Cap: 10 segunda parte
Promesas rotas segunda parte.
Narra Daniel.
Esto es una verdadera locura- pensé al verla desvanecida en mis brazos-
Aún no lo creía ella había hecho todo esto, es tan hermosa, tan dulce y yo me comporte tan seco.
La abrasé por la cintura y la pegue a mi pecho, era increíble lo mucho que necesitaba su abrazo, más bien la necesitaba a ella.
La pequeña luz que espiraba la lámpara contrastaba con la oscuridad que nos rodeaba haciendo un juego de sombras que resaltaban su carita tierna, su cabello castaño, sus pestañas largas, cada parte de ella me enamoraban.
Su respiración se había hecho pesada y su piel fría, siempre había tenido esa cualidad aunque nunca pensé que se debiera a un elemento mágico dentro de ella. Igual el choque de su piel helada contra la mía era otra cosa que me gustaba; mis ojos se centraron en sus labios rosados y en un anhelo profundo por besarlos.
Y así conforme la veía mis ojos retenían las lágrimas, era horrible pensar que la única persona que he amado y que de alguna forma ha logrado que la necesite más que al mismo aire tenga que alejarse de mí.
Y sufrir con eso porque es algo que ella jamás entenderá.
Yo temó que la lastimen por mi culpa y ella temé lastimarme... Cruel ironía
Mi temor es real porque es algo que ya paso, ¡lo viví! -la miré sin saber el porqué esperando que de alguna forma escuchara lo que pensaba-¡Aleyda te vi morir! Estaba enfrente de ti encadenado impotente y absurdo.
Necesitas a alguien que te proteja y que este a tú lado siempre. Yo lo prometí, y temó que no lo podré cumplir.
La miré profundamente y esbocé un suspiro, si solo supieras cuanto me he controlado esta noche y cada día que he estado a tu lado. O como me paralizo al verte, o la necesidad que tengo de escuchar tu voz...No puedo protegerte y sería egoísta desear tener algo contigo cuando esa relación acabaría...
Matando a alguno de los dos.
Y la verdad si es por ella no me molestaría que lo nuestro acabara con mi vida, pero la de ella no me lo perdonaría jamás. Y de hecho aun no me perdonaba.
Sabía que ella no podía temblar ni sentir frió pero igual la cubrí con mi chaqueta
¿Cómo llegaste aquí?- me pregunte-
Vi que mantenía las manos apretadas contra su pecho, las tomé y me sorprendí ante lo heladas que estaban a veces se me olvida la razón del porque son así. Las abrí con suavidad para no despertarla, tenía dos esferas de teletransporte en ellas.
Eso explica todo...
Había dos de modo que podía regresarla y devolverme sin problema pero al verla aquí todo era más difícil.
Siempre valoré su elemento, ya que solo era otra prueba de lo especial y única que ella es pero nunca pensé que aquello tan bello nos separaría.
Ahora entiendo su obsesión en pensar que ella tiene la culpa de todo, pero ella no tiene la culpa de haber nacido así, es lo que no entiende todavía.
No la tienes...
La abrasé inconscientemente con más fuerza, la había extrañado y ella no se imaginaba cuanto.
De todas las personas existentes tenía que ser ella...
-¿La quieres mucho no es cierto?
La voz áspera me sobresalto pero no veía a nadie, mi mama tenía guardia esta noche así que ella no pudo ser, a parte esa definitivamente no es su voz.
-¿Quién eres?
-Soy la salvación para tu amada.
Me estremecí.
-Repito la pregunta-sujeté a Aleyda con fuerza y con la otra mano saque de un cajón el arma- ¿Quién eres?
-Un amigo que quiere ayudar.
La voz era áspera, escalofriante y venía de todas las direcciones como si estuviera atrapada en un eco.
-¿Si eres tan amigo porque no sales para que te vea?- le reclamé amenazante-
-Porqué me temerías, creerías que quiero hacerles daño.
-¿Y quien me dice que no?
-Yo te lo digo.
¿Por qué confiaría en tu palabra?- dije para mi mismo- ¡Ni si quiera se tu nombre idiota!
-Mi nombre es confidencial-contesto como si leyese mis pensamientos-
Esto ya me asustaba.
-Mira mejor lárgate antes de que te vuele la cabeza de un balazo.
Moví el arma a todas direcciones y no veía nada. Esto era frustrante, mire de tras de mí... nada, al frente... nada. ¡Estúpido sal para que te vea!
-Tú no me conoces pero tú amiga castaña sí.
Conoce a Ale- dije para mi mismo- Esto hizo que se me erizara la piel, la miraba a cada segundo y luego lo buscaba, si te atreves a acercarte te voy a...
Comenzó a hablar ignorando mis pensamientos y interrumpiéndolos.
- Ella y yo entablamos una relación amistosa cuanto estuvo en coma.
-¿Qué?-expresé aun más confundido que al principio-
De la nada apareció un hombre a mi lado.
-Permíteme explicarte.
Sin pensarlo le disparé pero la bala lo atravesó impactando la pared.
En este momento agradecí que la guardia semanal de mi madre fueran los miércoles.
-No puedes dañarme muchacho, solo quiero ayudarles.
-¡Con que!- le exigí saber-
-Conocí a tu querida amiga mientras estaba en coma, su ser interno no estaba dormido solo viajaba deambulando por el espacio hasta que yo la encontré. Al verla tan sola le hice compañía y me encariñe tanto con ella que accedí a hacerle un favor.
Miré el rostro de Aleyda y luego regresé a él.
-¿Qué clase de favor?
-Encontrar la forma de librarla de sus poderes.
¿Y crees que te voy a creer eso? ¡Sin sus poderes ella muere idiota!
- Reserva los insultos para otro-se quejo - No queremos que eso pase por supuesto, por eso... Ella y yo trabajamos en esto- abrió las manos revelando una caja con un anillo-
Parecía de un metal bañado en plata y tenía ciertos adornos y una gema que ya conocía, al reconocerla me invadió el terror y la intriga.
-¿Qué es eso?- le pregunte, señalando la gema-
-Combinando algunos minerales y en complemento con un fragmento original de la gema de su elemento logramos crear un anillo neutralizador modificado en tiempo y espacio.
-¿Y eso que significa?
-Jóvenes... Significa que el anillo neutraliza sus poderes durante el tiempo que ella quiera, incluso si ella decide neutralizarlos toda su vida lo hará.
-¿Cómo? ¿Cómo podría hacer eso?
-Puede hacerlo y lo hace, todo es cuestión del tiempo-explico-
Yo no le entendí.
Mire a Aleyda y estreche su frente bajo mi barbilla.
¿Por qué ella querría hacer una cosa así?
-Porque su poder es lo único que la aleja de ti- me contesto-
Tragué saliva, conocía a Aleyda lo suficiente como para saber de lo que era capaz, ahora me sentía culpable, más de lo que ya estaba. Hice que me quisiera y ahora pensaba en abandonarla.
-¿Me permitirías colocárselo?
Extendió su mano para tomar la de Aleyda pero en ese momento sentí un escalofrió de desconfianza que recorrió todo mi cuerpo y no pude hacer otra cosa más que reaccionar.
-¡No!- exclamé, al verme alarmado él se aparto un par de pasos-. No quisiera despertarla.
Él se enderezó y fijó la mirada en el reflejo de la luna que se filtraba por la ventana, se veía alto, sombrío y espeluznante nada humano.
-Entiendo... entonces me parece que tendrás que dárselo tú mi buen amigo.
Giró y me entregó el anillo en su caja.
-Salúdala de mi parte y deséale que el tiempo siempre este de su lado.
Hizo un movimiento de despedida con su sombrero esbozando una enorme sonrisa; sopló en su mano y desapareció.
Narra Carolina.
Nunca me sentí más agradecida de que mi entrenadora tuviera el sueño tan pesado, aunque ronca como leona no despertaría ni aunque la tumbase de su hamaca. Con Lira teníamos un plan solo espero que ella no lo eche a perder.
-¡Apúrate! La noche no es eterna- le susurré en un gruñido a mi amiga perezosa-
-¿No podríamos esperar hasta mañana? no pude hablar con Aleyda para hacer.
-¡No importa!-la interrumpí- Lo haremos hoy y punto.
-¿Pero y si no le gusta?
-Nos lo agradecerá algún día créeme, además a ti tampoco te agrado a la primera-le refuté
-Ya entiendo porque no tienes novio-bromeó-
Le arrojé una mirada fulminante y esta se calló.
Al fin...
Llegamos al patio y nos colocamos las mochilas.
