Capitulo 2
Me despierto con mi espalda adolorida, no dormí en una buena posición anoche.
Me estiro haciendo crujir mis huesos y camino a el baño. Miro mi reflejo en el espejo y veo un muy feo moretón en mi cachete, donde la noche anterior recibí el golpe. Debí haberme quedado callada.
Saco un poco de maquillaje y tapo todo lo posible el moretón.
Miro el resultado final y estoy satisfecha.
Me cambio mi ropa y termino mi rutina para luego salir de mi habitación silenciosamente he ir a la escuela.
Saliendo de mi casa encuentro a mi mejor amiga, Amanda, y a Tayler, mi mejor amigo. Les sonrió y camino con ellos a la escuela, de camino hablamos de temas triviales para pasar el rato.
Al llegar vamos directo a el aula que nos toca.
(•••)
Luego de muchas horas toca al fin el momento de salir de la bendita escuela.
- ¿Que tal si hoy vamos al cine? - propone Tayler mientras caminamos a nuestras casa.
- Dudo que Shara me deje salir...- digo a Tay con una mueca de tristeza.
- ¿Y que tal se te escapas?... solo serian unas horas.. - me ruega Amanda.
- No lo se... no quiero que se enoje más.. - recuerdo lo sucedido la noche anterior, Shara no me dejara ni pisar la calle.
- Vamos Alex, solo unas horas... - lo pienso, ¿que podrían hacer unas horas?
- Bien, bien, pero solo unas horas, no más- digo y ellos sonríen. Acabamos acordando la hora exacta. Nueve en punto. En el cine.
(•••)
Son las Nueve en punto como acordamos, y estoy saliendo de mi casa con todo el cuidado del mundo. Tengo puesto un top blanco, un short negro, y mis convers blancas.
Llego al cine y miro a mis dos amigos que están esperándome con una sonrisa gigante en la cara.
Los saludo con un rápido abrazo y entramos a la sala correspondiente. Eligieron una película de terror, particularmente no me molesta.
(•••)
Dos horas después la película termina y vamos a cenar unas hamburguesas, hablamos de la película. Entre charlas se cumplen las doce y media de la noche, y como no quiero problemas decido volver.
- Chicos, me tengo que ir. Si Sarah se entera que salí me mata. - digo rascando mi nuca.
- Alex, ¿no nos quieres acompañar a una fiesta que hay aquí cerca? - pregunta Tay.
- No, no, no ya es mucho. Sarah...
- Deja de preocuparte por Sarah amiga, jamás sales ni a la esquina, ven a la fiesta por favor- Amanda me mira con ojitos de perro, Tay también, saben que es imposible que me resista.
- Ya, ya, paren. Iré, pero paren por favor - les digo negando con la cabeza.
Salimos directo a la fiesta, a unas cuadras de donde estábamos.
Al llegar Tay me entrega un vaso con una babida, cabe aclarar que no tengo idea de que es, vamos a bailar a la pista. La música es muy buena, me dejó llevar por ella, y no se en que momento pasa el tiempo.
Miro la hora en mi celular y veo que son las tres de la mañana, que tarde por dios.
- Tay, me voy ya es muy tarde - Le digo sobre la música.
- Te acompaño, Amanda ya tiene compañía- me dice protector como siempre.
Caminamos hasta mi casa, saludo silenciosamente a Tay y camino intrigada a esta, al ver un auto negro, último modelo, me arriesgo a decir, parado frente a ella. Sarah tiene autos muy bonitos, pero ninguno negro. Debe ser de algún ligue.
Abro la puerta lenta y silenciosamente, no enciendo ninguna luz.
Paso el recibidor y voy a la sala para subir las escaleras, pero pego un salto en mi lugar cuando alguien ensiende la luz. Llevo una mano a mi pecho y acostumbro mis ojos a la luz para ver quien es.
- ¿Y tu que haces llegando a estas horas? - la vos de un hombre habla al otro lado de la sala. Miro bien y creo que mi mente me está jugando una broma.
- ¿Jordan? - me arriesgo a preguntar con un poco de miedo en mi voz, no voy a mentir.
- ¿Quien más sino? - una sonrisa se dibuja en su rostro. Lo miro y veo que está muy guapo. Lleva un pantalón de traje, una camisa blanca con los primeros botones desabrochados y mangas arremangadas hasta el codo, zapatos negros de vestir, y su saco y corbata están en el sillón. Su cabello está medio despeinado, lo cual lo hace lucir más joven, el color negro de su cabello hace resaltar sus ojos verde oscuros, y sus pestañas negras largas. Es notablemente más salto que yo, quizá 1,90. Su cuerpo está más musculoso que la última vez que lo vi. Fijo mi vista en sus ojos otra vez y corro hacia el para darle un gran abrazo.
- ¿Que haces aquí? Mamá se enojara mucho- susurro con mi cabeza en su pecho.
- No, que haces tu aquí peque, estas no son horas de llegar un día Martes - dice mirándome a la cara.
- Yo pregunte primero - sonrió de lado.
- Bien... te tenia una sorpresa... pero como a la niña se le ocurre desaparecer... - me mira regañandome con la mirada.
- No desaparecí... - niego la verdad.
- ¿A no? Mmm... ¿y porque será que Sarah estaba tan enojada? - Abro los ojos de par en par. Y de seguro me puse pálida. - Eso mismo pensé. Sarah se fue a dormir, y dijo muy claro que cuando te agarre... - Su cara mostró enojo por un minuto, sacudió la cabeza negando.
- Jordan ¿Que haces aquí? - volví a repetir.
- Peque...
- Te iras con el mocosa - Sarah baja las escaleras mientras habla. Me giro y la miro perpleja. ¿Escuché bien? - No es ninguna broma. Me tienes harta. Sólo traes problemas..
- ¡Ya basta Sarah! No le digas a la niña todo eso. Tu bien sabes que es tu culpa. - miro extrañada a Jordan - Tu madre, Alex, tiene un muy mal vicio con las apuestas. Esta vez se le fue de las manos. Decidí tomar cartas en el asunto, ahora esta en trámite tu custodia. Este ambiente no es apto para que una niña se crié. Así que tu te vienes conmigo. - Lo miro sin decir una palabra. No tengo palabras. ¿Que se supone que deba decir? ¿Quiero ir con mi hermano? ¿Que será de mi madre? ¿La veré otra vez? ¿Y Jordan? ¿Solo lo hace por compromiso? Mil y un preguntas pasan por mi mente.
- Yo... - encuentro mi voz... pero es demasiada información para procesar.
- Alex - Jordan toma mis hombros y hace que lo mire a la cara tomando mi barbilla - se que es mucha, mucha información, seguro tienes demasiadas preguntas, pero ahora no es el momento. Quiero que subamos a tu habitación. Hagas tu maleta, y nos iremos. - me mira serio, dice todo de tal forma que no deja espacio a reproches. No digo nada. Solo me separo de el y camino a las escaleras. Poco a poco subo.
Entro a mi habitación y me siento en mi cama, procesando todo.
Me voy.
Me voy de esta casa.
Me voy con mi hermano.
No se cuanto tiempo estuve sentada en el mismo lugar, pero me doy cuenta de eso cuando Jordan entra a mi habitación.
Me mira y suspira.
- Alex... yo... - se sienta a mi lado me mira y toma mi cara. No puedo evitar una mueca de dolor. Me mira más serio, quito mi cara y me paro para ir a mi armario en busca de mi maleta.
Siento una mano en mi brazo y un tirón, Jordan me empuja al baño. Al darme cuenta de lo que quiere hacer comienzo a moverme para que me suelte. Pero lo único que logro es que me sostenga con más fuerza.
Jordan - ya basta, quédate quieta. - me dice con voz fuerte y seria.
Me sienta sobre el lavado contra mi voluntad. Toma la toalla y la moja con agua. Agarra mi barbilla y gira un poco mi cabeza. Comienza a pasar la toalla por mi pómulo afectado. Alguna que otra mueca o quejido se escapa de mi boca. Poco a poco el maquillaje se va y deja lugar a un moretón. Aprieta la mandíbula mientras examina el golpe.
Bajo la mirada al piso.
- Alexandra solo lo dire una vez, ¿Quien te hizo eso? - coloca sus manos a mis costados, logrando así agacharse un poco quedando a mi altura. Me mira directo a los ojos.
- Yo... este... me caí... y me golpe. - mentí y baje la mirada otra vez.
-No me mientas. Si así comenzaremos esto no será nada agradable. No me gustan las mentiras, las odio. Así que me dices la verdad, o te abstienes las consecuencias. - me amenaza.
- Yo... agg... Mamá... anoche... yo... fue mi culpa, estaba bebiendo, y sabes que no le gusta que le diga mamá cuando esta tomando... no pensé. - Me excuso antes de que me regañe.
- Princesa... no, no fue tu culpa amor,esa mujer no tiene derecho a hacerte semejante atrocidad. Mira como dejo tu cara - pasa su dedo pulgar suavemente por mi pómulo. - Por estas cosas tu vendrás conmigo. No quiero que esa loca te haga daño, de ninguna manera.
- No le digas así Jordan, también es tu madre.. - Niego triste de que siempre que se refiere a Mamá sea de esa forma - Jordan... yo no te quiero molestar... - digo bajando la mirada y jugando con mis manos.
- Alexandra - toma mi barbilla y levanta mi cabeza - Tienes totalmente prohibido volver a decir que me molestas. Tu te vas conmigo porque yo quiero, no porque alguien me este obligando. Yo le prometí papá que seríamos felices sin esa lo..mujer, prometí que tu serias feliz, y yo no rompo mis promesas. ¿Ententido peque? - Termina de decir para regalarme una sonrisa. Lo miro bien y digo.
- Tu no tenias ningún piercing - digo fruncido el ceño y mirando su labio.
- No tenía, pero ahora si - levanta una ceja.
- ¿¡Y porque casi me matas cuando me horade las orejas!? - tomo sus hombros y lo sacudo, pero es tres veces más grande que yo, así que es igual que nada. El ríe divertido. En un movimiento me tiene sobre su hombro y me hace cosquillas.
- Mm... será porque cuando lo hiciste eras una niñita... y yo ya soy adulto y puedo hacer lo que se me pegue la gana - dice entre risas. Acabamos en mi cama, cansados.
- Entonces me puedo hacer un piercing en el ombligo - digo pensando, acostada con mi cabeza en la pierna de Jordan y mi cuerpo en la cama.
- Ja Ja - dice sin gracia - Ni de broma. Eres muy chica como para arruinar tu cuerpo con esas porquerías. - sentencia jugando con mi cabello.
- Ni modo, al menos lo intente - dije riendo un poco, Jordan igual ríe.
- Alex, ¿Donde estabas y porque entraste tan silenciosamente a la casa? - me mira elevando una ceja.
- Pero mira que tarde es... será mejor que me valla a dormir porque sino llegare tarde al colegio - digo levantándome en busca de mi pijama.
- No jovensita, contesta lo que acabo de preguntarte. Desde cuando sales sin avisar y todavía vuelves a las tres de la mañana. ¡Un martes! - reprocha mientras me sienta sobre sus piernas, apoyo mi cabeza en el espacio entre su hombro y cuello.
- Yo.. - un bostezo interrumpió mis palabras. Y como no, el sueño me va ganando. Estúpido sueño, siempre hace lo mismo. Mis ojos se van cerrando, escucho como Jordan suspira, me arropa entre sus brazos, deja un beso en mi cabeza y así caigo completamente dormida.
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