde ellos.-

Milo: debemos regresar a la aldea, todos estarán felices de verte de nuevo.

Camus: ¿felices de verme?

Milo: te explico en el camino.

-y así es como se acomodaron para bajar por la montaña, el único grito que se escuchaba era el de Milo que aprovecho de usar los esquíes para usarlos, estaba sujetado a la cuerda del trineo, la misma que se uso para el arnés, como iban rápido cuesta abajo era una gran sensación.-

Milo: ¡valio la pena esperar tanto!

-si, solo a el se le ocurrió la idea de hacer eso, el pelirrojo y el niño estaban adelante junto a los pequeños seres peluditos y emplumados, dirigiendo las direcciones lo más cuidadoso posible, el niño era quien conducía y el pelirrojo guiaba, el que disfrutaba más era el rubio mayor que no importaba si habían baches que le hicieran saltar o no, así podía hacer sus acrobacias con risas hasta que de un momento a otro llegaron a una curva no tan cerrada que fue la causante de regresarlo al trineo, ya que en el momento que cruzaron para no salirse del camino el rubio mayor salió disparado al aire y por obviedad la cuerda lo dirigió hacia el saco donde cayó boca abajo... Muy fuerte, tras girarse cayo boca arriba enfrente de los dos.-

Hyoga: ¡Milo!

Milo: -eleva la cabeza- estoy bien! Jajaj el sol brilla y la nieve también!

Camus: -niega suave- solo a ti se te ocurre hacer estas cosas.

-con cuidado le ayudaron a colocarse con ellos mientras continuaban bajando, claramente la velocidad del cuerpo estaba aumentando drásticamente.-

Camus: será mejor que comience a frenar.

-dicho y hecho jalaba la palanca del freno, pero obviamente este se rompió.-

Hyoga: ¡nos vamos a estrellar!

Camus: ¡Ahora escuchen me bien los dos!

-dijo con firmeza, frunciendo el ceño.-

Camus: ¡aunque quedemos mal trechos!..... No habrá rostros tristes esta navidad.

-los dos volvieron a sonreír, ahora el lío era tener que hacerle para no estrellarse ni con un árbol, roca o lo que sea mientras iban a la aldea, en la cual, las personas miraban curiosos lo que estaba pasando en la montaña, claramente escucharon las voces fuertes llevadas por el eco del viento.-

Isaac: ¡Hyoga!

Aioria: ¿Milo?

Kanon: y ese no es....?

Saga: si, es el!

-el trineo bajaba descontroladamente, no importa cuanto obstáculo le pusieran en frente.-

Isaac: oh cielos.

-y de pronto una idea vino a su mente, arranco unas luces de navidad de una casa.-

Isaac: ¿me pueden ayudar?

-lso dorados aceptaron ayuda, esperando dé resultado alguno.-

Dithe: por cierto, estas luces se ven muy bien con tu atuendo.

-por otro lado, el trineo ya estaba llegando a la aldea.-

Camus: creo que esto va a ser muy difícil de negociar.

-la gente comenzó a correr cuando se acercaba el trineo a toda velocidad, los chicos miraban la oportunidad para actuar, el peliverde igual formaba parte del plan, en el momento que estaban cerca los más grandes jalaron de la cuerda de luces frente al trineo a intentar detenerlo o bajar su velocidad, cosa que lograron un poco de lo último pese a que se los llevaron arrastrando sin caerse claro, pero el trineo todavía estaba en movimiento.-

Milo: ¡cuidado rodorianos!

Camus: ¡apartense del camino!

-el peliverde que estaba en todo el medio trago en seco, a pesar de que estaban aun andando solamente dejo una mano delante de el.-

Hyoga: ¡Isaac, apartate!

Camus: si, apartate! A un lado!

-pero nada que se quería quitar del medio y cuando toco el trineo los más grandes usaron la fuerza junto a la del peliverde para detener completamente el trineo.-

Milo: gracias por tu apoyo kraken!

Hyoga: ¡hola hermano!

-todos soltaron el trineo rápidamente para acercarse a ellos.-

Isaac: ¡que bueno que estas bien!

Alde: no te dejas de meter en problemas Milo?

