Capitulo 8
Me despierto lentamente al sentir un fuerte dolor en mi cabeza. Abro los ojos y veo que estoy en el piso, maldición. Golpe mi cabeza contra la mesa de noche, y mi pierna contra la pata de la cama, y si que duele. Me quejo deshaciéndome de las sábanas. En solo cuestión de minutos entran a mi habitación apresuradamente. Jordan me mira con una mezcla de susto, curiosidad y diversión en sus ojos.
- Alex ¿Que fue ese ruido? - pregunta ayudándome a levantar. Lo miro alzando una ceja.
- Un unicornio paso volando y me tiro de la cama Dan - Respondo con sarcasmo sentándome en la cama y sobando mi pierna y cabeza. Me mira serio ladeando la cabeza.
- No me respondas así cariño. - Me regaña amorosamente. Que combinación tan rara.
- Es que mira tu pregunta - Río suavemente. - Me caí de la cama - digo obvia.
- Y buen golpe te has llevado - toca mi cabeza y me quejo. - Te dejará un buen chichón. - Niega divertido.
- Si, lo supuse. - Miro la hora en mi celular - Aún es temprano - Me lamento.
- Creo que alguien se desvelo anoche - me reprocha con la mirada.
- Tu no te quedas atrás - Le sonrío burlona. Se sienta a mi lado. - ¿Que tal te fue? - digo curiosa. Me mira sonriendo ante mi curiosidad.
- Bien... - se calla pensativo. No hablo y lo dejo continuar. - Le pregunte si le gustaría salir conmigo - Abro los ojos impresionada.
- ¡Eso es genial Dan! ¿¡Que te dijo!? - pregunto saltando en la cama. El atrapa mis piernas haciendo que caiga otra vez en el colchón, río y el me vuelve a sentar donde estaba
- Ya te has golpeado, sigue así y te quebrarás una pierna - Ríe a la vez que me advierte. Lo miro esperando que responda. - Dijo que si - me sonríe negando, sabe que no le preste atención a su advertencia. Comienzo a saltar en la cama otra vez.
- ¡Felicidades! - Digo al tiempo que desparramo su cabello. No le gusta que lo haga.
- Ven aquí niña - Me atrapa en el aire y me hace cosquillas. Maldigo internamente su fuerza.
- Y..ya Jord...an no res..piro - hablo entre risas. El para un minuto y me mira.
- ¿Que te parece si lo conoces? - Me mira intrigado. Lo pienso y asiento.
- Sería fantástico. Conoceré a mi cuñado - Digo haciendo que su rostro se ponga colorado. Río a carcajadas.
- Ya, ya basta. Vamos a desayunar. ¿Bien? - Se para, antes de que me ponga de pie me sienta otra vez en la cama. - Y no se te ocurra salir en pijama. Ve a cambiarte - Señala el vestidor. Suspiro pesadamente y me encaminó hacia donde señaló.
Me meto en el y busco ropa. Elijo un jean negro, una blusa suelta azul claro y mis conversé blancas. Me meto al baño y me ducho.
10 minutos después seco mi cuerpo y me coloco mi ropa interior y lo seleccionado anteriormente. Peino mi cabello y lo dejo tal cual esta.
Salgo de mi habitación y bajo a la cocina donde Jordan esta revisando papeles de su trabajo. Por si no lo dije, tiene una empresa de Arquitectura, así que esta revisando varios planos.
- Listo - Llamo su atención. Me mira y se nota el disgusto al ver mi blusa - No voy a quitarme la blusa - Digo antes de que el siquiera piense en que decir.
- No me gusta nada - Sigue mirándola mal.
- Que bueno que me debe gustar a mi - sonrió mirándolo.
- Sabes que no es cierto eso, pero solo por esta vez. - Me apunta con el dedo índice. Asiento sabiendo que es lo mejor que puedo logar al respecto. Me siento y miro con disgusto el plato repleto de fruta y el vaso con yogur frente a mi - No quiero escucharte reprochar. Te comes eso y punto - Sentencia sin levantar la vista de los papeles.
Maldiciendo en mi interior comienzo a comer.
Me toma casi una hora y tres peleas acabar con todo. Pero lo hago que es lo importante.
- No puedo creer que pelees tanto por comer fruta nada más - Niega divertido. Se para y recoge los platos, me dice que me quedo donde estoy. - Bien jovensita, ahora hablaremos sobre tus exámenes - Avisa volviendo de la cocina. No puedo evitar resongar. Me mira advirtiéndome con la mirada que no diga ni Mu. - Reprobaste historia Alexandra - Me mira serio esperando que hable.
