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Llegada a Midgar

Disclaimer: Este es un fanfic que no pretende vulnerar los derechos de quienes sean tengan la propiedad de las franquicias de Final Fantasy 7 y la película de Tim Burton: Beetlejuice, con Lydia Deetz (Winona Ryder) como protagonista.


UN GATO CONTRA SHINRA

Capítulo 1: Llegada a Midgar


La noche tormentosa descargaba su furia sobre la pequeña ciudad de Winter River. Una construcción en particular parecía ser el objetivo del fuerte viento, una enorme casa de estilo victoriano situada sobre una colina simétrica y muy alta, desde la cual se dominaba la vista de todos los alrededores. La casa estaba vacía salvo una habitación apenas iluminada por una enorme vela roja, en dicha habitación, una jovencita con un vestido gótico interpretaba las cartas del tarot.

La joven tenía una apariencia que hacia juego con la siniestra tormenta de los alrededores: piel tan blanca como los rayos que caían en los alrededores del lugar; cabello negro, tan oscuro como la implacable noche; y ojos tan negros y profundos, que harían que cualquiera se perdiese en ellos antes que en los bosques oscuros del condado.

Frente a la joven, sentado al borde de la cama, se hallaba un majestuoso gato de color negro que miraba a la lectora de cartas con inusual interés, casi como si estuviese hipnotizado.

―Muerte ―dijo la joven con una voz que sería la envidia de todas las oscuras sirenas de los océanos.

»Sin importar como baraje las cartas, es el mismo resultado ―dijo y el gato negro saltó de la cama para transformarse en un chico gato, no una criatura furro cubierta de pelos, sino que su forma era la de un joven muchacho común y corriente, salvo que tenía orejas y cola de gato.

―¿Qué haremos, Lydia? ―preguntó el chico gato.

―No hay otra alternativa, Percy, iremos a Midgar.

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Lydia y Percy se dirigieron a Midgar. Fue una travesía larga, pero Percy, transformado en una enorme pantera, cubrió la distancia a gran velocidad, Lydia iba montado sobre él.

Midgar era la capital de todos los territorios controlados por la multinacional Shinra. La ciudad era la pesadilla urbanística de cualquier arquitecto con amor propio. Sucia y maloliente, parecía haber salido de una novela ciberpunk.

Caminaban por la ciudad (Percy ocultó sus orejas y cola de gato gracias a su magia innata) y llegaron a su destino, un bar-restaurante llamado El séptimo cielo.

―Mira, allí está la camareravamos a preguntarle ―señaló Percy y los dos chicos se dirigieron dónde la joven.

«Vaya...», pensaba Lydia al ver a la mujer quien vestía de forma algo ligera y con un estilo que acentuaba sus muy generosas proporciones.

«Vaya...», pensaba la camarera al ver a Lydia con sus ropajes góticos y bonita figura.

―Bienvenidos a mi bar, ¿en qué puedo ayudarles? ―les saludaba Tifa quien se extrañó al ver que los dos viajeros eran muy jóvenes y que llevaban mochilas de viaje.

―Buscamos a una chica llamada Tifa, Tifa Lockheart ―dijo Percy.

―Yo soy Tifa, pero me apellido Lockhart, no Lockheart.

―Disculpa a mi amigo ―se disculpó Lydia, pero Percy se acercó a Tifa y empezó a mirarla de pies a cabeza.

―No, tiene que ser Lockhearth, lockhearth suena mejor ―le contradijo con una enorme sonrisa en el rostro a la vez que le salían la cola y las orejas de gato.

―¡¿Qué es eso?! ―gritó Tifa, pero Lydia cubrió las orejas y cola de Percy con sus manos y su cuerpo.

―¡No es nada, solo son apliques de moda! ―exclamaba Lydia, nerviosa, tratando de salvar la situación, pero al parecer Tifa no se convencía ya que observaba con atención a Percy.

Tifa se acercaba cada vez más y más dónde los chicos, pero al ver la expresión de miedo de los dos amigos desistió de satisfacer su curiosidad.

Lydia respiró tranquila, pero entonces, un fuerte barullo se escuchó en la puerta del bar.

