XXIII
Después de que Dilan se marchara de la puerta, y de que William terminara de arreglar todos los papeles necesarios para dejar constancia de que el beta de la manada había vuelto, Dereck se marchó desconcertado.
En un principio Dereck pensó en seguir al joven gato para descubrir por qué no había reaccionado a él, después de todo, se suponían que eran mates ¿no?
¿A caso se había confundido? Se preguntó confundido.
No, imposible.
Él estaba seguro de que su lobo había reaccionado al aroma del pequeño, porque vamos ... es imposible que su lobo se confunda... ¿verdad?
No, él no se había equivocado. En el momento en el que su lobo percibió el olor del menor gritó como loco mate. Incluso tuvo que luchar consigo mismo para no gruñirle al pobre niño que se llevó a su pareja.
Pero entonces ... ¿por qué Dilan no había reaccionado a él?
¿A caso el chico sería demasiado joven?
Para nadie es desconocido el hecho de que los cachorros son incapaces de percibir el aroma de otras personas hasta que cumplen cierta ella. Los niños tienen que desarrollarse y empezar a tener contacto con su animal interno para ser capaces de percibir el olor de su pareja de vida.
Pero eso tampoco tenía sentido, por lo que él recordaba Rouse y Mike ya tenían unos doce o trece años, a esa edad son muy raros los casos donde los niños no han experimentado ningún contacto con sus animales internos. Y por lo que parece Dilan está yendo al mismo curso que esos dos trastos, así que la idea de que sea demasiado joven también queda descartada.
Entonces ... ¿¡Qué está pasando!? Se pregunta Dereck frustrado.
Tantos años ... tantos años buscando fuera de su manada a su pareja, tantos años recurriendo el mundo y resulta que su mate se encuentra justamente en su hogar. Su alma gemela está justo ahí, delante de él, esperando a que vuelva.
Mientras caminaba hacia la casa de su mejor amigo Dereck no para de preguntarse lo mismo.
¿Qué está pasando?, ¿Por qué Dilan no reaccionó? ¿A acaso el pequeño no puede olerlo? ¿Estaba el destino jugándole una mala broma?
Mientras más pensaba en el tema más se frustraba Dereck.
Sin darse cuenta, aligeró el paso, necesitaba desahogarse y hablar con alguien.
Sus pasos que en un principio eran calmados incrementaron su velocidad, en tan solo unos pocos minutos Dereck llegó a la casa de su mejor amigo. Ni siquiera se molestó en llamar a la puerta, abrió esta como si se encontrará en su casa.
– Jordán tengo que contarte algo muy impor ... – la frase de Dereck quedó a medio terminar, porque en el momento en el que entró en la casa de su mejor amigo se dio cuenta de cuan equivocado estaba.
– ¡Oh! ¿¡Dereck!? ¡Joder tío, hace siglos que no te veo! – le dijo Jordán mientras se acercaba a su mejor amigo – ¿cómo estás hermano? ¿cómo fue la búsqueda? ¿fuiste capaz de encontrarlo o encontrarla esta vez?
Jordán seguía preguntándole cosas a su mejor amigo sin darse cuenta del estado en el que este se encontraba.
De hecho, la emoción que sentía Jordán al reencontrarse con su viejo amigo era tan grande, que ni siquiera se dio cuenta del ambiente que reinaba en la sala desde el momento en el que Dereck irrumpió en su casa.
– Sam acércate – le pidió Jordán emocionado.
Con paso firme y decidido, Sam se acercó hasta Jordán, el cual al tenerla justo a su lado coloca una de sus manos en su hombro.
Ese simple gesto hizo que los músculos de Dereck se tensarán de forma involuntaria.
– Sam, déjame presentarte. Este de aquí es mi mejor amigo, mi compañero de juergas y mi beta, Dereck – le dice con una gran sonrisa.
– Un gusto – le dice Sam sin ninguna emoción en la voz.
Dereck permanece callado mientras la observa, es incapaz de decir nada.
– ¿Dereck? – lo llama Jordán preocupado al ver a su amigo tan callado – amigo ... ¿estás bien?
La falta de respuesta por parte de Dereck hace que Jordán se aleje de Sam y se centre en él.
– Dereck me estás asustando – reconoce Jordán – ¿estás bien? – vuelve a preguntarle nervioso.
– ...
Nada, silencio.
Jordán está por pedirle a Sam que llame al médico de la manada, pero después de escuchar las palabras de su amigo empieza a ser consciente del ambiente de la habitación.
– Tú ...
Antes de que Dereck pueda decir algo más, Sam sale de la casa y se marcha a toda prisa.
