Cap: 3
Plan: Z...
Narra Daniel.
Hora:
5:00am
Aproximadamente conseguí conciliar el sueño a las 3: 30 am, se supone que me acosté a las 12:00am y que debería de haber dormido unas 5 horas pero he sufrido de insomnio estos días; había tenido algunos ataques de insomnio antes (como los días después de navidad, o cuando me lesioné el tobillo hace unos dos años) pero nunca me habían durado tanto como estos.
No era de extrañarse; cuando la vida de una persona tan importante para ti está en juego lo último en lo que piensas es en dormir. No es que no quiera hacerlo simplemente no puedo, mi cabeza es como una computadora que tiene problemas de conexión y durante la noche sigue procesando datos y más datos; he tomado varios medicamentos proporcionados por un enfermero que me estaba ayudando un poco, pero la verdad es que tengo miedo es como si estuvieras encerrado en la jaula de los leones del zoológico.
¿Quién puede dormirse sabiendo que pueden devorarte de un bocado?
Arregostado finalmente dormido, me despierta un golpe fuerte en el hombro, era evidente quien era el responsable.
-Rayos Daniel ¡Párate de una vez!- exclamo en un esfuerzo de despertarme pero bajando el tono de su voz para no despertar a las chicas.
Yo no di respuesta, simplemente escuché su voz de lejos, lo escuchaba pero no reaccionaba ante lo que me decía.
-Joder Daniel, ¡Párate de una vez!- exclamo un poco más irritante-
Tiene suerte de ser mayor que yo porque de no serlo ya lo habría mandado a la morgue.
Ya que... Mejor le hago caso no quiero comenzar el día riñendo con alguien, suficiente tuve con Paula ayer.
-¡Bueno pero no te enojes!- hable imitando la vocecita del chavo del ocho-
-¡Déjate de payasadas!- gruño enfadado-. Debemos alistar todo.
Finalmente me levante, me di una ducha rápida y me coloque una camisa deportiva blanca con una chaqueta azul manga larga y unas zapatillas blancas, me asome por la ventana para observar el clima, era un día nublado a unos pocos kilómetros de la península de mitre.
He comenzado a notar porque eligieron este lugar para el edificio principal de la UDAP, es desolado, poco visitado ya que no hay un sendero marcado, solamente puedes llegar a caballo o a pie, claro a excepción de los que conocen este sector del territorio apartado de la provincia de Ushuaia como la palma de su mano como es el caso de Paula.
Aun no me adapto mucho al cambio de hora, pero debo concentrarme.
Ya era momento de iniciar el trabajo hoy era el día, el último plan, el último chance; no podemos fallar.
Pero desafortunadamente mi mente no estaba conectada con mi cuerpo, aunque suene raro es así, trato de concentrarme en lo que tengo que hacer pero estoy tan cansado que puedo comparar mi estado al de un zombie.
Necesito despertarme
Volví nuevamente al lavadero y moje mi cara una vez más. Mis parpados se veían hinchados y caídos sin mencionar mis ojos verdes rodeados de ojeras, al final acepte que no importara que tan fría estuviera el agua mi cara seguiría igual.
-¿Y las chicas?- me pregunta Julio sacándome de mis pensamientos mientras me arrojaba una toalla-
-Deben estar durmiendo, suelen levantarse a las 6:30am de modo que tenemos- fije mi mirada en las agujas de mi reloj-. Una hora exacta de ventaja.
-Ok, repasemos la preparación del plan.
Yo asentí con la cabeza y me senté encima de mi saco de dormir esperando que comenzara a hablar.
-Bien, yo me encargare del congelador en el cual encerraremos a Carolina y a Miriam. Lira se encargara de quitarle a Miriam sus esferas de teletransportación.
-Pero eso no servirá de nada, ella puede teletransportarse con la luz del sol, no importara si no tiene las esferas.
-Daniel estas bastante dormido ¿verdad? Te recuerdo que el plan se hará de noche por la misma razón.
-Ah cierto- asentí llevándome la mano a la cabeza, hoy en verdad no es mi día-
- Paula vendrá conmigo para instalar la cámara en el congelador y a verificar que funcionen las del hospital. Tú debes asegurarte de averiguar cuáles son los poderes de teletransporte de Carolina y encontrar la forma de que no pueda escapar.
-Bueno ayer pude averiguar algo de eso -comente captando su atención-
-¿Que lograste saber?
-Ella practicaba uno de sus medios de teletransporte, me dijo que era por medio de túneles debajo de la tierra.