―¡Entren de una maldita vez! ―ordenaba el hombre más grande que Lydia haya visto en su vida. Era de tez morena y con una complexión muy muscular. El hombre tenía un peinado y una barba que acentuaban un rostro feroz.

―¡Barret, ya era hora de que llegaras! ―le criticó Tifa.

»¿Todos están bien? ―preguntó preocupada.

―Todos están a salvo, incluido ese imbécil de Soldado, Cloud... ¿Quiénes son ustedes? ―preguntó el gigante de ébano.

Lydia quien sabía que no se debía juzgar a alguien por su apariencia empezó a presentarse, pero Percy, quien se había quedado de piedra y con los ojos abiertos como platos, empezó a recuperarse, lo malo es que sacó de nuevo sus orejas y cola de gato.

―¡Un oso! ―gritó el chico gato y empezó a erizar todo su cabello y los pelos de su cola.

Percy saltó hacia Barret, al mismo tiempo que se transformaba en un gato doméstico.

―¡No, Percy! ―gritaba Lydia mientras Percy, el gato, no se despegaba de la cara del gigante y este se desplomó sobre una mesa, rompiéndola en el acto.

―Oigan, miren, ¡un gato está pegado a la cara de Barret!

―¿De quién es ese gato?

―¡Oso, oso, oso!

―¿Ese gato dijo oso?

―¡Un gato parlante!

―¡Detente, Percy!

―¡¿Qué demonios es esa cosa?!

―Lydia, ¿qué haces aquí?

―¡Wedge! ¡Por fin te encuentro! ―exclamó aliviada con lo que Percy dejó de atacar a Barret y se desprendió de él.

Barret estaba furioso y quiso atacar a Percy, pero entonces alguien más apareció en el lugar.

―¡Un gatito! ―chilló una pequeña niña y alzando a Percy, lo estrechó entre sus brazos.

Lydia trató de calmar la situación y tomó a Percy de los brazos de la niña y le ordenó que se transformara en su forma de chico gato. Luego presentó a Percy y a su persona y pidió disculpas por el malentendido.

Wedge resultó ser el primo de Lydia y la presentó junto con Percy a los miembros de Avalancha.

―¿Por qué Percy tiene cola y orejas de gato? ―preguntó Marlene, quien era la hija adoptiva de Barret.

Lydia contó sus aventuras y las de Percy contra un fantasma llamado Beetlejuice y así se resolvieron muchas dudas.

―¿Y qué te trajo a Midgar? ―le preguntó Wedge.

―Me preocupó tu carta en la que decías que ibas a unirte a Avalancha, por lo que decidí leer las cartas del tarot, y lo que vi me preocupó mucho ―explicó Lydia y todos los presentes le dirigieron miradas incrédulas.

―Oigan, no deben dudar de las predicciones de Lydia ―les criticó Percy frunciendo el ceño―, después de todo, si un chico gato se presenta ante ustedes, de seguro las cartas de Lydia también son certeras.

Barret le pidió a Tifa que llevara a Marlene a dormir y luego de volver la mujer continuó la reunión.

―¿Y qué poderes tienes? ―quiso saber Tifa.

―Ella puede ver el aura de las personas y otras cosas como árboles, para ver si son buenos o malos; puede comunicarse con fantasmas; sabe leer las cartas del tarot a la perfección; y puede convocar un tsunami mágico para acabar con el enemigo ―enumeró feliz, Percy, interrumpiendo la contestación de Lydia.

Barret, quien no creía en los poderes de Lydia, le pidió que se retirase por que se llevaría una reunión con los miembros de Avalancha, los cuales aparte de él eran Tifa, Jesse, Wedge, Biggs y el novato Cloud.

Lydia le pidió a Barret que le creyese, pero el hombre no dio brazo a torcer.

―Deja que asista a la reunión ―le pidió Tifa.

―¿Qué podría hacer una niña como ella y su gato para detener a Shinra? ―le preguntó enojado Barret.

―Bueno, Percy puede transformarse en gato, lo que vendría de maravillas para efectos de exploración y espionaje ―le contestó Tifa y varios presentes intercambiaron miradas de entusiasmo, excepto Cloud que se mostraba aburrido.

