Capítulo 13
Kenma se encontraba en su cuarto encerrado sentado en la silla apoyando su cabeza en el escritorio mirando su móvil, no salió en todo el día de su cuarto por su estado de ánimo, no entendía porque su rayito de sol se había enfadado y se encontraba muy frustrado ¿Y si ya no quería hablar con él? o peor aún ¿Y si rompían?. Se levantó del pupitre de un salto y sacudió su cabeza negando esa posibilidad, no era posible, no era cierta. . .¿verdad?.
Miro su celular nuevamente haber si había llegado un nuevo mensaje de los cientos que le mandó a Hinata, pero nada, no respondía aunque si los había visto ¿Tan enfadado está? mañana en la preparatoria intentaría solucionarlo, mientras tanto jugaría un rato para ver como se quitaba esos pensamientos de su cabeza.
Prendió su consola y empezó a jugar, pero enseguida se cansó, no tenía las ganas ni la fuerza para jugar, simplemente se quería morir en ese mismo instante, quería desaparecer y dejar de incordiar o meter en problemas a las personas que más quiere.
Escucho unos suaves golpes en la puerta, era su madre, lo llamaba a comer ya que no comió en todo el día y estaba preocupada, Kenma se negó y dijo que no tenía hambre. Su madre siguió insistiendo y se tumbó en la cama y prosiguió a taparse las orejas con la almohada. Su madre finalmente se fue.
No sabe cuanto tiempo se quedo hay despierto tapándose las orejas con la almohada, pero no parecía tener sueño. Al escuchar que un mensaje había llegado a su móvil por poco no salta del entusiasmo deseando que fuera su pequeña luz.
Mi sol <3
-¿Quieres parar de mandarme mensajes? Eres muy pesado
Kenma cuando leyó esas palabras por poco se derrumba ¿Tanto lo odiaba?
-Solecito escucha, se que estuvo mal lo que dije, pero me duele el corazón que no estemos bien ¿Te apetece quedar y enmendar las cosas? por favor, no soporto el saber que me odias por algo que te hizo sentir mal, por favor.
En ese mismo instante Kenma rezaba de que su pequeño solecito le dijera que si, que quería enmendar las cosas con él, pero lo que no sabía era lo que ocurría al otro lado de la línea telefónica.
-Esta bien
-¿Mañana en el parque a las 17?
-Esta bien
Con Hinata
El menor se encontraba mosqueado por la pelea que tuvo con su pareja. Natsu estaba regañando a Hinata por haber tratado así a su pareja cuando Kuroo se tuvo que ir, Hinata no es que se arrepintiera del todo, pero, en el fondo de su corazón se arrepentía de cada palabra que dijo aunque su orgullo en ese instante no le permitió pedir disculpas.
Un mensaje en su celular le llamó la atención y abrió su móvil para ver de quien se trataba.
-¿Es Kenma?- Pregunto Natsu intentando ver la pantalla
-Aparte de él- Contesto algo cortante el pelinaranja -Es Sato-
-¿Sato?- Pregunto Natsu confusa _¿Le pones los cuernos a Kenma? ¿Tan rápido?-
-CLARO QUE NO- Grito exaltado -es un amigo de la prepa-
Sato
-¿Donde estas? No te veo
-¿De qué hablas?
-¿Se te olvido? Hoy tenemos que hacer el proyecto de biología, ¿Acaso eres tan despistado que ni lo viste?
Entonces a Hinata se le ilumino la bombilla de su cabeza, la profesora de biología mando hacer un trabajo por parejas y Sato le pidió a Hinata que fuera su pareja para el proyecto y este acepto.
-Pero quedamos a las 11 para hacerlo
-Hinata, son las 11:15
Este vió la hora de su celular y exacto, era la hora que el contrario había dicho, Hinata se palideció ¿Como se le pudo olvidar?
-Si quieres lo dejamos para otro día y ya
-NO, ya voy para tu casa
Cerró su móvil y como si de un rayo se tratase se cambió de ropa y salió de casa explicándole a su madre la situación. Sato no vivía muy lejos asi que iria corriendo. En menos de diez minutos ya estaba delante de su casa y llamó al timbre.
Sato abrió la puerta y se sorprendió al ver a Hinata son la respiración entrecortada, la ropa mal colocada y su pelo todo revolucionado, se rio levemente y lo invitó a pasar cosa que el menor agradeció.
La casa de sato era enorme, se notaba que su familia estaba muy bien económicamente hablando, se fueron al salón en donde empezaron a estudiar. Hinata estuvo bien por un tiempo, pero empezó a sentirse incomodo cuando Sato se sentó demasiado cerca de él y a mandarle indirectas muy directas.
-Sato- dijo repentinamente Hinata sin aguantar mucho más
-¿Que ocurre precioso?- respondió viéndolo de manera coqueta
-¿podrías parar?- Comentó apartándose un poco -Es muy incomodo que alguien que no sea tu PAREJA- Recalcó la última palabra para ponerlo en claro -Te diga cosas de ese estilo-
La expresión de Sato cambió repentinamente, y Hinata tuvo un poco de miedo.
-Necesito ir al baño- Se inventó para irse un poco
-En el segundo piso la cuarta puerta a la derecha- Dijo Sato
Hinata se dirigió al baño, pero se perdió a la mitad del recorrido como de costumbre, en verdad la casa era más grande de lo esperado y se perdió.
Mientras tanto Sato estaba de los nervios, no soportaba que ese idiota tuviera a Hinata, le resistía mucho hasta que de repente el móvil de Hinata se llenó de mensajes y a Sato eso no le gustó nada, al principio no quiso ponerle mucha importancia pero al ver la insistencia de los mensajes tomó el móvil y lo abrió.
-¿Mi gatito?- Se preguntó para ver que se trataba de Kenma -Oh, ese gatito-
Vio los mensajes, todos de disculpas ¿Acaso pelearon? Sonrió ante la idea y decidió sacarle partido.
Mi gatito <3
-¿Quieres parar de mandar mensajes? eres muy pesado
-Solecito escucha, se que estuvo mal lo que dije, pero me duele el corazón que no estemos bien ¿Te apetece quedar y enmendar las cosas? por favor, no soporto el saber que me odias por algo que te hizo sentir mal, por favor.
Una mueca de asco se formó en su cara, él no quería que solucionaran las cosas, querían que empeorarán para así poder estar él con Hinata, seguro lo hacía mucho más feliz que ese desgraciado, pero, ¿Como se haría cargo de él? Entonces en su mente le vino una idea.
-Esta bien
-¿Mañana en el parque a las 17?
-Esta bien
La puerta del salón lo alarmó y cerro el móvil viendo a Hinata volver.
-Perdón por tardar- se disculpó algo apenado -Me perdí-
-No pasa nada- Contestó viendo como el menor se sentaba -Oye, estuve pensando en lo de antes y lo siento- Dijo fingiendo arrepentimiento -No era mi intención ponerte incómodo-
-No pasa nada- Sonrió tiernamente Hinata -Yo te perdonó-
-Ya se- Comento Sato con una sonrisa -¿Te parece si mañana a las 17 te compró un helado en el parque? ya sabes, quedada de amigos y para compensarte lo de hoy-
-No se- respondió algo inseguro -Mañana tengo que hablar con alguien para solucionar algunas cosas y eso-
-Porfavor- hizo un pequeño puchero Sato
Después de unos intentos Hinata finalmente aceptó.
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Este es el capítulo 13 de esta historia, espero que lo hayan disfrutado
Los capítulos pares están en el libro "un cuervo enamorado" de EuniceAgreste Vayan a leerlo
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