-Eso no es bueno-musito-
-Pero tranquilo aun no consigue hacerlos estoy seguro de que no escapara atravesando el suelo, al menos no por ahora.
-Bien, pero de todas formas averigua, con ella o con Miriam si es necesario, necesitamos saber todas y cada una de las formas de escape que puede usar Carolina porque los de Miriam ya los conocemos.
-Cuenta con eso- sonreí-
El correspondió a mi sonrisa.
-Bien, será mejor que vaya alistando todo desde temprano- expreso mientras se levantaba de su saco de dormir, dirigiéndose a la puerta-. Ah y Daniel- hablo llamando mi atención-. Se discreto, no olvides que ellas no pueden sospechar nada de esto.
-Descuida lo seré.
-Eso espero- emitió suavemente mientras cerraba la puerta-
Eso esperamos- musite para mi mismo-
Narra Lira.
Hora: 6: 00am
Estoy despierta aproximadamente hace unos 20 minutos, la única forma de que logre conseguir esas esferas es arrebatárselas a Miriam mientras esta aun duerme, ella las guarda en un brazalete que tiene, con una parte que se abre y deja guardar en ellas las esferas, fue un regalo de su esposo según lo que ella una vez me comento.
Pero no es fácil, estoy horita al lado de su saco de dormir y cada vez que me le acerco ella se mueve.
¡Vamos Lira! Hazlo despacio.
Me le acerque mientras usaba un tapabocas para que mi respiración no la despertara, coloque mi mano sobre su brazalete y solo me faltaba presionar hacia adentro el pequeño zafiro que tenía en el centro. Pero me vi interrumpida por un gran ronquido de ella. De inmediato aparte mi brazo y me arroje de nuevo a mi saco arropándome con la sabana.
¡Esta mujer les hace la competencia a los leones cuando duerme!
Al notar que afortunadamente ella aun no despertaba, volví a mi propósito justo cuando estaba a punto de tocar su brazalete ella se movió hacia mí de forma rápida y como me había tomado por sorpresa caí de espaldas sobre el frio piso consiguiendo que Miriam entre abriera los ojos, por suerte pude esconderme detrás de una pequeña cómoda para que no me viera.
Mire mi teléfono y ya faltaba poco para las 6: 30am.
¡Debo darme prisa!
Miriam parpadeo un par de veces para volver a cerrar sus ojos y cambiarse de lado.
Respire profundo y me le acerque por detrás, ya estaba a punto de conseguir mi objetivo, pero veo que aprieta los ojos y se mueve violentamente
¿Ahora qué paso?
Busque la fuente de su incomodidad y note que mi mano izquierda estaba aplastando parte de su cabello.
¡Rayos!
Gire sobre mis nalgas rápidamente hasta regresar a la cómoda.
Ronca, se mueve, y no tolera nada en la cama. Comienzo a compadecer a su antiguo esposo.
Está claro que no podre acercármele, ¿qué hago?
Mire a mí alrededor en búsqueda de algo que pudiera de alguna manera ayudarme con mi problema, y me detuve en algunas muestras de tierra que Carolina había tomado para concentrarse en su método de teletransportación.
¡Lo tengo!
Cerré mis ojos e imagine lentamente la semilla germinando, las raíces, el tallo, cada una de las pequeñas hojas delicadas para terminar abriendo en muchos pétalos una hermosa rosa. La cual se estiro justo al lado del brazalete de Miriam. Solo tenía que presionar el pequeño zafiro para que las esferitas cayeran adentro de la rosa.
Bien, un último esfuerzo.
Me acerqué a Miriam y cuando pase mi brazo sobre su torso mi teléfono empezó a vibrar en mi bolsillo avisándome de la hora. Mi corazón se acelero de inmediato, la alarma estaba a punto de despertar a Miriam y yo estaba literalmente encima de ella.
¡Estoy acabada!
Estaba a punto de aventarme directo a mi cama, cuando veo que Paula me hace señas con el teléfono de Miriam en la mano sin emitir el mínimo sonido.
¡Eso estuvo cerca!
Respire profundo aliviada, asentí con la cabeza y levante el pulgar para hacerle entender que había entendido su mensaje. Deslice mi pierna por el frio suelo consiguiendo que mi brazo atravesara los suyos hasta que finalmente pude presionar el zafiro de su brazalete, hundiéndolo con precisión consiguiendo que la capsula que encerraba las pequeñas esferas se abriera dejando que estas cayeran una a una dentro de mi rosa.
¡Finalmente!
Pero no todo estaba acabado Miriam se movió bruscamente y tuve que apretar mi abdomen y encorvar mi espalda para que esta no rosara contra su torso ladeado.
