Mi tonta alarma comienza a sonar, me muevo con intención de arrojarla contra el piso, pero antes de que logre cometido deja de molestar.

Me giro un poco y veo otro cuerpo a mi lado, froto mis ojos, recuerdo que anoche me dormí con Jordan.

- Buen día princesa - su voz es ronca, acaba de despertar. Le sonrió.

- Buen día - me siento en la cama y me estiro sonando todos mis huesos.

- Alex deja de hacer eso - se queja mientras coloca un brazo sobre sus ojos. Río y me levanto. Camino al baño.

Miro mi reflejo y el moretón esta mucho mejor que ayer, aunque igual se nota.

Realizo todas mis necesidades y me cambio por ropa más decente para la escuela.

- ¿Y tu para donde vas tan arreglada? - me mira elevando una ceja Jordan.

- Para el colegio, ¿adonde más? - lo miro divertida.  El ríe.

- Hoy no vas al colegio Alex. - lo miro esperando a que diga que es una broma. - No me mires así, lo digo en serio. Comienza a hacer tu maleta. Yo iré a hablar con Sarah. En 30 minutos te espero abajo. ¿Entendió? - frunzo el ceño y asiento. El sale de mi habitación y yo resoplo odio hacer maletas.

Busco mi celular hasta que lo encuentro en la mesa de noche. Llamo a mis amigos avisando que no iré a la escuela y que luego les contaría que sucede.

Y luego hago las maletas en contra de mi voluntad. Guardo mi ropa, calzados, algunos libros, y demás cosas que no pienso dejar. Me doy cuenta de que no tengo idea de en donde vive Jordan. ¿Es en la misma ciudad? ¿Seguiré llendo a la misma escuela? No lo se, pero no quiero saberlo ahora mismo tampoco.

Miro mi habitación repasando todo en busca de algún objeto olvidado. Una vez que estoy segura de que tengo todo bajo las escaleras un poco torpe.

- ¿Listo? - me mira Jordan divertido al ver el esfuerzo que hago para no caer por las escaleras.

- Un poco de ayuda no vendría mal - gruñó agarrando la varanda de la escalera antes de caer y romperme un hueso. Jordan suelta una carcajada y toma mi maleta y me mira superior mostrando lo fácil que era. - en mi defensa tu eres como tres veces más  alto que yo. ¡Es más fácil para ti! - vuelve a reír y niega con la cabeza.

- Ya, ya.. - tocan la puerta interrumpiendo lo que iba a decir. Me mira y yo me encojo de hombros. - ¿esperas a alguien?

- ¿A las ocho de la mañana? No, nadie - camino a la puerta con el detrás de mi.

- ¡¿COMO ES ESO DE QUE FALTAS A LA ESCUELA Y TODAVÍA DICES QUE LUEGO ME CUENTAS?! - apenas abro la puerta gritan y me toman la oreja.

- AUCH ¡¡AMANDAAA!! - grito al ver el cabello azul de mi mejor amiga.

- ¡Amanda nada! - vuelve a gritar.

- Amanda ya basta - Tayler se mete entre la loca de mi amiga y mi pobre oreja. - Perdón Alex, ya sabes que cuando se pone loca no la detiene nadie. Y yo menos - dice sosteniendo a mi amiga. De repente Amanda queda quieta. La miramos sorprendidos. Generalmente le van 10 minutos y un chocolate para que se calme.

- ¡¿Y este quien es?! ¡¿Y esa maleta?! - vuelve a gritar. Me giro y veo a mi hermano mirando todo muy confundido.

- Oh... si.. eso - digo rascando mi nuca - Amanda, Tayler el es Jordan, mi hermano. Jordan, el es Tayler y ella Amanda, mis mejores amigos - los presento. - Y la maleta... bueno... me voy con el - digo en un susurro para que Amanda no se ponga a gritar otra vez.

- Hola chicos - saluda Jordan con una sonrisa.