-Bien el plan es este, colocaremos todos los muebles de su habitación de cabeza, una vez que él se levante se caerá al suelo que estará cubierto de fango y barro. Una vez que lo haga tratará de secarse con la toalla que dejaremos llena de vinagre.
-¿No te parece demasiado cruel?
-Tú cállate, lo hacemos por Aleyda no lo olvides.
-Más bien la usas como excusa-susurró-
La ignoré y seguí explicando.
-Una vez que sienta el vinagre en sus ojos se irá a la puerta corriendo y en el camino se resbalará con aceite y al chocar con el murito de la puerta le caerá un saco de harina encima. ¿Alguna duda?
- Si ¿en qué parte usamos nuestros poderes?
- Tú eres la única que puede poner esos muebles de cabeza como lo hiciste en mi casa con la infestación de ratas que también causaste tú-la mire acusadora- Y yo del fango barro y todo lo demás.
-¿Y cómo haremos para que al despertar se caiga de la cama del susto?
-¿Le ponemos una tarántula?-pregunté-
-¡NO!- me gritó- Nada de picadas de tarántula Carolina.
-Bueno ok... solo era una sugerencia.
-Una pésima sugerencia. Insisto ¿no estamos grandes para esto?
-Soy mayor que tú y mírame-sonreí-
-Sí y es por eso que estamos como estamos-murmuró-
¿Qué me habrá querido decir?
-Bueno en fin... no se ¿qué idea tienes?
-Podríamos llenarle la cara de miel- sugirió-
¡Qué básico!- dije para mí misma-
-¡Ya se! ¿Y se le clavamos un cuchillo bañado en sangre al lado de la cabeza?
Mi amiga se estremeció al escuchar mi idea sanguinaria.
-¿Por qué no lo matamos de una vez ya que estas?
-Exagerada- la miré-
-¡Ahora yo exagero!-se quejo-
- Bueno a ver... la idea es buena la cuestión es ¿de dónde sacar la sangre?
-¡CAROLINA!
-¿No hay algún animal cerca que podamos matar?
-MI ELEMENTO ES FAUNA Y ESPERAS QUE MATE UN.
-Bueno cálmate era broma, no te tomes tan literal todo Lira.
Ella gruñó y se paso las manos por la cabeza.
Qué malhumorada pensé. Igual mejor ni decírselo, nunca fue buena para las bromas.
-¡Ya sé!-exclamé victoriosa-
-¿A ver que tienes?-refunfuñó-
-Si le echamos limón en los ojos despertara enseguida y alarmado
-Aja si-bufó- ¿Y de donde piensas obtener limón a estas horas?
La miré fijamente con una amplia sonrisa.
Ella me miro incrédula hasta que finalmente rodo los ojos.
-Odio mi vida.
-¡Sí!-chillé victoriosa, me sentía como una niña de nuevo-
Hizo crecer un árbol y recogió los limones sin ninguna dificultad.
-Bien-se quejo- Aquí tienes tus limones.
-¡Gracias!-sonreí-
Era raro, al hacer bromas se invertían los papeles, yo me volvía risueña como Aleyda, Lira malhumorada como yo y Aleyda dormida como suele estar Lira.
-¿Traes la cámara?- pregunté-
-Sí, tengo todo. ¿Podemos irnos ya?
-Uhhh-sonreí- ¿estás emocionada?
-¿Me ves cara de estarlo?
Miré su expresión que combinaba a la perfección el fastidio y el cansancio.
Para nada en absoluto.
-Bien 12: 20 am. Un poco más tarde de lo acordado pero igual él no irá a ninguna parte.
Quebré la esfera y con mi amiga leímos las coordenadas. Paula nos la había dado rastreándolas por su teléfono afortunadamente nunca pregunto para qué.
Al acabar de leerla la atravesamos lo más rápido posible.
-¿Es aquí?- me susurra Lira-
Lucía como la habitación de un chico de su edad, aunque la esperaba más desordenada.
-Creo que sí.
Me acerqué a la cama y vimos su teléfono pero no a él.
Lira y yo nos miramos y nos preguntamos al unísono.
-¿Dónde está?
Unos segundos antes...
Narra Daniel
Miré a Aleyda y al vernos nuevamente solos me relaje, no sabía si el anillo funcionaba pero si lo hacía...
¡No Daniel!- me interrumpí-No puedes ser tan egoísta.