Ni Dereck ni Jordán pudieran hacer algo para detenerse, ninguno de los dos se espera esa reacción por parte de la loba, es por eso que cuando se dan cuenta de la huida de Sam es demasiado tarde.
– No puedo creerlo ...
– Hem ... Dereck ... ¿estás bien? – le pregunta Jordán dubitativo, después de todo. No todos los días uno encuentra a su mate y este sale huyendo de ti en tu propia cara.
– La encontré Jordán ... – dice incrédulo – ¡dios mío!, ¡LA HE ENCONTRADO! – exclama feliz.
– Me alegro por ti amigo – le asegura Jordán mientras le sonríe.
– Tanto tiempo buscando y resulta que siempre ha estado en casa ...
– Lo sé ... ¿Quién hubiera pensado que justo después de que dejaras la manada para buscarla sería cuando llegaría tú compañera? – se ríe de él.
Dereck le gruñe irritado, aunque su enfado no dura mucho. La felicidad de haber encontrado a su mate es tan grande que ni siquiera es capaz de molestarse por los comentarios de su mejor amigo.
– Dios ... todavía no me lo creo – le asegura él mientras se pasa las manos por la cara – dime que no estoy soñando Jordán – le pide.
– Tranquilo amigo ... no estás soñando – le asegura él.
La respuesta de Jodan es todo lo que Dereck necesita para gritar de pura alegría.
– ¡LA ENCONTRÉ! ¡AL FIN LA ENCONTRÉ! – grita mientras se pasea feliz por la casa de su amigo.
Jordán sonríe complacido al escuchar a su amigo. El mejor que nadie sabe lo mucho que Dereck ha sufrido todos estos años al no haber podido encontrar a su compañera, está feliz por su amigo, pero al mismo tiempo, sabe que lo que le depara a continuación no va a ser fácil.
– No te emociones demasiado – le aconseja él – un tienes que ser aceptado por Sam ... – le recuerda Jordán con voz seria.
Las palabras de Jordán son como un balde de agua fría para Dereck, quien había olvidado que su compañera había huido de él en el momento en el que iba a hablar con ella.
– ¿Crees que va a rechazarme? – le pregunta alarmado.
– ... – Jordán no le responde, mira a su amigo durante unos segundos para después apartar su mirada de él – no lo sé Dereck – intenta tranquilizarlo – solo te digo que vallas con cuidado – le dice mientras se aleja de él para dejarse caer sobre el mismo lugar en el que hasta hace tan solo unos segundos hablaba con Sam.
– ¿Por qué debería de ir con cuidado? – le pregunta intrigado mientras se sienta en el otro sofá de la sala.
– ... Sam ... Sam no es como otras lobas Dereck – reconoce Jordán – esa mujer ha sufrido más de lo que te imaginas – le asegura él.
– ¿Qué intentas decirme Jordán?
– Solo ve con cuidado – le aconseja.
Dereck mira a su amigo, el cual le sonríe triste para posteriormente levantar su mirada y ver la puerta de su casa. La cual permanece abierta después de que Sam saliera de la casa a toda prisa.
– Bueno ... creo que debería ir a ...
– Déjala por hoy Dereck – lo interrumpe – es mejor que no te le acerques por ahora – le sugiera Jordán sin ni siquiera mirarlo.
– ¿¡Estás de broma!? Llevo años buscándola por todos lados, ¿cómo puedes pedirme que me aparte de ella? – le pregunta indignado – pensé que tú mejor que nadie entendería que ...
– Dereck – lo corta con un tono de voz mucho más serio – soy tu mejor amigo, y quizás soy la persona que mejor te entiende, pero también conozco a Sam y sé que ahora mismo debe de estar abrumada.
– Por eso debo ir a ...
– No – el tono de Jordán ya no es el mismo, su voz acaba de adquirir un tono de voz más grave, más serio. Muy similar al tono de voz que usa cuando quiere recalcar su posición como alfa de la manada – permanece alejado de ella.
– ... – Dereck traga salida, nunca antes ha visto a Jordán de esa forma, para él es la primera vez que ve a su amigo tratarlo con tanta seriedad – ¿por qué? – pregunta nervioso.
Jordán le sonríe triste y suspira.
– Solo hazme caso amigo, ella necesita tiempo para pensar.
Dicho esto, Jordán se levanta del sofá y se encamina a la cocina, dejando de esta forma a un muy confundido Dereck sentado en su sofá.
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Perdón a los que había emocionado pensando que era otro capítulo, solo estaba corrigiendo algunos errores ortográficos de esta parte (^^ ;)
Perdón ...
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