Una de mis manos estaba muy cerca de la suya así que tuve que despegarla del piso, solo me estaba estabilizando con una mano y mis piernas tambaleantes sosteniendo mi postura.
Una idea atravesó mi mente, no sé si funcionara, pero era lo mejor que tengo.
Arroje todo mi peso a mis antebrazos y los apoye en el piso elevando mis piernas, pasándolas sobre mi cabeza y llevándolas nuevamente al piso cayendo torpemente de rodillas.
Gire mi cabeza y Miriam no me había visto.
Qué suerte...
Tome rápidamente la rosa y me avente al saco de dormir como si de una piscina de tratara.
¡Al fin! Dije al sentir aquella fría almohada bajo mi cabeza.
Gire mi torso hacia Paula y esta coloco de nuevo el teléfono de Miriam en su lugar. Tome mi teléfono y abrí de inmediato el historial de mensajes.
-¡Listo ya tengo las esferas!
-Casi me quedo sin aire cuando vi tu pasada, juraría que despertarías a Miriam, por suerte tiene el sueño pesado hoy.
-¡Eso es tener sueño pesado! No me imagino cómo será un sueño ligero de ella.
-No, no te imaginas. Asegúrate de guardar bien esas esferas Lira.
Tome la rosa y las 3 esferas y deposite 2 de ellas en una pequeña cajita de madera y la ultima la metí dentro de un camafeo de oro que tenia puesto, tal vez la llegue a necesitar.
-Descuida, ya las tengo guardadas.
-Ok, será mejor que levantemos a las muchachas.
-Bien hazlo tú. Sería irrealista si yo lo hiciera, sabemos que soy la que más se tarda.
-Bien dicho, actúa natural.
Paula comenzó a prender las luces, y a despertar a Carolina. Miriam no necesito ayuda, con solo ver a Paula levantada se dirigió al baño.
Típico, otro día en argentina...
Fingí sueño hasta que me canse de actuar y me levante, bostezando y estirándome como si no lo hubiera hecho en días.
Peine mis rizos con mis manos, cepille mis dientes y me mire en el espejo. Hoy es el día.
Después de ducharme, me coloque una blusa blanca holgada con un leging azul de bluying y unas zapatillas blancas.
Tome algo de efectivo y me dirigí a la cafetería, en la que había una señora de cabello castaño con un corte poco atractivo y unas ojeras bastante marcadas que me perturbaron un poco.
-Buenas que puedo hacer por ti – dijo en un tono frio, desanimado y triste-
-Dame un capuchino doble, con poca espuma y una tostada francesa por favor
-Ya no tardo.
Me senté en una de las mesas a esperar que me llamaran, las paredes estaban pintadas con un diseño marmoleado que variaba en tonos turquesas azules y cremas, una seis mesas de vidrio con centro de mesas abstractos y minimalistas que ambientaban un poco el lugar. Era una especie de choque de materiales, colores y decoraciones que juntan daban un aire de armonía e individualidad. Me recordó a las personas, podemos ser diferentes pero juntos podemos lograr grandes cosas, es un buen concepto en mi opinión.
Un aroma a miel de maple y café invadía el sitio, era obvio que los panqueques bañados en miel y el capuchino eran una de las más frecuentes ventas por aquí.
-Su orden señorita.
Le agradecí a la señora y proseguí a pagarle, aunque el lugar era confortable el espacio para mi gusto era un poco cerrado, quería aire fresco, observar el cielo y refrescarme con la brisa matutina.
Suelo desayunar con Carolina, pero hoy quería estar sola, despejar un poco mi mente y relajarme un poco antes del ajetreo que tendremos esta noche.
Aun no sé cómo voy a hacer para verme tan desesperada que Carolina y Miriam se crean el cuento de que la UDAP está aquí, soy buena actuando pero esto me supera...
Salí del hospital y me senté en una de las bancas en la parte exterior. Respire hondo y deje que el aire se colara por mis fosas nasales. Comencé a interesarme en la apariencia de los canelos, arboles hermosos sin duda; a unos metros de mi habían unos cuantos plantados, así que decidí caminar y alejarme de todo un poco.
Finalmente llegue y decidí que comería bajo la sombra de este frondoso árbol que puede llegar hasta los 30 metros de alto, me encantaba su tronco redondeado de corteza lisa, cuyas hojas perennes color verde claro por la parte exterior y grisáceas por el interior me agradaban. Sus frutos eran de no más de 1 cm de longitud y de un color negro violáceo, que contrastaba con las flores blancas de numerosos pétalos.