Cerré la caja y la deje a un lado acaricie un mechón de su cabello y le besé la frente, la abrazaría así toda la noche si pudiera, pero no era la correcto y ahora que estaba en ese estado era mejor regresarla con Paula.
Me coloqué una camiseta con una chaqueta y cargué a Aleyda en mis brazos, metí el anillo en mi bolsillo y rompí la esfera, escuche un ruido raro que venía del otro extremo de la habitación pero ya era tarde para averiguar de qué se trataba. Solo espero que funcione con los humanos normales.
La atravesé quedando al lado de la cama de Aleyda.
Justo donde quería estar-sonreí-
La arregoste y la arropé sin apuro alguno, al terminar me quedé parado mirándola. Debo tener una cara idiota en este momento-pensé para mi mismo-
De un idiota enamorado.
-Espero que hayas decidido regresar.
Giré suavemente y vi a Paula levantada mirándome con expresión indiferente y los brazos cruzados.
-Discúlpame, no quise despertarte.
-Me despertó Aleyda- soltó con una tranquilidad antinatural- Esperaba que regresara aunque nunca pensé que así.
Pasé la mano por mi nuca y proseguí a explicarle.
-Se quedo dormida en mi habitación así que la tuve que traer.
Ella se me quedo mirando en silencio... ¿Y ahora que dije?
-Ah, ósea que estabas con ella-emitió con una mirada acusadora-
Uh... no había entendido el doble sentido de mis palabras hasta ese momento.
-Pues si pero... No como piensas.
-¿Ah no? Entonces ¿cómo?
¡Rayos!
-A ver escúchame Paula no hicimos nada malo.
-No ya va, yo no dije eso-rió-
Ahora se hará la loca, típico.
Sin darme cuenta mi voz se acelero.
-No lo mal pienses yo no me acosté con ella más bien ella se acostó conmigo.
¡No rayos! ¿Acabo decir?
-¡Ella que!- abrió los ojos como platos-
-No, no ósea...
Trataba de explicar que apareció de la nada en mi cama pero sus ojos me estaban desconcentrando, la estaba regando de a de veras.
-No, sino que... Ella apareció y entonces. ¡Ah! ¿Sabes qué? Olvídalo.
-Tienes razón- alegó cruzándose de brazos nuevamente y dándome la espalda para irse-. Si le quitaste la virginidad no es problema mío.
Santo Dios... no tenia que verme al espejo para saber lo rojo que de seguro me encontraba de la vergüenza, trágame tierra. ¿Donde esta Carolina cuando la necesito?
-A ver ¡que! no ¿que yo? Paula yo.
De pronto se voltea y comienza a reírse y a ahogarse al mismo tiempo, yo me paralice desconcertado.
Después de unos segundos de risa inhaló.
-Tranquilo Daniel te estoy haciendo una broma, sé que no hiciste nada con ella.
Y luego volvió a encenderse en sus carcajadas ahogadas. Mientras yo por fin pude suspirar aliviado.
-Gracias-fué lo único que pude emitir-
-Tranquilo-sonrió guiñándome un ojo- Entonces... volviendo a mi pregunta ¿te quedaras?
Narra Lira.
-Aquí no hay nadie- le dije a Carolina después de revisar la casa.
-Como va a ser... ¿habrá sabido que veníamos?
-A lo mejor Paula le dijo-me crucé de brazos indiferente y a la vez feliz-
No tendríamos que hacer nada de esto después de todo.
-¿Y si regresamos mañana?- inquirió la chica de cabello oscuro-
-¡Oh no! Era hoy o nunca, no fue hoy, no era del destino, nos vamos- dije tomándola del brazo-
-Pero...
-Pero nada Carol, Paula debió decirle y nos estará esperando todos estos días.
-Y Aleyda...
-Ella- la interrumpí- Necesita olvidarse, no vengarse. ¿Por qué no lo aceptas de una vez?- le reclamé-
Se produjo un silenció.
-Creí que estábamos del mismo lado.
- Pues ya ves que no, ella tiene razón, si realmente queremos ayudarla no debemos intervenir, y si tu lo haces lo harás sola. No cuentes conmigo.
Su mirada penetrante mostraba decepción pero ya no me importaba, había que respetar la decisión de Ale.
De pronto dejé de mirar a mi amiga y observe la cama de Daniel, entre las sabanas encontré una pistola cargada. Esto es extraño, ¿por qué dejaría un arma sobre su cama? De pronto escuché un ruido que venía de su closet, estaba a punto de abrirlo cuando mi amiga quiebra la esfera.
-Vámonos- expresó molesta-
No debe ser nada, creo que soy yo la que se está volviendo paranoica. ¡Y yo que creí que solo me pasaba en los hospitales!
De inmediato saltamos y regresamos al patio y nuestros corazones brincaron de espanto al ver a quien teníamos en frente, con los brazos cruzados y una expresión muy molesta.
-Miriam-dijimos ambas al unísono-
-¿Se puede saber a donde fueron?-pregunto tajante-
-Eh... nosotras.
-Si nosotras...
A la final seguíamos sin contestarle nada.
-¡Silencio!-declamó- Entréguenme las esferas.
-Usamos las que tomamos-susurró Carolina-
-¡No me interesa saber a donde fueron pero sepan que pagaron caro por esto!
De pronto Julio salto de entre los árboles.
-Todas tuyas-sonrió la anciana-
¿Qué?
-Muy bien señoritas quiero cuarenta vueltas a la casa ¡ya! ¡ya! ¡ya!
Sin pensarlo mucho soltamos las mochilas y comenzamos a correr.
Transpiraba y corría, me quejaba y paraba, si paraba me gritaba y volvía a correr
Finalmente termine unas diez vueltas antes de Carolina estábamos muy cansadas, al terminar me tiré al pasto.
-Ya que estas en el suelo no tendrán problemas en hacer algunos abdominales
Miré a Carolina de reojo.
Sería una noche larga...
Narra Daniel.
Sabía que era duro y la lastimaría pero su afecto por mi era su mayor debilidad. Y lo peor es que la UDAP lo sabe, no la volvería a poner en peligro, jamás.
-No me quedaré- le conteste finalmente a Paula, la cual estaba evidentemente decepcionada.
Típico nadie de aquí me entiende.
-¿Se que tienes tus razones pero lo has pensado bien?
-Completamente-afirmé- Necesito un favor tuyo.
-¿De qué se trata?
-Necesito que hables con Miriam y escondan esas esferas de Aleyda.
-Daniel ¿estás seguro?
Miré a Aleyda y lo pensé otra vez.
-Ya lo decidí-reafirme-
-Está bien, en cierto modo te entiendo, no debe ser fácil para ti tampoco. Te daré un segundo para que te despidas.
Sin tardanza cerró la puerta tras de sí.
Me senté junto a Aleyda y miré el anillo quería dejárselo pero...
-No- cerré la caja y la guardé, no me arriesgaría a que se sacrificara de esa forma-
-Se que no puedes escucharme pero quiero que sepas que nunca- me acerqué más a ella- He amado a alguien como te he amado a ti.
Tomé su rostro y por un momento quise besarla pero luego pensé que si era difícil sacármela de la cabeza antes después de besarla nunca podría sacarla de mi corazón.
En una suave caricia me despedí y me dispuse a romper la esfera cuando Paula me toma por el codo.
Esta chica comienza a asustarme se mueve como liebre, rápida y discreta.
-Toma-colocó otra esfera en mi mano- por si te llegas a arrepentir.
Iba a regresársela pero inconscientemente solo le agradecí y me fui sin la intención de regresar.
Al llegar me dejé caer en la cama, la cual estaba un poco diferente a como recordaba haberla dejado; tomé mi teléfono y me fui a las notas y escribí.
¨Pienso que todo pasa para algo y si llegaste a mi vida no fue casualidad por más que quiera o lo intente no te dejaré de amar¨
Al leerla solo la eliminé.
Hola a toda la gente de Wattpad espero les haya gustado el capítulo especial, espero sus votos, comentarios no olviden suscribirse y tampoco se olviden de que ¡DOS MUNDOS DISTINTOS participa en los premios WATTYS 2016! Si lo quieren ver busquen en las categorías traiblazers, gemas escondidas, y nuevas voces. Si tienen amigos lectores me encantaría que pudiesen recomendarles el libro para que seamos más los que nos adentremos en esta historia dramática e irreal. ¡A propósito! El próximo capítulo se sitúa 3 meses después de esta noche, no lo olviden necesitarán estar consientes de eso. Los quiero mucho pero mucho a todos bye.
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