Milo: pfff al menos yo gane la apuesta! Puedo esquiar al menos!!

-y así siguieron mientras que el pelirrojo suspiraba suave y calmado por tener ya todo calmado, al menos hasta que el más mayor llegó a escena.-

Shion: ok... ¿que tenemos aquí?

......

Camus: usted, me atrapó ya.

-de un salto bajo.-

Camus: yo lo hice... Soy aquel que se llevó todos los regalos de la aldea.... Y lo.... S-siento...

-en lo último le costo mucho decir, bajo la cabeza con las manos detrás de su espalda esperando su castigo pacientemente, pero 2 minutos después no ha pasado nada.-

Camus: ¿no vas a ahorcarme? ¿No vas a asfixiarme? ¿No me vas a rociar con aerosol de pimienta?

Aioros: eeh, señor Shion lo admitió -le susurro muy bajo- hasta mencionó el aerosol pimienta.

Shion: -asentía- lo escuche perfectamente.... Dijiste que lo sientes.

Todos: oooowwww.

Shion: además, da alegría que pudiste comprender al fin lo que significa la navidad.

Camus: aahh.... Supongo que si?

Mu: eso significa una cosa.

Alde: que al fin y al cabo celebraremos, todos juntos.

Camus: los juguetes estan seguros de la comida ahí adentro.

Kanon: eso espero, de todas formas dará curiosidad saber como sabe el queso con huellas de auto jajajajajajajaja

Milo: pero esperen... En la aldea vecina casi no tienen ni con que festejar.

Dohko: no hay historial de alguien quienes les diese algo.

-y así dieron un pequeño silencio, pero sorpresivamente...-

Camus: podiamos darles los que están en la basura, hay muchos que están en buen estado.

Milo: ah es verdad! Hay muchas cosas que vimos ahí, incluyendo cosas nuestras.

Shura: gran idea, ¿pero como las entregamos?

Milo: de eso no se preocupen, por tierra podemos arreglarnosla.

Camus: de hecho el trineo puede volar.

Milo: ¿ah? ¿Enserio?

Camus: no lo he probado aún.

Shion: bueno es momento de ponernos a trabajar, si alguien quiere hacerlo será muy grato el agradecimiento.

Aioria: tranquilo, podemos probarlo todos ¿que podría salir mal?

-y sin lugar a perder todos fueron al basurero a recoger todo lo tirado, separaron lo orgánico de lo que no es para darles una segunda oportunidad, vaciaron y volvieron a cargar el trineo, como la nieve tardaría mucho en derretirse era mejor ir por aire, así que entre todos pudieron llenar nuevamente el trineo y repartirlos con una sonrisa en los labios.-

Camus: ¿listos para arrancar?

Saga: cuando gustes!

-y con un apretar de botones y jalar unas pequeñas palancas el trineo comenzó a temblar, luego de eso en una jalón de palanca detrás del motor fuego comenzó a salir en forma de cohete.-

Aioria: vaya...

Death: vaya, vaya.

-y finalmente se iban elevando poco a poco.-

Milo: ¡aqui vamos compañeros!

-ya teniendo el vuelo  casi la mitad de un edificio estaban a 10 segundos de despegar.-

Aioros: es como decir "arriba" a los 9 renos!

Saga: ¿a cuales de tantos?

Aioros: a los de sa-..

-y sin más despegaron, todos se aferraron a donde podían mientras subieron de golpe, pero inmediatamente fueron bajando, pero nuevamente subieron y así sucesivamente, inesperadamente en un momento el trineo empezó a girar (suerte aseguraron todo por si acaso) pero iban hacia abajo descontroladamente.-

Camus: creo que voy a vomitar....

Aioria: ¡¿bromeas?! ¡Esto es divertido!

Death: tu lo dijiste gatito!! Wuuuhuuuuu!

Milo: ¡ustedes si me entienden jaja!

-así pasó unos buenos minutos hasta que por fin dejaron de girar y fueron elevándose en línea recta, aliviados y felices comenzaron a ir vaciando el saco con de su contenido aleatoriamente por la aldea vecina, si, incluyendo los más mayores que les ayudaban en ello.-