- En mi defensa era muy difícil- me cruzo de brazos.
- ¿En serio Alexandra? ¿Muy difícil? El examen era sobre la segunda guerra mundial. No tienes excusa, ese tema lo debes saber de cabo a rabo. Y por si fuera poco, también reprobaste Física. - Contradice todo lo que dije. Suspiro pesadamente. - Tu sabes muy bien que lo más importante es..
- La escuela, lo se - lo interrumpo.
- Exactamente, al igual que sabes que odio que saques notas bajas. Ni hablar de reprobar exámenes. - No despega su mirada de mi. Miro la mesa frente a mi. Y se lo que sigue. - Ve a mi habitación cariño. - Ordena suspirando.
- Jordan.. - me interrumpe antes de que pueda negarme.
- Nada, sube a mi habitación, sin peros. Ve - vuelve a ordenar esta vez un poco más serio. No sería el mejor momento para hacerlo enojar ahora mismo, así que decido obedecer y aceptar mi destino. Estupido destino.
Subo las escaleras lentamente, sabiendo que una vez que esté es esa jodida habitación no habrá quien me salve.
Llego al pasillo donde se encuentran las habitaciones y la oficina. La habitación de Jordan es la última en el pasillo. Camino hacia ella. Y de alguna forma ya odio hasta la médula esa habitación, esa puerta, esa perilla. Todo.
Entro y vuelvo a cerrar la puerta. Camino hasta la cama, me siento de frente a una ventana gigante. Se ve a la perfección la ciudad completa. Es preciosa la vista que tiene.
Pasan alrededor de diez minutos hasta que Jordan llega. Entra y cierra la puerta suavemente.
De reojo veo que me mira, se acerca y se sienta a mi lado.
- Bonita vista eh - Asiento. - Alex, no quiero que me veas como el malo, no hago esto por gusto, es más, lo hago contra mi voluntad, odio verte llorar, aún más si es por mi culpa. - Ahora me mira a mi. Bajo la mirada sabiendo mejor que nadie todo lo que dice. Suspira. - Anda, ven aquí, acabemos con esto - Se para agarra una silla que la verdad no vi, la coloca cerca de la cama y se sienta en ella.
- No - digo comenzando a discutir - No iré. Tengo 15 años Jordan, no tienes ningún derecho a hacer esto, asi que vete a la mierda idiota. - digo y me pongo de pie con la intención de irme de esa habitacion, pero el es más rápido que yo, y en menos de un santiamén ya me atrapo por mi brazo y me lleva a la silla donde el estaba. Su mandíbula está tensa, ahora si logre que se enoje. Mierda.
- Alexandra Castillos no te pregunte si quieres venir o no, te lo estoy ordenando. Me vale tres mierdas tu edad. Aquí la única verdad es que aún eres una niña, y lo sabes. En este momento una niña malcriada. Y te prohíbo decir que no tengo ningún derecho a hacer nada, porque los dos sabemos que es mentira. Tu estas bajo mi cargo, no solo sentimentalmente, también legalmente. Así que si yo creo necesario darte un castigo, lo haré, y lo haré las veces que sea necesarias hasta que se grave en esa cabeza tuya tan necia que aquí mando, y tu debes obedecer, aún más sabiendo que esta te la traes bien merecida, no solo por la escuela, también por todo lo que acabas de decir. - Dice al tiempo que deja caer tres nalgadas nada suaves en mi trasero antes de llegar a la estupida silla. Cuando quiero quejarme ya estoy sobre sus rodillas, antes de que me de cuenta bajo mi pantalón hasta mis rodillas y comenzó a repartir nalgadas.
PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS - No quiero que vuelvas a decir si tengo o no derecho a hacer algo. - PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS. - Que ni se te pase por la cabeza reprobar ni un examen más. - PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS PLAS. - Si te mando a hacer algo, lo haces y ya.
Deja de azotar mi trasero e intento ponerme de pie, pero una mano en mi cintura me lo impide. - Aún no acabamos Alexandra - Dice todavía serio, ya no intento detener las lágrimas ni llantos. El condenado no fue para nada suave como la última vez. Esta vez estoy segura de que mi retaguardia es totalmente roja. Escucho un ruido suave de algo rosando con una tela, con una mirada de reojo veo que es el cinturón de Jordan.
- No, Jordan no - Digo removiendome más. Una nalgada notablemente más fuerte que las anteriores me obliga a estar quita. Toma mi brazo y me pone de pie, sin la intención de soltarme me lleva hasta la cama, donde coloca dos almohadas y me pone boca a bajo sobre ellas, dejándolas así bajo mi vientre con mi trasero más alzado.