- Hola Jordan, lamento... esto - Saluda y se disculpa Tayler.

- ¿como que te vas? - me mira Amanda - ¿A donde? ¿Cuanto tiempo? - frunce el ceño. Habla en un susurro.

- bueno.. yo no lo se Amanda - respondo un poco incomoda mirando a Jordan.

- Nos vamos a Nueva York por un tiempo indefinido - responde Jordan con una sonrisa triste. Lo miro con los ojos abiertos de par en par.

- ¡¿Nueva York?! - Exclamamos los tres a la vez.

- Y en dos horas, así que mejor... - Jordan rasca su nuca, me mira triste y entra a la casa otra vez.

Nos sentamos en las escaleras de la entrada. Ninguno dice nada durante unos minutos.

- Nueva York- susurra Tay.

- Nueva York - Afirmó.

- Nueva York- Dice Amanda con lágrimas en sus ojos. La abrazo.

- Nos llamaras y nos visitaras, verdad Alex - susurra Tay.

- Claro que si. Ustedes también pueden hacerlo - digo sorviendo mi nariz.

- Y nos contarás todo ¿verdad? - me mira Amanda.

- Ni lo duden. - reí al ver lo chusma que es mi amiga. Los tres sonreímos.

- No lo puedo creer. ¿Porque te vas con el? - Tayler pregunta.

- Dijo algo de una promesa a mi padre,  y de que mi madre esta loca, que tiene problemas con las apuestas además de la bebida... y que no quiere que crezca junto a ella. - resumo lo poco que recuerdo.

- El tiene razón...- solloza Amanda. - Lo quiero odiar por quitarme a mi amiga. Pero tiene tanta razón que me es imposible. - se lamenta, esta totalmente loca.

- Ay Amanda, nadie te está quitando a tu amiga, solo se va un tiempo indefinido a una cuidad lejana - trata de ponerle humor Tayler.

- Exactamente - digo ayudando a Tay. - Amanda, todas las noches podremos hacer video llamadas por Skype, y cuando podamos nos veremos. No te pongas triste que me haras llorar a mi también - digo riendo contagiando a ella.

Durante una hora más estuvimos charlando y levantando el ánimo de Amanda. Me hizo prometer que cualquier cosa que sucedía la llamaría, y que no dejaría que las niñas pijas como las de mi escuela me molestaran. Y obviamente que si algún chico aparece le contaría absolutamente todo. Y cave aclarar que el lado sobreprotector de Tay salió a la luz con eso último.

- Alex, nos tenemos que ir - Jordan sale tratando de no interrumpir la conversación. Nos paramos y abrazo a mis amigos, ambos me susurran un suave "suerte" en mi oreja. Tay se acerca a Jordan.

- Adiós Jordan, y suerte con esa bestia - le dice estrechando sus manos. Jordan ríe y asiente.

- Nos vemos chicos - Jordan saluda a los chicos y le da un beso a Amanda. Quien lo mira mal, tardará un poco en caerle bien.

Vuelvo a despedirme de mis amigos y miro a Jordan.

- Mamá... - comienzo a preguntar

- Ella está un poco... indispuesta- me responde más serio. Esta con copas de más, eso es lo que quiso decir, asiento. - ¿No olvidas nada? - hago memoria y niego. - ¿Segura enana? - sonríe de lado.

- si, segura.. - digo pero me interrumpe.

- ¿Entonces no llevaras esto? - levanta mi mochila en sus manos. En ella tengo cosas del colegio y además mi computadora portátil. Abro la boca y río.

- Lo había olvidado... ¿Donde estaba? - pregunto al tiempo que lo agarro.

- Debajo de la cama - suelta una carcajada. No se en que momento termino allí.

Me subo al auto en la parte trasera, Jordan cierra la puerta y sube de piloto. Enciende el motor y salimos de la casa. Luego del barrio, y luego solo la ciudad, personas corriendo por todos lados.

- Enana - me llama.

- ¿si? - lo miro.

