Siento como sacuden mi cuerpo. Me quejo y antes de que pueda mandar al diablo a quien quiera que me haya despertado a mitad de la madrugada me tapan la boca. Ahora si, un poco desesperada me siento en la cama y abro los ojos.

Cuando enfoco la vista me doy cuenta de que es el estúpido de Jeison. Y decido desahogarme golpeándolo con una almohada, pero sin hacer un solo ruido.

Intenta cubrirse con sus brazos me siento arriba de el y lo golpeó.

- Eres un tarado. Por tu culpa le mentí a Jordan, idiota, ni siquiera se si se tago la mentira. - Digo casi susurrando mientras lo sigo golpeando. - ¿Donde demonios te metiste? Te llame, y no te dignas a contestar - Sigo desahogandome. - Y para rematar me despiertas en plena madrugada. - Cada palabra va acompañada de un nuevo golpe.

El ya cansado de que lo golpe, de un solo movimiento se sienta en mi vientre sin dejar caer todo su peso, atrapa mis manos con una de las suyas y las sostiene sobre mi cabeza, por último con su otra mano tapa mi boca.

- Ya cállate, despertarás a alguien, y es lo último que quiero - Susurra cerca de mi oreja. - Gracias por no decirle nada a Jordan o Caleb, y "desapareci" porque decidí ir a buscar mi moto, ahora si ya acabaste de golpearme, quiero que en silencio vayas a cambiarte de ropa, ponte todo negro, y has una coleta con tu cabello. - Dice mientras me mira. Dejo de hacer fuerza y asiento. Saca su mano de mi boca.

- ¿Para que? Y si Jordan nos descubre nos mata. - Pregunto aún un poco enojada.

- Iremos a dar un paseo con unos amigos, y creí que no te molestaría ir. Además son las cuatro, hasta las 5:30 Mi tío no se levanta, y estoy seguro de que Jordan tampoco. - Explica más calmado, al igual que yo. Lo pienso y asiento.

- De igual modo te lo mereces - Hablo distraída.

- ¿Que merezco? - Pregunta. Lo miro y doy un golpe en su cara. Me mira sorprendido.

- Eso te mereces, por idiota. - Sonrío y camino a mi closet. Saco un jean negro roto en las rodillas, un crop top negro y mi chaqueta de cuero también negra con algunas cadenas plateadas. En menos de cinco minutos estoy cambiada. En mis pies calzo mis zapatillas Converse blancas, ya que las negras no se donde las deje.

Termino de peinar mi cabello en una coleta alta y vuelvo a mi habitacion.

- Listo. - Digo tomando mi celular.

- No, mejor déjalo, por si las moscas - Señala mi celular. Lo miro mal y lo dejo donde estaba.

- Tendremos que salir por el balcón. ¿Puedes... - Lo corto antes de que hable, me acerco a la varanda y miro la distancia.

- Si, si puedo bajar. - Asiento.

- Bien, primero voy yo, luego te ayudo a bajar - pasa la varanda y agarra una rama de un arbol, con la que se ayuda a bajar. Cuando llega al piso hace una seña para que lo haga yo también.

Copio sus acciones y antes de tocar piso me toma por la cintura, y me deja en el piso delicadamente.

Logramos hacer todo en completo silencio. Me toma de la mano y me guía por la oscuridad hasta estar fuera de la vista de la casa y cualquier empleado de seguridad que haya.

- Me sorprende que puedas evitar a todos los empleados - Expreso cuando ya caminamos un poco más tranquilos hasta una moto. Se apoya en ella.

- Es fácil hacerlo, pero más fácil lo hace estar vestido de negro, no te pueden diferenciar en la oscuridad. - explica. Oímos ruidos y Jeison me toma la muñeca para colocarme detrás de el. Me molesto un poco, pero aprecio el gesto.

- Tranquilo amigo, somos nosotros - Un chico habla, sale de la oscuridad con dos chicas detrás, y un chico más.

- Lo siento, me tomaron por sorpresa - Se saludan con el típico saludo de hombres. - Ella es Alexandra, Alex, ellos son Keiden, Tomas, Zahira y Lucinda - Nos presenta, las chicas se acercan y me saludan con un abrazo.

- ¿Y son... pareja? - Zahira pregunta animada. Abro los ojos y río, niego frenéticamente.

- No, no, no somos pareja. - Sigo riendo. Jeiden se acerca y me da un golpe en la nuca. Lo miro y se lo devuelvo más fuerte.

- ¡Auch! ¡joder, pegas como boxeador Alexandra! - Las chicas ríen y me felicitan.