ZAZ - El primer azote llega de imprevisto, sin aviso. Un sollozo se escapa de mi boca, con mis mano agarro la sabana tratando de evitar que de mi boca salga un grito u ofensa hacia Jordan, ya que ganas de soltar palabrotas no me faltan.
ZAZ... ZAZ - deja caer dos más y comienzo a arrepentirme de todo lo que dije a Jordan.
- No quiero volver a escucharte decir una palabrota, menos hacia mi Alexandra. Es una falta de respeto inmensa, y no las pienso tolerar. Quiero que sepas que cada vez que desobedescas esa regla, acabaremos aquí y de la misma forma. ¿Entendido? - Asiento entre llantos.
ZAZ... ZAZ... ZAZ... ZAZ - sigue repartiendo cinturinazos dejando unos segundos entre uno y otro.
ZAZ... ZAZ... ZAZ... ZAZ - deja caer ese último para dejar el cinturón a un costado y ayudarme a colocar de pie.
- Ahora quiero que te pares en esa esquina, y pienses porque acabo de castigarte. - señala una esquina de su cuarto y me da una nalgada más suave, pero igual de dolorosa, para que vaya. Aún llorando trato de levantar mi pantalón, pero la mano de Jordan me lo impide. - No jovensita, el pantalón abajo, no se sube hasta que el castigo acabe, y el rincón es parte de el, así que como estas vas hacia allí- Dice serio. Esta vez sin reprochar, bajo la mirada y voy la esquina señalada. Me paro allí sintiéndome ridícula, pero arrepentida. Minutos despues escucho como la puerta se abre y se cierra.
(•••)
Narra Jordan.
Veo como Alex se para en la esquina que le señale, me quedo allí algunos minutos pensando si me sobrepase con el castigo. Siento que soy como un villano, pero vuelvo a recordar una de las charlas que tuve con Caleb, mi, ahora, novio.
Le hablé sobre Alex, desde un principio le aclare que ella es lo más importante en mi vida, el lo entendió a la perfección, y me confeso que cuando vio el amor que le tengo a esa niña se sintió más enamorado aún.
Hablamos mucho sobre ella, el me aconseja mucho en realidad, si por mi fuera dejaría que esa niña controle mi vida de ser necesario, pero no se puede. Caleb es hijo único, su madre falleció cuando era apenas un niño, me habló muchas veces sobre su padre, su único familiar, dice que es un hombre muy estricto, que siempre lo fue con el, más de una vez lo castigo teniendo la edad de Alex, el dice que siempre odio eso, pero que ahora entiende que solo lo hacia para que vaya por un buen camino.
En la cena que tuvimos te platique sobre las calificaciones y el comportamiento de Alex, le confesé que no sabia que hacer al respecto.
- Es simple Jordan, debes ponerle un punto, mostrarle que existe un límite el cual debe respetar. Si es necesario, castigala, pero jamás dejes que la furia te gane, podrás estar muy enojado, los adolescentes suelen sacar de las casillas, pero debes tener en cuenta que tienes que estar calmado para no hacer algo de lo que luego te arrepientas. - Explicó mientras cenábamos. - Si le explicas porque lo haces, ella entenderá. Pero debes ser firme con lo que digas y hagas, se que la amas, y cuando se quiere mucho a alguien sueles ceder a muchas cosas, tienes que mostrarle que no cederás con cada cosa que quiera. Que eres tu quien manda, sin abusar, obviamente. - Ríe un poco y lo hago con el. Asiento ante lo que dice para luego cambiar de tema. Se que Alex y el se llevarán bien.
Cuando estoy seguro de que hice lo correcto, me hago la idea de que mi niña seguramente estará enojada, entenderé si no me habla al menos en unas horas. Decido ir a mi oficina, abro la puerta y doy una última mirada a Alex, el impulso de ir con ella y acunarla en mis brazos recorre mi cuerpo, pero decido mantenerme firme con el castigo. Salgo de la habitación y cierro la puerta.
Me meto a mi oficina y comienzo a completar varios papeles y realizar algunas llamadas, para mañana poder tener el día completamente libre.
Como mañana será domingo pienso en decirle a Caleb que venga a almorzar para presentarlo a Alex.
Lo llamo y cuando acordamos la hora cuelgo, miro la hora y veo que paso media hora. Dejó todo en orden y vuelvo a mi habitación. Alex está donde le dije que se quedará, y realmente me sorprende. Ella es una niña que suele acabar haciendo lo que quiere. Muy parecida a mi.