Masticaba ocasionalmente la tostada y sorbía despacio mi capuchino, no tenía prisa, hoy era viernes y eran los días en los cuales entrenaba con Miriam de tarde y no de mañana así que tenía tiempo, me recosté sin pensarlo sobre el tronco del canelo para descansar un poco y disfrutar de mi soledad.
-Hola Lira.
Aquel saludo me asusto haciendo que me golpeara la cabeza con el tronco.
Augh... ¿No se supone que como es corteza lisa debería doler menos?
-Creo que ese golpe te dolió-musito el castaño-
-¿Tú crees? – pregunte sarcástica-
El se limito a reír forzadamente... Como se nota que él no se golpeo.
-¿Qué haces aquí? – le solté un tanto molesta-
-Qué curioso iba a preguntarte lo mismo a ti.
Bufe para mí misma.
-Quería estar sola un rato.
- Eres extraña-me suelta secamente-
-¿A qué te refieres?
-He intentando... Descifrarte esta última semana, eres tan conversadora como callada, tan apartada como unida, ya ni sé lo que eres...
-Soy yo- me limite a contestar-
-Ya lo creo...
Paso de estar levantado a sentarse al lado de mí, pensé en decirle que se fuera pero me daba igual si se quedaba o se iba, así que prefiero que lo decida el.
Pasamos unos minutos en silencio, el jugueteaba un poco con la grama y yo detallaba el camafeo de oro que llevaba puesto.
-¿Siempre eres igual de misteriosa?
Por mi mente paso preguntarle a que se refería, pero de una u otra forma entendía de lo que hablaba.
-¿Lo soy para ti?
-Pues... si- asintió con la cabeza-
-No lo sé... Así soy yo, me siento igual estando sola o acompañada, callada o hablando, para mí todo es lo mismo, al final siempre te mostraras de una forma pero también guardaras un pedazo de ti.
-Si... creo que entiendo de lo que hablas.
-Daniel...
-¿Si?
-¿Para qué viniste aquí?
- ¿No puedo simplemente venir a saludar a una amiga?- pregunto-
Lo mire seria y conseguí que este rodara los ojos.
-Bien ok, no te seguí solo para eso, aunque debo decir que era uno de mis motivos no era el principal.
-¿Y cuál es?
-Se trata de Aleyda. Recibí noticias del doctor hace unos minutos, aun no mejora... Lira ¿Y si no logramos despertarla?
Pude ver cierta chispa en sus ojos al preguntar esto, no logro definir si se trata de miedo o esperanza, no lo sé...
-No sé si el mundo se autodestruya, pero lo que sé es que nada volverá a ser igual.
-Estoy de acuerdo- susurró-
-La amas... ¿No es cierto?
El me miró con una dulce sonrisa.
-Así es.
- Entonces no debes pensar en eso.
-¿Como esperas que no lo haga?
-Yo no espero nada de ti, tú debes esperar de ti mismo energía para seguir y creer que todo saldrá bien.
Estas palabras salieron de algo más de mi mente, de mi corazón. Ciertamente ambos debemos hacer lo mismo.
-Gracias... necesitaba escuchar eso.
Prosiguió a abrazarme y yo con gusto le correspondí, aunque pensar en Aleyda de pronto me hubiera deprimido no quería que lo notara.
-Todo saldrá bien no te preocupes.
-Lo sé- sonrió abiertamente-
- Se que quieres estar sola... Pero necesito un último favor.
-Adelante dilo.
- Necesito hallar la forma de saber cuáles son los poderes de tele transportación de Carolina, y no puedo preguntárselo, ¿alguna idea de que puedo hacer?
- Estuve presente cuando Miriam se lo explico, solo puede ser exclusivamente bajo tierra, y ella aun no domina eso, está por comenzar su clase, ¿por qué no vas y echas un vistazo?
-Tal vez sea lo mejor, gracias Lira.
-No hay de que...
(...)
8:20 pm.
-¿Estás segura de esto Paula?
-Completamente.
- ¿Qué pasa si lo ven?
-No lo harán.
-Pero se siente muy incomodo.
-¡Ya deja de quejarte del auricular! Sí, se que molesta un poco pero es lo que tenemos ¿ok?