Barret aceptó a regañadientes, permitiendo que Lydia y Percy bajaran al sótano para asistir a la reunión.

Para decepción de Percy, la reunión solo consistió en ver las noticias y repartir algo de dinero entre los asistentes, sin embargo, se extrañó que Cloud, recibiese mucho más dinero que los demás.

―Lo que sucede es que no teníamos muchos integrantes para la misión y Cloud no quiso hacerlo por menos ―les explicó Jesse a Lydia y a Percy.

―Además, Cloud perteneció a Soldado, las fuerzas élites del ejército de Shinra ―les susurró a continuación Biggs.

―A mí no me interesa el planeta, solo me interesa recibir la paga que me prometiste Barret ―remarcó Cloud, y él y Barret empezaron a discutir.

Lydia frunció el ceño ante las palabras de Cloud, lo mismo que Percy.

―Cielos, Cloud, eres el mismo terco de siempre ―murmuraba Tifa para ella misma.

Al final, Barret entregó enojado el dinero a Cloud y este decidió irse del lugar. Tifa siguió angustiada a Cloud y luego también subió Barret.

―Oye, Wedge, engordaste mucho desde la última vez que te vi ―le soltó Percy y Lydia miró ceñuda a su novio.

―No puedo evitarlo, desde que conocí la exquisita comida de Tifa, no puedo hacer otra cosa que repetir cada plato, además, Tifa siempre me pide mi opinión con sus nuevos aportes culinarios.

―¿Con que es Tifa la chica que te atrae?, en tus cartas, siempre mencionas que te enamoraste de una chica que robó tu corazón y que cocina delicioso ―le dijo Lydia dándole una sonrisa gentil a su primo.

Wedge se ruborizó y le devolvió la sonrisa de forma nerviosa.

―Yo creo que te ves mejor así, estas tan suavecito ―le dijo Percy con una sonrisa genuina mientras apoyaba sus manos en la panza de su amigo.

»Además, esa carita tan redondita es bonita ―continuaba diciendo Percy.

―¿De veras? ―preguntó Wedge.

―Bueno, a mí me pareces lindo, pero desde que abandone mi forma gatuna, he visto mucha tele y leído revistas y creo que la estética de belleza que poseen los humanos es muy diferente.

―No te preocupes, Percy y yo te ayudaremos con Tifa ―le dijo Lydia y, en ese momento, Tifa, Barret y Cloud bajaron al sótano. Barret se veía entre molesto y preocupado.

―Demonios, tres mil Gil, ese dinero era para la educación de Marlene ―susurraba Barret, mientras que Cloud se veía satisfecho al mismo tiempo que Tifa se mostraba ya tranquila y miraba con interés a Cloud.

«No», pensó Lydia mientras veía la forma en que Tifa miraba a Cloud.

Percy dio un gran bostezo y Tifa decidió que ambos amigos se quedasen en el bar a dormir ya que era muy tarde.

―Muchas gracias ―le agradecieron y Tifa les devolvió la sonrisa aunque con una mirada triste. Aún no podía creer como los padres de Lydia estuvieron dispuestos a casarla con un desconocido de la noche a la mañana solo por ser este un supuesto multimillonario petrolero que al final resultó ser Beetlejuice disfrazado.

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Lydia y Percy se levantaron temprano y ayudaron a Tifa con el bar. Al abrir el establecimiento, los primeros clientes fueron los miembros de Avalancha y Wedge se disponía a repetir un plato cuando en eso, Lydia y Percy se sentaron justo frente a él.

―Ni lo pienses ―le dijo Percy.

―¿No escuchaste lo que ayer dijo Percy? ―le recordó Lydia.

―Pero yo...

―Pero nada, a partir de ahora estas a un régimen de dieta y ejercicios estricto, constante y sonante ―le cortó Percy.

―Supongo que ahora tengo que adelgazar y ponerme musculoso ―dijo con pena .

―No, Wedge, estar en forma implica estar a gusto contigo y estar saludable, no ser una réplica exacta de mister universo ―le dijo Lydia.

―Quisiera ser como Cloud, hasta estuvo en Soldado, eso es súper guay ―dijo Wedge mirando con adoración al rubio.

―Escucha, puedes admirar todo lo que quieras a Cloud, pero no lo hagas en frente de Tifa ―le aconsejó Lydia.

―¿Y qué hago cuando Tifa me ofrezca uno de sus nuevos platillos? ―preguntó angustiado Wedge.

―De eso se encargara Percy, al fin y al cabo, dado su metabolismo, él no puede engordar por más que coma a cada momento ―le informó Lydia y Percy movió feliz la cola y las orejas.

―En fin, para la siguiente misión tendrás que adquirir algo de Materia para poder luchar. Aparte del dinero que te dio Barret por la misión. ¿Cuánto dinero tienes? ―quiso saber Lydia.

―No creo que tenga mucho, de hecho, estoy quebrado.

―Eso no es bueno, debes tener mucho dinero para adquirir una buena Materia. ¡Ya sé, vamos a tu casa! ―sugirió feliz, Lydia, y junto con Percy, se despidieron de los demás y salieron del bar a toda prisa.

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Al llegar a la casa de Wedge, tanto Lydia como Percy quedaron impresionados.

¡Hotdog no puedo creerlo! ―exclamó Percy al ver la impresionante colección de Wedge.

―Impresionante, pero ahora sé dónde está la fuga de capital ―susurró Lydia.

―Qué buena colección de comics y muñequitos ―dijo Percy acercándose dónde las figuritas.

―No son comics y muñequitos, son novelas gráficas y figuras de acción ―se defendió Wedge, rojo como un tomate.

―De dónde yo vengo, son comics y muñequitos ―le cortó Percy.

―Bien, tendrás que vender todo esto ―concluyó Lydia y Wedge puso cara de susto.

»Wedge, a menos que quieras vender tus muebles y electrodomésticos, no veo otra solución, tú mismo dijiste que estabas quebrado ―le recordó Lydia y Wedge miró los alrededores de su habitación.

»¡No puedo creerlo! ¿En serio lo estás pensando?, ¿eso de vender todo menos tu colección? ―le criticó Lydia.

»Escucha Wedge ―le dijo Lydia de forma calmada y mirándolo con ternura a los ojos―, no es necesario que vendas siquiera algo, todas estas cosas son parte de tu persona, claro que me preguntó: ¿Cuánto estas dispuesto a sacrificar por Tifa? ¿Estás enamorado de ella o solo te emboba su belleza?

―Hagámoslo, vendamos todo, tú misma lo dijiste, Lydia, necesito Materia y está no es nada barata ―se decidió Wedge, con lo que Lydia y Percy le palmearon felices el brazo para darle ánimo.

La colección de Wedge pesaba mucho, por fortuna, Percy poseía fuerza sobrehumana y pudo cargar con todo. Al final, tanto Wedge como Lydia contaban con una buena cantidad de Materia.

―Yo no necesito Materia, tengo mis propios poderes de chico gato ―dijo Percy lleno de confianza.

―Que afortunado, nosotros sí necesitamos tener Materia ―le informaba Lydia.

―Bueno, ahora tenemos que comprarte un arma ―le dijo Percy.

―¿Un arma? ―preguntó Wedge.

―Claro, al parecer a Tifa le gustan los hombres que luchan con espadas, así que te compraremos una ―le informó Percy.

―Pero yo no sé pelear con espadas.

―Creo que lo mejor será comprarte un arma de ataque a distancia como un fusil ―intervino Lydia, y Percy la contradijo con lo que los dos empezaron a discutir respecto al tipo de arma que Wedge debería tener.

Al final, ambos no se pusieron de acuerdo y le compraron a Wedge una extraña arma que resultó ser un híbrido entre un fusil y una espada.

―Listo, ahora falta el cambio de look ―sentenció Lydia.

―¡¿El qué?! ―gritó Wedge poniendo cara de susto.

―A menos que Tifa sea fanática de Jonny Deep y los Piratas del Caribe, esa bandana roja en la cabeza y todo el otro conjunto no te favorece mucho ―le soltó sin miramientos Percy.

―Pero si se supone que voy a adelgazar, ¿no será una pérdida de dinero que cambie de ropa? ―preguntó Wedge.

―Para nada, yo soy muy buena en confección de ropa y te arreglaré el traje cuando pierdas peso ―le informó Lydia.

Luego de comprar la nueva ropa, los tres se dirigieron dónde la barbería para cambiar el estilo de peinado de Wedge.

―Yo creo que debe tenerlo picudo, como Cloud, ya sabes, mientras más picudo más posibilidades de ser el líder ―sugirió Percy.

―No tratamos de que Wedge sea como Cloud, sino que tenga su propio estilo. Por favor, señor, dele un look algo rebelde como salido de los ochentas, pero sin ser demasiado voluminoso ―le pidió Lydia al peluquero.

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Barret estaba impaciente por la tardanza de Wedge, cuando en eso llegaron los tres amigos.

―¡Ya era hora de que llegaras! ―le gritó enojado Barret.

»¿Qué demonios? Wedge, te ves diferente ―le soltó Barret.

―¿Por qué te compraste ropa nueva? ―le preguntó Biggs.

―¿Acaso una no puede comprar ropa con su primo? ―intervino Lydia.

―Ese nuevo corte te sienta bien ―le alagó Jesse.

―¡Suficiente! ―gritó Barret―, ahora todos se vienen conmigo ya que estamos retrasados, menos ustedes dos.

Lydia y Percy fruncieron el ceño pero decidieron acatar las órdenes del gigante.

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Luego de barrer y limpiar todos los vasos y platos del bar, los dos amigos esperaron a que regresaran Wedge y los demás. No tuvieron que esperar demasiado, pero al parecer algo había salido mal.

―¡Tranquilízate, no sabemos si está muerto o no! ―le gritaba Barret a Tifa.

―¡¿Qué sucedió?! ―exclamó Lydia.

―Todo fue una trampa ―le explicaba Wedge―, el propio presidente de Shinra nos tendió una emboscada y luego de una lucha con un enorme robot, la pasarela dónde luchábamos explotó y Cloud cayó al vacío.

Lydia se tapó la boca con las manos debido a la impresión y luego se volvió a mirar a Tifa quien estaba llorando junto a la barra del bar.

―Ahora es cuando Wedge, ve a consolarla y aprovecha su vulnerabilidad ―le susurró Percy.

―¡Percy! ―le siseó enojada Lydia.

―¿Qué? En el amor y en la guerra todo pero todo se... ―intentó decir el chico gato, pero se detuvo al ver la expresión de enojo de Lydia.

―No puedo creerlo ―le dijo Lydia ceñuda.

―Por favor, seguro que Cloud está bien, conozco a los de su clase, ese tipo de idiotas no se mueren fácil, yo creo que Wedge debería confortar a Tifa para anotarse algunos puntos con ella.

―¡Ese no es el punto! ―le riñó Lydia.

―Exacto, no se trata de un punto sino de varios puntos, todos ellos beneficiosos si Wedge sabe jugar bien sus cartas ―insistió Percy

Lydia empezaba a levantar la voz, pero Percy ya había agarrado a Wedge del brazo y lo empujó hacia Tifa.

Wedge miró nervioso a Percy pero el chico gato le apresuró a ir con un gesto de su mano.

―Este, Tifa... No, no te preocupes, recuerda que Cloud es un tipo duro, de hecho él estaba en Soldado, seguro de que logró sobrevivir sin sufrir daño alguno.

―¿Tú crees?

―Claro, no debes perder la esperanza ―le dijo Wedge, tratando de sonar seguro y Tifa dirigió su mirada a la puerta de su bar con la esperanza de ver a Cloud.

CONTINUARÁ...+

Los poderes de Lydia vienen de la película Beetlejuice; el guion de Gems Jonathan Beetlejuice goes hawaiian (Beetlejuice 2); los cartoons de la compañía Nelvana; y el manga incompleto de Midori Mezurashi (the witch from peaceful pines).

Los poderes de Percy, el chico gato, vienen de la página web: clases de chicas gato (técnicas felinas).

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