-Al fin alguien que pone límites - Agradece chistosamente Lucinda. - Puedes llamarme Luci - Dice a modo de saludo mientras deja un beso en mi cachete.

- Un gusto Luci, pueden llamarme Alex - Digo de igual modo.

- Vaya amigo, ¿que te sucedió sucedió la cara - Keiden mira su cachete.

- Pues ahora tengo una mini boxeadora. - Dice de manera cariñosa. - Muy bien, que les parece si nos ponemos en marcha. Se da la vuelta y rebusca algo en una mochila.

- Entonces, ¿Ese idiota y tu no son novios? - Tomas se acerca a mi lado. Niego con la cabeza.

- No, no lo somos.

- ¿Y de donde se conocen? - Keiden se coloca a mi otro lado.

- Pues... hay dos versiones, ¿quieren la más reciente o la más antigua? - Río suavemente.

- A mi me interesa la reciente - Tomas ríe conmigo.

- Pues vivo con mi hermano, mi cuñado se mudo hace unos días con nosotros y su sobrino, Jeison, vino también porque sus padres están de viaje. - Resumo.

- ¿Y la antigua? - Pregunta Keiden.

- Esa es un poco más simple, lo conocí en una carrera.. - Me interrumpen.

- Corrección, la quise ayudar en una carrera pero me di cuenta de que tenía un carácter horrible y no me dirijo la palabra. - Ruedo los ojos.

- Luego en una fiesta nos reencontramos.. - Vuelve a interrumpir.

- Corrección, en la fiesta me hablaste porque estabas con copas de más, y cuando estaba a punto de sacarte tu nombre un muchacho se acercó y con decir "Sara se enojara" bajaste de tu nube de alcohol y salieron volando - Vuelvo a rodar los ojos.

- Hay cosas innecesarias, como lo de Sara. - Asiento.

- Jeison suele recordar hasta el ultimo detalle. Hasta lo más innecesario, mejor acostúmbrate. - Luci se acerca a Jei. - Y el tarado de Tomas se quiere ligar a Alex. - Se apoya en la moto tranquila.

- ¡LUCI! ¡¿En que quedamos?! - Tomas se queja. Lo miro mal. Jeiden se levanta y me toma la mano para llevarme a donde el estaba.

- Una lástima que Tomas es un idiota de primera, además Alex no le dará atención... si supieran cuantos tiene detrás - Expresa tranquilamente encojiendose de hombros.

- Tonto - le digo queriendo alejarme.

- Quédate quieta allí Alexandra - Demanda.

- ¿Y si no quiero? - Digo enojada.

- Le diré a tu hermano que te vi con un chico - Sonríe elevando una ceja. Sonrio más.

- Y yo le diré a Caleb que no llegaste a casa. ¿Quien saldrá peor? - Nos desafiaron con la mirada.

- Ya basta, ambos saldrán muy mal así que ya dejen de pelear. - Keiden se interpone entre los dos.

- Si, claro. - Decimos Jeiden y yo a la vez.

- Muy bien, ¿nos vamos? -  Luci se sube a una moto, Tomas se sienta delante de ella en la moto para poder manejar. Estando distraída Jeiden me vuelve a agarrar la mano para llevarme a su moto, me indica que suba y lo hago.

- ¿Sabes manejar? - Pregunta. Asiento. - Okey, de igual modo no confío en ti - Sonrie burlon, ruedo los ojos. - Toma, ponte el casco. Iremos por la ciudad, es solo seguridad. Hoy no hay ninguna carrera de la que me haya anterado, así que solo será un paseo tranquilo. A las cinco volvemos a casa.

- Entendido - Me agarro de su cintura y comienza el paseo...

(•••)

Como dijo Jeiden, a las cinco en punto estábamos volviendo a casa, repitiendo el mismo camino para entrar por mi balcón.

Se asegura de que no haya nadie a la vista y se pasa a su habitación. Mentiría si dijera que no lo pase bien, porque en realidad la pasé muy bien, Jeiden se porto muy bien conmigo... muy sobreprotector también se puede decir. Las chicas son muy graciosas, intercambiamos números. Y los chicos... pues son chicos, son agradables y chistosos. Siempre tienen un chiste para contar.

Cuando dejo todo como estaba me recuesto y caigo rendida ante morfeo.

Bueeeno gente... trate de hacer lo mejor posible.

Quizás hoy publique un capitulo más, ya que no se si durante la semana pueda publicar, así que espero lo disfruten mucho!!