-Ok- asentí con la cabeza-
-¿Todos los demás están listos? – pregunte-
-Sí, Julio y Daniel ya prepararon el lugar en el que las encerraremos, es un antiguo cuarto de congeladores médicos viejos, ya no están en uso así que nos dejaran usarlo. El sistema de vigilancia ya está colocado, así que todo lo que tienes que hacer es ser una damisela en peligro, alarmar a las muchachas, y hacer que te sigan hasta la intersección de la escalera, luego yo las abarcare y las llevare hasta Julio y Daniel, y ellos serán la carnada para que entren en el congelador y luego desde la computadora cerrare la puerta eléctrica.
Y no podrán escapar porque Miriam no tiene sus esferas y Carolina aun no domina el transportarse bajo tierra.
-¿La habitación tiene ventanas?
-Es un congelador, obvio que no las tiene- contesto disgustada por mi ignorancia-
-Ok. Todo listo entonces.
-De hecho...
Conozco ese tono de ella.
-¿Que es lo que pasa?
-Relájate no es nada, es solo que... Estoy algo nerviosa, espero que todo funcione.
-Igual yo.
(...)
9: 00 pm
Ya es hora...
Salí del tocador y presione el botón de mi auricular.
-P estoy lista, necesito que me digas la ubicación exacta de Miriam y Carolina en este momento.
Nota: Todos acordaron llamarse por la primera letra de su nombre por seguridad.
-Estoy en eso...
Escuchaba el teclear de sus dedos en la computadora, ya la había visto manejarla antes y debo admitir que me mareo al verla, tiene una rapidez impresionante.
-Están a dos pasillos de la habitación de Aleyda, hay una escalera para el segundo piso en el siguiente pasillo úsala y así llegaras más rápido.
-Enterada P, voy en camino.
Narra Paula.
-¿P aquí J me copias?- pregunto Julio en el canal-
Se escuchaba un poco distorsionado pero seguro era la red de poco alcance.
-Te copio-conteste- ¿algún problema J?
-Hay una falla de energía cerca de la tienda de regalos, ¿se supone que eso deba pasar?
Un silencio se apodero del canal y yo me detuve.
-No, no es parte del plan, si solo es en esa zona es irrelevante.
-Negativo, aquí D, reportando otra falla en el tercer piso.
Esto no está bien.
-Denme un momento.
Busque en la panorámica en vivo que tenia del Hospital que pudo ocasionar la falla. Entré en la imagen de la cámara que estaba por la parte trasera del edificio y esta estaba desactivada.
Busque rápidamente la última vez que estuvo activada y solo se muestra una imagen borrosa y un disparo de la nada.
-Chicos alguien desactivo la cámara externa.
-Aquí J, voy a investigar.
- Enterada...L- dije llamando a Lira-. Creo que será mejor que esperes un momento, antes de encontrarte con Miriam y Carolina.
El silencio se apodero del canal nuevamente.
-¿L estas allí?
Nada, ni un zumbido.
-¡L contesta!- exclamo Daniel, apenas reconocible por su tono-
Esto es grave.
-¿P aquí D me copias?
-Sí, te copio.
-¿Puedes buscar en la panorámica a L?
Ya estoy en eso...
Busque en todas las cámaras de la forma más rápida que pude, pero no había ni rastro de ella.
-D no he conseguido nada, tendrás que buscarla.
-Ok, pero no te desconcentres de la misión, no pierdas de rastro a Miriam y a Carolina.
-No lo haré.
Seguí el rastro de Miriam y Carolina cuando de pronto, la computadora se apago junto con todas las luces.
-¡Maldición!
Con mi linterna corrí hasta mi saco de dormir en el sótano y saque la laptop.
Esta prendió de forma rápida, me quite la cadena cuyo dije también era un pendrive y lo conecte a la laptop para utilizar el mismo programa.
Este se cargo en cuestión de segundos y como las cámaras no estaban conectada a la misma fuente del hospital estas seguían intactas, pero las luces estaban apagadas así que no era mucho lo que podía ver.
Vi movimiento en la cámara 16 cerca del cafetín.
-¡Chicos, chicos! Hay algo cerca del cafetín, investiguen por favor.
No se escuchaba nada...
-¿Hola me copian?
Revise y ajuste la conexión de los auriculares, pero extrañamente el mío había dejado de funcionar, así que introduje la misma clave y utilice los audífonos que tengo para mí laptop.
Al hacerlo los gritos ensordecedores de Julio me alarmaron.
-¡Joder P! ¡RESPONDE! ¿ESTÁS BIEN? ¡VOY EN CAMINO!
-No, no. J estoy bien, aquí P te copio, tuve fallas con la comunicación es todo.
-No, no es todo- contesto agitado-
-¿Que está pasando?- pregunte-
-¡LA UDAP ESTA AQUÍ!
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