- ¿Le temes a las alturas? - me mira por el retrovisor.

- Mm.. no.. - digo desconfiada. Suspira aliviado - ¿porque?

- Tomaremos un vuelo para Nueva York. Sino no llegaremos pronto - ríe un poco. Yo también río. - Alex, que te parece si respondes una pregunta - dice ya sin reír.

- Tengo miedo - confieso al ver su cara.

- La misma que anoche. Y esta vez no me salgas conque tienes sueño o algo parecido. Responde sin rodeos, ¿Donde estabas a esas horas? - cierro los ojos un minuto, se que se va a enojar cuando le diga la verdad, pero ni modo que me tire del auto.

- Bien... pues...

- Alex, responde.

- Uff...bien. Salí con los chicos. Fuimos al cine. Y luego a una... fiesta - dije la última palabra casi susurrando.

- ¿Y luego a que? - vuelve a preguntar.

- A una fiesta. - evito mirarlo a la cara.

- Entonces no fui imaginación mía el olor a Alcohol. - dice más para el que para mi. - Alexandra Castillos tienes 15 años no puedes beber alcohol, ¿Porque lo has echo? Tu mejor que nadie sabes que no debes hacerlo. Entiendo lo del cine, una película no le hace mal a nadie, pero no me cabe en la cabeza que andes bebiendo o en fiestas. - Dice un poco más enojado.

- Solo fue un poco Jordan, tampoco me puse como Sarah - digo yo también un poco enfadada.

- No jovensita, me da igual como te hayas puesto, simplemente a tu edad no debes beber una gota de alcohol y punto.

- Pero si hay chicos menores que yo bebiendo, ¿porque yo no puedo? - y si, ahí  esta, mi bocota, se bien que no debo beber, y se que Jordan tiene razón, pero simplemente no me puedo rendir.

- Me importa un comino quien beba y quien no, cada chico tendrá a su padre para controlarlo. Tu estas bajo mi cargo y si digo que no puedes tomar, no tomas y punto. Apenas tienes 15, esta mal, a tu edad no deberías hacerlo, y lo sabes. - dice serio. Me cruzo de brazos y apoyo mi cabeza en la ventana. Si se que esta mal, y no debo hacerlo. Pero no le daré el gusto.

Eres muy orgullosa

Tu otra vez. Si, soy orgullosa. ¿Y que? - peleo con mi conciencia.

Deberías dejar de serlo. El tiene razón.

Cállate. Tu deberías estar de mi lado.

Acabo la discusión al tiempo que Jordan me mira.

- Alex - lo miro de mala gana. El suspira - Cariño, no me mires así, es por tu bien que te regaño. - Vuelve la vista a el camino. - Entregame tu celular - lo miro con el ceño fruncido. - No, no me pongas esa cara. Dame el celular, en una semana te lo devolveré. - para en un semáforo.

- No te daré mi celular - digo cruzándose mis brazos.

- No te estoy preguntando, te lo estoy ordenando. - se gira un poco en su asiento. - Dame el celular, o en este preciso momento te castigo, tu eliges. - a mi mente volvió el recuerdo de cuando era niña, la única vez que mi padre me castigo. No me gustó nada esas nalgadas. Y estoy segura de que tampoco me gustaran ahora. Bufando le doy mi celular. - No era tan complicado - dice guardandolo en su bolsillo. Vuelve a su posición correcta al tiempo que el semáforo se coloca en verde.

Unos largos treinta minutos después estamos en el aeropuerto.

Jordan fue a sacar los boletos mientras lo espero. En serio quiero mi celular, pero ni modo, no me quiero meter en más problemas.

Luego de unos minutos vuelve.

- Listo, vamos que ya tenemos que subir - me dice mirando los boletos. Me pongo de pie y el pasa su brazo por mis hombros. Desde que baje del auto una pregunta ronda mi cabeza.

Nos sentamos cerca de la puerta donde tenemos que abordar. Decido sacarme la duda.

- Dan - lo llamo como solía hacerlo siempre, el me mira con media sonrisa.

- Dime enana.

- ¿Te puedo hacer una pregunta sin que te ofendas? - lo miro a el y luego a la ventana donde se ve como un avión despega.

- A ver, dime.

- ¿Aún sales con Jimena? - pregunto por la chica con la que salía hace unos años. El frunce el ceño.

- Creí que ya no la recordabas, no, no salgo con ella, hace dos años que no hablamos. - También mira la ventana.

- ¿Y tienes pareja entonces? - mi curiosidad es muy fuerte.

- Que preguntona que andas eh. - sonríe. - si y no... - responde, mi cara debe ser un poema. Ríe y continúa- Hay alguien que me gusta.. pero no somos nada. ¿Responde a tu pregunta? - Lo pienso y niego.

- No en verdad. ¿Si te gusta porque no se lo dices? ¿Es una chica? ¿Tiene novio o novia? - lo bombardeo con preguntas. El suspira y me toma la mano. Me sienta en sus piernas.

- Mira Alex, es complicado, quería decírtelo, pero no sabía en qué momento. Es un tema... delicado, principalmente porque no se cual será tu reacción. - Juega con mis dedos. Lo miro inclinando un poco mi cabeza.

- Te escucho - le digo para que continúe.

- Bien... mira... me gusta alguien... pero no una chica realmente - abro la boca al ver a donde quiere llegar. Lo interrumpo.

- Ohh te gustan los hombres - digo tranquilamente, el me mira y se pone rojo. No puedo evitar reír. - mírate, pareces un tomate - sigo riendo, Jordan se cubre la cara con una mano. Se la quito de la cara para verlo a los ojos. - ¿Tengo razón? ¿Eres gay? - pregunto más despacio. Me mira y suspira.

- Si Alex, soy gay. - me mira buscando mi reacción, pero no hay mucho que buscar. Rodeo su cuello con mis brazos.

- Me alegro, no me agradaba nada Jimena- digo en su oreja. El ríe y respira aliviado al tiempo que me abraza también. Coloca su barbilla sobre mi hombro.

- Pensé que no estarías feliz la verdad - confiesa.

- ¿Y porque no lo estaría? Digo, es tu vida, puedes hacer lo que se te de la gana, tu lo dijiste anoche. - hago memoria al piercing.

- Tienes razón, pero aunque no lo creas, desde que decidí que tu vendrías conmigo me preocupo lo que pensaras peque. - me mira y le sonrió.

- Mm... me alegra que me tomes en cuenta. Pero ahora quiero saber quien es el chico - digo un poco más curiosa, el ríe.

- Pues es un amigo...

- Hay ya. No me digas más. ¡tienes vergüenza! - Digo riendo un poco más.

- Pero.. niña entrometida - me hace cosquillas mientras me sostiene para que no caiga.

- Ya, ya, no res- respiro- Digo deteniendo sus manos, el para. - Ya me das mi cel - Digo poniendo ojitos.

- No. Hasta dentro de una semana, ya te lo dije. - sonríe de lado al ver mi cara "enojada".

- Eres malo - digo sentándome a su lado.

- Claro que si. Soy super malo por quitarle el celular a la niña en vez de darle el buen castigo que se merece. Soy todo un villano - Dice jugando con mi cabello.

- Si, super malo. - digo y el ríe otra vez.

Luego de un rato llama a nuestro vuelo para que subamos al avión.

Subimos después de entregar nuestros voletos y nos sentamos en nuestros respectivos lugares. Me acomodo para dormir un rato y Jordan abre un libro. Muy aburrido para mi gusto, historia. Parece todo un viejo. Suprimo una sonrisa ante ese pensamiento.

Una vez que el avión ya esta volando me quedo dormida. Solo queda esperar a que llegue y comience una "nueva vida". Pero por ahora solo me preocupare por caer en brazos de morfeo.