- Alex - La llamo, se da la vuelta y camina hacia mi. Me doy cuenta de que su pantalón está arriba, pero decido no decir nada la respecto, por el contrario tomó su mano y la siento sobre mis piernas para rodeará completamente con mi brazos. Aún solloza un poco- shh, ya cariño, no llores. Ya paso. Shh - Juego con un mechón de su cabello para que se calme. - Eso cariño, ya pasó- Despega su cabeza de mi pecho y mira hacia el piso mientras me habla.
- Lo siento Jordan, no debí hablarte así- Se disculpa, sonrió como tonto al ver que después de todo si me dirijo la palabra, y que si entendió es castigo, o una parte al menos. - Y prometo que sacaré mejores calificaciones - rasca uno de sus ojitos con su mano. - ¿Me perdonas? - Dice aún sin mirarme.
Tomo su barbilla y giro y levantó su cabeza para dejar un beso en su frente.
- Por supuesto que te perdono mi niña. - le sonrió y sus ojos sueltan más lágrimas. - Hey, ¿porque lloras? - limpio sus lágrimas.
- Es que... no.. no debí decirte esas palabrotas.. no te lo mereces - Apoya su cabeza en mi pecho para evitar mirarme. La envuelvo con mis brazos otra vez.
- ¿En serio crees que no me lo merezco pequeña? - Le pregunto con voz suave. Asiente aún en mi pecho. - ¿Porque bonita? - La verdad me intriga saber el porqué.
- Porque tu haces de todo por mi, solo quieres que este bien, y yo te trato así. Esta mal - Explica aún con pequeños sollozos y con casi un susurro en su voz. Se que le cuenta decir esto, es una persona muy orgullosa. Quizás un poco más que yo.
- Mi niña... entiendo porque lo hiciste, no explica nada, porque si estuvo mal, pero te entiendo. - pienso si decir lo siguiente o no - Sabes... yo a tu edad era quizás y por lejos peor que tu. Papá se la pasaba regañandome o castigandome. Por eso soy así contigo, no quiero que seas como yo. Desobediente, caprichosa,traviesa, maleducada.. - Explico. Se que se está imaginando como habré sido, es algo que jamas le conté, y no estaba en mis planes hacerlo, no quiero que lo tome como ejemplo. Pero ahora lo veo necesario.
- Tu también te la pasas regañandome. Ya eres amargado como papá - Ríe bajito. Río con ella.
- No digas eso, yo no me la paso regañandote. Solo cuando es necesario. - Me excuso por más que se que es mentira.
- Me regañaste solo porque deje mi mochila en la sala - Me recuerda.
- Bien, bien, si tienes razón, quizás me pase un poco. - me quedo callado pensando. - Sabes que. Aquí necesitamos algo.
- ¿como que? - Pregunta sorviendo su nariz. Simuló una mueca de asco logrando que ella suelte una carcajada.
- Algo como reglas. - Le digo explicando. - Para empezar, 0 palabrotas. - le digo, Arruga el ceño pero asiente, vuelve a recostar si cabeza entre mi hombro y cuello. - Mm... la comida que hay en el plato se come toda, sin rechistar. - ente eso suspira pesadamente. Decirle que coma toda la comida es como decirle que se corte un dedo. - Para salir se pide permiso. - sigo enumerando. - No correr por las escaleras, por lo que más quieras, no corras por las escaleras. - Le pido, puede que yo me haya roto un brazo corriendo por ellas. Ella ríe pero asiente. - 0 novios - Eso lo digo serio. Y ella si Ríe con ganas.
- Eso no puede ser una regla. Tarde o temprano tendré novio, ya tengo 15. - Me recuerda.
- Si, tienes 15, eres una niñita aún. No tendrás novio, primero sobre mi cadáver- Hago unas cosquillas de su panza y cuello. Pero hablo en serio. - Si haces algo que sabes no puedes hacer, me lo dirás, prefiero que me lo digas tu antes de que alguien más llegue y lo diga. - Asiente, no muy convencida. Se que esa será la más complicada para ella. Y con razón, ¿quien quiere confesar algo malo sabiendo que luego será castigado? -No quiero mentiras - Esto lo digo más serio, si hay algo que odio, son las mentiras - Y esas serán todas por ahora, si hay alguna más, la charlaremos luego. Ahora quiero que vayas a hacer tus deberes. Mañana vendrá a almorzar Caleb para que le conozcas. Así que quiero ver una sonrisa de esas hermosas - Le digo haciéndole cosquillas. Suelta unas risitas.
Se pone de pie y sale de la habitación.
Solo espero que mañana todo salga bien.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro