Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo

Han pasado dos meses desde que los cuatro volvieron a la manada, y aunque en un principio las cosas habían sido raras e incómodas para Logan, quien al no conocer a nadie dependía mucho de los tres, pronto todo eso se solucionó.

Poco a poco Logan empezó a tratar con las personas de la manada, y aunque le era un poco incómoda el exceso de atención y no le caían del todo bien las continuas bromas por parte de William y Stefan, entendía que lo hacían para que se sintiera incluido dentro de las dinámicas.

Eso no quita que en más de una ocasión tuvo enfrentamientos con Mike, quien tendía mucho a apagarse a Dilan, y aunque para el minino el acercamiento de su amigo no suponía ningún problema, para el temperamental y territorial lobo de Logan, la cercanía de otro lobo a su compañero, el cual estaba empezando a aceptarlo hacía que sus emociones y su cordura no estuvieran muy a la par.

– No creo que sea buena idea – le aconsejaba Dereck.

– Estoy seguro que le encantará – le aseguraba Logan.

– Muchacho, sé que quieres sorprenderlo y tal, pero ... creo que no es buena idea. Es mejor no remover el pasado – le aconsejaba.

– Pero ...

Al ver la reticencia del chico, Dereck simplemente niega con su cabeza y suspira.

– Haz lo que quieras chico – se rinde.

Mientras tanto, en otro lugar de la manada Sam estaba siendo acompañada por Amely, Stefan y William mientras discutían sobre banalidades.

– Sabes que nos llevas razón William – le recuerda cansado Stefan.

– Pero entonces como lo explicarías – se queja.

– Y a mí que me cuentas, no es mi asunto, es el de Sam.

– Pero es que ella no me hace caso – se queja.

– Pues déjalo estar – le sugiere Stefan aburrido.

– ¡Stefan!

– Me tienes arto – suspira Stefan mientras cierra los ojos y se los restriega.

– Podríais dejar de hablar de mi sin pretender que no estoy presente.

– ¿Vas a escucharme? – le pregunta William esperanzado.

– Ya te he dicho que no.

– Pues es entonces no, ¿por qué te cuesta tanto confiar en mí? – le pregunta exasperado.

– Bueno, la última vez que confié en ti casi convences a Dilan de que era buena idea ...

– Vale, vale, lo pillo. No soy de confianza, pero Sam, esta vez tengo una corazonada.

– Clarooooo, ¿es la misma corazonada que tú viste sobre la acampada en el lago?

– Tú no te metas Stefan, que coño iba saber yo que nos íbamos a encontrar con rougues.

– A no sé, "he ido muchas veces, es una zona tranquila y con mucha vegetación. Os aseguro que es un sitio tranquilo, perfecto para una acampada" – lo imita Stefan mientras rueda los ojos.

– No me negaras que fue divertido ver como Sam le pateaba el culo – recuerda entre risas William.

– Claro que fue divertido, lo que no fue para nada divertido es conseguir que Dilan bajara del árbol y sobrevivir a la furia de Sam – le recuerda él mientras mira miraba al frente. – Mejor cambiemos de tema, ¿has pensado en que le vas a regalar?

– No, todavía no estoy segura – reconoce Sam – Dereck nunca quiere nada, dice que tiene todo lo que podría querer – responde ofuscada, aunque un parte de ella está feliz por las palabras de su compañero.

– Oh, pero mira lo dulce que puede llegar a ser nuestro beta – se burla William.

– Te recuerdo que hablas de mi compañero – lo regaña sin ganas Sam.

– Vamos Sam, sabes que estamos de coña y que en realidad William adora a Dereck – le dice Stefan mientras pasa su brazo por el hombro de su amiga – de todas formas, aun tienes tiempo para pensar. Faltan meses para su cumpleaños, en su lugar deberías de pensar en que le vas a dar a tú cachorro.

– Puff, por favor, el regalo de Dilan lo tengo pensado desde hace meses – reconoce orgullosa.

– ¿De verdad? – pregunta curioso William.

– Obvio, madre previsora vale por dos – se jacta divertida – le va a gustar – asegura ella mientras sonríe divertida.

Aunque siendo sincera, el regalo de Dilan iba a ser un regalo para todo, ya que todos iban a agradecer mucho la mejora, sobre todos Logan y Dilan, quienes estaban cansados de toparse siempre con situaciones incomodas por la casa.

– Bueno, sea lo que sea espero que le gusta, el chico se lo merece – le dijo Stefan, a lo que William y Sam asintieron conformes.

Los preparativos para el cumpleaños de Dilan se fueron resolviendo uno a uno, hasta que el tan esperado día llegó.

– ¡Sal ya del baño mamá, aquí hay gente que tiene que ducharse! – se quejaba Dilan mientras aporreaba la puerta.

– ¿Todavía no sale? – le pregunta Dereck desde las escaleras, a lo que Dilan niega con su cabeza frustrado.

– Ni en mi cumpleaños puedo ducharme a una hora decente – se queja el minino mientras rasca su cabeza.

– Vamos cariño, si estas hermoso, no te enfadas – intervino Logan quien apareció detrás de Dereck y le regaló una sonrisa enorme a su mate.

– ¿Lo dices en serio? – le pregunta Dilan divertido.

– Claro, nunca había visto a una persona tan hermosa a pesar de tener restos de saliva en el cuello del pijama y el pelo revuelto – le asegura él mientras Dereck rueda los ojos divertido por la conversación de los adolescentes.

– Eres un idiota – le responde Dilan con un falso enfado mientras evita con todas sus fuerzas que sus labios se curven hacia arriba.

– Bueno, será mejor que tú y que yo bajemos para ayudar a Teresa con las cosas del cumpleaños, no me gustaría que Mateo apareciera en escena y tirara todo – le sugiere Dereck.

– ¡Por última vez, solo fue una vez! – se queja Mateo desde el final de la escalera – ¿Algún día dejarán de recordármelo? – se queja.

– Lo siento papá, eso no pasará – le asegura Sam, quien acababa de abrir la puerta del baño.

– ¡Por fin! – celebra Dilan, quien ni siquiera espera a que su madre termine de salir del baño para empujarla un entrar y cerrar la puerta.

– Podrías haber esperado a que saliera – le reprende.

– ¡No haber tardado tanto! – le responde él con un grito, y justo después se escucha la llave del agua.

– Ufff, no entiendo de donde ha sacado esas formas – se queja Sam mientras camina con la toalla en la mano.

Ninguno de los tres le responde nada a Sam y evitan en todo momento mirarla, ya que todos los presentes sabían que gran parte de la forma de comportarse de Dilan era una copia exacta de como actuaba Sam.

– Bueno, no pienses mucho más en eso cariño – le sugiere Dereck.

– Eso, no pienses en tonterías y ven a ayudarnos a la cocina.

– Sabes de sobra que mamá no va a dejarte tocar nada papá – le recuerda divertida Sam.

– Nunca está de más intentarlo – le responde el divertido.

Poco después, la comida en familia se lleva a cabo en el patio trasero de la casa de Dereck, en la cual estaban viviendo los cuatro desde el día que volvieron a la manada. Y aunque al principio había sido complicado añadir a un nuevo miembro a la ecuación, con el esfuerzo de todos poco a poco se dieron las cosas.

Sam y Dereck tuvieron que contenerse en más de una ocasión para no intervenir en el cortejo de Logan, ya que al estar los cuatro conviviendo en los mismos metros cuadrados les era muy complicado reprimirse cuando veían que Logan hacia avances con su hijo.

Y aunque en ningún momento Dilan y Logan habían ido más allá, Sam y Dereck tendían a sobreproteger demasiado al minino, el cual les gritó y gruñó en más de una ocasión cuando echaron a Logan de su cuarto, aunque solo estaban durmiendo juntos y acostados en su cama compartiendo caricias inofensivas y mimos.

Pero al final todo eso quedo en el paso, Sam y Dereck aprendieron a soltar más y más la cuerda y a confiar en Logan, el cual en todo momento demostró lo mucho que amaba y adoraba a Dilan.

Y al final de cuentas, eso era lo que Sam y Dereck necesitaban para dejar ir sus preocupaciones e inseguridades con el respecto al lobo.

– Bueno, creo que ya es hora de ir trayendo el postre y los regalos – sugirió Teresa, quien ya se había levando y apilado unos cuantos platos vacíos.

– Mamá, siéntate, no hace falta que te levante, ya vamos nosotros a por todo – le dijo Sam mientras se levantaba y se acercaba para coger los platos que su madre tenía en las manos.

– No hace falta cariño, yo puedo – le aseguró ella.

– Sé que puede, pero prefiero que descanses un poco, has cocinado toda la comida – le recuerda ella.

– Eso, déjanos hacer algo – se queja Mateo secundando a su hijo y poniéndose de pie también.

– Tú también vas a sentarte papá, si no me fio de ti cuando estamos cocinando, ¿Qué te hace pensar que lo voy a hacer cuando estamos recogiendo la mesa para traer los postres?

– ¿Es en serio?

– Muy en serio.

– Puff, habrás he visto – se quejó Mateo entre murmullos.

– No te preocupes Mateo, desde hace unas semanas está igual conmigo y con Dilan, no nos deja entrar a la cocina ni lavar nada – lo consuela Dereck.

– Y yo que pensaba que esa tontería desaparecería con tú madre – se queja Mateo.

– ¡Oye! – se queja Teresa.

– Abuela, hay que reconocerlo, algo de razón tiene – reconoce entre risas Dilan.

– Hm.

– Tampoco te enfades mujer, si sabes que estoy de broma – le dice Mateo a su mujer mientras besa su mejilla.

– Ya hablaremos más tarde – le asegura ella, para justo después levantarse e ir a ayudar a Sam.

Mateo niega con su cabeza, mientras Dereck, Logan y Dilan se reían con disimulo de la pelea del matrimonio.

– Bueno, aquí estamos de vuelta – les informa Sam a todos.

Después de esto el resto de la celebración se dio sin problema, Dilan sopló las velas y empezó a recibir los presentes de todos los integrantes de la mesa.

– Bueno, espero que te guste – le dice Logan mientras le pasa a Dilan su regalo.

– ¿Qué es esto? – pregunta curioso el minino al tener en sus manos un sobre rectangular.

Logan mira nervioso a Dereck, el cual no aparta su mirada de su hijo y sostiene la mano de Sam, quien tampoco entiende nada.

– Bueno ... Gracias a tus abuelos me enteré de que cuando eras pequeño tenías curiosidad por tu "verdadera familia" – le dice mientras hace comilla con los dedos.

Sam que ya sabe por dónde van los tiros aprieta de forma inconsciente la mano de Dereck y aprieta los puños sobre la mesa.

– Me tome el atrevimiento de investigar ... Y bueno, hay lo tienes – le dice nervioso mientras se rasca la nuca.

Dilan se queda mirando a Logan durante unos segundos, con los ojos abiertos, más de lo normal, para luego mirar el sobre.

Aprieta el papel durante unos segundos mientras un montón de pensamientos los inundan, alegría, miedo, duda ... Todo mezclado al mismo tiempo.

– Yo ...

– No tienes que abrirlo ahora mismo si no te sientes preparado – le asegura Logan, quien ha empezado a arrepentirse.

– ... – Dilan abre su boca para decir algo, pero no es a capaz de emitir ninguna palabra.

– Dilan ... – lo llama Sam, quien está igual o peor que su hijo – cariño, tranquilo, todos aquí sabemos que siempre has sentido curiosidad de quienes son tus padres biológicos, no pasa nada – le asegura ella.

– Exacto cariño – le asegura Teresa, quien se ha levantado para abrazar a su nieto – nosotros vamos a apoyarte decidas lo que decidas – le asegura.

Dilan permanece cayado durante unos segundos más mirando el sobre, para justo después levantar su vista y encontrarse con la cara de su madre, quien le sonríe con tanto amor como siempre.

Y esa es toda la respuesta que él necesita, le sonríe de vuelta a su madre y baja la mirada al sobre, para justo después devolvérselo a Logan.

– ¿Qué ...?

– Te lo agradezco muchísimo Logan, pero ya no necesito esto – le dice mientras toca con sus dedos el sobre – mi verdadera familia son mis abuelos, mi madre, Dereck, tú y mi futuro hermanito o hermanita – le dice con una sonrisa.

Se hace el silencio en la sala durante unos segundos mientras todos procesan las palabras de Dilan.

– ¡QUE! – grita Mateo.

Dereck se vuelve poco a poco para mirar a su compañera quien está igual de sorprendida que todos los presentes.

– ¿Estas embarazada? – le pregunta con sorpresa y voz contenida, sintiéndose superado.

– ¿Sorpresa?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro